Hace un año y poco días fui invitado como oyente a una conferencia organizada por la Fundación Manuel Giménez Abad y Konrad Adenauer sobre el sistema electoral alemán y español. La idea era hacer un diálogo con juristas, politólogos y políticos de ambos países y discutir sobre sus problemas y propuestas para reformarlos. Como no conocía demasiado el tema me puse a investigar y fruto de aquel buceo en libros saqué este post sobre el origen del sistema electoral y el incierto contexto en el que se negoció. Sin embargo y en mi modesta opinión el desarrollo de la conferencia fue bastante mejorable. Y no por culpa de la organización, que fue exquisita en el trato, sino por el propio desarrollo del debate sobre el tema. Las presentaciones de los alemanes fueron como procede; explicaron su sistema electoral, el debate sobre la barrera electoral del 5% y el problema que tienen con los escaños excedentes – luego lo explico. Por el lado español, sin embargo…
Los juristas se enredaron en desgranar las leyes sin abordar la sustancia mientras que en determinados momentos cometían, directamente, errores de bulto (Llegué a escuchar que el sistema electoral es muy proporcional). Parecía que estaban vendiendo un producto más que discutiéndolo. Además, cuando tocó el turno de los políticos, su actuación no pudo ser más lamentable. Una destacada política socialista preguntó sobre la polémica de si Bildu debía tener grupo parlamentario (¿?) y afirmó unas palabras que tengo grabadas a fuego en mi cabeza: “Me voy con la idea de que el sistema electoral español está muy bien diseñado y es justo. Puede hacerse algún retoque, pero así está bien”. Ante tal cúmulo de cuestiones discutibles solicité la palabra para intervenir pero no hubo tiempo, así que me quedé con las ganas de decir cuatro cosas.
Si presento esta historieta es porque últimamente oigo hablar otra vez del sistema alemán como un posible sustituto al nuestro. Ese es el que dice que dice proponer Rubalcaba, el PSC para Cataluña o el que prefieren algunas figuras de creciente influencia. Parece que es el que más gusta aunque sospecho que no tienen ni idea sobre cómo funciona. Me priva que haya quien pida al mismo tiempo listas desbloqueadas y sistema “alemán” porque tal cosa no existe. Pero no puedo evitarlo, cada vez que hablan de esta reforma recuerdo las palabras de aquella líder socialista y me pongo a sospechar… O son tremendamente creativos o no tienen ni idea de lo que están diciendo. Además, siendo mayores de edad, es complicado que cuando uno tiene un sistema electoral que lo favorece vaya a modificarlo a las bravas con la primera ocurrencia que se le pase por la cabeza.
Permitidme que resuma rápidamente cómo funciona el sistema alemán antes de seguir. Este sistema se denomina de representación proporcionalizada (a no confundir con los sistemas no compensatorios de Japón o Rusia, aquí explicados). El ciudadano dispone de dos votos al mismo tiempo en diferentes papeletas. Una es la lista de partido cerrada bloqueada, como aquí, que opera en un distrito de ámbito nacional (aunque para asignar los escaños por vía de las listas funcionan los 16 länder). Aplicando la fórmula de Saintë-Laguë/ Schepers se reparten así los 622 escaños del Bundestag. El segundo voto es para el representante directo de uno de los 299 distritos uninominales de Alemania. Este sería el representante más cercano a los ciudadanos, digamos.
El resultado final de este modelo es completamente proporcional, donde la lista marca el tope de representación para los partidos. Ahora bien, lo que se hace es “llenar” esos escaños en primer lugar con los diputados uninominales y el resto con la lista. De todas maneras hay dos cuestiones que merece la pena destacar. El tema que preocupaba a los alemanes – y sobre el que tienen sentencia del Constitucional por medio – es el de los escaños excedentes. Si hubiera más escaños directos que de la lista, como se considera que este primero tiene preferencia, se aumenta el número de diputados del Bundestag para darles acomodo (así que el Parlamento alemán cambia de escaños en algunas legislaturas). Y segundo, en Alemania tienen una barrera nacional del 5% o bien ganar en tres distritos uninominales, y a veces también ha sido objeto de crítica por parte de los partidos pequeños.
Pues bien, si el PSOE de repente se ha vuelto fan del sistema electoral alemán y quiere un sistema proporcionalizado, a parte de mirar en un manual cómo funciona debería responder a un par de preguntas relevantes. La primera se relaciona con los distritos. Alberto Penadès tiene toda la razón, probablemente haya que liquidar las provincias. Entiendo que de ninguna manera podríamos asignar un único diputado a las mismas, una distribución territorial totalmente anacrónica y nada cercana. Por lo tanto, hay que hacer circunscripciones nuevas. ¿Cómo las trazamos? Y lo que es más importante ¿Quién? En los países mayoritarios suelen tener comisiones independientes que se encargan de estas cosas pero, como comprenderéis, en España uno no puede hacer más que temerse gerrymandering – que se diseñen para tener mayorías partidistas. Además, no es lo mismo el cambio que hicieron en Nueva Zelanda en los noventa, que venían de un sistema con distrito uninominales mayoritarios para hacerlo mixto, que crear ex novo distritos uninominales para uno proporcional.
Pero un segundo elemento muy importante es qué vamos a hacer con la barrera electoral. No es lo mismo tener un 3% a nivel provincial que un 5% nacional. Si se pone el requisito de los distritos uninominales seguro que CiU, PNV o Amaiur aguantan. No lo veo tan claro para ERC o BNG. ¿Y qué pasaría con Izquierda Unida o UPyD? Pues en estas elecciones uno queda dentro y otro fuera del Congreso, lo que todavía causaría más votos perdidos que el actual sistema. Ya sé que esta barrera es modificable a la baja, pero no es un tema menor. Quizá, de todas las restricciones, estas dos cuestiones serían las que causaría más controversia partidista.
Es decir, y este es mi argumento fundamental, que estas restricciones hacen muy probable un bloqueo de la reforma porque no haya acuerdo entre partidos. La propuesta del modelo alemán no sería más que un movimiento más en la línea de la reforma del Senado; decir todas las legislaturas que se va a reformar, poner una comisión a marear la perdiz y no hacerlo nunca por falta de acuerdo.
Hay algunos artículos que dicen que el sistema electoral español es el mejor de los posibles para obtener un equilibrio entre representación de las preferencias partidistas y rendición de cuentas (echar gobiernos). Creo que esos argumentos son convincentes y merece la pena discutirlos, aunque sean ciegos al sesgo partidista. Ahora bien ¿Se aumentar la proporcionalidad? Con tres cambios menores se puede mejorar mucho sin marear tanto la perdiz; Primero, reducir el mínimo provincial de 2 a 1 escaños para evitar que haya tanto desajuste población/voto. Segundo, aumentar los escaños de 350 a 400 en el Congreso para que haya más diputados en los distritos poblados, luego también más proporcionalidad. Y por último, el cambio de la fórmula D´Hondt por una de Sainte-Laguë o cuota de Hare. Estos tres cambios ya logran el objetivo y se podían haber aprobado fácilmente la pasada legislatura pero no quiso hacerse.
Me canso de decir que los sistemas electorales no son varitas mágicas. Hay infinidad de cosas más urgentes y más sencillas de hacer así que, por favor, no lo fiemos todo a este cambio. Pero resulta mosqueante que como el tema está en la agenda haya que hacer postureo político al respecto. Y sí, el sistema alemán suena muy bien independientemente de si se conoce o no, así que vamos a proponerlo ya que, total, sale gratis porque luego nunca se hará. “Mi sistema electoral favorito es el alemán”. Estupendo, mi favorita del Padrino es la segunda ¿Y qué? En fin, no me extraña que los alemanes no nos tomen en serio. Ni siquiera nuestros propios responsables políticos toman en serio sus instituciones.
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Bola extra para catalanes
La ponencia del Parlament va a buen ritmo para sacar una Ley electoral propia. Ante lo importante del tema en la opinión pública y lo volátil del escenario electoral, parece que los partidos están acercando posiciones. No se sabe si se sacará el modelo de los expertos finalmente, ya que tanto CiU como PSC se están inclinando por un modelo mixto (aún confuso en los detalles). Mi sospecha, y perdonad por mi pesimismo, es que es muy probable que aunque se llegue a acuerdo sobre el modelo la propuesta encalle cuando llegue la hora de dibujar el mapa de los distritos. Ojala me equivoque.
Sé que sería remontarse demasiado en el tiempo, pero España ya ha tenido diseñados distritos electorales uninominales. Fueron un factor clave del sistema restauracionista y también estuvieron vigentes durante una buena parte de años del periodo isabelino. He buscado en varias ocasiones la delimitación territorial de los distritos y no he podido encontrarlos (en Internet, por lo que no puedo enlazarlos). Tomaban como base algunos partidos judiciales pero no eran exactamente iguales, sino que existían importantes modificaciones.
No sé si podían haber sido fruto del gerrymandering. No es algo imposible.
No siempre estuvieron vigentes, porque durante el periodo isabelino se conjugaron con la provincia como distrito por las presiones de, qué gracioso, los progresistas. Opinaban que la atomización del distrito favorecía a los grandes terratenientes y caciques conservadores de las provincias de interior. Fue un punto de fricción constante durante el periodo isabelino (que, por cierto, terminaría con la salida de los progresistas del sistema en la revolución de septiembre tras una ley electoral de conciliación por parte de los moderados que no dio los frutos deseados).
Los distritos uninominales determinaron la política española durante el siglo XIX, especialmente durante la Restauración. Fueron el origen de la furia de Joaquín Costa con el sistema, y de buena parte de los regeneracionistas. Observaban en el sistema electoral el alma corrupta del sistema político de la época. Tiene su gracia que en un país con estos antecedentes, parte del nuevo regeneracionismo político del país reivindique de nuevo los distritos uninominales. Los tiempos han cambiado, pero, de concretarse una reforma en este sentido, ¿cuánto tardaríamos en escuchar a nuevas voces regeneracionistas que la fuente de todo mal corrupto del sistema político proviene de los distritos uninominales?
Las «reuiones politicas» sean de Ecocomia,Cambio de la Ley electoral etc de la UE,demuestran que alejados estan de los problemas de los ciudadanos y Pymes.
Tenemos una Ley Hipotecaria que es ilegal en la UE: y que afecta gravemente a la ciudadania.
El doble de politicos que en Alemania.
La Reforma de la Ley Electoral es clara para todos menos para ellos.porque no les conviene.Listas Abiertas ,menos politicos,escasos Consejeros y quien desee incorporarse
a la Politica con estudios y haber trabajado en su profesion.
Al retirarse igualdad ,desempleo y a buscarse la vida.
No tenemos el doble de políticos que Alemania. http://www.eldiario.es/zonacritica/politicos_6_26657343.html
La Unión Europea no ha dicho exactamente eso sobre la ley de deshaucios. http://www.jotdown.es/2013/03/tsevan-rabtan-es-la-ley-espanola-sobre-desahucios-ilegal/
El sistema proporcional de verdad es el de Israel, proporcionalidad pura y barrera de corte baja, un 2%. El problema es que a los grandes partidos no les interesa esto y aplicarán el lampedusismo, cambiar todo para que todo cambie.
Obviamente lo del 5% o 3 circunscripciones es una barrera que dejaría fuera a casi todos los partidos minoritarios, por la propia dificultad y también porque propiciaría voto útil aunque haya doble voto.
Lo que llamas «proporcionalidad pura» de Israel, es lo que en España solemos llamar «malvado método d’Hont».
http://en.wikipedia.org/wiki/Elections_in_Israel#Electoral_procedure
Será alguna exótica cuestión dialectal.
El problema* son las provincias.Si los escaños los repartes más o menos a 6 por distrito, la proporcionalidad pura (que no existe hasta que se legalice amputar diputados) nos dicta que la barrera electoral de hecho por distrito ronda el 16%. Y, después, le pones la poesía que quieras.
BTW, el mejor documento jamas hecho del sistema electoral que tenemos, hecha por una de esas instituciones sin sentido a las que nunca prestamos atención: http://www.consejo-estado.es/pdf/REGIMEN-ELECTORAL.pdf
* Por no entrar en si el mejor sistema es el que convierte a Soria y Teruel en inexistentes políticamente, o no. Que es un debate en si mismo.
El problema, como dices, no son tanto las provincias, bajo mi punto de vista, como el mínimo de dos diputados por circunscripción. Es una alteración muy obvia de la proporcionalidad que beneficia a los partidos mayoritarios (fundamentalmente PP, voto interior-voto conservador). Al menos en su día, cuando se redactó la ley electoral.
Pablo propone corregir esto más arriba, junto a otras dos medidas muy sencillas y sensatas que contribuirían a mejorar nuestro sistema electoral sin volarlo por los aires. Creo que tiene razón.
¿Esto implica la mayor irrelevancia política de Teruel o Soria? Bueno, este argumento me valdría si a) hoy en día tuvieran alguna relevancia política y, especialmente, b) si los diputados que representan a los habitantes de Teruel o Soria se comportaran como tal y no como un engranaje más del grupo parlamentario de turno. Hoy en día no tiene sentido mantener la ficción de la representación territorial en el Congreso cuando se ha visto que no existe más allá de los partidos regionales.
Buenos apuntes sobre lo de Soria y Teruel. Los he mencionado, que conste, por sacar mas facetas de este problema, no porque me sea especialmente importante la representación de territorios así, especialmente si mantenemos una fuerte descentralización; así, si Soria quiere algo que le pegue gritos a la Junta de Castilla y León, donde seguirá siendo más relevante que en la totalidad de España.
Y aun así, es algo que no deberíamos perder de vista.
El problema no es tanto que esas provincias estén sobrerepresentadas, sino el hecho de que aunque tuviesen menos, por ejemplo 1 diputado, empeoraría las cosas, ya que todos los votos menos el del partido ganador en ese distrito irían a la basura.
Se requiere que cada elección haya distrito único, lo demás son alteraciones artificiales. En las municipales, los concejales no se asignan por barrios.
D’Hont sobre circunscripción única tiende a la proporcionalidad, y más aún con sólo 2% de barrera, a las pruebas nos remitimos, 11-12 partidos para 120 diputados, entre el primero y el segundo no llegan a la mitad, el hecho de que sea «tan fácil» que tu partido preferido entre en el parlamento minimiza el voto útil que tanto impacta en el sistema español, donde en casi 40 provincias solo 2 tienen opciones.
¿Como puede alguien desear el sistema político israelí? Por lo menos yo lo veo como inestable a más no poder, con varios períodos de gobiernos muy cortos, lo que lleva al inmovilismo en cuestiones claves, como el proceso de paz (recordemos cuando Clinton casi lo consigue, hubiera cambiado la historia moderna mundial).
Gracias Pablo por el excelente post. Me dejas igual de preocupado de como estaba sobre nuestra clase polítca.
Saludos.
Yo deseo posibilidad real de sustitución de partidos, como sucede en Israel ahora con el laborismo y Likhud en retirada, que con un bipartidismo perpetuando un inmovilismo corruptoy un status quo que cada vez difiere más del sentimiento social, mantenimiento de forma del estado, sumisión la Bruselas, etc.
[…] A vueltas con el sistema alemán […]
Varios temas,
Sobre el artículo debo decir que es un placer poder leer un texto que ponga en cuestión determinados pensamientos mágicos sobre el sistema electoral.
Decir que el sistema alemán me parece francamente adaptable a la realidad española, aunque con algunas adaptaciones, como pueda ser el voto preferencial en el voto directo (lo que condicionaría la política frentista de los últimos años, sin imposibilitarla, incluso en escenarios de mayoría absoluta), además de hacer algo más imprevisible el gerrymandering.
Respeto a los criticismos que señala el texto, es cierto que la barrera electoral es excesiva para la barrera española y dejaría fuera a muchas candidaturas actual del Congreso, aunque lo lógico en el caso español seria adaptarla al 3% que actualmente existe en las circumscripciones. Una enmienda al artículo: en el sistema alemán, aquellos partidos que representan a una minoría nacional (por ejemplo, los daneses de Schelswig-Holstein) no necesitan cumplir ninguno de los dos criterios citados en el artículo. Esto podría valer para candidaturas como ERC, BNG, Compromís, Foro, UPN, Geroa Bai… que se encuentran ahora mismo en esa situación.
En el caso de IU o UPyD (y otros partidos de ámbito estatal) hay que tener en cuenta que el nuevo sistema electoral también les permite incentivar el voto en las 40-50 provincias (dependiendo de la elección) dónde hasta ahora no tienen oportunidades reales de conseguir representación.
Y respeto a la desaparición de la discriminación positiva a los territorios menos poblados, más allá de coincidir con Verlaine, recordar que no es función del Congreso representar a los territorios (tampoco es así en Alemania), si no que tenemos una institución hasta hoy inútil y desaprovechada llamada Senado que debería ser el órgano de representación de los territorios. Aquí, me quedaría a medio camino entre nuestro sistema electoral y el alemán, simplemente eliminando los senadores elegidos mediante sufragio y, por otro lado, dotándolo de utilidad, cediendo competencia exclusiva en algunos temas.
No he querido mencionar al Senado en mi comentario anterior porque hoy por hoy es poco menos que ridículo hablar de él en términos de pragmatismo político. Es otra reforma pendiente, al margen de esta, pero que va ligada.
Me ha parecido fascinante lo que comentas sobre las minorías nacionales en Alemania. Exactamente, ¿cuáles son los criterios que adopta la ley electoral alemana para determinar cuáles son partidos que representan intereses «nacionales» y cuáles no? Pienso que es una discriminación positiva injustificada, por otro lado, porque si quieres hablar de lo mal que está la crianza de vacas en la Pomerania tendrás que currártelo en igualdad de condiciones al ecologista que reivindica la erradicación del motor de combustión en el mundo entero.
Las minorías nacionales están estipuladas por la propia legislación, pero tienes razón en que el criterio es cuanto menos cuestionable.
Por poner un ejemplo, se reconoce a los daneses de Schleswig-Holstein o a los sorabos en Sajonia y Brandenburgo, pero no a la comunidad turca escampada por todo el país.
Trasladar esto a España sería más que complicado, ya que parece difícil que las administraciones centrales estén dispuestas a reconocer estatus de minoría nacional, por lo que la adaptación más lógica sería aquellas candidaturas de partidos que no tienen en sus Estatutos todo el territorio del Estado cómo ámbito de actuación y que se presentan en menos del X% de las circumscripaciones uninominales.
Evidentemente, podría existir algún tipo de fraude, pero un partido de ámbito estatal que modificara Estatutos y no se presentara en muchas/todas circumscripciones para evitar la barrera, tendría muchos problemas para justificarse cómo partido estatal ante su electorado.
¿Cambiar el sistema electoral actual por el alemán podría mejorar el nivel de los políticos? Mi hipótesis es que al tener distritos uninominales, los candidatos tendrían mucha más visibilidad en su distrito ante los electores (comparado con España, donde poca gente conoce los diputados de su provincia). Esto favorecería la competencia entre los partidos para presentar al mejor candidato en cada distrito: las cúpulas de los partidos no podrían simplemente colar a cualquier apparatchik semianalfabeto en la lista, como sucede actualmente.
Las medidas que mencionas en el artículo para reformar la ley electoral son bastante similares a la propuesta de Izquierda Unida, pero nunca habrá una reforma que quite poder al PP y al PSOE mientras estos puedan evitarlo…
De hecho los alemanes sí que tienen un sistema electoral con listas abiertas y desbloqueadas: el de las elecciones municipales. Realmente una obra maestra de ingeniería electoral. En este tipo de elecciones el elector alemán cuenta con tantos votos como número de miembros del Consejo municipal a elegir. Dichos votos el elector los puede distribuir libremente entre los candidatos. Así se puede premiar a un candidato determinado con un máximo de tres votos y también se puede castigar a un candidato tachando su nombre. Incluso se pueden elegir candidatos de listas diferentes. Como es fácil de imaginar, el recuento de votos en la noche electoral resulta por su complejidad un infierno para los miembros de las mesas electorales. Y no es raro que muchas papeletas sean declaradas nulas: si el elector por error ha puesto una cruz de más se invalida lógicamente toda la papeleta. Cabe recordar que el tamaño de los Consejos municipales alemanes en relación a la población del municipio es mucho mayor que en España. Así ciudades grandes como Colonia, con un millón de habitantes, eligen nada menos que a 90 (noventa) concejales. Por comparación Barcelona, con más de un millón y medio de habitantes, elige sólo a 41 concejales. Es evidente que un elector de Colonia ha de estar muy atento para evitar marcar más de 90 cruces en la papeleta, aunque sólo sea una cruz de más, lo que obliga a repasar la papeleta varias veces antes de depositarla en la urna. En el recuento, evidentemente, también hay que estar atento paro no invalidar una papeleta por no haber contado correctamente las noventa cruces. Además de todo lo anterior, el sistema no tiene ninguna barrera electoral. Lo cual explica la dispersión del voto y el gran número de partidos representados en los Consejos municipales alemanes.
No me imagino un sistema así aplicado en España. Acostumbrados a nuestras listas cerradas y bloqueadas, muchos electores necesitarían un curso de aprendizaje para saber hacer uso de tanta libertad en la elección de candidatos.
Por cierto, en 2011 la Coalició Compromís realizó una interesante propuesta de reforma electoral, con el nombre de «Referéndum Baldoví», con el objetivo de aumentar la proporcionalidad y la pluralidad del Congreso de los Diputados. Las características planteadas son básicamente las siguientes:
-Aumentar el número de diputados de 350 a 400.
-Adaptar las circunscripciones electorales a la realidad territorial de España, sustituyendo las provincias por las comunidades autónomas. Lo cual, además, permite un tamaño típico de circunscripción mucho mayor, que favorece la proporcionalidad en el reparto de escaños.
-Fórmula de Hare en lugar de la fórmula de D’Hondt.
-Listas abiertas o desbloqueadas.
Los detalles están explicados en la web
http://explica.compromis.ws/es/
El diario El País publicó cómo habría sido el resultado de las elecciones generales de 2011 aplicando este sistema:
«Cómo habría quedado el Congreso con otra ley electoral»
http://politica.elpais.com/politica/2011/11/22/actualidad/1321974726_397200.html
habría mucho más interesante y de paso mucho más fiel a las preferencias de los votantes.
Nunca pensé que leería la palabra «postureo» en Politikon.
Buen artículo, como siempre.
[…] desde lo alto de la más grande de las burbujas. Y cualquier cambio en nuestro sistema, si no vamos con cuidado, puede romper más que […]
[…] algunos días me quejaba de que, aunque todos son fans del sistema electoral alemán, nadie dice ni pío sobre temas […]
Reconozco que es difícil explicar completamente el sistema electoral alemán, y que en estas páginas solo se ha pretendido presentar un resumen, pero en ese resumen aparecen dos cosas que no son ciertas:
a) la lista cerrada no «opera en un distrito de ámbito nacional», sino que hay tantas listas cerradas como lander, o sea 16.
b) el número de escaños a repartir no son 622, sino 598.
De todas formas estoy buscando una descripción correcta y completa de este sistema que incluya la reciente reforma de febrero que aprobó el Bundestag para contentar al Constitucional, descripción que no encuentro.