Política

El PSOE, o la renovación que no llega

10 Feb, 2015 - - @egocrata

Hace medio año, tras una campaña electoral corta, discreta y patéticamente corta de contenido Pedro Sánchez accedía a la secretaría general del PSOE.  Como señala la evidencia empírica, yo soy de los que creo que los políticos, en general, cumplen con sus promesas electorales, así que recibí la victoria de Sánchez con cierto escepticismo. El tipo realmente no había prometido nada durante la campaña al hablar de políticas públicas más allá de una «transición económica» y «nueva política» (su oponente, por cierto, se mojó bastante más), así que llego al despacho noble de Ferraz sin ninguna promesa que cumplir. Tras alguna entrevista donde parecía apuntar maneras, Pedro Sánchez parece haber sido fiel a su palabra y efectivamente, ha hecho todo lo que prometió.

Es decir, nada.

Echemos un vistazo a las declaraciones del PSOE estos últimos días, ignorando las bofetadas a Monedero. El domingo, por ejemplo Pedro Sánchez fue entrevistado en El Mundo.  Si no la leísteis, no os preocupéis; pasó completamente desapercibida, sin general un sólo titular. El periódico ni siquiera tiene un resumen en su página, más allá de una triste lista de la compra con propuestas sin ningún hilo conductor. El partido anda tan huérfano de ideas, de hecho, que ayer vimos titulares como «El PSOE incluirá en su oferta electoral leyes emblemáticas de IU«, porque no hay nada como copiar a un partido que va aún peor que tú en las encuestas al redactar tu programa. Aparte de repetir como un mantra que ser socialista es ser de izquierdas y que él está muy orgulloso de ser de izquierdas (sin definir qué es ser de izquierdas estos días, obviamente), declarándose a favor del bien y en contra del mal, es muy complicado discernir qué ofrece el PSOE a estas alturas.

Si miramos la lista de propuestas que desgranó el domingo con más atención, es complicado excitarse demasiado con ninguna idea. Sánchez habló de subir impuestos a los ricos y bajarlos a las clases medias (algo que dicen todos los partidos – incluso el PP), simplificar el impuesto de sociedades (emocionante), financiar con impuestos el sistema de pensiones (al contrario que ahora, que lo pagamos con el oro de las Indias), revisar las cotizaciones de los autónomos (visionario), restar competencias a las diputaciones a favor de los ayuntamientos (inspirador), subir el salario mínimo (se me acaban los calificativos), lanzar un programa de empleo para mayores de 45 años (ya se sabe, las víctimas de la crisis), dación en pago y más vivienda social.

Si todo esto os suena familiar, no os extrañe demasiado: básicamente es el mismo programa que llevo a Elena Valenciano a dejar un cráter humeante en las europeas, y es esencialmente lo mismo que defiende Podemos, con mayor o menor gracia, cuando alguien le da por preguntar detalles. Es el mensaje de la vieja izquierda española de siempre de defender a las clases medias y pensionistas, proteger el mortalmente ineficaz estado de bienestar español de cualquier reforma, con el único añadido que el gasto público lo van a pagar otros (es decir, los ricos). Todo ello envuelto con un barniz impostado de defender que el PSOE es un partido de gobierno, el único partido que puede ganar al PP, porque obviamente todos tenemos tan buen recuerdo de ellos de cuando la última vez que estuvieron en Moncloa.

De todas las declaraciones recientes, sin embargo, la más cargante de todas es su afirmación que la principal condición del PSOE para pactar será que su socio esté a favor de derogar la reforma laboral del PP. Por Politikon hemos hablado largo y tendido de la horrenda, desastrosa, profundamente estúpida legislación del mercado laboral en España. Lo hicimos antes de la (primera) reforma laboral de Zapatero, lo hicimos tras la reforma laboral de Zapatero, lo hicimos antes de la reforma laboral de Rajoy, y lo hemos hecho después de la reforma laboral de Rajoy. El mercado laboral era un desastre potencial el 2006, lo seguía siendo tras la reformas, era un desastre el 2010, lo seguía siendo tras la reforma, era un desastre el 2012, y lo sigue siendo ahora. Ninguna reforma ha traído cambios realmente significativos al mercado de trabajo español, y ninguna ha atacado lo más mínimo la principal fuente de la creciente desigualdad en España y la persistente ineficacia de nuestro estado de bienestar, la dualidad laboral. Que el caballo de batalla del PSOE sea revertir la épicamente poco ambiciosa reforma de Rajoy hacia la prácticamente igual de disfuncional reforma de Zapatero es incomprensible desde cualquier punto de vista que no sea el de dar brindis al sol. Si vemos la trayectoria del PSOE en los sondeos de opinión los últimos meses creo que es obvio que los votantes, puestos a escoger fantasías, prefieren dar su apoyo a alguien que no estaba rompiéndolas hacer menos de cuatro años.

Hace unos meses, a poco de que ganara Sánchez las primarias, escribía que el PSOE tenía tres opciones: continuidad, populismo o modernización. El populismo lo hace mejor Podemos, la continuidad hemos visto donde lleva, la modernización sigue lejos, muy lejos del partido. Si a la timidez del líder y su falta de ganas de articular un programa político realmente ambicioso (y realmente socialdemócrata, lejos del peronismo de Podemos) le sumamos las intrigas internas del partido, es difícil ver cómo se recuperarán en las urnas. Y más cuando la alternativa para dirigir del partido viene de la región de España donde el PSOE ha acumulado durante décadas todos sus peores vicios.

Lo más preocupante de todo esto, sin embargo, no es la lentitud del PSOE, sino el hecho que el resto de partidos están igual de hipnotizados por el status quo. El PP de Rajoy ha sido increíblemente poco ambicioso en sus reformas económicas allá donde Europa no le ha obligado a hacer lo correcto (el rescate/demolición de las cajas, post-Bankia); aparte de la serie de recortes de gasto y subidas de impuestos (a los ricos, por cierto) para equilibrar las cuentas, la mayoría de leyes de este gobierno combinaban grandes nombres con medidas de alcance limitado.  Ha sido dejar todo para más adelante, y postponerlo de nuevo después cuando llegan elecciones. La crisis habrá acabado en nada; el PSOE durante su naufragio hizo menos de lo que debería, pero la agenda reformista de Zapatero estaba a años luz de Rajoy, incluso con un gobierno en minoría.

Los dos partidos tradicionales, después de no prometer nada y no ofrecer nada para sacarnos del pozo, ahora actúan todo extrañados cuando un tercer partido aparece de la nada y amenaza con derrocarles. Quién lo iba a decir.

Que la agenda de Podemos caiga en los mismo errores de la izquierda de siempre, sin embargo, lo dejamos para otro día.


70 comentarios

  1. Pedro dice:

    Sorprende el artículo, precisamente en estas fechas, porque significa una toma de posición, que no pensé que se iba a producir aquí, en el manido debate de los medios. Pero es que no hubo un oponente, hubo dos, y además el soporte en materia económica de PS era el del supuesto único oponente que, debemos recordar, enganchaba muy bien con la estructura anterior.
    Quizá el mensaje enternecedor lo tengan otros, que no tienen programa, ni estructura capaz de gobernar. Cuando se critica desde una posición de superioridad hay que fundamentar la crítica, no expresar pasiones, que es lo que hace este post,

  2. Pues sí, vivimos en la política de la indefinición. En el caso de Sánchez parece que tiene el lastre de los dos Zapateros. Unos dejaron de votar al PSOE cuando planteó una deriva rupturista y nos quiso convencer de que todos los males de España se acabarían con el plan E y otros cuando llegaron los recortes. Está claro que una parte de los votantes de Podemos quieren recuperar algo de aquel primer Zapatero, pero modernizado, y están consiguiendo mejores resultados. Sánchez está dudando qué hacer.

    La modernización de España, la proponga quien la proponga, y aun con consensos importantes, va a despertar muchas resistencias. Modernizando España ganaremos todos, pero la modernización exigirá sacrificios y mientras tanto nadie quiere ser el primero que se sacrifique. Por eso no disponemos de la opción de modernización progresiva, poco a poco. Hay que modernizar el país con muchas reformas al tiempo que convenzan a la mayoría de que los beneficios serán superiores a los costes. Pero una cosa son muchas reformas y otra una revolución. En mi humilde opinión, la revolución es lo último que necesita España.

    Un cordial saludo.

  3. Whoever dice:

    ¿Entonces la conclusión que podemos sacar de todo esto es que gane quien gane vamos a seguir igual de jodidos?

    Es decir, ¿NINGÚN partido parece ofrecer una serie de medidas que se asemeje mínimamente al camino correcto para solucionar los problemas más urgentes?

  4. Pescador dice:

    Hombre, lo de subir impuestos a los ricos será una broma ¿No? Si por algo se ha caracterizado esta legislatura es por cambiar la composición de la cesta y subir la imposición indirecta, con lo que puede que los «ricos» paguen más, pero ahora la parte que se nutre con los ingresos de los pobres es mayor. Y parafraseando a «La condesa descalza», no es lo mismo sacarle 10 euros más a quien gana 100 que 1000 a quien gana 10.000 (y, además, la parte A se cumple pero la B no…).
    También sorprende, en tu resumen, la falta de referencias al uso del guantelete judicial que ha puesto en marcha el PP, sin que el PsoE – la izquierda …ja -haya dicho ni mu. La pasta no lo es todo.
    Y sin olvidar que el día que el interés de la deuda suba lo que nos toca por nuestra solvencia, las cuentas no van a salir.

  5. Vellana dice:

    El problema del PSOE no es de oferta sino de demanda. Tiene que esperar un poco a que escampe y Podemos pase a tener las expectativas electorales que tendría en una situación no de crisis, es decir, las habituales de IU. Si aguanta a que llegue ese momento, resurgirá; esperemos que para entonces no haya un ZP o un PZ al frente.
    Un saludo.

    • M. Alonso Sierra dice:

      El problema de eso es que antes de que escampe habrá elecciones generales. Si el PSOE queda por detrás de Podemos, como hoy parece plausible, Pablo Iglesias solo necesita moderar su discurso y aprovechar para cambiar su imagen para convertirse el Líder de la Oposición y alternativa de goberno.

      • Vellana dice:

        En tal caso, Podemos se convertirá en el nuevo PSOE. No veo el problema. Es más, si las cosas van por ahí, me parecería genial.
        Pero no creo que pase eso. Podemos vende odio; el odio no se puede moderar, o se tiene o no se tiene.
        Un saludo.

        • Felipe dice:

          Existe el peligro de que Podemos se convierta en un partido hegemónico de la izquierda con una estrategia política más intervencionista y menos liberal que el PSOE. El odio se puede explotar y dar votos: La lucha de clases («la casta»), el soberanismo frente a la Unión Europea y las instituciones internacionales, frente a los mercados… No se puede descartar que el populismo capture a la clase media y se convierta en un equilibrio político duradero. Argentina puede dar buenos ejemplos.

          • Vellana dice:

            No, no se puede descartar.
            Pero si eso es lo que hay, no hay nada que hacer. Que el PSOE tenga tal o cual candidato no cambiará nada (el PSOE no puede poner un candidato del odio, pues lo primero que tiene que hacer es odiar al PSOE), ni que tenga tal o cual mensaje (por lo mismo). Y aunque lo tuviera, sería para hacer lo mismo que Podemos, con lo que estaríamos en lo que describes.
            En fin, que sigo creyendo que el PSOE tiene un problema de demanda. Y que si escampa (mejora la economía, se van solventando los casos de corrupción, etc.), espero que levante el vuelo.

            Por cierto, y aunque no viene al caso, lo que está pasando con Monedero, Errejón e Iglesias, me confirma lo que sospechaba, y es que la corrupción no es problema para los españoles (aquí, en Politikon, se ha defendido que no es problema para los del PP); cuando van las cosas bien, porque a qué preocuparme si me va bien; si van las cosas mal, a qué preocuparme si los de la beca black van a quitar a los culpables de que me vaya mal. Si son del PP, peores son los de PSOE; si son del PSOE, peores son los del PP. Si son de Podemos, está Gürtel.
            En fin, que aquí solo cuenta la situación económica y sus consecuencias personales, y luego la ideología.
            Un saludo.

            • Pescador dice:

              No es problema, desde luego, cuando un alcalde se funde miles de millones de euros en hacer un soterramiento, se pasa cuatro veces del presupuesto y luego, con total tranquilidad, lo hacen Ministro de Justicia se dedica a administrar cargos , dineros y moral…
              Luego nos ponemos a mirar al dedo…

          • Pescador dice:

            Yo sorprenderme más no puedo ¿ El PsoE liberal? ¿Hay un decalogo, una tabla de puntuación, un test que se le pueda aplicar para comprobar que es «liberal»? ¿Modo británico? ¿Modo Espartero? ¿Modo alemán?

            La lucha de clases existe, y una clase la está ganando claramente. Y no, no es de mi cosecha…

            • dalek_fan dice:

              Venga por favor, mentar a la lucha de clases. No seas populista.
              Todos arrimamos el hombro y recibimos según nuestra capacidad.

              Que la desigualdad crezca incluso en esos paraisos de flexibilidad y leyes sensatas solo indica simplemente que los de abajo (no «clase baja», eso no existe) se entontecen mas y se esfuerzan menos que los de arriba. Lo sabe todo el mundo.

  6. Juan Rey dice:

    Puede que Sánchez tenga oculto en algún lugar el impulso reformista del PSOE que tantos ansiamos y que lo reserve para mejor ocasión porque piense que, desde la irrupción de Podemos y el regreso a todo tren de la izquierda emocional, es un momento demasiado duro para plantear cuestiones que, para muchos militantes y votantes, serían muy difíciles de asumir. Y si la parroquia se sigue yendo a la competencia por la izquierda, su liderazgo se verá todavía más debilitado. Solo un liderazgo entre la opinión pública muy potente, al estilo Renzi, podría arrastrar a los cuadros (y a las bases) del Partido a plantearse en serio que existe otra vida más allá de lo de siempre y de lo de antes. Pero Sánchez parece carecer todavía de poder real para imponerse, con lo que a quienes seguimos pensando que el mejor futuro de nuestro país pasa necesariamente por la hegemonía de una moderna izquierda reformista se nos plantea la duda de si redoblar el apoyo a su endeble liderazgo o ir pensando en otra alternativa. Todavía no lo tengo claro, y cuando lo tenga, igual ya es tarde.

    • Estilpon dice:

      Excelente comentario que suscribo completamente.

      • el otro Gonzalo dice:

        Pues yo creo que es más voluntarismo nuestro; yo también lo he pensado, pero desde el punto de vista racional esto ya no tiene ningún sentido. No conviene atribuir al maquiavelismo lo que se explica con la navaja de okham.

        Partiendo de la base del excelente análisis de Roger, tenemos que 1) el populismo está descartado por podemos, ya que competir ahí es un suicidio todavía mayor y más consciente que el actual.

        y 2 entre la disyuntiva de continuidad o atreverse a algo yo creo que está bastante claro que la inacción rajoniana viene fenomenal cuando eres oposición y no has demostrado nada (como PP con zapatero o ahora podemos); pero si aspiras al poder no puedes mantenerlo eternamente y salir indemne, como ha comprobado Rajoy, básicamente porque al final llegas y tienes que gobernar, como le pasará a Podemos, aunque ellos tienen la ventaja que su sector más radical pueda ser, en contra de lo que parece, mucho ruido y pocas nueces.

        Todo esto sin olvidar que además, los partidos tendrán que sacar, aunque sea de estrangis y tarde, una cosa llamada programa electoral.

        Pero en la situación actual, la borchonosa inacción y vacuidad solo va a conseguir relegar a un 3º puesto al Psoe (y espero y deseo que se consolide Ciudadanos, también me ha ganado Luis, con lo que no es tan descabellado que pueda verse un PSOE 4º) y por si fuera poco, por el sistema electoral español que favorece el bipartidismo, sobre todo en circunscripciones pequeñas, si realmente, el PSOE pierde contra Podemos el segundo puesto, va a ser un golpe muy duro.

        Es decir, desde la racionalidad pura y dura, la teoría de juegos y las encuestas, debería estar meridianamente claro que si algo puede hacer el Psoe es apostar por lo que Roger llama modernización, porque creo que es mucho más lo que puede ganar el partido que los pocos votos de unos ¿jubilados? o quien sabe quienes, que puedan huir por miedo o ideología; además que nadie prohíbe que mientras, de boquilla, sigan mantiendo los mitos tradicionales y tan pernicionosos de la izquierda española.

        Yo creo que con el tiempo que ya ha pasado es claro que Pedro, como Rajoy no ofrece nada; y hay que matizar que esto también es culpa de inercia institucional.

        Es decir, el problema es que el Psoe no va a desaparecer como el Pasok, (menos de 60-70 diputados parece ciencia ficción) pero tampoco remonta, y opta por la inacción, y así como un símil de España, solo tendrán el estancamiento suave.

        Pero yo quiero insisitir sobre todo en lo que otros comentaristas creen el mayor escollo, y que es el error más garrafal y tremendo del PSOE, creer que sus votantes no van a aceptar un giro liberalizador.

        Como creo que ha explicado alguien de politikon, la población en general, incluyendo los afiliados, simpatizantes y votantes del PSOE, no presta TANTA atención a propuestas, programa, etc. sino que se «deja llevar» por los líderes, salvo una minoría.

        Es absolutamente erróneo creer que si el PSOE propone el contrato único vaya a haber una estampida, pero es que relamente lo que pasa es que eso es la excusa, porque más que error garrafal, nadie relevante del PSOE quiere hacer ese giro, y por ahí se alimenta esta excusa que muchos creen de verdad.

        Claro que esto es visto desde perspectiva interna, yo estoy encantado y disfrutando con esto, para redondearlo solo falta una mayoría no absoluta en And. que haga dubitativa a Susanita, más un mayo malo pero no catastrófico, (algo muy plausible porque es difícl tocar más suelo) que provoque una guerra sin cuartel en verano con múltiples candidatos para que, salga quien salga para noviembre, ya no tenga tiempo ni energías para nada y quede definitivamente defenestrado.

        Ah y la pista más imortante para PSOE y simpatizantes, Renzi fue con todo, a cara descubierta, y aunque le está costando y no está claro que trinfue, el contraste con Hollande es maravilloso; y curiosamente, en mayo del año pasado consolidó poder, seguro que también muchos italianos decían que un cambio radical era imposible, y que espantaría a los votantes.

    • Tenpao dice:

      Nos quejamos mucho por el poco interés reformista del político, con razón, y no reconocemos que la mayoría de esas reformas no son asumibles para su electorado. Tal vez habría que empezar por admitir que esa «moderna izquierda reformista» es hoy en día una corriente minoritaria.

      En muchas ocasiones Roger ha recalcado que las reformas tienen perdedores, hay un cambio en el statu quo, y es muy difícil convencer a alguien que ha perdido «derechos». Es algo que se vende mal.

      El programa de un partido como el PSOE está muy acotado, hay muchos temas en los que no puede entrar, y el límite lo marca su votante mayoritario, no lo que quiera Pedro Sánchez (si es que quiere algo). Por eso vemos siempre programas que parecen hecho con un template, lleno de «propuestas ilusionantes y progresistas» que en el fondo son lo mismo de siempre.

      • torderacarrasco dice:

        Desde luego que es minoritaria. En mis años de militancia en el PSOE (2004-2014) en mi agrupación (Toledo) jamás conseguí el voto mayoritario para propuestas del tipo de liberalización de horarios comerciales, contrato único laboral con indemnización creciente o, simplemente, que el partido elaborara un documento en el que apostara por la simplificación y clarificación competencial entre los distintos niveles de la Administración en España.

        Ah, casualmente la única vez que que aprobamos la idea de la supresión de las Diputaciones Provinciales fue en 2012, cuando por fin el partido a nivel federal ya lo había asumido.

  7. Pescador dice:

    A ver ¿Como vas a reforzar ese liderazgo? Esta ahí porqué es inocuo y se debe a sus padrinos. Sólo podría reforzarse si antes cambiara el PsoE, pero mientras siga con una estructura federal , barones mandan. Y el no tiene ningún currículo que presentar, ni idelogico ni de gestión. Es el guapo de Susana y de los turnistas.

    • Juan Rey dice:

      “Si cambiara el PSOE”…Es posible cambiarlo, si aparecen líderes con talento, si tienen ganas y no se aburren de pelear, si se hacen escuchar y si aprovechan la oportunidad cuando surja. Que a veces tarda lo suyo. Felipe González “se debía a sus padrinos” de Suresnes, no tenía currículum ideológico ni de gestión y ahí le tienes. Ya sé que las circunstancias eran muy distintas, pero bien mirado, tal vez no lo sean tanto, según para qué.

      • Pescador dice:

        Si, ahí le tengo, consejero de una electrica – por sus conocimientos del negocio-, negocios en Centro-Sudamerica, statusquista de manual…vamos , un emprendedor que comprendió donde estaba su nicho de entrada y al que le parece que las coas van bien como van…izquierda oh yeah….

  8. gerion dice:

    Dado que puedo vivir sin malos parlamentarios, igual que sin una tele vieja, voy a ejercer mi derecho a no votar, igual que tengo derecho a prescindir de tele. Hasta que encuentre un gobierno que merezca la pena.
    Ah, no. Que si no voto, el mal gobierno me lo quedo igual. Y si voto en blanco, también. Y si voto nulo, pues también. Así da gusto. ¿Para qué tomarme la molestia siquiera de plantearme que la abstención, el voto en blanco o el voto nulo podrían servir para algo? Haga lo que haga, los receptores son los mismos, y siempre suma.
    Igual tendría que formar un partido político para promover estas cosas. ¿Cómo, que también existe Ciudadanos en Blanco?¿Y que han conseguido qué?
    Mis opciones son elegir una tele azul, roja, morada, verde, blanca o rosa, pero que para un canal bueno que tiene, me tengo que tragar todos los programas que no me gustan. No me la compro. Así podré llamar oclócrata con la boca grande a mi vecino.
    Y la gente, empeñada en hablar del color de la tele, cuando el problema son la programación, y los vecinos que se empeñan en comprarla a cualquier coste. Empecemos por determinar una programación adecuada, y una vez obtenida, hablemos del color, y del lugar en que la ponemos para verla todos.

  9. Isaias dice:

    Un buen amigo me recomendó leer Politikon y no tenéis desperdicio. Me gusta el análisis que ofrecéis y que os baséis en datos.
    España es un país con una perspectiva mesiánica de los candidatos políticos. Se respira un ambiente en el que prima el pensamiento de que debe venir una persona a sacarnos del aprieto. Ahora que los grandes partidos han perdido la oportunidad de un «mesías» mediático que ofrecer, lo más normal es que hubieran aprovechado en hacer una revisión profunda de sus medidas, promesas y reformas. Pero no. Una vez más, son tan mediocres de ni siquiera querer tirarse a la piscina y probar nuevas estrategias. Una lástima.

  10. Tomás Martínez dice:

    El PSOE está igual de acabado que el PASOK.

    No hay opción buena, si el PSOE se radicaliza a imita a Podemos, malo, sus votantes puestos a votar a la copia votan al original (eso se suele decir, pero no creo que sea verdad). La izquierda radical es el nicho de Podemos.
    Si el PSOE por el contrario se suaviza y adopta posiciones liberales, se situaría fuera de su nicho electoral y va a perder votos (ese es el nicho electoral del PP). Sé sincero contigo mismo Roger, el electorado del PSOE no va a tragar una reforma laboral liberalizadora. El electorado el PP quizá sí, pero el del PSOE no.

    El problema auténtico es que la izquierda moderada, que es el nicho electoral del PSOE, está desapareciendo en favor de la izquierda radical. Y no creo que ningún dirigente del PSOE vaya a cambiar eso sacándose reformas de la chistera.

    • Pescador dice:

      El problema es que la izquierda moderada, a fuer de travestismo y desplazamiento del «centro», se ha convertido en radical, mientras que lo que en Europa se consideraría extrema derecha aqui es la base conservadora.
      Podemos es solo la única forma que está apareciendo de aplicarle lo que Roger llama «rendición de cuentas» al stablishment político español, al menos por el lado democristiano/socialdemocrata. por el lado de los «conservadores», ni eso.

      Por cierto, Roger, en las democracias avanzadas, los corruptos siguen en política, como tu nos demuestras , una y otra vez, en los comentarios sobre política norteamericana, solo que con la importante salvedad de que son votados directamente…

      • M. Alonso Sierra dice:

        Me parece que necesitas muy seriamente salir de España y ver qué se considera «extrema derecha» en Francia, Italia o Reino Unido, antes de decir que las bases del PP lo son.

        Sobre Podemos, lo que lo hace radical es su retórica mesiánica y anti-sistema. Sus apenas inexistentes propuestas, cuando se dejan entrever, consisten en socialismo rancio, de ese que sabemos desde lo años 80 que no funciona .

        • Pescador dice:

          Bueno, sin salir de España, la actitud ante la relación iglesia-estado, las politicas reproductivas (vease el tema de los tres padres en UK) o la cuestión del aborto no parecen muy coincidentes.
          Además, en Europa yo puede encontrar partidos de extrema derecha en casi todos los paises, con representatividades entre el 5 el 10% y aquí, sorprendentemente, no….en algún sitio estarán metidos ¿No?

          • Tomás Martínez dice:

            Te voy a dar un sustito. Mira este vídeo muy detenidamente, y luego vuelve a decirme que la «extrema derecha» está en el PP.

            https://www.youtube.com/watch?v=Yptd9_g71TI

            (Pista: La extrema derecha se parece más a la extrema izquierda que al PP. Aunque no lo admitáis.)

            • Pescador dice:

              No se trata de una formula matemática o de la composición de la Coca Cola, solo de a quien vota la -inexistente por lo que parece- extrema derecha española. ¿ A I.A.?

              • Tomás Martínez dice:

                Veo que no has pinchado en el vídeo. Deberías.

                • Pescador dice:

                  Hala, ya he pinchado en el video…va a resultar, como con el troll, que si a Falange le gustan las patatas fritas, y dice que están buenas, si yo como patatas fritas y digo que están buenas, los falangistas y yo somos colegas.
                  Nibelazo hargumentativo, me voy corriendo a afiliarme la partido que lleva luchando con la korrupción desde D.Manuel, y en eso está, luchando. Lo malo es que al final el roce hace el cariño…

                  Bueno, cuando tenga algún video de los partidos serios y responsables proponiendo medidas de rendición de cuentas que no sean que el partido jura por snnopy que fue un error, que no lo han hecho, que no lo hemos visto y que no podemos probarlo ( conocida como «defensa Bart Simpson»), hablamos. lástima que no se puedan colgar aquellas escuchas donde el tesorero del PP , un tal Naseiro, salía pecando…

  11. […] El PSOE, o la renovación que no llega […]

  12. Pescador dice:

    Y respecto a lo del » no funciona», como comentaba arriba, me hago cruces – y ya estoy demasiado mayor para salir por piernas- de lo que pasará en este páis cuando , por algún motivo, los intereses salgan de sus mínimos historicos, si después de años de «gestores competentes» y recortes más que notables, tengamos que financiar una deuda del 105% del PIB, con el añadido de que hemos cargado al tarta de los impuestos hacia el lado del consumo…
    Aún volverá la CNT…

  13. Pescador dice:

    Vellana, lo dejo. Fin.

  14. juan dice:

    El PSOE tiene unas bases muy de izquierdas pero su dirigencia y su política son de «lo que diga la Merkel» que no es de izquierdas precisamente.

    Podemos tienen unas bases mucho más transversales, y se discuten y matizan mucho las propuestas. ¿Que hay gente muy a la izquierda? Sí ¿que hay emprendedores y empresarios? también. ¿que se están intentando integrar las 2 visiones en un ·tenemos que remar juntos hasta que la crisis escampe y la mayoría vuelva a tener la seguridad vital que tuvimos»? También.

    Si se habla de Podemos como populismo en el sentido de Laclau vale, pero si se habla despectivamente de populismo como promesas imposibles, o leyes ad-hoc de bajos instintos a petición popular, creo que ahí hay otros más populistas que llegaron al poder diciendo que nada iban a recortar y que iban a bajar los impuestos, y que ahora están con el raca-raca de la cadena perpétua revisable.

    Aunque no es un tema que se valore, hay que reconocer valor a quienes viniendo de posiciones muy a la izquierda con multitud de material multimedia que lo atestigua y que les ponen una y otra vez, una vez son conscientes de la posibilidad real de gobernar y que un gobierno debe de ser para todos, o una gran mayoría, pasen al posibilismo antes de lo electoral, para no engañar a los votantes.

    • FE dice:

      Precisamente lo que dicen una y otra vez en ese material multimedia que mencionas es que hay que tomar ejemplo de Lenin y contarle a la gente *lo que haga falta* con tal de alcanzar el poder.

  15. juan dice:

    Respecto al PSOE, siempre se equivocan apostando por «lo más conservador en cuestión de formas», se echó a Borrell para poner a Almunia, se puso a Rubalcaba en vez de Chacón, y la última oportunidad la han perdido al rechazar a Madina.

    Al final era esa seguridad del «voto útil», del aunque gustemos menos los nuestros no quieren que gane el PP, pero es que ahora hay una alternativa, ese juego ya no sirve, y todo ha pasado muy rápido.

  16. @miguelsarria dice:

    Me sorprende el menosprecio del daño que ha hecho a la clase trabajadora la reforma laboral del PP. En mi opinion esa valoración solo se puede hacer desde un punto de vista totalmente ajeno a la clase trabajadora, es decir desde un punto de vista que ha asumido diversos dogmas neoconservadores o postmodernos.

    Tambien me sorprende que no haya ninguna referencia a la reforma fiscal y a planes de reindustrializacion. En definitiva, me ha parecido una vision bastante sesgada de la gestion de Sanchez .

  17. Emilio dice:

    Quiero y no puedo. Son demasiadas las hipotecas de las que la izquierda y por supuesto el PSOE están presos. En mi opinión Podemos lo que hace es llevar las «propuestas» del PSOE un poco más allá y con ello crear mayor alarma, pero sin variar un ápice la perspectiva. El PSOE sostiene que combatiendo el fraude fiscal recaudará 30.000 millones de euros más, cifra que Podemos por boca de Pablo Iglesias elevó a 92.000 en la entrevista en el canal de TVE 24 horas. El PSOE se desmarcó de apoyar a Juncker, aunque ahora se reclama de su política, Podemos carga directamente contra la Unión Europea como causante de nuestros males. Para el PSOE las políticas de Susana Díaz en Andalucía constituyen el modelo a seguir, para Podemos se trata de llevarlas todavía más allá. El Estado proveerá, aunque para que las cuentas cuadren haya que inventarse los números. Y proveyendo el Estado será posible prácticamente todo, desde incrementar las pensiones y el gasto en todo cuanto servicio social quepa pensar: educación, sanidad, dependencia, I+D, etc. seremos felices y comeremos perdices.
    La sociedad queda reducida a un cuadro macroeconómico en el que ni tan siquiera haría falta conocer a sus agentes.

  18. Themroc dice:

    El problema del PSOE se resume en la frase de Juncker: «Los políticos saben lo que tienen que hacer. Es más, lo saben muy bien. Lo que no saben es como hacerlo para que después, los suyos, les vuelvan a votar»

    El problema de los votantes socialistas, y en general de la izquierda sociológica es que no comprenden que la globalización no permite alternativas. Los dirigentes lo saben, pero no pueden decirlo abiertamente. De ahí que callen o, simplemente, propongan medidas que nunca llevarán a cabo con el único fin de que su electorado no les abandone y se despeñe.

  19. LiMA dice:

    100% de acuerdo con el post.

    En cuanto a los comentarios, todo el retorcimiento de manos angustiado en torno al dilema «asistencialismo» vs «reformismo serio» al que se enfrenta el PSOE no deja de ser un tanto injustificado. En la práctica, los partidos izquierdistas-reformistas incluyen en sus programas promesas sociales reconducibles hacia iniciativas económicamente razonables (ayudas para pagar guarderías, earned income tax credit etc); y dejan algunas promesas -suficientemente ambiguas- sobre medidas de reforma que sin levantar demasiada polvareda señalicen a los interesados que el partido va en serio con estos temas y que tendrá «agarraderas» en el programa para abordarlos si gana las elecciones.

    No hace falta alienar a toda la base de votantes jubilados poniendo en duda sus pensiones, ni ponerse en contra a todo el empresariado/ funcionariado etc diciendo que se pondrá el país patas arriba. Pero sí hace falta……. algo. No es tan complicado, más teniendo la Fundación Alternativas a mano…

  20. Shine dice:

    Resulta muy divertido querer reflotar un partido a base de tocarle las pelotas a casi todo el mundo. Socialismo es libertad y además unicornios

  21. José Salver dice:

    El título del artículo me resulta interesante. Comienzo a leerlo. No paso de la tercera línea: «yo soy de los que creo».

    65 comentarios. Los reviso inmediatamente, a vuelapluma. Ni una sola mención a semejante dislate. ¿A nadie le duele el alma cuando lee algo así?

    Intentaré abstraerme. Seguiré leyendo.

  22. José Salver dice:

    Bien. Ya he leído el artículo. Aparte del hecho de que contieneun error gramatical cada tres o cuatro líneas, una puntuación incorrecta o inexistente cada dos, y un gazapo cada seis o siete, estoy de acuerdo con él.

    Todos cometemos errores al escribir, así que hay que ser clemente. Aparto de mi mente todo eso.

    Mindfullnes.

    Respecto a lo que importa, que es el fondo del asunto, el autor acierta plenamente. Lo poco que ha aportado el PP desde el gobierno sólo es superado por lo que el PSOE ofrece desde la oposición. Nadie se plantea siquiera acometer las reformas profundas que necesitamos. Vivimos de inercias.

    En estas condiciones, es lógico que por la izquierda haya surgido lo que ha surgido. Y lo lógico sería que por la derecha (o por el centro, si lo preferimos), los ciudadanos auparan también a un partido distinto, nuevo. Quizás ya lo estén haciendo, ahora mismo.

    Que sea para bien.

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