Citoyen lleva una temporada dándome la vara en Facebook pidiéndome que diga algo sobre la tasa Tobin. La verdad, es una de esas cosas que me parecen tan obvias y evidentes que me hacen dudar un poco.

La crisis financiera me parece que ha dejado meridianamente claro que viviamos en un mundo donde los intermediarios estaban ganando dinero a espuertas a base de ofuscar todo lo que hacían con enormes cantidades de floritura contable y matemática. La gran banca, de hecho, se está poniendo las notas utilizando ordenadores gigantescos haciendo transacciones minúsculas a velocidad de vertigo; un signo claro de un intermediario ganando dinero sin aportar nada en absoluto.

La tasa de Tobin, en este caso, es un método sencillo de hacer que Goldman Sachs y sus mariachis no puedan ganar dinero haciendo esta clase de todas. El impuesto pondría un coste adicional a cualquier transacción financiera, así que sólo aquellas que tengan un margen de beneficio decente serían rentables. Los intermediarios sólo pueden ganar dinero haciendo cosas útiles, al menos en teoría – y encima estamos cascando un impuesto a organizaciones e individuos que son, en su inmensa mayoría, inmensamente ricos. Es una legislación garrula arquetípica; muy de mi estilo; el hecho que potencialmente vaya a reducir el volumen de transacciones financieras de forma dramática es un beneficio añadido.

¿Qué problemas le veo al impuesto? Primero, difícil de implementar. Intuyo (no me he puesto a hacer números) que no puede ser una tasa unilateral. Si la Unión Europea la aprueba pero Estados Unidos se queda fuera el resultado puede ser una fuerte fuga de capitales especulativos. Esto puede que no sea malo (y devaluar el euro nos vendría estupendamente), pero no es tranquilizador. Segundo, la tasa es indiscriminada, afectando más a transacciones pequeñas y frecuentes que a grandes movimientos y burbujas. No todas las transacciones pequeñas son inútiles; algunas, de hecho, son muy necesarias (money markets, créditos a corto para gastos corrientes, etcétera).  La tasa puede hacer daño donde no debe.

¿La verdad? Intuitivamente, estaría a favor. El problema es que sé que la intuición no es una buena consejera en estos casos; los mercados financieros tienden a ser poco amigos del sentido común, y más cuando el tipo de interés es cero. No me atrevo a decir que es la política adecuada, sin antes leer y pensar muchísimo más sobre el tema.


15 comentarios

  1. Josei dice:

    Tasa Tobin… Joder, pensaba que esa idea de un viejo lunático pseudocomunista ya estaba olvidada por absurda. Veo que hemos vuelto a las andadas en la izquierda rancia. Las crisis nos vuelven locos a todos.

  2. Roger Senserrich dice:

    Dos cosas:

    1. Hay muchos economistas muy respetables y nada de izquierdas hablando de esto. No es «comunista»; es un impuesto como cualquier otro.

    2. Si crees que tu brillante «argumentación» me convencerá que es una mala idea, tienes un problema. :-). Ya digo que aunque me parece una idea interesante, no estoy convencido que sea buena. Si te parece una tontería, ilumíname.

  3. citoyen dice:

    GRacias por el post 🙂 En realidad yo quería tener el contraste de opiniones con kantor que seguro que lee este post y está ansioso por dar un opinión, para ver si consigo formarme una opinión propia.

    Como batería de argumentos está bien este artículo de Carlos Arenillas, bastante equilibrado. http://www.elpais.com/articulo/empresas/sectores/deberian/pagar/impuestos/consumir/productos/financieros/elpepueconeg/20091220elpnegemp_3/Tes

    Lo de llamar a Tobin viejo lunático pseudocomunista tiene narices. Es uno de los inventores de todo esto y de las finanzas modernas en particular.

  4. Josei dice:

    Estas son razones para no poner la Tasa Tobin. Algunas se parecen a lo que tu has puesto como motivos en contra:

    http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/esp/2001/tobin/tobin.htm

    Sacado de la web de artículos de periódico de Xavier Sala i Martín. Claro que a la gente no le gusta este hombre por catalanista i «vendido al capital».

  5. Me he mirado los dos artículos, el de Arenillas y el de Sala i Martín, porque me interesaba el tema. Y francamente, el primero gana por goleada. Me explico.

    Los argumentos de Sala i Martín se centran más en descalificar las propuestas concretas (y probablemente ridículas) de ciertos grupos antiglobalización de salón, que en la propuesta seria que se recoge en el artículo de Arenillas y en este mismo. La verdad, la argumentación de Sala i Martín es bastante poco sofisticada incluso para mí, que ni siquiera soy economista. Probablemente porque sus oponentes también lo son.

    En fin, eliminando la parte de los antiglobalizadores, se van fuera sus argumentos 4, 5 y final (6). El 4 es particularmente propio de panfleto libertariano: la codicia de los recaudadores no tiene fin. Qué bien construido, sí señor.

    Además, parte del supuesto de que es imposible crear un sistema de tasa global con una recaudación y una gestión del dinero también global. Vale que es endemoniadamente difícil, pero si no nos ponemos desde ya a intentar trabajar en términos supranacionales, nos pondremos mañana, porque es una tendencia inevitable (y recalco: inevitable, sea por la vía cooperativa o conflictual) a largo plazo. Con esto se van fuera sus argumentos 2 y 3.

    Más difícilmente contestable, lo reconozco, es su primer argumento: no se puede diferenciar entre «especulativo» y «productivo». Francamente, no soy experto en mercados financieros, así que eso se lo dejo a quien lo sea.

    En resumen: quitando su primer argumento, el artículo de Sala i Martín apenas sirve para contestar a Arenillas ni a esta misma entrada. Así que, de momento, la tasa Tobin me parece una buena idea. Difícil, mucho, de llevar adelante, pero como concepto de partida, por qué no.

  6. citoyen dice:

    Bueno, para un artículo mejor fundamentado en contra tienes este post del neoliberal comeniños que curiosamente se autodenomina marxista Chris Dillow http://stumblingandmumbling.typepad.com/stumbling_and_mumbling/2009/11/against-a-transactions-tax.html y para uno en contra el del rojo comunista asesino de gatitos sito en Harvard Dani Rodrik http://www.project-syndicate.org/commentary/rodrik35/English

    El problema que yo le veo es similar al que pone Roger; es un impuesto que puede reducir la liquidez del mercado y además no tengo nada claro como se puede aplicar. Por otro lado, tampoco resolverá problemas como burbujas y demás, así que tampoco termino de verle el beneficio.

  7. Ian Curtis dice:

    En fin, me remito a lo dicho por Josei.
    Sala i Martín os da tal paliza argumental, en tan pocas líneas, y con un lenguaje llano que todo el mundo puede entender (y sin inventarse palabras! Conflictual… Me la apunto; esta vez no ha sido Roger el que me ha sorprendido con palabros de origen catalán/americano), que simplemente le ignorais, o dais argumentos pobres para descalificarle (o decís que es un ultraliberal, cosa que ni llega a ad hominem, porque es simplemente ridículo: Sala liberal radical? Sala?).

  8. Ian Curtis dice:

    Por cierto, me parece muy triste que a estas alturas de la vida divagueis sobre la tasa Tobin… en serio. Vais para atrás? Lo próximo va a ser el valor trabajo? La fisiocracia?

  9. citoyen dice:

    «con un lenguaje llano que todo el mundo puede entender »

    Sobre todo si compartes sus prejuicios y te gusta consumir la propaganda que se gasta en sus artículos de divulgación.

    Sala i Martín es un buen economista y un divulgador un pelín tramposo (expresión sesgada de la verdad te suena como término?) y lo cierto es que, como apunta jorge, su artículo no tiene mucho que ver con la tasa Tobin original sino con la que proponían los chicos de ATTAC.

  10. Marc Fargas dice:

    Solo se me ocurre que de poco serviría:

    Los «especuladores» verian sus costes aumentados, algo más a sumar al «spread» o las comisiones por operación (según cada cual). Así que el que especula simplemente tiene un coste adicional.

    Si gana dinero, ganará un poco menos y si gana mucho menos *entonces* y solo entonces intentará «evadir» ese impuesto.

    Si pierde dinero, lo perderá «algo» más rápido. El que se mete «para probar» que tal eso de los mercados simplemente se estrellará un dia antes.

    Lo único que haria este impuesto, desde mi punto de vista, es dar a los gobiernos algo de dinero para paliar el déficit, pero de ningún modo reducirá la especulación, almenos no con los porcentajes que se manejan.

    La gran pregunta del impuesto será: Quien se queda el dinero: el gobierno donde esté el mercado donde se hizo la operación? O el país donde está el sujeto pasivo? Ahí es donde se darán las tortas!

    Haced un ejercicio, sumad todas vuestras operaciones financieras en el año y calculad el 0,05% este que manejan ¿cuanto sale?, ¿Y cuanto suman todas las comisiones, etc que habeis pagado?.

    Bueno, solo es una opinión expresada con mi habitual mala redacción 😉

  11. Marc Fargas dice:

    Olvidaba el efecto «placebo político», es decir:

    «Mirad, todos esos que se hacen ricos a costa nuestra ahora pagarán un impuesto por ello, por valor de 6000 mill de €!!!»

    Y «la Plebe» contenta y feliz con ese 6000, si dudais que eso les contente mirad todos los bailes de cifras alrededor de la LOFCA…

    (el 6000 viene del artículo de ElPais, pero como digo, falta ver quien cobra que del impuesto, a España ni de guasa le tocaría eso!).

  12. Marc Fargas dice:

    Me parece que me explico francamente mal así que me comento a mi mismo para esquivar el límite de 140 caracteres de Twitter.

    Hay dos cosas a comentar sobre el impuesto este, la primera es su objetivo: Reducir el volumen de operaciones «especulativas» en los mercados. Y la segunda, su beneficio ‘colateral’: Recaudar un 0,6% del PIB mundial.

    Sobre la primera, tengo serias dudas de que este impuesto logre ese objetivo, las del primer comentario.

    Sobre la segunda, no niego que el impuesto pueda recaudar mucho dinero, muchísimo. El suficiente para que aquellos que ahora están cabreados (con o sin razón) con sus gobiernos respectivos se sientan un poco mejor. Luego ya veremos en que se usa ese dinero y como se reparte.

    Así que si, la medida puede ir de fábula para recaudar dinero, que es bueno y podriamos construir muchos trenes con el, tanto dinero que podriamos plantearnos un túnel bajo el Estrecho (Gibraltar) y otro de Brest a N.Y. 😛

    Pero eso no quita que el impuesto acabe siendo inútil en cuanto a su objetivo inicial. Es como si me dijeran que el impuesto sobre el tábaco es para disuadir de fumar, seria un fiasco, pero recaudaria mucho! 🙂

  13. Entiendo el objetivo subyacente que está tras el reavivado debate sobre el establecimiento de esta tasa, pero como dicen otros compañeros en sus respuestas (especialmente Marc Fargas, muy acertada su apreciación), dudo mucho que en ese sentido fuese efectiva. Las principales transacciones de tipo especulativo, sea en el mercado de divisas sea a través de derivados financieros, no sólo suelen mover cantidades ingentes de dinero, sino que el principal atractivo se basa en la alta rentabilidad que ofrecen a corto plazo (con un alto riesgo, todo sea dicho). Así pues eso de que motivaría las inversiones serias porque ofrecen un elevado margen de beneficio no es del todo cierto. En todo caso, únicamente expulsaría las pequeñas transacciones, que son las que a fin de cuenta apenas tienen una influencia palpable en los mercados financieros.

    Además de eso, no tengo del todo claro hasta que punto sería «beneficioso» teniendo en cuenta el papel que juegan los especuladores en el ajuste de tendencia al corregir los márgenes de arbitraje (cosa que a las grandes masas financieras les da absolutamente igual, normalmente tienen la influencia suficiente como para ser ellas las causantes de los mismos, no así las pequeñas en su conjunto). Ya digo que ignoro los resultados concretos, pero tampoco está de más tenerlo en consideración. La especulación per se no es perjudicial, y mucho menos en mercados financieros.

    En definitiva: Si quieren recaudar fondos me parece perfecto, pero como también apuntabas tú Roger, los problemas que plantea esta tasa en concreto más apuntarían a buscar métodos más «tradicionales», pero también más sencillos.

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