Llevo dándole vueltas en el trabajo estos días qué políticas públicas son más efectivas para reducir los niveles de pobreza y redistribuir renta. La lista de medidas abajo son recetas a medio plazo, no a corto, y pretenden complementar el estado de bienestar actual, no substituirlo.
1. Crédito sobre rentas del trabajo:
La idea es bastante simple: cualquier persona, por el mero hecho de estar trabajando, tiene derecho a una determinada cantidad de dinero público en forma de un crédito fiscal. La cantidad se reduce progresivamente, un porcentaje fijo por cada dólar adicional de sueldo.
En Estados Unidos le llaman Earned Income Tax Credit, y es uno de los programas de reducción de pobreza más efectivos del país. El sistema es una variante de una idea de Milton Friedman, el impuesto negativo sobre la renta, pero limitando el acceso sólo a personas que están trabajando.
El crédito sobre rentas del trabajo tiene varias virtudes que lo hacen especialmente efectivo: primero, incentiva al trabajo, potenciando los ingresos incluso en empleos marginales. Segundo, no crea incentivos perversos a los trabajadores cobrando salario mínimo para reducir horas por miedo a perder su prestación; cualquier subida salarial viene acompañada de una subida de ingresos, ya que el crédito va desapareciendo de forma progresiva. Tercero, el dinero va dirigido sólo a quien más lo necesita, sin malgastar recursos subvencionando a las clases medias. Cuarto, aumenta la participación laboral, ya que incluso un trabajo a tiempo parcial genera ingresos sólidos. Quinto, y especialmente relevante en el caso español, crea un incentivo tremendo para hacer emerger parte de la economía sumergida.
Los estudios demuestran que el programa es tremendamente efectivo para reducir los niveles de pobreza, y encima tiene la gran virtud de ser a menudo temporal: los créditos tienden a arrastrar a quienes lo reciben «hacia arriba»; los ingresos siempre aumentan con horas trabajadas, sin que haya umbrales donde el tipo marginal se dispare. Si queremos hacer el sistema aún más efectivo, podemos añadir un crédito adicional para hijos / dependientes, añadiendo aún más redistribución hacia los más débiles.
¿Por qué reducirlo a trabajadores, y no universalizarlo como proponía Friedman? Primero, porque hacerlo un impuesto negativo puro saldría muy caro. Segundo, porque queremos generar incentivos para que la gente trabaje, no para que no lo haga. Y sí en España con un 27% de desempleo es obvio que la gente no está en el paro porque quiere; insisto que es una medida a medio/largo plazo, no a corto.
2. Guarderías y educación infantil:
La literatura sobre el tema es muy clara: si queremos mejorar espectacularmente la igualdad de oportunidades y el futuro de los niños de renta baja en España, ninguna inversión tiene mejor retorno que la educación en primera infancia. James Heckman ha hablado largo y tendido sobre estos temas, y la evidencia empírica es abundante y clara. Estamos hablando de guarderías y centros de día de buena calidad para niños de cero a tres años, a ser posible universales y gratuitos.
Adoptar esto como política social tiene varias ventajas. Primero, mejora mucho la educación de los niños de renta baja, algo que redunda en acceso a mejores puestos de trabajo y mayores ingresos a largo plazo. Nada potencia más la igualdad de oportunidades. Segundo, facilita la conciliación de la vida familiar y laboral permitiendo que muchas mujeres no tengan que escoger entre su carrera o cuidar a sus hijos ya que no pueden pagar por guarderías. Tercero (y no estrictamente redistributivo) cualquier cosa que aumente la natalidad ayudará a pagar las pensiones a largo plazo.
Por encima de todo, es una inversión. Los ingresos de un licenciado universitario o estudios superiores decentes son mucho más altos que alguien que ha dejado el instituto a medias. Alguien que cobra más produce más, y también paga más impuestos. El estado acaba recaudando más de lo que ha gastado en educación en primera infancia, y lo hace aumentando el bienestar de los ciudadanos y la sociedad.
3. Alargar el año escolar, más horas lectivas:
Las vacaciones de verano son regresivas. Esta afirmación puede sonar ridícula, pero hay bastante evidencia empírica que el parón estival afecta el nivel educativo de los alumnos de renta baja mucho más que al resto. Cuando los niños dejan de ir al colegio todos empiezan a olvidar cosas y conocimientos, casi de forma inevitable. Por mucho que hagas deberes de verano, el aprendizaje pasa a un segundo plano, y muchas cosas aprendidas se debilitan.Lo que sabemos gracias a gente como Karl Alexander es que este efecto es mucho más fuerte para niños pobres, ya que no tienen la misma presión familiar para hacer los deberes o dedicar parte del verano a leer y seguir aprendiendo. El resultado es que una proporción significativa de las diferencias de aprendizaje por clase social aparece no durante el curso académico, sino durante las vacaciones de verano.
Alargar el curso escolar no es la única manera de mejorar los resultados escolares: dar más horas de clase a la semana también debería ser una estrategia a considerar. Como explican Lucas Gortazar y Daniel Kutner aquí, añadir horas lectivas es una intervención especialmente efectiva en niños de renta baja, que (de nuevo) tienen menos presión familiar para trabajar y hacer deberes en casa.
Las ventajas de esta intervención son parecidas a la educación en primera infancia: mejoran los ingresos a largo plazo de los niños con menores ingresos, son tremendamente progresivas, y además tienen un retorno de inversión enorme al generar crecimiento económico a largo plazo. Crecimiento, además, que no irá a los de siempre.
4. Ley de dependencia:
Esta es un programa de gasto público que está en los libros ahora mismo, pero que nunca ha tenido dinero suficiente para ser implementado. El PP, por añadido, lo ha cosido a hachazos repetidamente, así que podemos hablar de programa de gasto a estas alturas. La ley de dependencia de Zapatero no era perfecta ni mucho menos, pero era un programa tremendamente redistributivo que profundizaba en el papel del estado como compañía se seguros y liberaba a muchas familias del enorme coste de tener que cargar con enfermedades ajenas. La ley, con (muchos) retoques, debería estar en la agenda de cualquier partido de gobierno que se tome la igualdad en serio.
5. Reformar el sistema fiscal:
Soy muy escéptico sobre la capacidad de redistribuir renta mediante impuestos (en no poca medida porque eso es lo que señalan los datos), pero a veces el sistema fiscal parece emperrado en darle regalos a quien más tiene. Como señalaba Conde-Ruiz no hace demasiado en un estupendo artículo en eldiario.es (que se llevo un montón de tortas de forma completamente inexplicable) España podría recaudar mucho más dinero de forma mucho más eficaz simplemente eliminando un montón de deducciones fiscales increíblemente regresivas. La más conocida, y de las más estúpidas, es la deducción por compra de vivienda, pero nuestro código IRPF está plagado de ellas, a cada cual más regresiva y más absurda.
Vale la pena mirarlo de otra manera: una deducción fiscal es, de hecho, una subvención. Es gasto público. Y en IRPF e impuesto de sociedades, ahora mismo, tenemos un montón de subvenciones encubiertas que te dan más dinero como rico eres en un ejemplo de libro de redistribución hacia arriba. Reducir este sumidero de dinero público no es sólo progresivo, sino que además generaría una cantidad de ingresos más que considerable (más de 14.000 millones al año) para pagar otros programas de esta lista.
6. Dualidad del mercado laboral:
Una de las razones por las que nuestro estado de bienestar redistribuye menos de lo que debería es la enorme, ridícula dualidad del mercado laboral. Pepe Fernández-Albertos ha hablado sobre este problema varias veces; la combinación de un estado de bienestar basado en cotizaciones sociales y la exclusión pasiva del mercado laboral de un tercio de la población hace que el gasto público no acabe protegiendo a los más vulnerables.
Una reforma del mercado laboral dando cobertura a la gente con contratos temporales de forma progresiva haría más por reforzar el estado de bienestar español que casi cualquier otra reforma social. La idea básica es que los excluidos por el sistema y que ahora mismo están atrapados en un ciclo infinito de contratos temporales vayan adquiriendo derechos y protección según antigüedad, un sistema de indemnización de despido marginal decreciente. Los mismos derechos para todos, con un sistema que permita la transición entre temporal e indefinido sin el enorme salto de costes que supone la dualidad actual.
Sí, estoy hablando de contrato único – dando a los outsiders los mismos derechos que a los insiders de forma paulatina. A medio plazo representaría una igualación «hacia arriba» de derechos en el mercado de trabajo, sin perjudicar a los ahora empleados.
Bola extra: con el crédito a las rentas del trabajo, además, haces el salario mínimo irrelevante. Haced números :-).
Roger, enhorabuena por el post. La idea del crédito fiscal sobre el IRPF me ha gustado especialmente, pero no he entendido del todo cómo funcionaría. Y especialmente, me da cierto miedo la idea del Estado prestando dinero a gente con trabajos marginales, teniendo en cuenta los precedentes financieros en España. ¿Sería mucho pedir que extendieras la explicación en un futuro post?
(No sé si te das cuenta de que eres de los poquitos en este país que hacen verdadera divulgación de políticas públicas. Para los que entendemos entre cero y nada de esto es todo un placer leer estas cosas en español 🙂 )
Me sumo a la enhorabuena. Es un gusto poner el coco a funcionar a partir de estas propuestas.
El crédito no se tiene que devolver! No es un préstamo, es lo contrario a un «débito» en este caso. Es dinero extra.
Preguntas a bote pronto sobre el crédito sobre rentas del trabajo:
¿No haría que se trabajara por cualquier sueldo, sin importar lo bajo que sea, disminuyendo de facto los salarios?
¿No es una manera de ahorrar parte del sueldo a los empresarios, pagando esa parte del bolsillo de todos?
¿No favorece declarar un sueldo menor que el que en realidad se cobra?
Y sobre todo: ¿Bajo que condiciones habria que devolverlo?
a. Es por ese motivo que el salario mínimo debe seguir en vigor, aunque sea menos relevante 🙂
b,c. Véase a. Más en serio, el crédito se cobra cuando se presenta la declaración de la renta, no durante todo el año; un trabajador no cogerá trabajos muy mal pagados directamente.
d.Esa es una posible fuente de fraude, pero ya existe ahora. Y una vez que estás declarando, es mucho más fácil cazarte que cuando sólo cobras en negro…
e. No se tiene que devolver – lo que haces es recibir menos como más cobras. Lo devuelves, claro, si hay fraude.
Un idea realmente innovadora, aunque no lo acabo de ver claro !gracias por contestar!
Roger, muy post, muchas gracias por sintetizar tan bien varias de las políticas no solo más redistributivas sino que también mejorarían la eficiencia de la economía (lo de la EITC todo un descubrimiento para mi). También gracias a Malaestrella, compartía dudas parecidas.
En cuanto al punto 6, la reforma laboral, creo que muchas veces os centráis demasiado en el contrato único, sin duda importantísimo, y dejáis de lado la importancia de la legislación sobre convenios salariales. En definitiva, los convenios no solo pueden ser progresivos al aumentar el salario de los trabajadores sino también regresivos al no permitir vaciar el mercado de trabajo y dejar millones de personas en el paro.
Siguiendo en el mercado de trabajo, Ivan Werning se ha hecho «famoso» por mostrar que en cuanto a las prestaciones por desempleo lo que reduce la búsqueda de empleo es la cantidad recibida no la duración. En base a esto podríamos, por ejemplo, aumentar de 2 a 4 el periodo para recibir la prestación por desempleo y a su vez reducirla progresivamente de manera que tras el primer año todos los desempleados cobrarían lo mismo (a ser posible algo más que los 400 euros).
Por último, cuando se habla de falta de progresividad las quejas vienen sobre lo mucho que se enriquecen algunas empresas a costa del trabajador. Yo añadiría a costa del consumidor, unas buenas políticas de competencia son progresivas y mejoran la eficiencia de la economía.
En cualquier caso, si creéis que me equivoco acepto críticas.
Saludos.
Aunque ya lo has dejado caer en los comentarios, creo que deberías dejarlo claro en el artículo. El «tax credit» en inglés es equivalente (aunque exactamente lo mismo) que una deducción en el sistema fiscal español.
Cuando se habla de crédito fiscal en contabilidad y fiscalidad española (o, al menos, como siempre lo he usado) se refiere a deducciones temporales de impuestos. Es decir, pagas menos impuestos de los que te tocarían hoy, pero esa misma cantidad la vas a tener que pagar de más en futuras declaraciones (si la empresa sigue en funcionamiento, si tienes beneficios futuros…., hay varios condicionantes).
Es una putualización, pero creo que evitará malentendidos.
No, no es una deducción. Una deducción reduce lo que pagas, no te devuelve dinero si no es mayor de lo que estás pagando.
Por lo que veo, el «impuesto negativo» de Friedman es exactamente equivalente a lo que la Verdadera Izquierda llama Renta Básica de Inserción, más un IRPF con un primer tramo algo elevado.
El ejemplo del artículo enlazado quedaría así: Papá Estado regala a cada persona 6.000 $ al año. Si esa persona tiene ingresos, paga un 50 % de IRPF. Cuando gana exactamente 12.000 $ al año, el resultado neto es 0. A partir de los 12.000 $ podría haber un segundo tramo impositivo del IRPF, con un tipo bastante menor.
Da gusto ver cómo desde ideologías opuestas se llega a un punto parecido; es señal de que ahí hay algo interesante.
En efecto. El impuesto negativo propuesto por Friedman sobre la renta tiene los mismos efectos distributivos que una Renta Básica Universal.
Friedman defendía que el impuesto negativo universal se viese acompañado de una reducción muy sustancial de los servicios públicos. Esto haría la medida mucho más barata y eliminaría uno de los miedos de Senserrich (que sea demasiado caro). Personalmente, no comparto ese matiz en la exposición de Friedman y tiendo a estar más de acuerdo con la visión expuesta por Raventós y la gente que ha trabajado seriamente en la propuesta de una Renta Básica Universal (RBU): bastaría con eliminar los subsidios y prestaciones públicas de menor cuantía que la RBU. Los que fueran mayores, se verían reducidos en el montante de la RBU. Esto también ayudaría a hacer la medida menos cara (y además debemos tener en cuenta otros ahorros y aumentos de eficiencia como los que se derivarían de la simplificación administrativa al ahorrar costes a la hora de determinar si una persona es elegible o no). La RBU, al igual que el impuesto negativo, también es inmune al miedo de que la gente no trabaje: no hay trampa de desempleo porque se sigue percibiendo incluso si se acepta un trabajo.
Es muy parecido pero hasta donde sé la renta básica de inserción no depende de estar trabajando para percibirla. Ese es un factor importante por varios motivos, y no es el menor que desmonta las objeciones «moralizantes» de que la renta básica es dar dinero a gente que la usará para no trabajar… porque ya se sabe que los pobres son todos unos vagos y unos maleantes (esto debe escucharse con la voz del inspector Javert)
El «impuesto negativo» de Friedman, en su formulación original, tampoco depende de que trabajes o no. Es universal.
Muy interesante el artículo, aunque me asaltan un par de dudas:
– En la 1. me parece una medida justísima socialmente, pero en la sociedad del pillaje y del espabilado que vivimos, no sería quizás demasiado arriesgada? Estoy seguro que gran parte de los empresarios se aprovecharían ilícitamente.
– En la 2. afirmas “Los ingresos de un
licenciado universitario o estudios superiores decentes son
mucho más altos que alguien que ha dejado el instituto a
medias.“ Creo que este pensamiento esta hoy en día de capa caída. En este país tenemos exceso de universitarios, debido al pensamiento de los padres de que tener un título significa tener éxito en la vida. Se demuestra actualmente que esto es un error, y que habría que fomentar la formación profesional y los oficios. Una universidad para todos no significa “todos a la universidad“, la masificación en las universidades devalúa el título y a las mismas universidades. Un arquitecto no puede construir una casa sin un jefe de obra, varios albañiles, encofradores, fontaneros… Esto es lo que yo creo que hay que potenciar y apoyar, sin que deje de significar una educación de calidad.
Es posible que Roger entienda dentro de «estudios superiores decentes» la formación profesional. Por otro lado, y a pesar del exceso de universitarios (yo también creo que existe, aunque no tengo datos), la tasa de paro entre éstos es inferior a la de prácticamente cualquier otro grupo de trabajadores, y sus salarios mayores.
Me parece sumamente interesante todo lo que has comentado en el artículo. Sencillamente tengo una duda ante la primera medida: me ha sonado algo que has dicho («Tercero, el dinero va dirigido sólo a quien más lo necesita, sin malgastar recursos subvencionando a las clases medias.») a que la clase media no merece el gasto de recursos del estado, cuando la realidad es que la aspiración de todo estado de bienestar debería ser la eliminación no de la clase media, si no de la clase baja. O al menos así lo he comprendido yo; si estoy equivocada o he dicho alguna barbaridad, por favor corregidme.
mj, no es «que la clase media no merezca el gasto de recursos del estado» sino que estos recursos que son limitados hay que distribuirlos entre los que más lo necesitan que evidentemente son los más pobres. De todas formas si la cuestión es «la eliminación de la clase baja» este gobierno va por buen camino, si les damos el tiempo suficiente acaban con la «clase baja» por inanición. Perdona por la broma pero no he podido contenerme.
Claro, pero la clase media ya tiene recursos. Queremos darle sólo dinero a los pobres, ¿no?
Si alguien tiene curiosidad por el EITC estadounidense, en esta página hay hasta una calculadora que te dice hasta cuánto podrías cobrar, si vivieras allá:
http://www.irs.gov/Spanish/Cr%C3%A9dito-por-Ingreso-del-Trabajo-%28EITC%29—%C2%BFDebo-Reclamarlo%3F
Parece que, más que a los trabajadores, a los que subvenciona es a los trabajadores con hijos a cargo. Si tienes al menos dos hijos podrías cobrar hasta 5000 $, no está mal. A un soltero no le dan ni para pipas. Tiene sentido.
Te compro todas menos la última.
C&P»Y sí en España con un 27% de desempleo es obvio que la gente no está en el paro porque quiere»
Que hagan como los de Bangladesh «que trabajan en las sweatshops en países del Tercer Mundo lo hacen porque quieren ya que» [sic]
PD: estoy 100% de acuerdo con tu post en ED, pero esa frase lo hace indefendible.
PD2: Siento el OT.
[…] Seis políticas para redistribuir la renta […]
Yo te las compro todas menos la cuarta.
El que te hereda, que te cuide.
(Y si lo cuida el Estado, que herede el Estado…)
Estoy de acuerdo. Sería muy divertido ver cómo las herencias para el estado serán recibidas por los libegales.
La cuestión es que si vas a heredar mucho, compensa. si eres un abuelete pobre, con ese razonamiento a tus hijos no les «compensa» cuidarte.
Personalmente estoy a favor de la ley de dependencia y de subir el Impuesto de Sucesiones.
Hola,
La primera de las ideas me parece francamente peligrosa, porque puede provocar un «tapón» salarial y una tendencia de salarios a la baja. Si el estado otorga una renta (un IRPF negativo) a quienes no alcancen determinado nivel salarial las empresas se escudarán en eso para no subir sueldos.
Más que otorgar un complemento decente a trabajos marginales lo que podría pasar es que todos los trabajos de un nivel medio-bajo se convirtiesen en marginales. «Que pague el estado» pensaría el empresariado, con la connivencia muchas veces del trabajador.
Tengo dudas de qué pasaría con el fraude fiscal. Puede ser que legalizase trabajo en negro pero puede ser también que fotaleciese los pagos en negro para que el trabajador no supere la cantidad de salario que le eliminaría las ayudas.
De forma más abstracta me parece que eso que se critica como «subvencionar a las clases medias» no tiene mucho sentido, ¿cómo se subvenciona a las clases medias hoy y desaparecería con ese sistema? No lo veo.
Hace unos meses discutí mucho sobre esta idea de Friedman (una variante) en este foro liberal:
http://liberalismodemocratico.wordpress.com/2012/11/22/la-justicia-para-los-liberales-i/
Respecto a las demás medidas no tengo excesivas discrepancias, aunque me parece que la última necesita una redefinición de las políticas de cotizaciones, prestaciones por desempleo, indemnizaciones por despido, etc. Bastante más amplia.
Saludos,
Efectivamente, un problema que tiene subvencionar sólo a los que tienen trabajo es que para los efectos es una subvención a las empresas que ofrecen minisueldos. Consiguen, pongamos por caso, un trabajo que para el trabajador vale 600 € (lo que gana entre sueldo y subvención) pagando solo 300 €.
Lo podrán conseguir, aparte de reducir los sueldos al salario mínimo legal (¡que por supuesto seguirá existiendo!) dividiendo un trabajo a tiempo completo en dos trabajos a tiempo parcial. Y como cumplir estrictamente los horarios aquí está muy mal visto y la inspección de trabajo a estos efectos no existe, pueden llegar a tener cuatro trabajadores por el precio de uno. Además, claro, siempre puede pagar parte en negro.
Esto puede no ser tan malo en la situación de paro descomunal y mayormente sin formación que tiene España. Al menos integraría a más gente en el mercado laboral. Lo malo es que en la situación económica de España tampoco hay dinero para hacerlo. Y a medio plazo, no me parece que será muy bueno para la productividad y las exportaciones incentivar únicamente los peores trabajos.
Para evitar esos problemas, a lo que se debería ir es a una renta universal, como quería Friedman, aunque no le gustara llamarla así. Requeriría un cambio de mentalidad y olvidarse de eso de «ganarás el pan con el sudor de tu frente», pero estoy convencido de que los efectos serían beneficiosos.
El más importante, desde un punto de vista liberal, es que por primera vez el trabajador tendría un poder negociador similar al del empleador. Podría decir «si no nos ponemos de acuerdo en el sueldo no trabajo» sin que supusiera una catástrofe para él. Entonces sí que el salario mínimo sería innecesario, y también en parte los elementos de acción colectiva como sindicatos y partidos de izquierda (sólo existirían para contrarrestar a los elementos de acción colectiva de los ricos, como cárteles y partidos de derecha).
El crédito sobre las rentas de trabajo parece una idea muy interesante pero no sé cómo puede ser sostenible. Suponiendo que se logren cuadrar bien las cuentas y que el mayor pago de impuestos por los salarios medio-altos pueda compensar el pagar el crédito de compensación a los salarios bajos (y es mucho suponer porque sólo de pensar cómo se podría aplicar aquí significaría modificar todo el sistema tributario) tiene además un riesgo muy peligroso y es que si se diese el caso de una crisis económica que afectase a las rentas media-altas proporcionalmente en mayor medida que a las bajas todo el sistema se vendría abajo de manera explosiva
Lo único que hace falta para que este sistema sea sostenible es que la economía sea sostenible. Si una crisis reduce mucho la recaudación, sea por donde sea, cualquier política social tiene problemas. Para las fluctuaciones habituales hay fondos de reserva y esas cosas.
Además, los impuestos no son finalistas. El complemento de renta (me niego a llamar crédito a una cosa que no hay que devolver) puede sacarse de un impuesto progresivo a las rentas altas, pero también de un impuesto al consumo, que es más estable (Friedman hablaba de un impuesto progresivo al consumo). O de otros impuestos perfectamente útiles que la revolución conservadora ha desactivado, como el impuesto sobre el patrimonio y el impuesto de sucesiones.
[…] de inserción. Bien, a este respecto no puedo sino decirles que lo borren todo y que mejor vayan aquí y copien literalmente lo que hay en el punto 1: si tenemos 1.000 millones para gastar en pobreza (y […]
http://www.javierortiz.net/voz/samuel/una-nueva-fiscalidad-1
+
http://www.javierortiz.net/voz/samuel/el-momento-de-la-renta-basica#comment1
=
😀
Me mola bastante, excepto el punto 3.
Muy interesante y de acuerdo con la mayoría, pero no concibo que las guarderías aumenten disminuyan el fracaso escolar y aumenten la productividad futura. Lo que sí lo hace es una reforma en condiciones ( no la de el gobierno) de primaria y secundaria. Y por supuesto una inversión para aumentar los recursos docentes de una mejor calidad y más preparados. Tampoco creo que que más horas lectivas sirvan de nada puede, si no mira a Italia uno de los países europeos con más horas lectivas lejos de los mejores formados, lo que sí sería viable a mi juicio es habilitar horas en los centros para realizar tareas fuera de clase como deberes y demas.
[…] la crisis, pero no por mucho. Aunque ciertamente algo más redistribución nos vendría muy bien (aquí unas cuantas propuestas – todas necesarias; nuestro estado de bienestar redistribuye poco y […]