Economía

Anales de la estupidez reformista, versión Báñez

30 Ago, 2013 - - @egocrata

Ayer amanecíamos con el sorprendente anuncio por parte de la Ministra de Empleo Fátima Báñez de una reducción considerable de los tipos de contrato laboral en España. La idea, según daba a entender la ministra, es que nuestro ordenamiento jurídico pasaría a ser de un demencial galimatías con 41 contratos distintos a un modelo casi normal con cinco: temporal, indefinido, prácticas, relevo y formación.

En Politikon, por descontado, casi nos dio un síncope. Vale, no era el contrato único, pero una simplificación del kafkiano mercado laboral español de esta magnitud no podía ser mala idea, o al menos parecía una idea lo suficiente decente como para evitar que Fátima Báñez la convirtiera en inútil o contraproducente. A falta de detalles, casi podíamos celebrar una reforma estructural medio aceptable, en vez de la tradicional secuencia del gobierno Rajoy de anunciar grandes cambios y parir una nimiedad. Por supuesto no faltaron las voces en Twitter advirtiendo que no me hiciera ilusiones, pero esto parecía grande. Era grande. El gobierno eliminaba tipos de contratos, tras años y años añadiendo inventos nuevos.

Horas más tarde, la dura realidad: nada de eliminar contratos. La brillante idea de la Ministra de Empleo era simplificar formularios, copiando y pegando hasta que queden sólo cinco,  y poner todas las bonificaciones, incentivos y tonterías inútiles discriminatorias varias todas en un sólo PDF.  Es decir, para el gobierno del PP el origen de la dualidad del mercado laboral español, la brutal segmentación, horrible ineficiencia y absurdamente alta tasa de paro natural es que los empresarios se confunden con el papeleo. El problema no es que haya un galimatías jurídico inanerrablemente injusto; sino que nuestros emprendedores no se han leído todas las maravillosas opciones ofrecidas en este precioso códex de 45.356 páginas que es el sistema de contratación español, y el ministerio va a echarles una mano creando el equivalente administrativo del Rincón del Vago.

A ver, señores: si tu procedimiento para hacer una actividad económica esencial es tan absurdamente complicado como para que alguien se plantee rediseñar por enésima vez el manual de instrucciones sobre la materia, probablemente es que el diseño del sistema no es del todo correcto. Lo de Báñez es como darle a tus padres un ordenador con HURD, Open BSD o Plan 9 y un manual de instrucciones de 4.000 páginas y después extrañarse que no se aclaren. Es ir a comprar un coche y que en el concesionario te den el bastidor, dos cajas con 3.000 piezas cada una y un folleto con diagramas y se quejen que no venden.

El gobierno está tomándose las reformas estructurales siempre del mismo modo: ven un problema, escuchan la solución de los expertos, pintan un cartel con una solución y proclaman haberlo arreglado. Llamar a esta chapuza una simplificación del mercado laboral no le da propiedades mágicas haciendo que lo sea; Rajoy y sus muchachos parecen creer que una mano de pintura ya basta, pero siguen sin arreglar los cimientos del edificio. Han hecho esto con toda reforma que les ha pasado por delante, poniendo un gran titular e insistiendo que estamos ante una revolución para después aprobar chapuzas descafeinadas. La reforma de las pensiones va camino del mismo triste destino; un gobierno con mayoría absoluta insistiendo en negociar consigo mismo hasta tener una tontería sin ningún criterio.

Al final saldremos de la crisis tarde, mal y a rastras, por pura inercia; ya no quedará empleo por destruir, y el resto de Europa tirará del carro. Tendremos un crecimiento anémico que el PP proclamará como una gran victoria, una tasa de paro descomunal pero en ligero descenso que atribuirán a su genio infinito, y una economía que llegará a tiempos de bonanza con los mismos desequilibrios de siempre. Seguiremos teniendo una tasa de paro horrenda en cualquier sitio normal incluso con crecimiento económico, tendremos los mismos oligopolios y chiringuitos de siempre poniéndose las botas, el tercio de pringados con contrato temporal hasta el fin de los tiempos y el mismo jodido modelo de crecimiento de siempre. Vendrá otra crisis, el paro volverá a dispararse por encima de 20%, y seguirán preguntándose qué estamos haciendo mal.

No estamos haciendo nada, para variar. En fin.


61 comentarios

  1. Ignacio Paredero dice:

    A mi lo unico que me parece relevante del anuncio de Báñez es que ya es prácticamente asumido como habitual por la parroquia que lo que anuncian es mentira y que, una vez se ve el BOE, sabes por qué. Hemos llegado a un punto en el que se han acostumbrado a mentir abiertamente como estrategia de comunicación, porque lo que hacen es invendible.

    En fin, me parece curioso.

    • fr_carrillo dice:

      No estoy de acuerdo, no mienten, es que son idiotas. Realmente Bañez CREE que ha simplificado el mercado de trabajo.

      Y no está sola, ayer vi en TV a Arturo Fernández también alabando la reforma, «porque en mi empresa ya usabamos cinco o seis formularios de los 41 solamente».

      Es mucho peor que ser mentiroso, un mentiroso tiene un plan malvado que es capaz de ejecutar. Al menos tiene un plan y lo llevará a cabo.

  2. navarta dice:

    Lo realmente interesante sería reformar las bonificaciones y reducciones de cotización a la seguridad social, para sólo dejar algunas que favorezcan a colectivos realmente desfavorecidos (minusválidos) .

    Pero lo realmente revolucionario sería reformar el alambicado sistema de cotización a la seguridad social, salvaguarda de trabajo para esa raras avis hispana: Las Gestorías¡¡¡.

    Es de risa ver como se complica el pago mensual de impuestos con un sistema complicado de porcentajes variables sobre diversos conceptos, y al final va todo a la misma caja. Es como si diferenciamos todos los residuos en casa en distintos cubos y luego vertimos sus contenidos en el mismo contenedor, trabajo inútil.

    Pues eso es lo que se hace hoy día en España con las cotizaciones; Contingencias comunes, parte de la empresa, parte del trabajdor, Formación profesional (engendro ideal para que se forren cuatro listos a base de cursillos inútiles), cotingencias profesionales, Invalidez, Muerte y Supervivencia, desempleo, etc…. Estos y otros son los coceptos diversos con los que mes a mes debe lidiar una empresa, para al final, acabar ingresando todo en la cuenta única de la Tesorería de la Seguridad Social, no sería mejor que la administración repartiera sus ingresos según prioridades propias?, que hace el empresario actuando de gestor presupuestario?.

    Bueno sólo quería hacer esta reflexión.

    • antonio dice:

      Que hace el empresario actuando de gestor? Hacerle, sin cobrar, el trabajo a la administración: a todos y cada uno de sus funcionarios y servidores ( trabajo que ellos si cobran).Por supuesto. Aplica la misma reflexión a las mil y una majaderias superfluas que habitan en los 3 mil distintos impuestos a cargo de la Hacienda Publica, y te encuentras con que sobra el 75 % de la administración recaudatoria de este pais. Y te encuentras con la propuesta del ‘impuesto único’. La cual, a diferencia de reaccionario y regresivo modelo del ‘contrato único’ si podria mejorar algo la eficiencia económica del gobierno de esta sociedad. Con un gravamen simplificado en función únicamente de los niveles de renta y patrimonio del contribuyente. Eliminando la miriada de chorradas tipo ‘contingencias comunes’ ‘coitz. por desempleo’ ‘deducciónes por vivienda’ ‘bonificación por reinversion de beneficios extraordinarios’, etc.. que sólo són la la excusa de la administración para justificar su sueldo ruinoso para la población. Otra cosa es que yo sea partidario de más economiá pública. Mucha más,Pero ese es otro asunto. Tu reflexión y ejemplo práctico toca un problema central, nuclear de nuestra sociedad en pleno siglo XXI: el desmesurado, opresivo y antidemocratico diferencial de poder que siguen gozando todavia los estados (Rajoy tambien, sobresueldos mediante) sobre sus administrados.

  3. pablomh dice:

    Ya que hay referencias «nerdies»:

    s/Open BSD/OpenBSD/

  4. Francisco dice:

    Si el problema es la dualidad del mercado, una reforma que dejase dos tipos de contratos, uno temporal y otro indefinido – en sus términos actuales- no arreglaría gran cosa.

    Por eso no entiendo por qué el anuncio de una simplificación de cuarenta y un modelos de contrato a cinco, incluidos el temporal y el indefinido -aunque al final no sea ni eso, sino una modificación de formularios- os puso tan contentos.

    • Epicureo dice:

      Son las cosas de creer en los poderes mágicos del contrato único…

      El contrato único no va a crear ni un solo empleo, al menos mientras siga la crisis, y va para largo. Sus efectos (que ya veremos cuáles son) sólo se notarán a largo plazo y después de la recuperación.

      También hay que hacer notar que en Francia hay relativamente poca precariedad, a pesar de que tiene múltiples contratos (más que los 41 de España), incluyendo temporales.

    • Shine dice:

      Es que además los empresarios no tienen el más mínimo lío a la hora de contratar, porque sólo utilizan de forma masiva 4 tipos de contrato: obra, eventual por circunstancias, indefinido ordinario e interinidad. Siendo además los dos primeros prácticamente lo mismo.

      El problema no es la dualidad, ésta es una circunstancia dentro de gran cantidad de problemas. Por eso como dice Epicureo, el contrato único y más como lo presentan sus promotores no resuelve ningún problema. Es unicornio, unicornio.

  5. […] Al final es un bluff del tamaño de una catedral, es una simple simplificación administrativa de formularios, no de tipologías de […]

  6. Jose Meto dice:

    A mí lo que me gustaría saber es por qué nunca se hace nada. ¿No tienen incentivos? ¿Son así de incompetentes? ¿Cómo puede defenderse la idea de que los políticos españoles cobran poco, si son tan inútiles? (Por otra parte, sí, los políticos españoles están mal pagados en comparación con los de otros países europeos, exactamente igual que los ingenieros, los abogados, los médicos, los camareros, los torneros, los funcionarios, los administrativos y absolutamente todo el mundo).

    ¿Somos los españoles tontos perdidos? ¿Y qué decir de la prensa que apoya semejantes medidas vacías y carentes de contenido? ¿Es todo una pantomima?

    Preguntas, preguntas, preguntas. Me gustaría una respuesta seria de por qué los políticos españoles o presentan como reformas radicales lo que es una simplificación de unos formularios o sacan leyes tan radicales que son imposibles de cumplir. Porque la única explicación a los ojos de alguien con dos dedos de frente es que no tienen ni idea, que todos los asesores que tienen contratados cobran por no hacer nada (y si lo hacen, da igual, ergo sobran), que hacen el paripé para justificar sus cargos y que están acostumbrados a irse de rositas porque ni nadie les exige que rindan cuentas, ni hay maneras de hacerlo.

  7. Pues mira: no estoy de acuerdo. En primer lugar, mi querido Roger, porque esto que comentas no es nuevo. Me temo que «alguien» lo comentó hace un par de años.

    Y en segundo lugar, porque esto tampoco se trata de las diferentes bonificaciones recogidas en un anexo. Puedes poner una casilla a poner una cruz si la persona es: mujer, mujer maltratada, menor de 25 años, expresidiario, mayor de 45, minusválido, en formación, ser feo o incluso a favor de que Ben Affleck sea el próximo Batman. Y puedes decir que por todos estos conceptos se recibirá la misma subvención/ayuda/descuento. Seguirás teniendo el mismo problema.

    Se trata del salario mínimo (un precio), de las trabas al despido (otro precio), de impuestos a la productividad (¿se puede saber porqué las horas extraordinarias cotizan más que las normales?). Se trata de que los contratos firmados se cumplan (ocho horitas al día y ni un minuto más). Se trata de que la empresa compita en un mercado donde la clave está en la velocidad de reacción frente a las ofertas y demandas reales del mercado. Es decir, que si la empresa requiere 10 trabajadores porque hay demanda para 10 trabajadores, la empresa tenga 10. Si necesitan 20, 20. Y si la empresa tiene que hacer algo totalmente distinto, reciclar a sus trabajadores. Y si la empresa tiene viabilidad pero reduciendo los salarios a un nivel por debajo del establecido legalmente, hacerlo. O despedirles hasta que se les ocurra otra cosa. O cerrar. Se trata, en definitiva, de precios y rapidez de respuesta. A mayores precios (trabas, regulaciones engorrosas, etc.), empresas más lentas y menos competitivas. Y más paro.

    Este mercado dinámico, donde el pez más rápido se zampa la comida del lento, (y no donde el pez grande se come al chico) es donde ya vivimos y lo que no queremos ver. Y es como no queremos ajustar nuestra legislación laboral, ni nuestra economía, ni nuestra socialdemocracia.

    Lo de las bonificaciones, si se simplifican, hasta lo concedo. Las trabas gruesas (despido caro, cuotas a la Seguridad Social y Salario Mínimo, por no hablar de categorías profesionales y demás chorradas) es lo que Fátima Báñez no toca y lo que tú tampoco comentas.

    Saludos.

    • Javi dice:

      Está claro. Si los trabajadores dejan de tener derecho a disfrutar de su vida y pasan a ser mano de obra esclava cuyo único derecho es trabajar, trabajar y luego hacer horas extras que ya no serían extras seríamos mucho más productivos. No tendríamos vida alguna que disfrutar pero está claro que produciríamos muchísimo.

      Y si la realidad ya es así, ¿para qué vamos a querer cambiarla?

      Está claro que hay que mejorar la eficiencia y la capacidad de adaptación a la realidad. Pero creo que no podemos olvidar que esto al final trata de personas. De personas que tratamos que vivan sus vidas con dignidad (incluso con alegría, por qué no).

      Respondiendo a tus preguntas.

      – En teoría se pone un salario mínimo para que una persona pueda vivir dignamente de su trabajo. Cobrar 300 euros trabajando todo el día no es digno.

      – Se penalizan las horas extraordinarias (esto a los afortunados que las cobran) porque se pretende que no se hagan horas extraordinarias en absoluto. Por aquello de que se pretende que la gente tenga familia, hijos y ocio. Por cierto: Penalizar las horas extraordinarias no es penalizar la productividad. No he visto ningún ejemplo real en el que estar 15 horas en un sitio mejore la productividad de nadie. Por eso mismo se intenta que la gente cumpla un horario.

      Está claro que hay que ganarse la vida. Y está claro que hay que hacer frente a adversarios muy duros, pero si hay que hacer frente, digamos, a China, la solución no puede ser ‘chinitizar’ la economía. Para competir con un mercado de esclavos hay que penalizar la esclavitud. No convertirnos a nosotros mismos en esclavos.

      • Vamos a ver, Javi. Con el debido respeto, creo que no sabe lo que está diciendo. Lo lamento mucho, pero no ha valorado las consecuencias de tus planteamientos.

        De «los trabajadores dejan derecho a disfrutar de su vida». Desde el respeto: ¿Se da cuenta de lo que estás diciendo? ¿De dónde se deduce que por trabajar más se pierde el derecho a disfrutar de la vida? ¿De trabajar 9 o 10 horas diarias en lugar de 8? Lo siento, pero eso no se sostiene.

        «y pasan a ser mano de obra esclava cuyo único derecho es trabajar». Esto, jurídicamente en la mano, lo siento, pero no se sostiene. Esto no es una hipérbole. Es algo comparable a «y si los marcianos nos atacan…». Ni me molestaré.

        Si es cierto que a más horas de trabajo, menos horas de ocio. Dicho lo cual, creo que la gente debería ser libre para hacer lo que entienda mejor con su vida, sus horas de trabajo y su ocio. Por ejemplo, yo no me considero quién para limitar las horas de trabajo de una persona si esta persona está con una hipoteca que, con 40 horas semanales, a duras penas puede pagar. ¿Usted quiere su ocio? Me parece perfecto, pero no limite mi libertad.

        «No tendríamos vida alguna que disfrutar pero está claro que produciríamos muchísimo.»

        Los esclavos y las personas que no descansan son muy poco productivas. Algo que sabe CUALQUIER empresario.

        «Y si la realidad ya es así, ¿para qué vamos a querer cambiarla?» ¿Dónde? Porque me temo que eso no es así ni en España, 25% de paro incluido (35% en Andalucía).

        «Está claro que hay que mejorar la eficiencia y la capacidad de adaptación a la realidad. Pero creo que no podemos olvidar que esto al final trata de personas.» Y el cielo es azul. Discúlpeme, pero la segunda frase me parece más propia de Paulo Coelho. Decir que estamos hablando de personas es intelectualmente hablando una nadería.

        «De personas que tratamos que vivan sus vidas con dignidad (incluso con alegría, por qué no).» Por favor, no me sea cursi. Pero vamos, aún comprando su argumento, le invito a que permita elegir a quienes están entre ese 25% de paro de toda la población activa española (35% en Andalucía) si quieren trabajar más y ganar menos (que no es nada fácil) o las fantásticas oportunidades del desempleo (ingresos = 0, perspectivas profesionales = 0, no pagos de hipoteca, desahucios y hambre, y esto sólo hablando de los dramas humanos, luego hablamos de las fabulosas ventajas de una suspensión de pagos estatal por falta de ingresos).

        «En teoría se pone un salario mínimo para que una persona pueda vivir dignamente de su trabajo.» Pues en la práctica ha contribuido sensiblemente a que tengamos un 25% de paro (35% en Andalucía). Desconozco si lo sabe, pero estos datos de paro son en cualquier país mínimamente inaceptable, ya sean reales o ficiticios por el empleo en negro. En Alemania el salario mínimo es 0, los ingresos medios están muy por encima de los españoles y la tasa de paro ronda el 6%. Y lo consideran alto. ¿Por qué? Un salario es un precio, y cuando lo fija el Estado pasan dos cosas: O es inútil (porque el salario real es superior) o es contraproducente (porque, como se encarece por encima de la realidad, nadie contrata). Es decir, su argumento no se sostiene.

        «Se penalizan las horas extraordinarias (esto a los afortunados que las cobran) porque se pretende que no se hagan horas extraordinarias en absoluto. Por aquello de que se pretende que la gente tenga familia, hijos y ocio.»

        De hecho, no es así. Se penalizan las horas extraordinarias porque la gente más cansada tiene más riesgo de sufrir un accidente laboral, algo que no es ninguna tontería en una obra (¿se acuerda de la burbuja inmobiliaria?). Pero esto, en ejecutivos o en trabajos de oficina no se sostiene.

        «No he visto ningún ejemplo real en el que estar 15 horas en un sitio mejore la productividad de nadie. Por eso mismo se intenta que la gente cumpla un horario.»

        Figúrese si no ha visto real, que ningún empresario hace eso. Los únicos casos en los que sé que se puede hacer eso es, por ejemplo, en la recepción de un hotel, donde un trabajador se come 24 horas seguidas para luego tener dos más días de descanso, y sólo cuando el compañero te devuelva las horas. En servicios de Urgencias y bomberos, creo que también. Pero claro, es algo presencial, no de producción en serie.

        «Está claro que hay que ganarse la vida. Y está claro que hay que hacer frente a adversarios muy duros, pero si hay que hacer frente, digamos, a China, la solución no puede ser ‘chinitizar’ la economía.» Me encanta cuando la gente utiliza los argumentos de los sindicalistas. Son tan fáciles de refutar… De nuevo ha vuelto a irse a la posición más extrema. No hace falta que se vaya a China. Puede irse a Polonia, la República Checa, u otros países arrasados durante décadas por el comunismo. Allí las condiciones laborales son las establecidas por la Unión Europea, que son las mismas que las nuestras. Y los salarios mínimos son sensiblemente más bajos que los nuestros (y tranquilamente menos de la mitad de paro que nosotros). Con estos competimos, en nuestra propia casa. Y esto, a diferencia de los disparates sindicales, sí es real.

        «Para competir con un mercado de esclavos hay que penalizar la esclavitud. No convertirnos a nosotros mismos en esclavos.» Su argumento es una falsa dicotomía. No se puede plantear un debate mínimamente sensato, racional y realista si las condiciones planteadas son absolutamente falsas. Desde la llegada del capitalismo, ¿ha vuelto la esclavitud donde la gente es libre para elegir sus condiciones contractuales? ¿No? Vamos, es como si planteo que para que una pareja esté junto no debemos caer en los malos tratos y las violaciones.

        En fin.

        • Oskar dice:

          Burruhs, a eso de los numeros podemos jugar todos. En Francia, el salario mínimo es de 1430,22€ brutos mensuales (800€ mayor que el nuestro) y su tasa de paro es del orden del 10%: así que quizá el señalar con el dedo al salario mínimo como el causante de todos nuestros males es, cuando menos, rebatible.
          Si no has visto, en España, a empresarios que obliguen a hacer jornadas de 9, y de 10 (y de 11 y de 12) horas diarias – pagando (mal) por 8 horas de trabajo – es que no vivimos en el mismo país, o que sales demasiado poco de casa. Con todos los respetos. Y si se penalizan las horas extraordinarias (y se establecen salarios mínimos, categorías profesionales, y todas esas cosillas que os molestan tanto a los neoliberales) es, entre otras cosas, porque en la negociación empresario – trabajador NO SE PARTE de una posición de igualdad: El empresario siempre ocupa la posición dominante, y todas esas trabas están para evitar que se cometan abusos de poder.
          Dicho esto, es verdad que nuestro mercado laboral funciona horriblemente mal, es disfuncional e ineficiente, y requiere de una reforma a fondo. Pero si tanto nos fijamos en nuestros vecinos del norte, fijémonos en todo, no solo en lo que nos interesa para arrimar el ascua a nuestra sardina neoliberal: Es verdad que en nuestros vecinos, la indemnización por despido es menor, pero en casi cualquiera de ellos los despidos improcedentes son mucho mas difíciles de ejecutar, y requieren de muchos mas dias de preaviso que en España. Por ejemplo…

          • asmodeus dice:

            La causa de que en la negociación empresario / trabajador no se parta de una posición de igualdad es, por encima de cualquier otra, fundamentalmente una: el descomunal desempleo.

            A mí personalmente no me gustan algunos de los pasos atrás que se han dado en derechos laborales, pero la cruda e inevitable realidad es la que es: tenemos un brutal, pavoroso 27% de desempleo. Más de una cuarta parte de la población que quiere trabajar no tiene derechos laborales en la práctica porque no tiene trabajo.

            ¿No nos gustan los minijobs, no nos gusta flexibilizar más el mercado laboral, no nos gusta bajar sueldos? Ok. 27% de desempleo. ¿Qué hacemos?
            Porque dejar las cosas tal como está no es una opción, no debería serlo.

            • Asmodeus: Hay una opción. Muy dura. Durísima. Empezar el sistema desde cero. Hasta ahora, lo único que se ha hecho son parches. Pero es que, en España, en época de burbuja, la tasa de paro era del 8%. Es decir, una tasa de paro muy alta. Cuando un sistema no funciona, lo que tienes que hacer es cambiarlo. Pero por completo.

              Respecto de los minijobs: en Alemania son 15 horas a la semana en trabajos no cualificados, 450 euros al mes, casi sin impuestos, despido libre y lo que es más importante: uno no sale de su condición legal de desempleado o pensionista. Con esto al menos la gente trabaja.

          • No tengo ningún problema en jugar a los números, Oskar. De hecho, es el único juego que acepto. Al menos nos basamos en la realidad y no en opiniones infundadas como lo que me suelo encontrar por ahí.

            Francia tiene un 11% de paro. Pero es que tener un 10% de paro en el mundo civilizado es inaceptable. Es decir, Francia no está para tirar cohetes. La única diferencia es que las empresas francesas y españolas es que las francesas generan la suficiente riqueza para que haya un 11% de paro (que repito, es inaceptable en el mundo civilizado). ¿Cómo es posible que los franceses (o empresas francesas) generen más riqueza que los españoles? No tengo ni idea, pero eso no valida su argumento. Suba el salario mínimo al nivel francés y, o no pasa nada, o quiebra toda España en 3 meses. Y esto no es una exageración.

            [Al subir los salarios, para pagarlos, hay que subir los precios… y subirán los precios de todo, con lo cual seguiremos igual. Salvo los parados, esos, que se jodan porque las cosas serán más caras para ellos. O bien el aumento de los salarios y la diferencia con el producto final se la come el empresario… que cierra en, con suerte, tres meses.]

            Claro que sé que hay empresarios que con contratos de ocho horas hace que la gente trabaje más. He trabajado en España. Pero eso se arregla de una forma muy sencilla: Produzca más, y a ser posible en menos tiempo. Y si no le gusta su jefe, seguro que habrá otros empresarios dispuestos a abrirle a un trabajador tan competente como usted a un precio superior. También es cierto que la mentalidad empresarial española es lamentable, casi tanto como la trabajadora.

            Respecto de que empresario y trabajador no parten de la misma posición, nos dan mucha pena y tenemos que impedir que las partes acuerden voluntariamente lo que quieran, no vaya a ser que el empresario abuse de su poder. En una relación empresario trabajador es imposible que se dé un abuso de poder porque existe un contrato. Y si una de las partes viola el contrato, la otra puede reclamar ante un tribunal. Por cierto: si tiene que recurrir a la casuística para buscar argumentos (¿y si resulta que es una mujer acosada sexualmente y el empresario no quiere despedir al acosador y bla bla bla), su postura es débil.

            Cada vez que escucho la palabra «neoliberal» creo que quien la dice no tiene ni idea de lo que habla. Basta con preguntar «qué es neoliberal» para que la persona quede en ridículo con su respuesta.

            Comparto con usted, no obstante, que la legislación laboral española es penosa. Es tan mala que tanto aquellas legislaciones más liberales como las más intervencionistas son mejores que la española. Es decir, tal y como está montado, el sistema legal no funciona en España en materia laboral.

            Al menos en Alemania, los casos de despido procedente están muy bien tipificados, y el sistema funciona. Por cierto, que aquí la indemnización por despido cuando la empresa tiene pérdidas es 0 (también es cierto que Alemania tiene un sistema de ayudas sociales generoso y que ayuda a todo el mundo y que se lo pueden permitir porque lo pagan).

            Pero es que España, con un 25% de paro, con Andalucía al 35, con provincias por encima del 40 (joder, es que cuesta escribirlo, el 40% de paro…) y con una tasa de paro juvenil superior al 50% de paro… (va, en serio, ¿cómo narices no habéis regado con napalm las sedes ministeriales, patronales y sindicales, que son los que hacen las leyes?) lo que tiene que hacer es montar su sistema de relaciones laborales desde 0 (la única excepción razonable es la prevención de riesgos laborales, que para colmo es algo que también beneficia al empresario). Es decir, desde el acuerdo voluntario entre las partes. Y en base a eso, a lo que las partes generen de su trabajo, negociar mejoras. Eso no sólo es razonable, sino que es bueno. Ahora mismo, todos esos presuntos derechos impiden no ya la creación de empleo, sino la iniciativa empresarial en sí.

            ¿Aceptaría usted que en España la indemnización por despido si la empresa tiene pérdidas fuese 0? ¿No? Pues esa diferencia sí es una diferencia significativa entre los países centroeuropeos y nórdicos y nosotros.

            • Carlos Jerez dice:

              Burrhus, si se trata de escribir el comentario más largo yo me apunto (aunque sintetizar tampoco esta mal):

              1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

              Iba a poner el Génesis entero, pero se entiende así, ¿no?.

        • Javi dice:

          Es que partes de la base de que la gente, con libertad, deciden trabajar 8, 10 o 14 horas cuando la triste realidad, como ha dicho ya alguien por aquí, es que mucha gente no tiene esa libertad. Y no es un tema de tener que trabajar muchas horas para pagar una hipoteca, es que en muchos sitios esto son lentejas. En ningún momento he criticado a aquel que QUIERE trabajar esa cantidad de horas. No me voy a meter con la sacrosanta libertad de elección. Dios me libre.

          Los esclavos y las personas que no descansan son muy poco productivas. Eso lo sabe cualquier empresario. Pero debido a ese 25% de paro en España y 35% en Andalucía (y a la disfuncionalidad de nuestro mercado de trabajo, que incentiva los empleos poco cualificados y con una alta rotación) muchas empresas sobre todo de determinados sectores tienen muchísimos incentivos para montar «sweat shops» en las que se paga muy poco y se trabaja mucho. No es esclavitud pero te da para levantarte, volver a casa a dormir (hala, ya has «descansao», majo) y mañana otra vez. Sin contar la cada vez más extendida práctica de trabajar 6 días a la semana (y eso que no hay trabajo para todos, curioso).

          Me parece aventurado cuanto menos considerar que el salario mínimo sea en parte causa del desempleo. Pero pongamos que es así. Mañana eliminamos el salario mínimo, los días de vacaciones y la jornada mínima. Respóndame: ¿Cuántos meses tardaríamos en tener un país lleno de personas que trabajan 14 horas al día por 500 euros? ¿Cuantas hipotecas (que no experimentarían bajada alguna, pese a la bajada salarial) dejarían de ser pagadas, lo que generaría un todavía mayor colapso bancario? ¿Cuantas personas colapsarían los servicios sociales, que no pasan por su mejor momento y estarían entonces mucho peor porque a su vez se financian con impuestos? La sociedad es un equilibrio. Si se tira de la manta demasiado de una pierna la otra se queda destapada y el cuerpo entero se resfría. Parece que tendremos que buscar otra solución que no sea eliminar esos pequeños salvavidas. Hay varias decenas de cosas que se podrían hacer como facilitar la contratación o incluso bajar ciertos impuestos que tienen que abonar los empleadores antes que eliminar la frágil red que protege a tantas personas de la miseria.

          Llámelo China, Polonia o El Corte Inglés. No le negaré que se puede crear empleo reduciendo los salarios, digamos, al 75% de lo que cobramos aquí. ¿Es consciente de la cantidad de gente que no puede permitirselo? ¿Qué hacemos con ellos? ¿Habilitamos más puentes para que vivan debajo?. Se puede salir de la crisis por la vía de la productividad. Se puede eliminar la escalofriante dualidad del mercado de trabajo, se pueden eliminar los cientos y cientos de chiringuitos estatales y empresariales. Pero claro. Eso es más difícil que ir a quitarle a los que tienen poco.

          Y está claro de que si, hablamos de personas. ¿Le parece «intelectualmente una nadería» hablar de personas? ¿Entonces para qué demonios sirve la economía? ¿Para qué trabajas? ¿Para qué vives? En serio. ¿No se da cuenta de que al final todo esto trata sobre personas» De hecho la economía trata en última instancia de mejorar la vida de las personas. Llámelo «alegría», «bienestar» o «mejores condiciones de vida». Pero el término es exactamente ese.

          • Hola de nuevo, Javi.

            No debemos confundir «libertad» con «circunstancias personales». Las circunstancias personales pueden ser una putada, un drama, una tragedia o algo peor, pero eso no nos quita nuestra libertad de elegir en cada momento aquello que más nos convenga en función de esas circunstancias.

            Si no se opone a que la gente trabaje 14 horas, no defienda leyes que lo prohíban, que es lo que tenemos.

            Esos sweat shops al menos están permitiendo que la gente trabaje y pueda comer y vivir bajo un techo. Es decir, comparados con ese 27% de paro, son buenos. Sí, no darán los sueldos de la época de la burbuja… pero es algo.

            «¿Cuántos meses tardaríamos en tener un país lleno de personas que trabajan 14 horas al día por 500 euros?»

            Yendo a toda leche con la legislación actual, con la coyuntura económica y con lo que hay de deuda pública (120% PIB y subiendo) y privada (160% PIB y bajando), creciendo un 2%…. podemos tardar 10 años en llegar a un… 15% de paro (12 puntos de paro en 10 años). Bueno, da igual, coge las predicciones del FMI. Y usted me habla de meses para que la gente tenga lo justo para comer. Vamos, que me da la razón.

            «¿Cuantas personas colapsarían los servicios sociales, que no pasan por su mejor momento y estarían entonces mucho peor porque a su vez se financian con impuestos?»

            Menos que las que ya hay con el 25% de paro, 35% en Andalucía, 40% en algunas provincias y 50% de paro juvenil. Gracias.

            «La sociedad es un equilibrio.» [Y del Betis] Se equivoca, a parte de ser una afirmación infalsable. Usted tiene miedo y pretende resolverlo a través de un supuesto equilibrio. ¿Entre qué? Yo soy un tirao y eso no me convierte en delincuente, ni que respete la propiedad ajena.

            «Si se tira de la manta demasiado de una pierna la otra se queda destapada y el cuerpo entero se resfría.» Bonita metáfora. Es una pena que no sea aplicable al caso.

            «Parece que tendremos que buscar otra solución que no sea eliminar esos pequeños salvavidas.» A día de hoy, el Estado tiene un 9% de déficit, y subiendo. Ya me contará cómo infla los salvavidas si no hay aire. Hay otra opción: elimine todas las trabas a la creación de empresas y de empleo y ajuste el gasto público a lo que realmente se ingresa. Para empezar.

            «Hay varias decenas de cosas que se podrían hacer como facilitar la contratación o incluso bajar ciertos impuestos que tienen que abonar los empleadores antes que eliminar la frágil red que protege a tantas personas de la miseria.» Estimado señor alma de cántaro: ¿Pero qué «fragil red» ni qué niño muerto, con un 25% de paro, 35% en Andalucía, 40% en algunas provincias y 50% de paro juvenil? Con un 10% de paro, o al menos con una economía que pueda permitírselo, uno se puede plantear la red. La red de seguridad no es para que no se caiga, sino para que la gente pueda salir del paro. Por supuesto, sin olvidar la familia y amigos de los desempleados. Esa es la verdadera red de seguridad, y no estar cobrando 400 euros mientras te quedas tirado en casa.

            «Llámelo China, Polonia o El Corte Inglés. No le negaré que se puede crear empleo reduciendo los salarios, digamos, al 75% de lo que cobramos aquí. ¿Es consciente de la cantidad de gente que no puede permitirselo? ¿Qué hacemos con ellos? ¿Habilitamos más puentes para que vivan debajo?»

            ¿Es usted consciente de que el artículo 9 de la Constitución garantiza el principio de la seguridad jurídica? Es decir, los contratos previos a las modificaciones normativas se respetan, salvo acuerdo previo entre las partes. Luego están aquellos que no tienen empleo, al que el 75% del salario actual le puede parecer bastante mejor que el 0% del salario actual. ¡¡Ey!! ¡A lo mejor, cobrando el 75% del salario actual, hay gente que ahora cobra el 0% y que podría salir de debajo del puente!

            «Se puede eliminar la escalofriante dualidad del mercado de trabajo, se pueden eliminar los cientos y cientos de chiringuitos estatales y empresariales. Pero claro. Eso es más difícil que ir a quitarle a los que tienen poco.» Esos chiringuitos, primero, no son tantos (aunque sí significativos) y, luego, nacen de leyes estatales. Si usted está en contra de ellos, defienda una ley por las que se privaticen, liberalicen o cierren.

            «Y está claro de que si, hablamos de personas.» Oh, Dios…

            «¿Le parece “intelectualmente una nadería” hablar de personas?» En absoluto. Me parece una nadería plantear únicamente desde el punto de vista humanista problemas que son exclusivamente económicos y jurídicos. Las cifras terroríficas de paro que España sufre son un problema económico y jurídico. Tal vez, en otro orden, moral. Pero plantear la cuestión del ocio cuando la gente no tiene para comer es empezar la casa por el tejado.

            «De hecho la economía trata en última instancia de mejorar la vida de las personas.» Dios… Qué daño ha hecho la cursilería a la Humanidad. Mire… yo me conformo con que la economía mida lo que tiene que medir correctamente, me de explicaciones coherentes y no estorbe más de lo necesario. Eso es lo que mejora la vida de la gente, no utilizarlo como excusa para limitar los derechos individuales ajenos.

            «¿Para qué trabajas?» Dios… Qué daño ha hecho Paulo Coelho a la Humanidad. Trabajo para vivir, comer, formar una familia y desarrollarme como ser humano. Sin trabajo, los demás objetivos no se cumplen. ¿De qué cree que vive la gente? ¿De abrazarse y ser guay?

            «¿Para qué vives? En serio.» Dios… Qué daño ha hecho Paul Lafargue a la Humanidad. Sé para qué vivo, y no pretendo que nadie tenga un objetivo en la vida. Y respeto el ocio como un buen motivo para vivir. Una cosa no tiene nada que ver con la otra.

            «De hecho la economía trata en última instancia de mejorar la vida de las personas. Llámelo “alegría”, “bienestar” o “mejores condiciones de vida”.» Yo lo llamo bombilla, calefacción, manta, libros, internet, pelis, agua caliente, comida, salario, rendimientos decrecientes… cosas que puedo falsar. La economía pretende ser una ciencia. En el momento en el que utiliza conceptos infalsables, apaga y vámonos.

            • Javi dice:

              Podemos salir de esta devaluando nuestra economía. Trabajando más horas, cobrando menos. Podría funcionar. La demanda interna pasaría probablemente a valores mínimos pero podríamos convertirnos en un país netamente exportador.

              También podría producirse más y mejor. Con una legislación laboral que no cree trabas a la creación de empleo (motivo del post!!) y que elimine la dualidad. Podríamos actuar de raíz contra la corrupción y eliminar todos los chiringuitos que pesan como una losa sobre la economía de este país.

              Ambos juegos de medidas reducirían el paro y cimentarían la recuperación económica.

              Sinceramente, no veo por qué alguien escogería la primera vía.

              Se mofa vd de mi querencia por temas tan cursis y poco falsables como la felicidad. Yo no me mofo pero me preocupa que haya gente que busca una especie de expiación de nuestros errores económicos a base de hundir al país en la pobreza más aún de lo que ya estamos.

              • Javi: Lo que comenta ya está pasando. No obstante, la demanda interna no está cayendo por la disminución de salarios, sino porque la gente está terriblemente endeudada y está tapando agujeros. Cuando se paguen las deudas, el consumo interno volverá a repuntar.

                Plantea que podría producirse mejor y combatir la corrupción. Y estoy totalmente de acuerdo. Pero uno de los problemas es que la gente que podría producir más y mejor, que son los jóvenes, se están yendo de aquí al no tener ninguna expectativa laboral. Por otro lado, plantear que nuestros partidos políticos (PP, PSOE, IU, CiU, PNV y demás partidos) combatan en serio la corrupción es como decirle a una cobra que no sea venenosa. ¿Usted, a la vista de los hechos, confiaría en ellos?

                Me mofo de usted porque me recuerda a mí cuando era progre. En aquella época me dio por leerme un par de libros para contrastar, y luego me dio la risa.

                No obstante, necesito que entienda una cosa: Lo que yo planteo no es hundir al país aún más en la pobreza. Matemáticamente hablando: Es más posible que la gente salga de la pobreza gane 500/600 euros al mes con trabajos de m. que ganando 0 y no trabajando. Con un matiz añadido: esa persona, aunque sea por un sueldo bajísimo, puede aprender en su trabajo y ser más productivo con el tiempo.

        • Jetkom dice:

          Ya que sacas el ejemplo de Alemania, tres de los cinco partidos que presumiblemente sacarán representación parlamentaria, apoyan introducir un sueldo mínimo. El CDU/CSU aún no, aunque sí hablan de un avance en esta dirección («Lohnuntergrenze» y «Branchenmindestlohn») y la tendencia es bastante clara que también van a acabar apoyando la idea.

          ¿Si tan malo es el sueldo mínimo, porque tiene tanta prisa Alemania por aumentar su paro en un 20% (30% en Mecklenburg-Vorpommern)?

          Sobre la libertad de trabajar más horas, la cuestión es bastante fácil. Por cada trabajador que decide libremente de verdad currar 10-12 horas al día, hay 20 que preferirían irse a casa a la hora que les toca. Porque la libertad no es tal, cuando subyace la amenaza de perder el puesto si no decides «libremente» trabajar tres horas más. En un mundo ideal, tu planteamiento es cojonudo, en el mundo real, falla.

      • GDDL dice:

        Siempre que sacan el tema de la esclavitud, la gente habla en condicional, como si no hubiera ya un amplio segmento poblacional que está así o peor.

        Aunque en España suene raro, tu trabajo no se debe sostener porque la legislación dificulte tu despido, ni tu salario existe porque lo dicte el convenio.

      • Daniel Díaz dice:

        Déjalos. Seguirán dando la matraca hasta el fin de los tiempos a pesar de que es evidente que sus propuestas no las quieren ni los perros. Pero bueno, siempre están bien puestas en las cloacas liberales de internet para disfrute de tantos. Los menos, porque las comparten. Los más, como producto de entretenimiento, otro tipo más de humor. Cruel a veces, pero humor.

        • Ya, Daniel Díez. Lo que tú digas. Sigue mofándote de los liberales, sin molestarte en leer lo que pone y sin tener un mínimo de honestidad intelectual para valorar racionalmente lo que se dice, y disfruta de tu 25% de paro y el resto de tus Derechos que no puedes pagar.

          • Daniel Díaz dice:

            He leído con atención tus comentarios. Al igual que decenas y decenas a lo largo de los años. También he leído y seguido muchos blogs y páginas liberales. Con gran atención. No, gracias.

            Y con afirmaciones del tipo: «Los esclavos y las personas que no descansan son muy poco productivas. Algo que sabe CUALQUIER empresario.»

            Los empresarios que ofrecen trabajos de 70 horas semanales con contratos de media jornada y pagando menos que el SMI, esos no deben ser «empresarios». De verdad, volved a la Tierra.

            • Daniel Díaz dice:

              Y no me vengas con la tontería de que si la hay personas haciendo cola para ese trabajo es que blablablababla y las condiciones se ajustan bloablabla. Porque su afirmación es que no hay empresarios que no sepan eso. Con lo cual, o bien eso es falso, o son empresarios que saben perfectamente que es contraproducente contratar gente en esas condiciones, pero aún así lo hacen igual, aún yendo en contra de su propia empresa.

              • Claro que los empresarios saben que hay mucha gente que quiere trabajar, Daniel. La tontería en forma de hombre de paja te la inventas tú.

                Y claro que los empresarios tiran los salarios a la baja. ¿Quieres que tiren los salarios al alza? Fomenta la creación de empresas y la productividad desde los propios trabajadores y no desde absurdas leyes que te dicen cuánto y a qué precio producir. Eso es lo que, por leyes, economía, deuda y cultura no hacemos. Así es como los salarios han aumentado en todos los lugares del planeta a lo largo de la historia.

                • Daniel Díaz dice:

                  No hay ningún hombre de paja. No escape por la chimenea, que va dejando un rastro de argumentos idiotas que usted mismo niega haber usado en el siguiente comentario.Repetimos:

                  “Los esclavos y las personas que no descansan son muy poco productivas. Algo que sabe CUALQUIER empresario.”

                  O bien eso es FALSO, o bien muchos empresarios NO LO SABEN, o bien lo saben y actúan en contra de SUS INTERESES aún así. Y punto. Y si usted no conoce trabajos de los que hablo, entonces es que usted no tiene ni puñetera idea de como está el mercado laboral a nivel de la calle. Y correspondientemente, debería cerrar el pico al respecto.

            • Mira, Daniel: cuando argumentes con datos en la mano, me lo cuentas.

              Por ejemplo: «Los empresarios que ofrecen trabajos de 70 horas semanales con contratos de media jornada y pagando menos que el SMI, esos no deben ser “empresarios”.»

              ¿Dónde se da eso? Venga… alégrame el día.

              • Daniel Díaz dice:

                Se da aquí, en Canarias. Tenerife. Yo he visto esas ofertas con mis propios ojos, muchas. Y conozco gente a la que se las han ofrecido en entrevistas. Sí. Así es. Espero que no se te ocurra decir que es falso y que necesitas que te traiga una fotocopia del empresario en cuestión con traje de faralaes y un clip de audio en el que detalla su oferta de viva voz.

                ¿Sorprendido? No lo creo. No eres tan tonto como para creerte eso que has dicho en realidad. Pero no lo admitirás, supongo.

                • Venga, Daniel… que me da la risa. Empresarios piratas, soy el primero que reconoce que existen. También soy el primero que sabe que a las primeras de cambio tienen una denuncia ante la Inspección de Trabajo y ese empresario puede darse por jodido. Aunque pensaba que, para defender eso, te irías a China o a Bangladesh. Sólo por curiosidad: ¿me dices para qué puestos? ¿Cuántas empresas? ¿De qué? No tengo porqué poner en cuestión tu palabra. Me lo creo. Es simplemente curiosidad.

                  Ciertamente, no soy tonto. Tú, por el contrario, no te has atrevido a leer ningún libro que se atreviera a llevar la contraria a tus ideas. Creo que eso se llama cobardía intelectual.

                  • Oskar dice:

                    Es verdad. Muy probablemente, eres un crío de menos de 20 añosque vive en casa con los papis. Y estudiante, con mucho tiempo libre. Esto, por lo menos, explicaría lo tuyo sin tener que considerar que eres, efectivamente, un poco tonto. ( faltón y desconsiderado lo eres un rato, por cierto)

                    • Vas para Recursos Humanos, Oskar: Por encima de los 30, tres idiomas, licenciado, Máster, emigrado andaluz gracias a las fabulosas políticas socialistas que defendéis (sí, pero no; no, pero bueno…; bueno, pero es que… y al final todo igual salvo un par de parches, vamos, como Báñez) y forzado a empezar desde CERO en un país donde sólo se quedan uno de cada tres españoles. Y, por cierto, me conozco la legislación laboral bastante mejor que vosotros.

                      Por cierto, para desconsiderado, tu amigo Daniel Díaz, que lo primero que ha dicho de mí es que no hay que leerme porque ya hay cloacas (¿y qué simpáticos animales viven en las cloacas? ¿las ratas?). Claro, como es de tu cuerda ideológica, pues te ha provocado la más absoluta de las indiferencias. O no lo has leído.

                      Con los demás, creo, he sido bastante considerado. Otra cosa es que deba recordar que los reyes son los padres.

                  • Daniel Díaz dice:

                    Pero, ¿qué coño sabes tú de mí y de los libros que he leído? ¿En qué momento de tu vida decidiste que podías ir por ahí hablando como si supieses más que los que te rodean, o como si hablases desde una atalaya de superioridad intelectual desde la que poder soltar mierda incesantemente?

                    Mira, listo, porque coincidimos entonces en que tonto no eres. Lo de las inspecciones de trabajo no te lo crees ni tú. Porque si eso fuese así, entonces no se estarían ofreciendo esas condiciones. A no ser que sean esos empresarios de los que hablas a los que les consta que lo que hacen va en contra de sus propios intereses. Y AÚN ASÍ LO SIGUEN HACIENDO.

                    ¿Quién va a poner esa denuncia? Ah, los trabajadores, claro. Van a poner esa denuncia para que la empresa cierre y se queden sin nada. De verdad…

                    Tanta gilipollez con los contratos y la supuesta igualdad en poder de negociación. No, amigo, no va ninguna inspección de trabajo a ningún sitio porque nadie denuncia a su empresa sabiendo que al día siguiente está en la calle. Parece mentira que haya que explicar esto, pero nada, este es el nivel al que nos lleva discutir con gente de cosas de las que no tienen ni idea porque no lo han vivido.

                    He visto despedir a personas fulminantemente simplemente por manifestar su intención de presentarse a las elecciones sindicales. He visto despedir plantillas enteras por pedir una inspección de trabajo para intentar evitar que les siguiesen explotando. Efectivamente, les dejaron de explotar. Y de dar trabajo, también.

                    He visto amenazas de despido, presiones, gritos por cosas mucho menores que esas. He visto personal de administración diciendo frases del tipo «aquí no se paga la nocturnidad», «nosotros no pagamos las horas extras», «no puedes cogerte esos días de asuntos propios»…

                    He visto personas a las que les quitan días libres, les pretenden hacer pasar bajas como libres, les roban vacaciones, les quitan complementos. He visto personas a las que han querido suspender de sueldo PERO NO DE EMPLEO por infracciones que no han existido. He visto eso y cosas mucho peores. Y si haces algo, o protestas, te vas a la calle.

                    Lo he visto yo, con mis propios ojos, y he sufrido en mis carnes situaciones parecidas. A ver si te enteras de una vez. Que no son casos aislados, que pasa contínuamente en todas partes y cada vez más. Que esa utopía tuya empresarial en la que los amados empresarios se preocupan por aumentar sus beneficios y desean que sus trabajadores estén felices y sanos para rendir más, NO EXISTE.

                    Sus maneras para aumentar los beneficios son esas y otras peores. Exprimir, esclavizar, y cuando las personas que están siendo explotadas protesten o denuncien, se van a la calle y se contrata a otro pringado de serie que acepte esas condiciones, o con suerte mucho peores, que la cosa está muy mala.

                    Te pasas el día fiskeando comentarios y haciendo el ridículo en ello. La mitad de los puntos que rebates los liquidas con un «bonito pero blablaba», «romántico pero falso», «una tontería que no merece la pena discutir». O recurres a Paulo Coelho, que siempre queda bien. Antes los que iban de guays y hacían el ridículo eran los que citaban a Coelho. Ahora los patéticos son los que pretenden parecer mejores por criticarlo.

                    Te las das de intelectual cuando ni siquiera eres capaz de defender tus posturas adecuadamente. Y aún así tienes el valor de citar los párrafos que se supone que vas a rebatir pero no lo haces, simplemente añades una burla o un ataque personal.

                    Pretendía mantener el civismo en la discusión pero veo que es imposible, porque sin haber hecho una sola mención a tu persona, educación o formación, te arrogas el derecho de atacar mi supuesta falta de información. Primero dijiste que ni leo lo que dicen los liberales. Cuando te expliqué que llevo años leyéndolos, entre ellos a ti mismo, me acusas de no atreverme a leer libros ¿?

                    Supongo que lo siguiente será acusarme de no haber hablado con los autores de los libros en persona. Tu actitud es esperpéntica.

                    Para terminar, y como no podía ser de otra manera, te metes con mi supuesta orientación política. ¿Qué coño sabes tú de eso? Ahora vas a saber un poco más para que puedas hablar sin tener que esputar tanto sinsentido.

                    No he votado ni he estado afiliado nunca a un partido de izquierdas. No he sido sindicalista nunca, ni activamente ni pagando cuota. No soy un jeta de esos a los que tanto te gusta despreciar, viviendo de papá estado y del trabajo de otros.

                    No he cogido paro en mi vida, baja solo una vez y por una intervención quirúrgica. Nunca en mi vida he recibido una subvención ni ayuda de ningún tipo. Llevo trabajando más de 10 años y también estudio en la universidad, unos estudios que por supuesto me pago yo.

                    En todos estos años he conocido casos como esos que cuento, y los he sufrido, y cualquiera que haya estado años trabajando en trabajos de esos de 800 euros al mes lo sabe. Así que por favor, te ruego que te abstengas de jugar a adivino respecto a las vidas de los demás sin tener ni puta idea de quienes son esas personas que tienes delante, lo que han leído, lo que han trabajado, y lo que han vivido.

                    Porque yo también se jugar a eso, y estoy seguro de que la gran mayoría de personas que te leen se harán una imagen bastante acertada del tipo de persona que eres, aspecto físico y procedencia incluídos. Yo lo hago. Y no me creo con el derecho de vomitarlo aquí sin tener ni zorra idea de cómo eres en realidad y qué haces. Sería prudente que te planteases lo mismo.

                    Para terminar ahora sí, y con el ánimo de intentar evitarte futuros ridículos, te recomiendo que limites tus intervenciones a los ámbitos en los que tienes información real. De economía no dudo que tengas conocimientos. De como funciona el mercado laboral a pie de calle, en el que están la mayoría de millones de españoles que se comen la mierda todos los días sin poder rechistar porque le quitan esa mierda, no tienes ni idea. Y no es un ataque. Es una realidad. Aceptaré todos los ataques personales que quieras hacerme sin problemas, pero te advierto que no van a conseguir despejar la sensación de que hablas de cosas que has leído en libros muy serios, sin tener ni puta idea de que la realidad es muy distinta. Tanto modelo y tanta gilipollez matemática. Y antes de que abras el pico para atacar mi falta de conocimientos de estadística, tratamiento de datos o modelización, te advierto de que estudio Física y estoy familiarizado con esos procedimientos.

                    Hala, a cascarla.

                    • Mira, Daniel. Sé bastante poco de ti. Y lo poco que sé me aburre mucho. La verdad es que todo eso que dices sobre mi persona más bien parece sacado de un espejo.

                      Describes situaciones laborales duras, cuando no terroríficas, y a buen seguro ciertas porque yo mismo las he vivido. Y me atrevo a vivir que, como emigrante, tengo más experiencia que tú. Porque a todo eso que comentas, que es cierto, tienes que añadir el drama de la gente que emigra a países cuyo idioma no domina mínimamente (no ya el alemán, sino el inglés), situaciones espeluznantes y/o surrealistas, burocracias kafkianas, parejas que rompen porque no aguantan la presión, miedo a volver porque no hay nada, y hasta el frío. Y reza para no tener un accidente y que no esté la tarjeta sanitaria europea en orden, porque de lo contrario lo pagas tú. Eso es lo que yo veo. Y es demencial. Y además de eso, he tenido el detalle de leerme las leyes españolas de las que tanto os quejáis. Así que no me jodas con la realidad. ¿Qué te crees? ¿Que por ser progre ya has visto la realidad y conoces todas las caras del sufrimiento humano y todas las soluciones? Pues mira, no. Cabe la posibilidad de ver las cosas de una forma distinta viendo cosas tan horribles como las que ves tú, o incluso peores. Y cabe la posibilidad de que ello no perturbe el rigor analítico porque mantener la cabeza fría es lo mejor para encontrar soluciones. No obstante, mientras la gente siga pensando como tú, que lo primero que has hecho es despreciar porque el color de mi camiseta no te gustaba, seguiremos así.

                      Mira, tío: me da igual tu persona. ¿Quieres datos oficiales? 25% de paro de media. 35% de paro en Andalucía. 40% en varias provincias. Tasa de paro juvenil superior al 50%. Unas tasas de paro similares sólo las conozco de la antigua República Democrática Alemana después de la caída del Muro de Berlín (puedo freírte a enlaces, si te apetece, aunque seguramente estarán en alemán). Para llegar a una tasa de paro que ronde el 10% (y, ojo, con una brecha salarial aún importante entre ambas Alemanias a día de hoy) han tardado 20 años, y con un montón de jóvenes emigrando de sus regiones a otras donde el paro rondaba el 5%. España, sus jóvenes, no tienen 20 años para esperar a que la economía se recupere porque el resto de Europa tire de ella. Y lo que es más grave, tampoco tienen una República Federal Alemana a la que huir porque su nivel de idiomas es penoso. Ah, y por cierto, en su reunificación, tengo que reconocer que Alemania lo hizo relativamente bien. Eso no tiene porqué ser así en España.

                      A esto es a lo que os enfrentáis en España: a pelear durante 20 años para tener una tasa de paro del 10%. Ahora, la comparación, el modelo y la gilipollez matemática la haces tú, Daniel, a ver qué te sale.

                • Incluso más sencillo que eso: El día en el que aprendas a mirar las cosas de forma objetiva y no en función de lo que te digan tus prejuicios ideológicos qué es bueno y qué es malo, me avisas.

  8. Epicureo dice:

    Bhurrus, si mira usted las estadísticas del desempleo, se ve claramente que ni el salario minímo, ni los horarios de trabajo, ni los impuestos tienen nada que ver con el empleo, y la legislación laboral tampoco.

    Hay pleno empleo en países con un salario mínimo que dobla el español, impuestos más altos y jornadas de trabajo más cortas que las de España. Polonia tiene prácticamente el mismo paro que Francia, en la media de la UE. Y vaya usted a decir a un alemán que se quede un minuto más de lo que dice su contrato, a ver qué le contesta.

    Seguramente hay que cambiar la legislación laboral española, pero nunca en el sentido de que la gente tenga que trabajar todas las horas del mundo por lo que el empresario tenga a bien pagarle. Eso sólo incentiva la creación de trabajos de baja productividad, o sea, convertirnos en un país en vías de subdesarrollo.

    • Lo que dice es totalmente cierto, Epicureo. Es decir, las circunstancias particulares de cada país explican muy bien por qué se dan muchos resultados. Por ejemplo, Polonia tiene un salario mínimo de chiste porque el periodo comunista les dejó en la más absoluta de las miserias, y no producían una patata. Ahora están empezando a crecer bien. Con la República Democrática Alemana pasa tres cuartos de lo mismo. Pero el caso español es de manual de primero.

      » pero nunca en el sentido de que la gente tenga que trabajar todas las horas del mundo por lo que el empresario tenga a bien pagarle.» Lo siento, pero me temo que esto no pasa de slogan sindical. Es decir, está planteando mal el problema. La cuestión es si es posible que la oferta real responda a la demanda real, tanto de precios como de salarios. Punto. El resto, me temo, es retórica.

      «Eso sólo incentiva la creación de trabajos de baja productividad, o sea, convertirnos en un país en vías de subdesarrollo.» 25% de paro, Andalucía al 35, con provincias por encima del 40 y con una tasa de paro juvenil superior al 50% de paro… Los países en vías de desarrollo no tienen estas cifras. De veras: ¿Qué pretende salvar o defender, si no existe, no podemos pagarlo y/o es contraproducente? Dígame, por favor. Porque cuando miro las cifras, no somos un país en vías de desarrollo, somos un país subdesarrollado que ha atravesado una guerra o una catástrofe natural sin precedentes.

      • Epicureo dice:

        Si la cuestión es que la demanda se adecúe a la oferta, considere (también es de manual de primero) el efecto que la deflación salarial tiene en la demanda. Y piense en el efecto real, no soñado, que tendrá su receta sobre la economía. ¿Alguna vez en la historia una fuerte bajada de salarios ha hecho crecer el empleo? Que yo sepa, no.

        No se trata de salvar ni de defender nada; los parados no tienen nada que salvar. Se trata de buscar medidas efectivas para resolver la situación. Un análisis tan simplista como el suyo (si bajamos los salarios habrá más ofertas de empleo) suele acabar siendo contraproducente.

        • Epicureo: ¿La deflación? La deflación es como la inflación: fenómenos monetarios. Y no parece que los bancos centrales estén dejando de imprimir dinero. De todas formas, un fuerte ajuste salarial ya se está produciendo.

          «¿Alguna vez en la historia una fuerte bajada de salarios ha hecho crecer el empleo? Que yo sepa, no.» Le replanteo la pregunta: ¿Alguna vez en la historia una fuerte bajada de salarios ha salvado empresas, de forma que se ha despedido menos? Desde luego que sí. Aquí mismo, por ejemplo. El número de empresas cerradas habría sido infinitamente mayor de no ajustarse los salarios.

          «No se trata de salvar ni de defender nada; los parados no tienen nada que salvar.» No estoy de acuerdo: los parados sí tienen algo que salvar. Sus carreras profesionales. Sus familias. Sus casas. Sus vidas.

          «Se trata de buscar medidas efectivas para resolver la situación. Un análisis tan simplista como el suyo (si bajamos los salarios habrá más ofertas de empleo) suele acabar siendo contraproducente.» Está usted de broma, ¿no? Oiga, lea los comentarios de sus colegas de ideología y luego me lo comenta. Mire, yo no he dicho que mis soluciones sean fáciles, ni pasen por una única idea. Lea mi primer comentario. Lo que digo es que el salario mínimo es una de las partes. Y me he hartado de decir que esto es un problema tanto económico como jurídico. Si a usted le parece simplista, es que no me lee por ninguna parte. Me he hartado de decir que en España practicamente todo el sistema jurídico español es un cachondeo (el educativo, el judicial, el energético, el autonómico, el institucional y por supuesto el económico), y que el paro es la consecuencia de todos los problemas reales que tiene nuestro marco jurídico (sin descuidar los factores económicos). No, oiga. No cuela. Otra cosa es que usted no me conozca.

          • Epicureo dice:

            Precisamente a su primer comentario me refiero, no a sus obras completas, que no tengo por qué conocer. Y es simplista y erróneo: el salario mínimo no puede suponer ningún problema, ya que en España es ridículo; el porcentaje de trabajadores que lo cobran es muy reducido.

            La idea de que todos los problemas económicos se resuelven facilitando las cosas a los empresarios, la «supply side economy», no funciona. Está muy bien lo de la flexibilidad y todo eso, pero es que resulta que si los trabajadores no tienen un mínimo de ingresos y de seguridad no consumen lo suficiente. ¿Y para quién se producirá entonces?

            • Pescador dice:

              Lo que late en todo el planteamiento elefantiasico es que deberiamos trabajar sin contrato. Así de simple.
              El colmo de la eficacia y la eficiencia es la fragoneta para recoger molocotones de sol a sol.
              Lo que añade es verborrea, un contrato que contra la propia definición, solo incluye obligaciones para una de las partes. El empresario puede ordenarte que trabajes horas extrordinarias, o decirte al acabar la jornada – o al acabar la hornada-que mañana no vuelvas – o que te vayas, que llueve y no va a vender más cruasans-, como ejercicio de su libertad, pero seguro que no le parecería nada bien – y estaría penado por la ley, por supuesto- el abandono de puesto de trabajo. Ejerciendo tu libertad, por supuesto…

              • ¿Dónde pone que deberíamos trabajar sin contrato, pescador? Lo que digo es que ambas partes deben negociar los términos de dicho contrato libremente, y que la ley a día de hoy actúa de corsé.

                • Pescador dice:

                  Lo dices en el fondo de tus comentarios, de forma tanto explicita como implicita, desde el minuto uno.
                  » Es decir, que si la empresa requiere 10 trabajadores porque hay demanda para 10 trabajadores, la empresa tenga 10. Si necesitan 20, 20. Y si la empresa tiene que hacer algo totalmente distinto, reciclar a sus trabajadores. Y si la empresa tiene viabilidad pero reduciendo los salarios a un nivel por debajo del establecido legalmente, hacerlo. O despedirles hasta que se les ocurra otra cosa. O cerrar. »

                  Si eres capaz de explicar cual es la parte del contrato por la que el empresario se obliga con el trabajador…aparte de pagarle, y eso depende.

                  Luego está el pequeño detalle de «negar» que desde hace años es un hecho real trabajar más horas de las estipuladas en contrato sin cobrarlas, tanto en contratos de ocho horas como en contratos a tiempo parcial. Vamos , es como si hablando de astronomía, una de las partees empezara con un » dada la orbita que el sol hace alrededor de la tierra»…Para tomarselo poco en serio ¿No?

                  Tambien podrías explicarnos que tenían de socialdemocratas Biskmarck y Henry Ford, entre otros…

                  Resumiendo: demasiadas palabras para negar la evidencia empirica, sin aportar pruebas de lo contrario. Este invento se sostiene porque las chusma tiene – tenemos- algo que perder ( la nómina mensual, la vivienda, la salud..). En el momento en que no puedas mantener un estilo de vida predecible ( dentro de lo posible), adios consumo, adios impuestos, adios sistema bancario, adios mantenimiento de infraestructuras, adios ley y orden…el medievo, sin ir más lejos

                  • Vamos a ver, Pescador. ¿Qué quieres que haga el empresario por el trabajador, a parte de pagarle por su trabajo? ¿Darle un abrazo? En serio, ¿qué quieres que le dé? Y al contrario, también. ¿Qué quieres que le dé el trabajador al empresario, a parte de su trabajo? ¿Un abrazo?

                    Lo de trabajar más horas de las estipuladas. Eso es en España. En Alemania te cae un rapapolvo de la leche. Claro, que en Alemania sí existe jurídicamente una flexibilidad salarial que no se reconoce en España. Al final, todo se reduce a productividad por hora (advertencia, término odiado por sindicatos). Usted produce «x» por hora, gana «Y». Si el Estado dice que gana Y+y’, pero produce sólo «x», es donde nace el problema, y el empresario «compensa» metiéndole horas extraordinarias y otras basuras varias. Refute esto, y hablará de empirismo con algo de contenido. ¿Qué más pruebas en contrario quiere que le aporte?

                    De Bismarck, hemos heredado un sistema de reparto público, que si lo montas de forma privada el Código Penal te lo tipifica como estafa, y con razón.

                    De Henry Ford… pues ahora mismo no caigo.

                    • Pescador dice:

                      Pues rarisimo que no haya oido hablar del empresario que subió el sueldo a sus empleados – no recuerdo si el doble- para que estos rindieran más y de, hecho, duplicó sus beneficios.

                      El empresario tiene una serie de obligaciones con su empleado, al menos si quiere que este rinda – esas nimiedades anticompetitivas que se incluyen en las llamadas leyes de seguridad en el trabajo- y , como dice, la de cumplir el contrato. Aunque, le repito, su idea de contrato es el folio en blanco.
                      ¿Las obligaciones del empleado? Aparte «vender» de su trabajo ( me temo que para ti «trabajo» es tambien un papel en blanco firmado por el empleado) está la de comprometerse. Me gustaría conocer que tipo de trabajos has desempeñado y con que compañeros, porque «trabajo» no es una unidad del S.I, ni una cantidad monetaria. No conozco a ninguna persona que trabaje igual que otra, cuide el entorno igual que otra o se comprometa igual que otra, pero su salario si era igual que los otros. Cosas que tiene la sociedad…quiza pienses – como apunte antes- que si el empleado es libre de decidir cuando puede prescindir de un trabajador, variando sobre la marcha las condiciones del contrato, el trabajador puede decidir libremente cuando prescindir de su empleo, decidiendo sobre la marcha si es mejor atender la paella – o ese 747 que está en aproximación, o apretar los tornillos de la trocola en una cadena de montaje- o irse a casita y que le den a su empleador

                    • Pues mira, pescador. No lo he escuchado. Pero me alegro mucho de que como consecuencia de subir los salarios, el empresario ganara el doble.

                      El empresario no tiene ninguna obligación con el empleado, más allá de las establecidas en el contrato y la ley. Lógicamente, si el ambiente es mejor el resultado tiende a ser mejor. O puede que en un ambiente más estresante los resultados sean mejores. Depende.

                      Luego está la prevención de riesgos laborales (PRL), que se reducen a día de hoy a una política muy barata, rentable y sensata. Sí, también hay empresarios piratas que dejan al trabajador tirado frente a la puerta del hospital… pero eso no te da la razón ni desvirtúa mi argumento. Es decir, de la PRL no se deduce que haya que haber un salario mínimo, unas trabas al despido y las 400 memeces más que tiene nuestra legislación laboral.

                      Sí. Defiendo un folio en blanco. Los empresarios con un mínimo de cerebro (que son la inmensa mayoría) son los primeros interesados en prevenir los riesgos de los trabajadores.

                      Eso de que el trabajador tiene que comprometerse… a mí me parece una magufada infalsable. Lo que se pide es que se haga el trabajo de manera correcta. No apretar bien los tornillos, lo siento, no lo es.

                    • Pescador dice:

                      » más allá de las establecidas en el contrato y la ley».

                      Pues dado que su idea es que el trabajador firme un contrato en blanco y las mejores leyes son las inexistentes, el empresario no tendría ninguna obligación.
                      Un WIN-WIN en toda la boca

                    • Pescador: Más allá de las indicadas en el contrato y las indicadas en el resto del ordenamiento jurídico. Sí.

              • Saulo dice:

                Ya está Pescador con sus paridas.

  9. manolo dice:

    Articulista, para decir tonterías mejor no escribir este tipo de entradas… Vete a otros países como Francia para ver lo que es un «galimatías jurídico inanerrablemente injusto». Hay que ser simplista y corto de miras… La realidad jurídica del Memento social de un país debe ser complejo como compleja es la vida…

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