Seré un poco repetitivo, pero un informe policial como el que publican El País y El Mundo hoy es motivo más que suficiente para que dimita media Valencia. Para ser más preciso, media Valencia y alguna cabeza más en Madrid, en vista de la defensa entusiasta que no pocos dirigentes del PP hicieron estos meses. Sí, ya sé, «no ha sido considerado delito», etcétera. Es un informe policial, cargado de detalles, explicando como la cúpula regional de un partido político utilizaba toda clase de basura contable para pagarse campañas de forma ilegal.

El origen de todo el berenjenal es, como de costumbre, una combinación de opacidad contable, políticos sin oposición aprovechando su monopolio del poder regional para extraer rentas a empresas y «amiguetes». Es de hecho un ejemplo casi de libro de la explicación clásica de mercados de la corrupción: políticos cobrando precios monopolistas para dar acceso a contratos públicos.

Cualquiera que pretenda que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia actua de forma imparcial en este asunto es un necio. Es obligado a estas alturas reformar cómo juzgamos los delitos de corrupción en España, especialmente en el ámbito autonómico; es imprescindible «federalizar» estas investigaciones.

Más allá de eso, creo que esta clase de noticias dejan claro que el PP no es un partido con capacidad de gobernar España ahora mismo – o al menos, ha hasta que realmente se tomen en serio los enormes problemas internos que estos casos demuestran. Que la ley de financiación de los partidos esté rota no es excusa – sé de sobras que es un problema muy difícil de solucionar a base de regulación, incluso con dinero público. Por muy mal que lo haga Zapatero, el nadie va a confiar en el PP hasta que limpien la mierda que cargan a su espalda.

El peor de los escenarios posibles para España es que el 2012 la crisis apenas haya remitido, el gobierno socialista no haya pasado reformas estructurales serias y el PP sea incapaz de capitalizar la cobardía del PSOE ya que nadie se fie de ellos. No estoy criticando a Rajoy y su partido porque soy de izquierdas y odio al PP; la estulticia de los conservadores a estas alturas está haciendo daño al país. Dar cobijo y defender a políticos corruptos es irresponsable; renunciar de esta manera a ser una oposición creíble es criminal.

La verdad, siendo optimista, quizás esto sea buena noticia. Si el PP se lía en una guerra civil apocalíptica en su batalla por purificar al partido tal que los votantes huyan de ellos como la peste, a lo mejor entonces Zapatero deja de tener miedo de perder elecciones y aprueba reformas de una puñetera vez. Vaporizar y reconstruir universidades es fácil cuando los medios están fascinados con imágenes de diputados del PP retándose unos a otros a duelos al sol con espada y daga en defensa de su honra. Sí, soy un iluso.

Nota final: critico El Mundo y LD a menudo, pero me parece loable que estén hablando y criticando al PP en este asunto. Parece mentira que tenga que decir esto, pero aplaudiría con las orejas el retorno de Aznar (¡!) si eso significa que el gobierno se despierta de una puñetera vez – y el PP pasa a tener un programa de gobierno, por conservador que sea. Hace años decía que España había tenido suerte con sus políticos desde la transición. No me hagan cambiar de opinión.


16 comentarios

  1. Kantor dice:

    «Cualquiera que pretenda que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia actua de forma imparcial en este asunto es un necio.»

    Pues como el Constitucional con el Estatut, tres años después. Vamos, cualquiera que crea en los jueces españoles es un necio.

  2. Alatriste dice:

    Hombre, Kantor, un tribunal que discute a cara de perro durante meses puede ser muchas cosas, pero ¿Parcial? Si lo fuera habría dictado sentencia en cinco minutos… A uno que exculpa a velocidad de vértigo a un amigo del alma del juez (y por cierto que es curioso que algunos medios en este caso no hayan bramado que el juez debía inhibirse) solo se le pueden poner nombres muy feos.

    Roger, puedes irte preparando, aunque creo que la cosa no será tan negra, que la crisis habrá remitido aunque estará lejos de haber terminado del todo, se habrán hecho reformas pero tibias (y la universidad ni tocarla) y eso sí, el PP seguirá empantanado.

    Además, a IU no la veo capaz de hacer una gestión realista. Lo suyo son salidas como presentar mociones por la III República en los ayuntamientos y llamar a eso algo «cercano a las preocupaciones del ciudadano». Y su política económica o es inexistente o peor que eso.

    Y encima creo que Rosa Díez a poco que evite meteduras de pata públicas y espectaculares puede obtener excelentes resultados, lo cual sería el triunfo del vacío, en mi opinión.

    Más en general hay gente que parece que cree que odiamos al PP, y aún más, que lo odiamos por que nos mola odiar y punto. Cuando por lo menos a mí me encantaría tener una opción aceptable, un partido conservador o liberal (liberal de verdad, no «libegag»), moderno, europeísta, laico y moderado. El PP que tenemos es un club de funcionarios en excedencia del que han salido los pocos empresarios que había (Piqué y Rato), con un estilo clerical, nacionalista, reaccionario y estridente que parece más propio del siglo XIX que del XXI.

  3. d dice:

    ^^
    A mí me mola odiar, eh. Odiar es sano, y uno se define mejor por eso que por lo que ama, que, al fín y al cabo, suele ser algo más volatil.
    Pero sí, yo también estoy de acuerdo en querer otro PP en esa línea.

  4. Kantor dice:

    «Hombre, Kantor, un tribunal que discute a cara de perro durante meses puede ser muchas cosas, pero ¿Parcial? Si lo fuera habría dictado sentencia en cinco minutos»

    ¿Pero discuten sobre la legalidad del Estatut? ¿Tan dificil es? ¿O lo dificil es que se pongan de acuerdo los jueces «del PSOE», los «del PP» y los «de CiU».

    En Valencia y en Sevilla, por otro lado es más facil dictar sentencia, porque hay una clara mayoría «del PP» y «del PSOE» respectivamente.

    La clave es el genitivo.

  5. Alatriste dice:

    Kantor, ya veremos la sentencia (o al menos eso espero… 😀 ) pero creo que la gente se está equivocando sobre los temas más polémicos: la mayoría cree que la discusión va sobre la lengua y la nación (y si le interesa mi opinión creo que el tema de la nación es una polémica un tanto ridícula, pero que el texto del Estatuto deja claro que a los redactores les encantaría erradicar el castellano de la vida pública, tanto de la administración como de la enseñanza y los medios de comunicación; el artículo 6 no deja lugar a dudas).

    Pero en mi opinión lo que está ocupando más tiempo seguramente están siendo los temas más jurídicos del poder judicial en Cataluña, temas como las atribuciones del Consejo General del Poder Judicial y el Defensor del Pueblo.

    Y si quiere reírse y tiene tiempo, busque el Estatuto y cuente cuantos artículos dicen «los catalanes» y cuantos dicen «los catalanes y las catalanas». Descubrirá por ejemplo que el Parlamento Catalán tiene un «presidente o presidenta» pero tiene solo diputados y no diputadas (por si no se nota, quiero decir que el proceso de redacción fue una inmensa chapuza y se prestó nula atención a la coherencia).

  6. […] media Valencia. Para ser más preciso, media Valencia y alguna cabeza más en Madrid”, afirma Roger Senserrich, bloguero de Las Ideas. En la misma idea incide la diputada madrileña Reyes Montiel (IU): […]

  7. Mario dice:

    Kantor, sabrás mucho de economía, pero de Derecho no dejas de ser un ignorante.

  8. Kantor dice:

    Mira lo que dice Roger:

    «Cualquiera que pretenda que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia actua de forma imparcial en este asunto es un necio.»

    O sea que esta Roger de acuerdo en que los jueces valencianos son «del PP». Apuesto que los de Sevilla no serán menos.

    Es posible que los DOS seamos unos ignorantes, y resulte que los tribunales de Sevilla y Valencia sean irreprochables.

  9. Roger Senserrich dice:

    Kantor, he dicho a menudo que en Andalucia hay más mierda que en ningún sitio. Lee los enlaces; tenemos que reformar cómo se investiga la corrupción. Lo digo siempre.

  10. Kantor dice:

    Lo se, pero en algunos de tus posts da la sensacion de que nuestro sistema político no está simétricamente podrido.

    La cuestion es esta: el desprestigio de los políticos favorece a una ideologia anti-política como la mia. Así que estoy encantado de darte la razón respecto al PP, recordando eso si, que los otros son iguales, y que por tanto deberiamos eliminar al Estado de donde se pueda y eliminar a los políticos tanto como se pueda del Estado.

    Poco Estado, y el poco lo más automático y profesionalizado que se pueda.

  11. Mario dice:

    Pues como el Constitucional con el Estatut, tres años después. Vamos, cualquiera que crea en los jueces españoles es un necio.

    Del Estatut hay 180 artículos recurridos, algunos de bastante complejidad técnica (relacionado, sobre todo, con el equilibrio Estado-Autonomías), que inciden directamente en la configuración del modelo territorial. ¿Debe comportarse nuestro sistema como un Estado unitario, o como uno federal? El hecho de que nuestro Estado no sea una cosa ni la otra divide a la doctrina desde siempre (y la división no se corresponde necesariamente con la de progresistas y conservadores).

    Para que pueda dictarse sentencia, hacen falta, por lo menos, la mitad de los magistrados más el voto de calidad de la Presidenta. La cuestión está siendo decidida por 10 magistrados (uno ha fallecido y otro fue recusado), siendo la mayoría considerada «progresista» (5 + voto de calidad). Si no hay mayoría es porque, como se rumorea, uno de esos 5 magistrados se alinea con la postura que cuestiona algunos preceptos del Estatut.

    No obstante, kantor, es común entre los legos en una materia pretender opinar de un tema del que apenas saben. En alguna ocasión, yo lo hice con la economía, y salí debidamente trasquilado. No cometas el error de pensar que porque de un tema se hable mucho en los medios, eres un experto en él.

    PD: Ni yo, ni nadie, te va a negar que hay jueces imbéciles. O buenos jueces que dicen imbecilidades. Tampoco te voy a negar que la idea de Egócrata de una Audiencia Nacional dedicada a investigar y a juzgar la corrupción política me gusta. Pero lo que no soporto es la demagogia «anti-judicial» que se rebuzna en los medios. Y menos verla reproducida aquí. Es decepcionante que un tipo como tú, se conduzca con tan poco rigor cuando se sale de la economía.

  12. citoyen dice:

    Así me gusta Mario, defendiendo la ciudadela! 😀

    Lo que kantor está exponiendo, concedo que de una forma bastante burda, es lo siguiente. Tú y yo sabemos que las argumentaciones jurídicas están a años luz de ser algo más o menos objetivo o más o menos exacto. Las razones por las que una determinada interpretación y no otra sale adelante son oscuras y difíciles de entender. No es totalmente descabellado pensar que es posible que cosas como los prejuicios, los intereses particulares o la psicología de los jueces influyan en la decisión que se tome finalmente.

    Por supuesto, el mecanismo está diseñado de tal forma que esto se filtre de alguna forma. El poder judicial está relativamente descentralizado; hay un sistema de recursos y de garantías; las sentencias tienen que estar motivadas y argumentadas, etc… Kantor es obviamente excesivamente cínico con estas cosas y también un pelín simple, pero forma parte de su carácter de economista walrasiano (tender a) creer que la gente maximiza su beneficio egoista en una especie de vacío institucional. Pero incluso una vez que uno ha pasado todos esos filtros existe ambigüedad y (muchas) interpretaciones «creativas» posibles. Cuál de esas se elige es algo que el Derecho no nos dice.

  13. Ian Curtis dice:

    Qué enternecedor lo de Mario defendiendo su ciudadela, como dice Citoyen…
    Me recuerda al hijo/hermano (no recuerdo) de farmacéutico, en este blog, defendiendo el perfecto sistema actual de farmacias, o sin salirnos del sistema de farmacias, la postura altamente liberal del gran Alberto Recarte.

    Debe de ser que en Sevilla y en Valencia se interpreta el Derecho de forma diferente… Y es que ya lo sabemos: Sevilla tiene un color especial.

  14. Tvrtko dice:

    Añadamos determinadas sentencias de especial relevancia política a la confesión apócrifa de Bismarck: su proceso debe ser desconocido para salvaguardar la legitimidad del tinglado. Afortunadamente para la transparencia y desgraciadamente para los ingenuos cuyos ojos no quieren sentir, los medios son despiadados -al menos en los temas divisivos de le elite- e incluso revelan más de lo que pretenden.

  15. Mario dice:

    No se trata de defender ninguna ciudadela, Citoyen (ni Ian Curtis). Se trata de esperar a que alguien haga su trabajo antes de juzgar si lo ha hecho bien o no.

    En áreas como el Derecho, debemos asumir desde el principio que la ideología de los jueces afecta su cosmovisión, y que eso condiciona la respuesta jurídica. Lo que debe valorarse es el esfuerzo que se ha hecho por minimizar ese condicionamiento y argumentar una solución jurídica. Hay sentencias rematadamente malas y otras excepcionalmente buenas. Y el juicio de su una sentencia es mala o buena no la hacen los legos en Derecho, sino la doctrina.

    Lo que hace kantor al decir que cualquiera que crea en los jueces españoles es un necio es perfectamente equiparable a lo que hace cualquier taxista al hablar de economía.

  16. citoyen dice:

    «Lo que hace kantor al decir que cualquiera que crea en los jueces españoles es un necio es perfectamente equiparable a lo que hace cualquier taxista al hablar de economía.»

    Con la diferencia de que lo que dice el taxista al hablar de economía puede ser objetivamente falso o falaz- vamos hay estadísticas y matemáticas para verlo y que en cambio «Y el juicio de su una sentencia es mala o buena no la hacen los legos en Derecho, sino la doctrina.»

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