Internacional

En la muerte de Hugo Chávez

6 Mar, 2013 - - @jorgesmiguel

Artículo escrito por Jorge San Miguel con la colaboración de Jorge Galindo.

La actualidad nos impone aventurar un balance sobre Chávez y el chavismo que esperamos sea apresurado pero no imprudente. Hugo Chávez Frías ha sido una figura controvertida hasta el final, y lo seguirá siendo tanto si el chavismo se difumina como si pervive. Incluso contando esta última posibilidad, la desnaturalización de un régimen tan personalista es probable una vez desaparecido su fundador, líder y prácticamente único foco. Y esta es una de las claves del chavismo a nuestro juicio: su carácter providencial, irrepetible, no replicable y profundamente divisivo.

Un breve balance

Un repaso objetivo al largo período de gobierno de Chávez vez debe dar cuenta de la reducción de la pobreza y la desigualdad operada en estos años. A continuación ofrecemos una tabla-resumen del periodo, remarcando 2002 como punto de inflexión en la serie (más datos pueden ser observados aquíaquí):

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Hay que poner esta reducción de la desigualdad en un contexto de alza de las materias primas entre 2002 y 2008, que permite relativizar el impacto real de las políticas chavistas, especialmente si se comparan con los de opciones socialdemócratas en el mismo período como Brasil y Chile. De hecho, es más que probable que la apuesta de Chávez haya contribuido a aumentar la dependencia de Venezuela del petróleo y a reducir la gama de opciones de desarrollo. Las reservas de petróleo de Venezuela son enormes, pero el crudo no es de calidad óptima y la industria se resiente de la mala gestión y la falta de inversión. Por último, el coste de desarrollarse a base de petróleo en términos de inflación es patente para Venezuela. Estos últimos meses la escasez de alimentos ha llegado a ser preocupante.

Otros datos sobre la situación social de Venezuela resultan elocuentes y dramáticos en otro sentido. En 2012 se superaron los 13.000 homicidios en el país, lo que supone una tasa de 45,1 por 100.000 habitantes. Unas cifras netamente superiores a las de naciones como Colombia y México y que la sitúan entre las más violentas del continente. Muchos señalan la responsabilidad directa del gobierno bolivariano en armar, apoyar o tolerar a diversos grupos armados, y en dificultar por negligencia o de propio intento la acción de las fuerzas del orden.

En relación con lo anterior, un resultado claro de los años de Chávez ha sido incidir en el deterioro institucional de Venezuela. La revolución chavista se ha hecho a costa de una política frentista que -sin duda ayudada en muchos momentos por la incompetencia o mezquindad de gran parte de la oposición- ha generado un espacio público con, por ahora, pocos espacios para los consensos y las alianzas. El órdago chavista se ha expresado con un notable desprecio de las formalidades democráticas; por más que un amplio porcentaje de venezolanos -los más beneficiados por la redistribución gubernamental, los más concernidos por su mensaje de redención y dignidad- haya refrendado la popularidad del Comandante y sus retóricas de combate en sucesivas elecciones.

Explicando el deterioro institucional

Para explicar cómo la suma de petróleo y desigualdad puede haber condicionado la democracia venezolana en la última década y media, recuperamos (tal cual) una idea que Cives desarrolló antes de las elecciones en nuestros foros internos. El argumento toma elementos prestados de esta «teoría del populismo» de Acemoglu. Y parte de la premisa de que cuando un gobierno tiene una cantidad casi ilimitada de recursos derivados del petróleo sin tener que recaudar impuestos, es capaz de tejer una red de influencia y de hacer gastos que, aparte de estar mal orientados, crean una red de dependencia del Estado y del poder político de forma que la alternancia es de facto muy dificil y la rendición de cuentas muy pobre.

Es fácil entender que esto es un fallo de la democracia comparándolo con un esquema alternativo en el que existe una ganancia de eficiencia. La forma más trivial de ver esto es pensando que cuando se tienen recursos ilimitados, los votantes sufren una «ilusión fiscal» al no saber si todos esos servicios públicos que les son provistos vienen de la buena gestión o de que el petróleo ha subido por las nubes.

Pero hay una forma un poco más sutil de verlo sin recurrir a la idea (verosímil) de que los votantes están poco informados. Digamos que tenemos un líder que tiene en su gestión dos tipos de tareas que los votantes evalúan: una la repartición de los recursos derivados del petróleo, otra todo lo demás. Llamémoslas «gestión» y «redistribución»: todos los votantes quieren que se gestione el Estado eficazmente, pero también esperan ser parte de la redistribución. La parte crucial es que la evaluación tiene dos dimensiones y no una.

Para ser reelegidos, los gobernantes tienen que construir una coalición ganadora de, al menos, la mayoría más uno. En esta situación, un gobernante puede prometer a una mayoría de la población un programa redistributivo sin tener en cuenta al resto y, en un sistema democrático, esto podría permitirle ganar elecciones. Llamemos a esto «compra de votos». Si los votantes priorizan la redistribución solo evaluarán al gobierno en esta dimensión y la «gestión» no podrá ser evaluada. Entre dos gobiernos, uno que gestione bien y no redistribuya a una mayoría y uno que redistribuya a la mayoría y gestione mal, la mayoría preferirá al segundo.

¿Qué es lo que impide que en la mayoría de economías de mercado, sin recursos naturales, los gobernantes recurran a este tipo de técnicas? Generalmente, conseguir recursos es costoso. Los impuestos tienen efectos de incentivos que son un freno a la redistribución. Si suponemos que la gente es más contraria a descender su nivel de vida que a no aumentarlo, entonces es fácil ver que un gobierno que desee redistribuir tendrá que aumentar también el tamaño del pastel gestionando mejor. Típicamente, en un sistema más o menos igualitario, los ciudadanos interiorizan el efecto de las decisiones del gobierno porque la gente que paga impuestos es más o menos la misma que se beneficia de ellos.

Pero si los recursos vienen de otra fuente que no son los impuestos, como ha sucedido en Venezuela, las cosas cambian sustancialmente. Un gobernante puede comprar a una mayoría con esos recursos y, mientras una mayoría ganadora se beneficie de ellos, seguirá manteniéndose en el poder. ¿Por qué esa mayoría no castiga al gobernante? Un grupo de votantes que se beneficie de la redistribución pero desee que se gestione podría, en principio, votar contra el gobernante. Sin embargo, esta amenaza no es creíble porque al cambiar su voto, darán la victoria a la oposición. Nadie quiere salirse de la coalición (del chavismo) para formar parte de una nueva porque no tiene claro si en la nueva saldrá ganando o no, y la nueva coalición tiene muy dificil comprometerse de forma creíble a mantener para este grupo el mismo bienestar.

El futuro del movimiento y la estrategia de la oposición

La estabilidad y prosperidad de la Venezuela futura seguramente dependan de la capacidad de la oposición y de los herederos del chavismo de hallar un lenguaje común y comprometerse de manera creíble, pero fuera del esquema populista -quizás, y sólo quizás, Capriles es capaz de desarrollar una estrategia en este sentido-, y un terreno donde llegar a acuerdos más allá de las encendidas retóricas sembradas durante los mandatos de Chávez, construyendo una coalición alternativa.

¿Qué futuro puede esperarle a Venezuela y al chavismo? A corto plazo, el equilibrio parece claro. Todos los actores deben haber descontado ya la muerte del Presidente desde hace tiempo, y actuado en consecuencia. Esto debería asegurar una relativa estabilidad. Más aún lo debería hacer el hecho de que el Gobierno sabe que, si convoca unas elecciones, lo más probable es que las gane. Para la oposición, por su parte, es una estrategia ganadora el wait and see: esperar a que el movimiento evolucione sin su líder para tener más posibilidades de una victoria sólida.

A largo plazo, una posibilidad para los herederos de Chávez, si consiguen sobrevivir a las esperables luchas intestinas y a la ausencia de la figura que ha focalizado todo el movimiento desde hace más de una década, es convertirse un movimiento proteico, institucionalizado y progresivamente vacío de contenido ideológico real; una maquinaria política adaptable y oportunista en la línea de otros populismos históricos de la región como el peronismo. Pero sólo el tiempo dirá si los venezolanos rescatan el legado de Hugo Chávez insertándolo en un nuevo escenario político más inclusivo, o bien el peso del líder bolivariano fallecido es demasiado grande para sus compatriotas y sus mismos camaradas revolucionarios.


65 comentarios

  1. Felix dice:

    Primero un poco de trolleo gramatical y ortográfico. Supongo que quiere decir que la gente es adversa y no aversa (¿por que no decir contraria, que es más fácil?). También supongo que en la frase «la gente no tiene claro que…» quiere decir «la gente no tiene claro si…».

    Yendo al fondo del asunto me llama la atención el parecido del proceso que has descrito para que Chávez se garantizara el apoyo popular con lo que hacían los ayuntamientos españoles hace unos años. Unos y otros gastaban a manos llenas unos recursos que venían de una fuentes excepcionales no ligadas a impuestos (el petróleo en un caso, la burbuja inmobiliaria en otro) para ganarse a la mayoría de los votantes. Cuando ese recurso excepcional se agotó, los ayuntamientos españoles dieron en quiebra. Veremos si pasa lo mismo en Venezuela si llega a haber una bajada significativa del precio del petróleo.

    • Jorge Galindo dice:

      Bien visto. El paralelismo es interesante, la verdad.

      Y tienes razón en el trolleo. Voy a revisar ; )

    • Cives dice:

      El parecido no es casual :). Pero el peligro, en mi opinión, no es el agotamiento a largo plazo (el petróleo va a seguir siendo caro a medio plazo, pienso), sino la falta de incentivos que tienen los votantes para ser exigentes en otras dimensiones. Si los votantes solo piden al gobierno que mantenga o mejore marginalmente su bienestar y cada año hay una nueva ronda de recursos que llueven del cíelo, entonces no tienes que mantener instituciones políticas y económicas funcionales.

      De todas formas, si en su momento no escribí sobre esto es porque la idea era mucho más intuitiva que analítica y no estoy nada seguro de que las mates cuadren.

      • Javier Yohn dice:

        Se me ocurre que es intuitivamente correcto, pero también que en algún momento comer y saber leer no será suficiente. Al tener las necesidades básicas cubiertas, el pueblo venezolano empezará a exigir otras cosas. Que la Justicia funcione, que se pueda andar por Caracas sin que te atraquen, que no falte comida. Todo esto es muy intuiivo, claro, pero me parece que tiene cierto sentido.

      • Gorgias Marat dice:

        Bueno, el petróleo seguirá estando allí por mucho tiempo. El último Outlook de la EIA dice que Venezuela ha pasado a ser el país con más reservas de crudo probadas del mundo. Y de los tres escenarios planteados por el informe citado, sólo en el escenario de condiciones maravillosas para el cambio climático bajaría en cinco dólares el precio del barril respecto del precio actual. Por lo que lo probable es que el precio suba respecto a hoy.

        Sin embargo sí que es cierto que si PDVSA (empresa estatal venezolana) sigue siendo un mero instrumento de financiación del estado y no invierte en mejorar sus activos o en reponer los que van quedando amortizados, veremos cómo va disminuyendo paulatinamente la capacidad de producción del país, como de hecho ha pasado en los últimos años.

    • juan dice:

      Y otro paralelismo es fiarlo todo al turismo (con la parte inmobiliaria y sin parte inmobiliaria) como si siempre España por precio pudiese competir con zonas que se van abriendo o bien por mentalidad (algunos del Magreb) o la ex-Yugoslavia (Croacia, Eslovenia) pudiendo ofrecer precios más competitivos. En la Comunidad Valenciana se han desmantelado sectores industriales para fiarlo todo al turisteo.

      • Remendon dice:

        ¿Tienes o alguien tiene información adicional sobre este desmantelamiento que mencionas? Coincide con la idea que tengo, Valencia como una antigua potencia mediana industrial, que se fue al garete con los monocultivos de construccion y turismo.

        • juan dice:

          Digamos que no se ha presionado para que las industrias típicas de países emergentes como textil, calzado, juguetes, cerámica tuviesen una cierta protección ante la invasión china, como la UE manda turistas para que enemistarnos pidiendo barreras. La incorporación a estos sectores de los tigres asiáticos (Taiwan, HK, Corea del Sur, etc) se resisitó bien, pero claro 1000 millones de personas produciendo sin derechos ya es difícil de parar.

          Curioso ver que a pesar de tener sus AVEs los chinos no los coloquen en Europa, ni tuneladoras, etc ¿casualidad? NO. Ahí los que mandan en la UE (y que no hemos elegido) si han puesto barreras (aunque sean reglamentos técnicos indigeribles) a costa de bajarse los pantalones en todos los sectores industriales del sur.

    • guition dice:

      El paralelismo no se queda ahí. A lo largo de la historia se han sucedido episodios dónde la llegada de una súbita riqueza suponía un perdurable deterioro económico o político. Riquezas como el petróleo, la generosa inversión exterior o el oro de América caen como un regalo envenenado que sumen a sus beneficiarios en la falta de exigencia y productividad, así como buenos incentivos para instaurar el monopolio político. Un buen ejemplo de eso es, precisamente, Sudamérica y su historia. También hemos visto el ejemplo inverso, países sin recursos que han prosperado. Saber congelar el pescado como los noruegos es más bien una excepción fortuita.

      Tal vez por eso sea argentino el dicho: “La humanidad se divide en Primer Mundo, Tercer Mundo, Japón -que nadie sabe porqué es rica- y Argentina -que nadie se explica cómo puede ser pobre-.”

      Vendría a ser una generalización del «mal holandés» de la economía. Para quien no este familiarizado puede leer esta introducción: http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2003/03/pdf/ebra.pdf

  2. Felix dice:

    Perdón por lo de «una fuentes excepcionales». Despues del trolleo no debería haber cometido ese error. Problemas de escribir deprisa

  3. Juan de Juan dice:

    Os aportaré otro posible paralelismo: la URSS.

    La Unión Soviética de Leónidas Breznev se forró, literalmente, con la crisis del Yon Kippur. Por lo que he podido leer, los propios rusos admiten que nunca como a mediados de los setenta estuvieron los anaqueles de las tiendas moscovitas llenos. Paradójicamente (aquí, ciertamente, no hay paralelismo), Breznev era el secretario general del PCUS más irresoluto y lentorro que jamás fue casero en el Kremlin. Normal: había sobrevivido a Stalin y había visto a Kruschev caer por tratar de cortarle las alas al lobby militar, así pues jamás, y jamás es jamás, se malquistaba con nadie.

    La combinación de una riqueza fácil, aparentemente eterna, y voluntad de continuismo (eso no es Chávez; pero sí lo será, quizá, el chavismo; más referencias, el justicialismo argentino) creó una URSS que moría de éxito (se ha estimado que, a principios de los ochenta, alcanzó la tan ansiada superioridad militar sobre EEUU; me refiero, en términos de cabezas nucleares) pero que sólo tenía un grifo para beber. Pero a Breznev le funcionó, porque si otras décadas anteriores de la URSS habían vivido lo que habían vivido en Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia o Rumania, en los años setenta todas esas tensiones se atemperan, porque los países satélites están fuertemente subvencionados por La Chequera Interminable.

    Me encanta el símil de Félix porque alcaldes democráticos y burócratas soviéticos cayeron en el mismo error: creer que la gallina de los huevos de oro era eterna. Y los dos despertaron de ese sueño muy bruscamente. En los años ochenta, la URSS cierra inopinadamente el grifo subvencionador a los países satélites, lo cual hace que algunos estadístas, como Honecker, inventen el truco del almendruco (pedirle la pasta a Occidente, con la pasta desarrollarse más que Occidente, y así hacerse fuertes con su dinero), que no les funciona y que los coloca a merced de esos dos fajadores de pressing catch geopolítico que son el dúo Thatcher-Reagan.

    Como consecuencia, en los ochenta la URSS hace, en términos de nivel de vida de la población media, un paso de yenka (años setenta, un paso alante; años ochenta, dos, o tres, atrás); cuando muere Breznev llega Andropov que trata de salvar los muebles como puede y va y se muere (o, tal vez…); y, finalmente, el gerontolobby de-toda-la-vida, o sea el Gromiko Team, bloquea la natural elección de Gorvachov cambiándolo por un borrachín cuyos folletos sobre Marx parecen escritos por Pocoyó, Konstantin Chernenko, y el país se va a la mierda.

    Curiosamente, el chavismo tiene tendencias panlatinoamericanas y sabe dios cuánto dinero del petróleo está gastando en transferencias a los Evos, Correas y demás. También se nutre del petróleo. También va a entrar ahora, o así lo creo, en una etapa de continuismo de hierro, en el que las palabras del Comandante no se van a poner en cuestión (como los Círculos Doctrinales José Antonio seguían respetando las sentencias de Primo de Rivera en los setenta, 40 años después de su muerte, que se dice pronto). Yo no veo dentro del chavismo (porque tiene que ser dentro del chavismo) un movimiento renovador, en plan Fernández Miranda y los de Palacagüina como en España, suficientemente fuerte como para hacerle la sombra a los que consideran (chiste fácil) que el chavismo está Maduro y que no la toques ya más, que así es la rosa.

  4. Josei dice:

    Algún día me gustaría que hablaseis de Noruega. De cómo ha conseguido no depender del petróleo para dar forma al Estado del Bienestar. Sin sociología, por favor, que sé que en Politikon la detestais.

    ¿Será que el petróleo es de descubrimiento relativamente reciente? Quiero decir, que las instituciones estaban antes que la gestión del petróleo.

    Y hablando de Venezuela, ¿Veis a Maduro igual que al hermano de Castro? ¿Relajará un poco el bolivarismo?

    • Jorge Galindo dice:

      Eh, que un servidor es sociólogo 😉

      Maduro ahora está jugando a polarizar al máximo porque es la estrategia lógica de cara a maximizar votos en unas nuevas elecciones. A largo plazo es más bien una incógnita. También depende, cómo no, de la disponibilidad del recurso rey: el precio del petróleo.

      • Josei dice:

        Lo decía por que ya sabes de Roger y Cives y su odio al «España está llena de españoles» y similares.

    • Juan de Juan dice:

      Yo veo tres cosas:

      1) Noruega no sólo tiene petróleo. También tiene una importante riqueza natural en pesquerías, por ejemplo. De hecho, en mi opinión son los caladeros más que el petróleo lo que les hace ser poco partidarios de entrar en el club europeo.

      2) Es un país con relativamente poca inmigración; practica varias barreras muy efectivas para evitar flujos excesivos, la más notable de ellas el idioma. Y no se cortan de cerrar el grifo. Recientemente, han anunciado que los inmigrantes iraquíes (que son una de las cinco nacionalidades más frecuentes de inmigrantes) no podrán solicitar reagrupamiento familiar. Asimismo, tuvieron abierta la ventana para trabajadores cualificados, pero la han cerrado.

      3) A mi modo de ver, como todos los países escandinavos, tiene una característica social importantísima: no le tiene ningún miedo a las reformas. Se diría que les encantan las reformas sistémicas. Acaban de darle la vuelta a su sistema de pensiones como un calcetín, cosa que ya habían hecho los suecos hace cosa de diez años.

      • Josei dice:

        ¿El punto 3 no sería sociología? Sería como decir «Es que Noruega es Escandinavia y ellos son diferentes».

        No digo que no sea válida, pero lo del argumento cultural siempre me ha producido algo de rescemor, como a Roger.

          • Josei dice:

            El segundo enlace está roto, me pide «autenticación».

            El primer enlace no responde a mi pregunta. Habla de lo geniales que son Chile y Noruega, de que tienen instituciones de investigación y presidentes ultracompetentes, pero no me dice cómo han llegado hasta allí. Más concretamente, ¿Porqué Chile y Noruega tienen lo que tienen para no caer en la tentación de los recursos, y otros paises como Venezuela no? Y la respuesta tiene que ser sin argumentos sociológicos (ni generación espontánea, por supuesto).

            Poder, puedo comprar los 2 primeros puntos de Juan de Juan, aunque sería mejor una explicación más extensa.

            • Perplejo dice:

              Hola, Josei.

              Cuando preguntas:

              «¿Porqué Chile y Noruega tienen lo que tienen para no caer en la tentación de los recursos, y otros paises como Venezuela no? Y la respuesta tiene que ser sin argumentos sociológicos.»

              ¿Qué entiendes por «argumento sociológico» y por qué lo considerarías inválido?

              ¿Qué entiendes por «argumento no sociológico» y por qué sería más valido que el anteriot?

              Te lo pregunto porque me parece un asunto especialmente iluminador de las interpretaciones políticas y económicas.

              Un cordial saludo.

        • Juan de Juan dice:

          No sé. Yo, al menos, muy sociológico no me creo. Pero supongo que casi todo el mundo al que le gustan blogs como éste lleva un sociólogo dentro…

  5. Guillem dice:

    Buen artículo, pero un par de apuntes:

    Ayudaría tener las estadísticas de criminalidad comparadas, igual que las de pobreza relativa etc.

    Lo de «Muchos señalan la responsabilidad directa del gobierno bolivariano en armar, apoyar o tolerar a diversos grupos armados, y en dificultar por negligencia o de propio intento la acción de las fuerzas del orden» debería señalar quién acusa a Chávez de eso (la oposición), porque ayuda a entender que no es más que una estrategia política de la misma.
    Es como si leyendo sobre la España de finales los años 80, te contasen que «Muchos señalan la responsabilidad del gobierno socialista en armar, apoyar o tolerar a diversos grupos armados de extrema izquierda».

    Falta comentar cómo las «posibilidades de victoria» de la oposición pasan por el hecho de haber sido reconvertida por el bolivarianismo (¿quizás tenga que ver la reducción en analfabetismo?). Una país donde Andrés Pérez intentó implementar reformas neoliberales cuando había prometido oponerse a las mismas durante la campaña electoral, ahora ve a una oposición que tiene una cierta imagen de socialdemocracia. Imagen que adoptan porque es que si no, no se comen nada. Y aún así…

  6. Guillem dice:

    Josei, ¿qué entiendes por «relajar el bolivarianismo»?

    • Josei dice:

      Dejar el populismo indigenista (expropiaciones en nombre del pueblo, control exhaustivo de medios de comunicación, discurso izquierdista pseudo-comunista, etc).

      No, no es todo ello único del bolivarianismo (¿Se escribe así?), pero lo utilizan tanto él como Correa y Morales.

  7. […] En la muerte de Hugo Chávez […]

  8. Undry dice:

    Ya que mencionas las elecciones, esta mañana me pareció oír en la radio que las tienen dentro de un mes.

    • Jorge Galindo dice:

      Eso es lo que prevé la ley, y no se esperan cambios, no.

      • Undry dice:

        Pensaba que era un sistema estilo como el de USA, que si fallece el presidente se queda el vicepresidente.

        Saludos

        • Chacal dice:

          Durante los dos últimos años de mandato, se queda el vicepresidente.
          Durante los cuatro primeros años de mandato, se convocan elecciones en un mes. Es así porque en las elecciones se elige sólo al presidente, no a una dupla presidencial.
          El presidente interino durante un mes ha de ser el vicepresidente, a no ser que la falta absoluta del presidente ocurra entre su elección y el juramento; en ese caso, ocuparía la interinidad el presidente de la Asamblea Nacional.

          Más allá de la labor filantrópica de Chávez y de que la historia lo dará como ganador en casi cualquier comparación con sus antecesores, en este tema ocurre ahora un nuevo ejemplo del desprecio del chavismo por las instituciones. El fin justifica los medios:
          Chávez debería haber sido destituido el 10 de enero, día fijado expresamente por la Constitución para jurar el cargo. Pero el Tribunal Superior de Justicia dictaminó que Chávez no era electo sino reelecto, por lo que no era necesario su juramento.
          Esta interpretación se va a imponer ahora para que la presidencia interina la asuma Nicolás Maduro, en vez de Diosdado Cabello. Es importante porque ningún cargo político puede ser candidato, sólo el presidente; con Cabello al mando y Maduro de vice, éste no podría ser candidato.

          • Pablo dice:

            ¿Quieres decir que en Venezuela el Vicepresidente no puede ser el siguiente Presidente? ¿¿¿Y quién quiere ser Vicepresidente???

            • J.E dice:

              John Adams decía sobre el cargo de Vicepresidente de Estados Unidos: «Mi país en su sabiduría ha ideado para mí el cargo más insignificante que la invención del hombre o su imaginación nunca concibieron».

              Me alegra comprobar que el ingenio humano sigue adelante, y que han podido empeorar un cargo ya de por si insignificante.

          • J.E dice:

            A todo esto: «Es importante porque ningún cargo político puede ser candidato, sólo el presidente».
            Eeehh… ¿Me quieres decir que nadie *con experiencia real en las instituciones* puede ser Presidente, o hay algún matiz que se me escapa? Lo digo porqué esa clausula tiene pinta que va a generar fiestash sin fin…

            • Chacal dice:

              Bueno, pueden tener experiencia, pero han de dimitir para el comienzo de la campaña electoral (excepto el presidente en ejercicio).
              Capriles era gobernador de Miranda y tuvo que dimitir tres meses antes de las elecciones. Perdió las presidenciales y fue elegido nuevamente en las regionales. Por eso no está claro que ahora mismo le interese de nuevo dimitir para perder contra Maduro y quedarse sin trabajo.

              Lo mismo para el vicepresidente. No habría pasado nada porque Maduro dimitiera durante este mes… o quizá sí, y por eso ha querido evitar el formalismo.

  9. PasdaranML dice:

    Creo que la clave del artículo es esta afirmación:

    «Si los votantes priorizan la redistribución solo evaluarán al gobierno en esta dimensión y la “gestión” no podrá ser evaluada. Entre dos gobiernos, uno que gestione bien y no redistribuya a una mayoría y uno que redistribuya a la mayoría y gestione mal, la mayoría preferirá al segundo.»

    Y ahí está la clave, en Venezuela consideran que gestionar bien es redistribuir, incuido cuando para ello hay que expropiar a los que históricamente han expropiado (la oligarquía).

    Gestionar bien sin redistribuir la riqueza ¿qué es? Por ejemplo aquí en España, ¿qué es?

  10. Lole dice:

    No se menciona que no hace ni un mes que el bolívar se devaluó un 46% (casi ná) respecto al dólar.

    ¿Cómo encaja este (importante, creo yo) hecho en todo este esquema? ¿Es relevante?

    • Lole dice:

      Perdón. Un 32% (sigue siendo una burrada).

    • Joshua dice:

      Encaja simplemente por el hecho de que hay sistemáticamente una inflación mayor en Venezuela, por lo que el tipo de cambio tiene que «corregirse» periódicamente para reflejar ese hecho. Aunque las tasas de inflación han bajado mucho en los últimos años, es difícil pasar de una economía con inflación alta a una economía con inflación baja. Eso es así porque las expectativas hacen su trabajo y tienden a dotar a la inflación de una importante inercia.

  11. David J. Fernández dice:

    Me parece extremada mente curioso que te centres en qué es lo que impide que un gobierno sin los recursos de Venezuela no pueda tomar esas medidas re redistribución que llamas (creo que despectivamente) populistas y en cambio no plantees por qué loas gobiernos anteriores de un país con los recursos de Venezuela lo dejaron con una pobreza relativa del 40%, una pobreza extrema del 20% y una tasa de analfabetismo enorme.

    Recuperar esos recursos y redistribuirlos entre una población treméndamente empobrecida lo llamas “compra de votos”, y te permites decir que entre dos gobiernos, uno que gestione bien y no redistribuya a una mayoría y uno que redistribuya a la mayoría y gestione mal, la mayoría preferirá al segundo, como redistribuir fuera sinónimo de mala gestión.

    ¿Podría ser la gestión más eficiente de lo que fue con Chavez? Muy posiblemente, ya que todo es mejorable, pero teniendo en cuenta que el objetivo de un gobierno debería ser mejorar el nivel de vida de su pueblo (más aún cuando las políticas neocolonialistas y neoliberales habían dejado a éste en la miseria), utilizando los medios a su alcance, yo no llamo a esa distribución «compra de votos», sino una buena labor de gobierno económico, tener claras las prioridades sociales del país y sí: recibir como premio el refrendo electoral ¿O acaso ahora la democracia consiste en que sólo se puede votar al que sigue las políticas que nos gustan y lo demás es populismo?

    Evidentemente, los gobiernos de Chavez tienen sus sombras, como la elevada violencia en las calles, pero mucho menos de lo que se nos quiere hacer ver.

    • Joshua dice:

      Estoy totalmente de acuerdo contigo.
      A estas alturas de la película, las palabras «populismo» y «demagogia» están totalmente pervertidas, por lo que cada vez que las leo se enciende una especie de luz roja en mi mente que me alerta de que hay un prejuicio o una idea preconcebida que se está intentando abrir paso y a la que no le queda otro remedio que recurrir a esa palabra baúl, que quiere decir todo y no dice absolutamente nada.
      Es algo parecido al argumento que acaba usando un ejemplo de Hitler: la discusión ha terminado porque ya no hay nada más sobre lo qué razonar.
      Claro que puede haber una redistribución populista, pero tal como estaban las cosas en Venezuela, después de siglos de «distribución» inversa, a lo mejor esa redistribución no ha sido tan ineficiente y tan perversa ¿no?
      Pues claro que sin petróleo no habría podido hacerse ninguna distribución ni redistribución, pero ¿eso implica que la redistribución es injusta e ineficiente?

  12. Miguel dice:

    Mucha gente acusa de muchas cosas, pero otra cosa es que sea cierto en su mayoría.

    Me refiero a lo del «gobierno de Venezuela» armando a gente. Acusar al gobierno de «matar gente» es muy potente, pero creo que básicamente lo que tienen es un problema de seguridad pública tremendo. Sí, se que es menos efectista, pero más real.

    En cuanto a lo de «destinar la mayor parte del beneficio del petróleo a gasto social» como algo negativo, pues, ¿sería mejor que no lo hicieran?.

    A parte de pagar impuestos o no pagarlos, los ciudadanos valoran mucho tener los servicios que se financiarían o no con esos impuestos. Es decir, otra duda es si el amigo Capriles mantendría esa inversión en educación y sanidad o la desmantelaría y la privatizaría.

    Un saludo.

    • Jorge Galindo dice:

      Respecto a destinar los beneficios del petróleo al gasto social, una cuestión más importante que si hacerlo o no es cómo hacerlo. Comparaciones extremas: Noruega y su gestión de las reservas.

      • Miguel dice:

        Está claro que unos gestionan mejor que otros la época post-petróleo. Pero di que los enemigos de las teorías del cambio climático y el efecto invernadero dicen que el petróleo va a durar siglos.

        Existe el modelo mexicano también, el de Pemex. En general el concepto me parece válido. Por eso el planteamiento del artículo original me parece, al menos, mejorable.

        La cuestión es que da la ligera sensación de que Capriles va a privatizar petróleos de Venezuela, con ello sus beneficios, y que los venezolanos con el tiempo volverán a no ver un dólar de lo que se extraiga.

        Se puede decir que lo se dijo aquí; que se privatice y luego le cargamos el impuesto de sociedades. Que sea alto. El problema es que luego por diversas razones no se paga en impuestos lo que se debería. El Estado sigue sacando más tajada si la empresa es pública y los beneficios los gestiona directamente.

        Un saludo.

  13. juan dice:

    No se si es oportuno llamar «fallo de la democracia» a que cada uno deposite su voto en función de los parámetros que crea oportunos. Yo sigo pensando que aquel que no confía en nadie puede votar al que más le entretenga.

    Yo por fallo de la democracia entendería cosas como esto de un gobierno de Europa no elegido por sufragio universal, y cuyo programa se hace ad hoc a espaldas e intereses de los habitantes de la UE. Creo que eso de ponernos en la atalaya a impartir lecciones como que no, que nos podrían decir lo de «consejos vendo que para mi no tengo».

    Aunque la cifra de crímenes es cierto que es muy alta, sólo es el doble de la era pre-Chávez, que ya era altísima. Y respecto al precio del crudo, hubo periodos de precio alto donde «tecnócratas» de la calaña de Carlos Andrés Pérez y sus amigos usaban para saquear en provecho propio. Por tanto, no es de extrañar que la gente valore el esfuerzo redistributivo.

  14. Hander dice:

    A mi me parece normal que los pobres analfabetos que no pueden llevar a sus hijos al médico cuando estén enfermos voten sin pensar en las consecuencias macroeconómicas a largo plazo.

    No es compra de votos, es la decisión racional cuando tu vida es puro corto plazo.

    • juan dice:

      Ya, pero nuestros sesudos «dirigentes», incluso de órganos presuntamente independientes como el BCE pensaban el largo plazo y las necesidades de cada país cuando mantuvieron artificialmente bajo el tipo de interés del € sólo por la necesidad de Alemania para su reconstrucción.

      Por no decir el BdE cuando no se atrevió a meter mano al cambio de política hipotecaria, del 80% al 120% de la vivienda, de 15 años a 40 años, etc que hizo crecer la burbuja.

      • Ainsthrilln dice:

        ¿Sólo por la necesidad de Alemania? ¿Es que Francia, Italia o Portugal no estaban en crisis a principios de los 2000?

        • juan dice:

          No comparables las magnitudes ni en necesidades de capital, ni en tiempo que requirieron los alemanes para reintegrar Alemania del este.

  15. Chacal dice:

    Los gobernantes pre-Chávez eran una banda de patanes, sin duda, y eso garantiza décadas de chavismo. Pero habría que relativizar las buenas cifras de Chávez (que no son todas): partiendo de lo más bajo es fácil crecer, también lo hizo la España de Franco. Pero no habría que colocar el debate en esos términos, lo malo de Chávez, al margen de su gestión, ha sido su deficitaria defensa de los derechos humanos (pese a su retórica), su sectarismo y militarismo; la agresión a valores democráticos que deberían estar por encima de las cifras.
    Comprendo, de todas formas, que ante el furor antichavista de los medios occidentales, sobre todo en España, es adecuado arrojar algunos datos positivos. Y que, al fin y al cabo, pocos pueden presumir de cumplir a rajatabla esos valores democráticos de los que hablaba.

    • juan dice:

      En esto de los derechos humanos ¿quién no es deficitario? España ha sido condenada por el TDH por el tema de Otegui (el caso de injurias al rey). También ha sido España condenada por no investigar las torturas a Otamendi, director de Egunkario, que fue absueldo de los cargos después de pasar un calvario policial y judicial y un juicio previo por la prensa. Ahora se persigue al coronel Amadeo Martínez Inglés también por opinar del jefe de estado.

      En la prensa venezolana (tan perseguida según algunos tertulianos) hay caricaturas de Chávez, su jefe de estado con cara de cerdo ¿sería posible con el de aquí, con ese de las amigas entrañables con protección policial y casa gratis?

      Los cambios constitucionales los sometió a referendum y los perdió (un poco diferente a como meten aquí los cambios exigidos por «la no democráticamente electa Troika». Luego simplemente volvió a presentar la enmienda para la posible re-elección de todos los cargos (no sólo la presidencia) y esa la ganó.
      Aquí se criticó a eso….teniendo a la gente toda la vida en la política y al jefe de estado perpétuo y con sucesor ya designado sin preguntar.

      Mucho ver la paja ajena en ojo ajeno y no la viga en el propio

  16. […] En la muerte de Hugo Chávez, por Jorge San Miguel y Jorge Galindo en Politikon. […]

  17. José Jarauta dice:

    Un personaje como Chávez me parece la consecuencia previsiblemente «lógica» (aunque no necesaria) de la trayectoria que se puede ver en el siguiente gráfico.

    Evolución PIB per cápita real en Venezuela 1968-1999,p 389.

    http://redalyc.uaemex.mx/pdf/364/36460214.pdf

  18. José Jarauta dice:

    Al anterior y sugerente gráfico le podemos añadir la descomposición de la pobreza por grupos, también ilustrativo, en los años 1980,1990 y 2000; p 96.

    http://redalyc.uaemex.mx/pdf/308/30804805.pdf

    Hay los suficientes elementos para un buen guiso.

  19. José Jarauta dice:

    Por cierto, quizás sea interesante plantearse adónde podemos llegar nosotros con unos cuantos años de estancamiento económico, creciente desigualdad y aumento de la pobreza.

    ¿Una segunda Alemania Merkel’s way?. Lo dudo.

  20. Pablo dice:

    Lo malo y lo feo ya lo recordáis mucho aquí en Politikon – y tantos y tantos medios Occidentales u occidentalizados-. Recomendaría leer lo bueno, que creo que se olvida muchas veces.
    Y hacer un ejercicio de reflexión no-etnocentrista (si es posible) pensando si lo que se habla de ese país nos parecería «tan grave» si fuese otro.

    http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/06/actualidad/1362583776_097287.html

    • Chacal dice:

      ¿Por qué Lula, que también ha reducido la pobreza, no tiene esta mala fama?
      No se ha hablado aún aquí del militarismo de Chávez, su pecado original. No es lo mismo venir del sindicalismo (ojo, como Maduro) y estar acostumbrado a negociar, que estar acostumbrado a mandar.
      Además, Chávez ganó sus primeras elecciones de forma fulgurante, sin haber pasado antes por la oposición, ni por concejalías, etc. Su visión de la política, nuevamente, ha sido el ordeno y mando. El Mesías.
      Más allá de los resultados económicos, está claro que esto no ayuda a hacer agradable la vida en un país.

    • Chacal dice:

      A propósito de Moises Naim.
      Fue un joven miembro del segundo gabinete de Carlos Andrés Pérez. Los (pocos) defensores que tiene Pérez mencionan que su intento de modernizar el país, a base de recetas «neoliberales» que contrastaban con su primer mandato y con lo dicho en la campaña electoral, se hizo de la mano de un equipo de tecnócratas treintañeros. Gente como Naim que en el primer mandato de Pérez en los 70 recibieron con grandes alharacas becas para estudiar en EEUU (eran los primeros, algo así como cuando a Ortega le enviaron a Alemania), y en el 89 se pusieron a gobernar sin ninguna sensibilidad política ni comunicativa. De ahí la oposición del pueblo, del ejército y del propio partido gobernante.

      Dicho desde el cariño, no sé en qué me recuerdan a los politikones…

  21. Solo hay que desearle que descanse en paz, y que su familia siga adelante recuperandose de este final triste!

  22. Jevi dice:

    Segun la encuesta de hinterlaces Maduro ganará las elecciones con un amplio margen:

    http://www.electoralmente.com/2013/03/maduro-ganaria-capriles-segun.html

  23. Sshhh dice:

    Maduro ganaría las elecciones con un buen margen segun la encuesta hinterlaces, ojo al dato: http://www.electoralmente.com/2013/03/maduro-ganaria-capriles-segun.html

  24. […] Los análisis han estado sobrevolados por los epítetos habituales: populista, demagógico, histriónico, sin adelantar demasiadas definiciones sobre el significado concreto de estos calificativos, y sobretodo sin dejar entrever cuáles son los antónimos que deberían definir a la política deseable, que se presupone debe ser la que rige en Europa. Otro sector de la intelligentsia se ha decantado por la suprema objetividad del análisis de datos. Servicios públicos vs inflación, dependencia petrolera y criminalidad; un análisis que llevado al extremo retrata a la Venezuela de Chávez como un caso extremo de clientelismo. […]

  25. […] Los análisis han estado sobrevolados por los epítetos habituales: populista, demagógico, histriónico, sin adelantar demasiadas definiciones sobre el significado concreto de estos calificativos, y sobretodo sin dejar entrever cuáles son los antónimos que deberían definir a la política deseable, que se presupone debe ser la que rige en Europa. Otro sector de la intelligentsia se ha decantado por la suprema objetividad del análisis de datos. Servicios públicos vs inflación, dependencia petrolera y criminalidad; un análisis que llevado al extremo retrata a la Venezuela de Chávez como un caso extremo de clientelismo. […]

  26. […] en aquel país. Aunque en otro lado ya hemos intentado explicar por qué el líder bolivariano se consolidó en el poder, creo que puede ser interesante dar un paso atrás en el tiempo para intentar ver qué elementos […]

  27. […] En la muerte de Hugo Chávez, de Jorge Galinfo y Jorge San Miguel. Sobre las posibilidades del chavismo de continuar en el poder […]

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