Política

Gobierno en tiempo muerto

8 Mar, 2016 - - @kanciller

Los partidos están tomando posiciones de cara al 2 de mayo, momento en el que se producirá la disolución automática de las Cortes. La crudeza de los reproches entre ellos y determinadas estrategias de negociación indican que las probabilidades de unas nuevas elecciones han vuelto a subir. En cualquier caso, hay pocas dudas de que si se produce gol será en el último minuto. Parecido, hasta cierto punto, con los tortuosos procesos de formación de gobierno en Andalucía y Cataluña hace escasas fechas. De no ser así, tocará volver a votar con la esperanza de desencallar la situación.

Las razones por las que se está alargando tanto la formación de gobierno han sido subrayadas con mucho acierto en otros posts. En este artículo, Luis Abenza ponía el énfasis en la fluidez y volatilidad del sistema de partidos como un elemento que hace ser muy estratégicos a los actores, dificultando la cooperación. En este otro, José Fernández-Albertos hablaba sobre la moción de censura constructiva o la fuerza de la presidencia como un elemento que hace desconfiar a los actores a la hora de pactar. Algunas de estos elementos parecen idiosincráticos de las pasadas elecciones, otros son más estructurales – como la debilidad de nuestro Congreso como elemento de contrapeso y control de los acuerdos. En cualquier caso, todo invita a ser pacientes.

En algunos países como Reino Unido o Dinamarca, las dinámicas de negociación no duran demasiado, apenas días, pero en Bélgica o Países Bajos la cosa puede demorarse semanas o meses. Sin embargo, con frecuencia se olvida que el propio tiempo tiene importancia como un recurso en la negociación. Como señala la literatura especializada, la información asimétrica entre los actores puede jugar un papel fundamental incluso en contextos en los que la volatilidad no es grande. Esto, al margen de la fluidez del sistema político y posibles sorpassos, tiene que ver la incertidumbre sobre las preferencias de los negociadores.

El argumento es bastante intuitivo. Un partido formateur, de entrada, no siempre está seguro sobre qué oferta sería aceptable por los otros partidos implicados en la negociación. Esto genera incentivos para empezar negociando a la baja – por ejemplo, alegando que “mejor yo que permitir que siga Mariano Rajoy”. Sin embargo, como la ausencia de gobierno y que no haya acuerdo, en teoría, es costoso para las partes, los otros partidos pueden emplear el tiempo como una señal creíble sobre sus preferencias. Los partidos con posiciones más extremas son más proclives a jugar con el tiempo ya que es la mejor manera de señalar que se está negociando duro. Por el contrario, los que son más centrales pueden tener más coste si no son capaces de pactar para formar gobierno.

Esto puede encajar bien con la situación de la CUP en Cataluña, cuyo acuerdo con JxS se culminó in extremis. Del mismo modo, también puede explicar las dinámicas de Ciudadanos o Podemos, dejando aparte sus (mejores o peores) estrategias de negociación. Tiene sentido pensar que para Podemos tendría coste aceptar la primera propuesta que hiciera el PSOE, de igual modo que para Ciudadanos no intentar facilitar la gobernabilidad.

Esto genera una previsión, y es que la polarización ideológica reduzca la ventana de ofertas aceptables para las partes. Es decir, si la distancia es grande entre aquellos que negocian, existen más cuestiones que son un núcleo irrenunciable en el acuerdo (Vicepresidencias, etc). Por lo tanto, pese a que se haga más complicado cooperar cuando los partidos compiten por el mismo electorado, también es cierto que la distancia ideológica puede hacer que el tiempo sea una señal más valiosa, retrasando el acuerdo.

Esto conecta con la idea de que los partidos políticos no son actores unitarios. Su heterogeneidad intra-partido hace que no baste sólo con el acuerdo de los líderes. Es importante que haya, como poco, el concurso implícito de las bases – aunque en España lo hemos visto también explícito en la consulta del PSOE. Por eso en cada oferta de negociación los líderes tienen en cuenta las líneas rojas que marcan los actores internos con “capacidad de veto”. Cuantos más puntos de vetos internos, más difícil será encontrar un acuerdo que satisfaga a todos. Así, las diferentes confluencias de Podemos o la división interna en el PSOE necesariamente implicará demora en las negociaciones.

Pero más aún, el hecho de que haya más partidos que se tengan que involucrar en la negociación tenderá a hacer que se alargue. La razón es relativamente sencilla; si es necesario apoyarse en diferentes partidos, el formateur siempre tendrá incentivos para alternar entre ofertas duras y blandas. Su objetivo final es explorar cuál es el socio que implica concesiones mínimas para gobernar y, en este baile de parejas, todavía se causa más demora en los tiempos. El PSOE, asumiendo que realmente quiera formar gobierno, juega a buscar el acuerdo a la baja e ir ensanchando sus apoyos parlamentarios desde ahí.

Por lo tanto, y teniendo en cuenta las razones iniciales presentadas por Abenza y Fernández-Albertos, la tardanza en la formación de gobierno se acrecienta dadas tres condiciones que se conjugan  de manera simultánea en España.

Primero, porque no sólo importa que haya volatilidad y cambio de sistema político, sino que es importante que esta volatilidad sea a nuevos partidos – líderes nuevos cuya estrategia de negociación sea más incierta. Segundo, que cuando uno de los nuevos actores es un partido anti-establishment, y más si combina una estrategia de negociación más adversa al riesgo con más rigidez interna, aumenta los costes de cualquier propuesta aceptable. Y finalmente, que cuando haya importante fragmentación del sistema de partidos y/o fuerzas políticas “compuestas” internamente, establecerá más puntos de veto al negociar, demorando todo el proceso.

Por lo tanto hay buenas razones para esperar que, si hay gol, vaya a ser en el minuto de descuento. Eso sí, mientras, gobierno en tiempo muerto.


38 comentarios

  1. EB dice:

    Pablo,

    Me alegro que reconozca que los partidos están formados por facciones. Y por supuesto cuanto más viejo un partido, mayor el número de facciones internas. Me alegro también de que reconozca implícitamente de que antes del 20D sólo hubo un primer desfile de candidatos pero no negociaciones entre ellos, algo que sin duda era necesario por la entrada de nuevos partidos (en realidad facciones que en otras circunstancias se habrían quedado dentro de los partidos viejos). En fin, muchos para negociar y la negociación recién empezó después del 20D y tiene para largo.

    España es un país donde persisten grandes divisiones internas y la crisis ha dejado claro que en el futuro próximo –y quizás por mucho tiempo– la torta no va a crecer para dejar a tantas facciones contentas con su pedacito. El próximo gobierno no podrá hacer gran cosa para cambiar las perspectivas económicas de España. Peor, esas perspectivas tampoco son buenas para toda la UE, que presionada por las circunstancias está entrando en etapa de consolidación para evitar una muerte lenta. Sí, mal que le pese a los falsos promotores de la UE, el futuro de cada estado miembro se decidirá a nivel de estado y no de la UE.

    Por suerte para España el gobierno ha entrado en tiempo muerto y ojalá dure mucho, lo suficiente como para que se busquen soluciones serias que permitan la coexistencia cooperativa de tantas facciones. Pero no apueste a que se encontrarán pronto.

    • Epicureo dice:

      Las facciones no tienen por qué aumentar con la edad del partido. Podemos es novísimo, y ya tiene varias facciones muy claras. El paso de formación asamblearia-circular a partido centralizado en un líder ha creado una fractura. También hay una división incipiente por la política de pactos.

      • EB dice:

        Epicureo,

        Usted tiene razón. Debí precisar de que me refería a partidos viejos y exitosos (es decir, que alguna vez accedieron al poder). Por suerte para la humanidad, ese Partido tan viejo que sobrevive en muchos países, esto es, el Partido Comunista, no tiene y jamás tendrá éxito en las democracias constitucionales. Una de las razones de su vejez fracasada es que reprime cualquier amago de disidencia.

        • durruti77 dice:

          Bueno, decir que Podemos es el Partido Comunista y que reprime cualquier disidencia es pasarse tres pueblos y un par de asambleas….
          No hay que marear tanto la perdiz: tarde o temprano PP, PSOE y Ciudadanos llegarán a algún tipo de acuerdo, se ve venir desde que saltó la liebre hace ya más de un año.
          Todo esto es una farsa, un paripé, esperpento muchas veces. La tragedia la seguimos interpretando los españoles.

          • EB dice:

            durruti77

            Por lo visto usted entiende lo que usted quiere. Mi referencia al PC no tiene nada que ver con Podemos sino con la idea general que había expresado en mi comentario inicial y que Epicúreo cuestionó correctamente. Si usé al PC es porque sobrevive en muchas democracias constitucionales a pesar de ser un partido viejo y fracasado.

      • Lester dice:

        En general creo que los partidos nuevos no tienen más facciones, han asentado su ideología y los movimientos son lentos. Las facciones suelen ser más de quién manda que facciones ideológicas.

        Pero creo que Podemos es un caso un poco especial.

        Podemos es un partido de, digamos, salvación nacional. Un partido que más que tener una idea de a donde ir, tiene una idea de de donde salir. Algo parecido a la UCD de la transición, fue un conglomerado de personas e ideologías que querían cerrar el régimen de franco. No les unía nada más. Y una vez conseguido, la desbandada.

  2. MG dice:

    Creo que cuando Rajoy pasa turno en la primera ronda de contactos con el Rey, pretendía «patear el tablero», o lo que es lo mismo, atascar el proceso de investidura «sine die» con el ánimo de conseguir apoyos (abstenciones, mejor dicho) de PSOE y C’s, preservando a su gallega marianidad de los «leones» de una investidura fallida y sin tener que negociar con estos partidos con otro argumento que no fuera el del bloqueo institucional. «Dejen gobernar a aquellos que hemos ganado las elecciones» y punto. En el peor de los casos, se pretendía ir a elecciones directamente, sin pagar el precio del escarnio al que sin duda se hubiera visto sometido el Presidente en funciones si hubiera dado la cara en el Congreso.
    Pero… ¡mal jugado, Sr. Rajoy!
    Resulta que Sánchez se anima, consigue el apoyo de C’s que María del No ni siquiera tiene a bien solicitar, soporta las dentelladas de los leones y, aunque es derrotado, pone en marcha el reloj. Rajoy ha perdido la iniciativa, así que sus chulescas réplicas en la sesión de Investidura sólo se entienden en clave electoral. Ha roto la baraja. Para salvar su trasero, básicamente.
    Es cierto que el desgaste que sufren Sánchez y Rivera en las semanas previas a la sesión de Investidura es grande, mientras que Rajoy e Iglesias se preservan, pero una vez concluída esa fase, me parece notar una sutil inversión. Sánchez y Rivera se anotan el crédito del diálogo -aún fallido- con los otros. Rajoy e Iglesias, sin embargo, ya sólo se dirigen a su propia parroquia, los dos encantados de haberse conocido, cada vez más llenos de «razones»; el uno tratando de minimizar el bocado de C’s, el otro intentando abrir la boca lo suficiente para tragarse medio PSOE.

    Quiero confiar en que los que aspiran a gobernarnos están a la altura de las circunstancias, quiero creer que van a saber poner la gobernabilidad del país por encima de sus intereses partidistas e inmediatos pero… cuando escucho hablar a Irene Montero, una mujer sin duda inteligente y expresiva, advierto en su discurso una cerrazón simétrica a la de Dolores Cospedal, de quien no espero ni que sepa construir una frase que aúne contenido y corrección sintáctica y gramatical.

    Y eso me preocupa.

    • Vellana dice:

      No me extraña que le preocupe. A una no la entiende porque es abogada del estado; a la otra sí porque es psicóloga.
      Un saludo.

  3. PP dice:

    Personalmente coincido bastante en la opinión que presenta el artículo, la situación e incertidumbre que presenta la Nación es insostenible, creando un estado de dudas a un futuro cercano. No es normal que los partidos estén vetándose y descalificándose en cada rueda de prensa que ofrezca un portavoz en el congreso, y me pregunto ..
    ¿Tan complicado es sentarse y dialogar?, a caso en este país, en el periodo de transición no pactaron Suárez y Carrillo, tanto el Rey como Don Adolfo sabían que para presentar a la sociedad unas elecciones libres y fehacientes deberías de darle voto al Partido Comunista, lo que me hace volverme a preguntar ..
    ¿Tan difícil es crear una gran coalición PP / PSOE?, coalición en la que de una vez por todas llegue a este país un gran pacto nacional .. pacto en economía, educación, condiciones laborales, salud y bienestar, etc etc
    Después nos encontramos con la nueva entrada en el panorama político de Podemos y Ciudadanos, en mí opinión considero muy buena la aportación de ambos, para mí crean una nueva sabía y energía, la clase política no crea una buena opinión pública, y todo es creado por esta misma clase, la corrupción es inaceptable y más aún en forma de fondos públicos contribuidos por unos contribuyentes que tienen que ver los que cobra un senador y el salario mínimo interprofesional que estos mismos ejecutan en su cámara. Para el final, tenemos el problemas del Independentismo, casi nada …

  4. juan dice:

    Aquí el problema sigue siendo que alguien con el 22% de voto y siendo cuarto donde se presentó con su nombre en la papeleta busca un gobierno en solitario sin contar con el que más votos ha obtenido y sin contar con alguien que le pisa los talones.

    Inconmensurable caradura quien acusa a otros partidos de traicionar a sus votantes por no ceder al chantaje del PSOE.

    El que no quiere hablar de sillas es porque las quiere todas para él mismo.

    • MG dice:

      El PP partía de 123 escaños y hoy tiene 122+1; el PSOE obtuvo 90 escaños y ha negociado hasta alcanzar los 131…
      Pedro Sánchez (a quien no considero un gran político, la verdad) quedó cuarto en su demarcación. Correcto. A Rajoy lo han nombrado persona non grata en su ciudad. Correcto también.
      Pero hay que recordar que nuestro sistema político no es presidencialista, sino parlamentario, y en un sistema parlamentario se cuentan escaños, todos los escaños y nada más que los escaños. Es decir, en la «demarcación» parlamentaria, el PSOE (que no Sánchez) se coloca en primera posición con sus escaños y los de C’s mientras que el PP (que no Rajoy) queda segundo.
      ¿O he sumado mal…?

      • Vellana dice:

        Coño, coño, coño cómo sumamos.
        Es decir, que según usted el PSOE se queda con los escaños de C’s; supongo que por esa regla de tres, C’s se queda sin ninguno. Ahora dígale usted a un votante de C’s que a quien ha votado no es a quien ha votado sino al PSOE.
        Será usted del PP, pues sólo el PP siguiendo su gran argumento, en la próxima campaña electoral se lo recordará de continuo al votante de C’s: «déjese de paridas, haga caso a MG y vote directamente al PSOE».
        Un saludo.

        • MG dice:

          Las perspectivas electorales de C’s nunca han sido tan buenas como para que sus votantes creyeran que estaban eligiendo al muevo presidente del gobierno. Quien votó a C’s sabía (o debería haber sabido) que votaba un programa político, un ideario que requiere de pactos para desarrollarse. Y por más que pataleen, señores adoradores de Santa María del No, los que no terminan de enterarse son ustedes (abogadas del estado incluidas…).

          • Mr. X dice:

            ¿Cómo que no? A un par de semanas de las elecciones, andaba Metroscopia de El País diciendo que Ribera andaba a un par de puntos de Rajoy, subiendo como la espuma.
            Y hubo quien se lo creyó (incluido el pobre Ribera, que dijo aquello que esto era un partido de tres, para excluir a Podemos de los debates).
            Luego, claro, pasó otra cosa.

          • Vellana dice:

            Me desconcierta usted. Primero dice que los diputados de C’s en verdad son del PSOE. Ahora dice que los votantes de C’s ya sabían o deberían haber sabido algo que no tiene nada que ver con lo anterior (que C’s no iba a poder gobernar solo) para justificar lo primero.

            Y no siendo devoto de Rajoy, sí le digo que en algo tiene razón: no me entero de nada… de lo que escribe. ¿Será usted también psicólogo? Desde luego, tiene madera; se inventa una historia, su percepción de la realidad deja mucho que desear, nos expone confusamente sus deseos y con gran precisión sus odios, nos suelta sus gracietas preadolescentes. Y todo lo quiere hacer pasar por sesudo análisis. En fin, lo de siempre en su entorno.

            Un saludo.

            • MG dice:

              «el PSOE obtuvo 90 escaños y ha negociado hasta alcanzar los 131…» es igual a «Primero dice que los diputados de C’s en verdad son del PSOE. «?
              HA NEGOCIADO no le dice nada?
              A ver si va a ser usted abogado del estado también… No me sorprendería.. Preadolescente seguro que no.

      • juan dice:

        que yo sepa el PP ha ofrecido un gobierno plural de gran coalición, no ha buscado solo «apoyos», ofreció hasta vicepresidencias a Sánchez y Rivera.

        Sin embargo el PSOE se ha inventado lo del mestizaje, gobierno del cambio (el que lleva casi 40 años en Andalucía) etc pero sin proponer ese gobierno plural por ejemplo 5/5/3/1 (PSOE-Podemos-Cs-IU) para que esa mayoría que quiere para la investidura esté también en el gobierno y sea más estable. Otra cosa es si Podemos y Cs aceptarían eso o no, pero de momento el PSOE no ha dado a entender en ningún momento que entienda que en esta situación no puede haber un gobierno monocolor.

        • Alatriste dice:

          ¿Ah sí? ¿Exactamente cuándo y dónde ha hecho Rajoy ninguna oferta de gobierno, esa o ninguna otra? Que Maroto dijera que el PP «estaría» dispuesto a eso no es una oferta, es una ocurrencia de Maroto… que por cierto creo que nadie más ha repetido desde entonces. Ni siquiera el mismo Maroto.

          Pero aunque fuera cierto, seguiríamos en las mismas. Que el PP no haya querido negociar no es tan grave como el hecho de que Rajoy es radiactivo. Habría que ser el rey de los masoquistas para 1) afrontar el riesgo de que aparezcan aún más casos de corrupción rampante en la cúpula del PP y 2) sufrir otros cuatro años de no-gobierno abúlico en el que la respuesta única a todos los problemas es dejar que se pudran.

          Para Ciudadanos hacer eso sería extremadamente peligroso. Para el PSOE sería directamente suicida. En cambio correrían ríos de champagne (perdón, de cava) en las sedes de ERC, DiL y Podemos.

    • Alatriste dice:

      Si ese fuera el problema, no habría problema. Nadie le haría ni caso, y punto. Y en teoría lo que quisiera o pensara Sánchez debería importar un bledo cuando las fuerzas a su derecha suman 177 diputados, mayoría absoluta…

      Pero en la práctica cuenta muchísimo, y por dos motivos:

      – por un lado quien «le pisa los talones» no es que tenga unas formas insultantes – que las tiene – ni que empezase pidiendo sillones – que empezó – ni que tenga ideas peligrosas para la democracia – que las tiene – sino que quiere una política imposible porque la derecha (PP, Cs, PNV y DL) suma 177 votos, o 178 con CC, y la izquierda solo 172/173.

      Voy a repetirlo: aunque Sánchez aceptara todas las exigencias de Iglesias y además consiguiera no solo el apoyo de ERC sino hasta el de Bildu, ridícula como es la idea, seguiría perdiendo todas las votaciones cada vez que a la derecha le importara el asunto; es decir, cada vez que se votara algo mínimamente parecido al programa de Podemos.

      En el mundo real, con los resultados de estas elecciones, los progresistas podemos darnos con un canto en los dientes si el programa de gobierno es una combinación de los programas del PSOE y Ciudadanos. Nada más a la izquierda tiene la menor posibilidad.

      – Y el segundo problema es que el más votado – con un 28%, que no es para tirar cohetes – no solo ha conseguido generar un rechazo general por su pasividad ante la corrupción y su arrogante forma de gobernar en el pasado. Además de eso su conducta después de las elecciones ha sido tan torpe que uno siente la tentación de llamarla suicida. Han pasado nada menos que 80 días desde las elecciones y todo lo que ha hecho es decir que es el más votado – cierto-, que por eso debe gobernar – falso, democracia es el gobierno de la mayoría, no el de la mayor minoría – y que va a hacer una oferta «generosa y valiente»… que nunca hace.

      En resumen: un gobierno del PSOE con Podemos, aparte de si se desea o no se desea, es inviable porque no hay mayoría de izquierdas. Hasta sumando a ERC y Bildu solo se llegaría a 172 contra 178 (y el electorado del PSOE no aceptaría esos apoyos). Y un gobierno con Rajoy resulta intragable para todos, incluyendo hasta a Ciudadanos, y Rajoy no está haciendo absolutamente NADA para cambiar eso.

      Estos son los mimbres, no hay más.

      • Vellana dice:

        «Voy a repetirlo: aunque Sánchez aceptara todas las exigencias de Iglesias y además consiguiera no solo el apoyo de ERC sino hasta el de Bildu, ridícula como es la idea, seguiría perdiendo todas las votaciones cada vez que a la derecha le importara el asunto; es decir, cada vez que se votara algo mínimamente parecido al programa de Podemos.» La teoría es así, pero no la práctica.
        DiL es de derechas en segunda instancia. En primera es secesionista e, igual que se ha tragado toda la mierda ultraizquierdista que le ha exigido la CUP a cambio de su apoyo, si hay que votar a favor de medidas izquierdistas para conseguir un referendum o relajar la vigilancia del gobierno respecto a sus actos, votarán lo que sea: http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/veinte-medidas-sociales-ofrecidas-junts-pel-si-cup-desencallar-investidura-artur-mas-4725749.

        «…por su pasividad ante la corrupción y su arrogante forma de gobernar en el pasado. » Esta frase tiene su gracia dicha por alguien del PSOE.
        Un saludo.

        • Alatriste dice:

          En cuanto al primer punto, da igual que DiL esté dispuesto a votar lo que sea, suponiendo que sea así (dicho sea de paso en la CUP no parecen muy de acuerdo con eso de que Convergencia aceptará una política de izquierda radical por la secesión…), porque por si no ha quedado ya lo bastante claro, el PSOE no está por la labor de rendirse a Mas y Junqueras. Aunque solo sea porque hay maneras mucho menos dolorosas y humillantes de suicidarse…

          Y respecto a lo de la corrupción, incluso si eso fuera verdad Rajoy habría hecho en solo cuatro años el camino que González en catorce y acabando del mismo modo, sin aliados ni por la derecha, ni por la izquierda, ni por el nacionalismo. Pero lamentables espectáculos como el del «finiquito en diferido» o el de blindar a Barberá al mismísimo día siguiente de sostener que ya no se iba a pasar una explican por qué no encuentra aliados. O en arrogancia, no dignarse siquiera responder a las llamadas de Rivera, el único hombre que podría salvarle y de hecho al principio lo estaba intentando. Lo de Rajoy es una ceguera digna de una tragedia griega.

          • Vellana dice:

            El PSOE, mejor dicho Pdrschz, hará lo que estime oportuno, valorando si es un suicidio o no tal o cual apoyo. Pero es simplemente falso situar a DiL en el grupo de las derechas frente a las izquierdas. DiL gobierna con ERC y otros elementos izquierdistas y el apoyo de CUP en Cataluña.

            Lo demás, lo de culpar al PP de lo que hace el PSOE, me parecen intentos de tratar de ocultar lo que es simplemente un deseo de gobernar aún siendo la segunda fuerza más votada. Un deseo que me parece normal y legítimo, y que no entiendo que haya que disfrazar diciendo que no se quiere pactar con el PP xq son malos y corrutos. Porque para malos y corrutos, el PSOE no tiene que irse muy lejos de Ferraz o San Telmo. Pero bueno, ya que nos ponemos a justificar de forma injustificable lo que no necesita justificación, precisaré:
            Veo que no nos acordamos. A Rajoy le ha pasado algo parecido a lo que le pasó a Felipe, salvo que a este último, además, con casos en la administración que gestionaba (Roldán, fondos reservados, BOE). Hubo, igual que ha habido, corrupción galopante durante muchos años en el PSOE, pero sólo cuando la crisis estuvo en su apogeo, los medios y la sociedad la tuvieron en consideración. Exactamente igual que ahora. Y fuera como fuese, eso no impidió a nadie pactar con el PSOE… simplemente perdió las elecciones y el PP consiguió los apoyos necesarios. En las siguientes elecciones, pactaron IU y PSOE antes de las elecciones. Es más, hace menos de un año, tras una forma arrogante de gobernar (pregunten a IU qué opina de cómo el PSOE-A les trató en la coalición o qué pensaban el PP o UPyD) y una corrupción mucho más lesiva para Susana Díaz por su cercanía a la misma, resulta que el PSOE-A no encuentra ningún problema en pactar. Lo he dicho una vez y lo digo mil… lo de la forma de gobernar y lo de la corrupción como excusa es un cuento para militantes y simpatizantes acríticos.

            Barberá no ha sido blindada ningún día, es senadora por designación autonómica.
            Lo de que Rivera puede salvar a Rajoy… Rivera es irrelevante, no pinta nada a día de hoy. Y sí, sí le respondió, incluso sin decirle que lo primero que tiene que hacer es apartarse y dejar paso a otro. Y hombre, puestos a buscar arrogantes, qué tal el del «indecente», «no es no», «¿qué parte del no no has entendido», el que no envía el acuerdo al PP, el que equipara a PP y Bildu.

            Y todo este lío por no ser claros:
            1º El PSOE no quiere pactar con el PP, porque tiene la legítima intención de gobernar.
            2º El PSOE no quiere pactar con Podemos pues las condiciones que impone Podemos son inasumibles, o, dicho de otra forma, no está nada claro que Podemos quiera pactar.
            3º Aunque Podemos quisiera pactar, haría falta el apoyo de partidos que, aunque estuviesen dispuesto a darlo, sería a cambio de algo que seguramente el PSOE no pudiera aceptar (por no estar de acuerdo o por suponer erosión electoral).
            Ya. Ni Barberás, ni Rajoys, ni indecentes, ni formas de gobernar, ni Bárcenas, ni más cuentos para almas cándidas.
            Un saludo.

      • juan dice:

        el posicionamiento actual del PNV está más a la izquierda que el de Cs.

        • Vellana dice:

          Claro, claro. El concierto económico es una medida de izquierda que te cagas. Los ricos se quedan con el dinero y los pobres tienen que darles más.
          En fin.

        • Alatriste dice:

          No sé yo en qué, pero aún si fuera así ¿Qué cambiaría?

      • durruti77 dice:

        Convergencia y PNV serán de derechas, pero son inmiscibles con Ciudadanos.
        Si el PSOE quisiera, tendría una investidura con apoyo de la izquierda y de los nacionalistas. Pero como el PSOE ya no es ni remotamente de izquierda ni tan siquiera federal, pues allá va…
        No acierto a entender la cerrazón con el tema catalán: por qué no se tomarán un té con Cameron para que les dé unas lecciones prácticas de política?

        • Alatriste dice:

          Dudo mucho que en Convergencia y en el PNV estén dispuestos a cosas como las que van en el programa de Podemos, con o sin independencia. Pero el caso es otro: cuando uno negocia cede en unas cosas para ganar otras. Que el PSOE aceptase hacer la política de los separatistas en unas cosas para poder hacer la política de Podemos en otras, eso no sería negociar; sería ser rematadamente imbécil…

          • juan dice:

            bueno, el programa de Podemos en muchos puntos es más moderado que el del PSOE, otra cosa es que el PSOE no tuviese intención ni de cumplir el suyo propio.

            • Alatriste dice:

              Como chiste, puede valer. Ahora danos algunos ejemplos de esos puntos en los que Podemos es más moderado que el PSOE, que nos vamos a reír. O por lo menos yo; dudo mucho que los podemitas se tomen a broma un insulto tan hiriente como sugerir que el PSOE no solo es de izquierdas, sino que ¡Su programa es más de izquierdas que el suyo! 🙂

          • durruti77 dice:

            Pedro quiere ser presidente, Podemos quiere hacer políticas de izquierdas, el PNV quiere más pasta y Convergencia quiere un referendum: lo veo un escenario razonable.
            Más razonable, desde luego, que la gran coalición por la que suspira esa inmensa minoría…

            • Vellana dice:

              No digo que no tenga razón, pero no sé dónde ve usted eso que dice.
              Lo primero está claro.
              Lo segundo, no está nada claro; depende de lo que entienda usted por políticas de izquierda: Pero ni un referéndum de autodeterminación, ni una vicepresidencia, ni el CNI, ni el Mº de Defensa o RTVE son de izquierdas.
              Lo del PNV será así, pero sólo por aquello de :»todos queremos más».
              Y lo de Convergencia, será también. Pero realmente no lo creo. El referéndum lo quieren Podemos y, antes, el PSC. Pero ¿para qué quiere Convergencia un referéndum? Si sale sí a la independencia, nada cambia: ellos ya están en eso; de hecho ya han dicho que ellos han ganado las elecciones plebiscitarias y actúan YA en consecuencia. Si sale no, nada cambia: ellos han ganado unas elecciones autonómicas con un mandato que ya están llevando a cabo desde el gobierno.

              Por último, y aunque fuese cierto eso que dice, yo no veo que sea razonable o más razonable que la gran coalición. ¿Cuáles son esas razones tan razonables? Yo le diré lo que yo veo que no es nada razonable:
              Aplicar políticas de izquierdas: quiera decir lo que quiera decir eso, al final lo que quiere decir es aumentar el gasto. Simplemente no nos van a dejar hacerlo; si tiene dudas, pregunte a Tsipras.
              Lo del referendum: ya lo he explicado antes; es un acto inútil, seguramente ilegal, que lo único que va a generar es un enfrentamiento hasta intentar darle aspecto legal y después frustración.
              En lo que sí estoy de acuerdo con usted es en lo que no dice: ninguno, ni el PSOE, ni podemos, ni el PNV, ni DiL tienen el más mínimo interés en hacer reformas estructurales y regeneradoras. Porque mire, siendo yo como soy, hasta me parecería bien un gobierno PSOE-Podemos-PNV-DiL que pusieran sobre la mesa mecanismos de regeneración: independencia de todos los órganos de la administración, independencia de los miembros del CGPJ, dotación de medios humanos y técnicos para la justicia, acabar con el caciquismo en la universidad, etc. etc. Pero no, que si yo quiero ser presi, yo quiero el CNI, yo un referendum… grandes objetivos para que avance un país (no digo que el PP sea mejor en eso).
              Un saludo.

  5. EB dice:

    Leo rumores de que Sánchez en su desesperación por un pedazo de la torta estaría dispuesto a acostarse con Iglesias, confiando en que Rivera está tan perdido que se dejará engañar como vieja resignada. Quizás Iglesias se conforme con una vicepresidencia pero no está claro que otros diputados de Podemos que representan a votantes cuyo apoyo a Iglesias varía mucho estén dispuestos a sacrificar sus principios o intereses. Igualmente, quizás Sánchez no se equivoque sobre Rivera pero tendría que tomar en cuenta a otros diputados que representan a votantes cuyo apoyo a Rivera varía mucho. Por último, quizás Sánchez tendría que volver a chequear que todos los otros diputados del PSOE son leales a él y no a los viejos capos del partido.

  6. EB dice:

    Pablo,

    En su artículo Flor de un Día, usted dice
    «Sin embargo, imaginemos que no hay gobierno, que no sale ningún acuerdo y el 26 de junio estamos votando otra vez. Es muy difícil que no vuelva a ser percibido como un fallo de toda nuestra clase política. Hemos cambiado todo y aquí estamos otra vez, como en Italia, con una política mirando en una dirección y una sociedad que le da la espalda.»

    Se equivoca sobre Italia y sobre España. Su análisis ignora la complejidad de la sociedad (la gran diversidad de humanos y las grandes divisiones entre tribus de humanos que caracterizan históricamente a Italia y España). Además, ignora que siendo la política competencia por el poder sin límite de tiempo, en las democracias constitucionales esta competencia exige a los competidores una disposición a renegociar continuamente sus apoyos. No se crea el cuento de que los políticos son los líderes de la sociedad. Los políticos son candidatos para proveer algo que la sociedad en un momento determinado parece demandar, pero las demandas de las sociedades «complejas» nunca están bien articuladas y para peor cambian rápido en reacción a otros cambios que los «expertos» no supieron anticipar.

  7. EB dice:

    Pablo,

    A pesar de los muchos esfuerzos socialistas para imponer a Sánchez u otro similar, las negociaciones no parecen avanzar. Más bien parece que por cada paso adelante se dan dos hacia atrás (la situación cambia muy poco porque por suerte son lentos de cabeza y les cuesta arrastrar los pies).

    Ojalá siga el gobierno en tiempo muerto por años así los españoles empiezan a pensar cómo asumir las responsabilidades de vivir sin molestar a los demás. Sí, ese cambio tomará generaciones pero es el único que puede salvarlos.

  8. EB dice:

    La vejez de España parece asegurar un largo gobierno en tiempo muerto. En siglos pasados, una situación como la actual habría generado intentos de cambiarla recurriendo a la violencia. Pero hoy España es muy vieja y para peor esa juventud extendida hasta más allá de los 30 ha sido «educada» no para trabajar (algo que requiere esfuerzo y responsabilidad personal) sino para ser mamones (sujetos pasivos que viven reclamando a otros, en particular al Estado). Sí, la «paz» no es gratis.

    Gobernar en tiempo muerto tiene dos beneficios. Primero, el gobernante poco o nada puede hacer para cambiar (bien o mal según sea el gusto del consumidor) el estatus quo, aunque tiene la ventaja de que si algo fuerte sucediera, sí podría hacer algo mientras que sus opositores sólo podrían decir tonteras. Segundo, los muchos que se pelean por un pedazo de la torta se ven forzados a revisar continuamente sus posiciones para no quedar fuera del circo y estas revisiones van dejando en claro que lo esencial es el pedazo de torta y que el recurso a principios es pura hipocresía. Mientras tanto los escribientes que sirven a los políticos han agotado sus balas que eran siempre han sido pocas.

  9. […] este transija o no dependerá, claro, del cálculo de costes que haga. Esto conecta con algo que recordaba Pablo Simón y que conviene recordar aquí: los partidos no son actores unitarios. Esto explica, […]

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