Unión Europea

Rajoy y las dudas de Alemania

22 Oct, 2012 - - @egocrata

Luis Garicano en Nada es Gratis se quejaba con amargura el pasado jueves sobre la triste realidad de la cumbre europea de la semana pasada, y el lamentable retroceso tras los acuerdos de junio. Aunque sus malos augurios se cumplieron con creces (nada como una cumbre de la UE para romper ilusiones estos días), tengo que decir que las críticas a Alemania me han sorprendido un poco, especialmente tras haber criticado tanto a Rajoy.

Los alemanes en esta crisis parten de dos ideas principales. Primero, Alemania acabó el siglo sumida en una profunda crisis tras la reunificación. Para salir de ella, el país se comió una década de reformas impopulares y problemas para poner en orden su maltrecha economía, y a finales de la década eran de nuevo un exportador feroz, una estado con una solidez intachable y un país donde los trenes circulan a la hora y las cosas se hacen bien. Segundo, los países del sur de la eurozona acaban el siglo saliendo de la misma crisis pero teniendo que tomar una decisión: hacer reformas para adaptarse al euro o aprovechar el dinero fácil y endeudarse hasta las cejas. España, Grecia y compañía escogieron hacer lo segundo.

La historia, obviamente, no es del todo cierta. El dinero fácil en el sur de Europa venía de alguna parte, y Alemania anda llena de banqueros que se pillaron los dedos en todo producto financiero radioactivo que había en el mercado. España tuvo una burbuja inmobiliaria colosal, en gran medida porque el BCE mantuvo los tipos bajos para evitar que Alemania se metiera en una recesión. No importa lo irresponsables que fueran los países del sur, desde luego no lo hicieron solos. La cuestión es, la teoría alemana de la crisis no es del todo descabellada; y su punto de partida es muy simple: los gobiernos del sur no son de fiar.

La cumbre europea de junio, en esencia, giraba alrededor de un acuerdo implícito claro: primero, el Banco Central Europeo puede intervenir. Segundo, el BCE sólo intervendrá si los países que buscan protección piden un rescate. Tercero, el rescate incluye condiciones: supervisión adulta desde Europa y reformas teledirigidas. Cuarto, si los países del sur acceden a que Alemania pueda vigilarles a corto plazo permitirán que el BCE sea quien haga ese trabajo a medio plazo.

Con todo este firmado, ¿qué ha hecho Rajoy estos últimos meses? Para empezar, la posibilidad que el BCE intervenga ha estabilizado el mercado de la deuda. No hay ningún especulador que pueda competir con la máquina de imprimir billetes más grande del mundo, y Rajoy simplemente se ha plantado cerca de la manivela mirándola intensamente. El problema para los alemanes es el segundo paso: España no ha pedido el rescate, así que no ha abierto la puerta a los hombres de negro que vigilarán si nos portamos bien. Sin vigilancia, los presupuestos del 2013 son estúpidamente optimistas, y las reformas estructurales son anunciadas una y otra vez, pero parecen no llegar nunca. Con este panorama, cualquiera decide ceder sus poderes de supervisión, crear una unión bancaria y arriesgarse que sus contribuyentes paguen los platos ratos cada vez que algún paleto sureño permita que sus bancos públicos salten por los aires.

Rajoy llegó al poder en enero y los presupuestos generales del estado se retrasaron misteriosamente hasta después de las elecciones andaluzas. En junio, un Rajoy desesperado pide que Europa salve las finanzas de su país, consigue enorme concesiones a cambio de un acuerdo (implícito) conforme pediría un rescate. Dos minutos después, cuando la promesa de intervención del BCE estabiliza la deuda y con tres elecciones autonómicas en el calendario, lo que ven es que el tipo retrasa el rescate primero, y dice que de pedir ayuda nada después.

La verdad, si yo fuera Merkel (y más teniendo elecciones el año que viene) hubiera hecho exactamente lo mismo: echar el freno. Rajoy parece más preocupado por su supervivencia política que por comportarse de forma responsable. Hasta que no empiece a portarse como debe, lo racional es minimizar el riesgo para el contribuyente alemán.

El problema en la lógica alemana, claro está, es que pedir que los líderes de sus socios comunitarios cometan seppuku para empezar a fiarse de ellos no hace ningún acuerdo algo demasiado estable. Que le pregunten a los políticos griegos, vaya.


12 comentarios

  1. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Rajoy y las dudas de Alemania politikon.es/2012/10/22/rajoy-y-las-dudas-de-alemania/  por Spain-Is-Pain hace […]

  2. Undry dice:

    Vamos, que parafraseando a Les Luthiers, Rajoy antepone a los mezquinos intereses de la patria los supremos intereses de partido ¿no?

    Así nos va.

  3. PaulJBis dice:

    Pues yo, que soy muy malpensado, sospecho que Merkel va a retrasar la recapitalización directa de los bancos lo justo para que no llegue a tiempo para las cajas españolas, pero sí para que esté dispuesta en un par de años, cuando las cajas alemanas (las landesbank, que también están finas) empiecen a dar problemas. De forma que al final los españoles tendremos que rescatar nuestras cajas nosotros solos, pero toda Europa estará dispuesta para rescatar a las cajas alemanas…

    Por cierto, los gobiernos portugués a irlandés, ¿son de fiar? ¿Cómo están Portugal e Irlanda?

  4. Toni B dice:

    Siguiendo la línea del post, me gustaría apuntar un tema que creo que no se tiene en cuenta en España, pero que creo que es fundamental para entender la posición alemana.

    Según el post de Luis Garicano y la opinión general en la prensa española “seria”, Alemania debería ayudar a los países del Sur (con unión bancaria que mutualize las posibles perdidas de los bancos españoles, apoyando la acción del BCE, dando un rescate con condiciones favorable…) con el objetivo de salvar el euro; y Alemania tiene interés en salvar el euro, porque una ruptura del euro tendría consecuencias catastróficas para Alemania. Por tanto, Alemania debería ayudar a los países del Sur por su propio interés.

    Esto es en general cierto, pero solo explica “para qué” Alemania debería ayudar al sur de Europa pero no explica “por qué”.

    Es decir, ¿cual es el motivo por el cual Alemania (me refiero al Estado alemán, al contribuyente; no a sus bancos o empresas) tiene la obligación de ayudar a los países del Sur? ¿Es el Estado alemán culpable/responsable de la crisis en España? La inmensa mayoría de los alemanes cree que no. Por tanto, es muy difícil que los contribuyentes alemanes acepten dar parte de sus impuestos para solucionar una crisis que es responsabilidad de otros.

    • PaulJBis dice:

      Bueno, si nos ponemos en ese plan, habría que recordarles que la burbuja de aquí se creó en parte debido a los bajos tipos de interés mantenidos durante años por el BCE para ayudar a países que se habían reunificado por encima de sus posibilidades.

      ¿Tenían los españoles que sacrificar la posibilidad de tener un piso en propiedad para que bajara el paro en la antigua RDA? ¿Qué obligación tenía España de apoyar la reunificación alemana?

      Lo que pasa es que, claro, cuando uno es el beneficiario de esas políticas, es muy fácil olvidarse de ello y señalar a los demás.

    • Francisco dice:

      Como te dice PaulJBis,

      Ellos no se quisieron comer una recesión, pero nosotros si.

      Como ellos no se quisieron comer la recesión, se metio a saco dinero (crédito barato) que nos genero la burbuja que desequilibro unas economías (al menos la española) intachables en los indices macroeconómicos (déficit, deuda).

      Cuando ellos estuvieron en problemas, la UE les ayudó, es cierto que ellos hicieron sus reformas.

      Nosotros debemos hacer nuestras reformas, si, pero la UE tiene que ayudarnos. No se si los votantes alemanes lo saben, pero sus políticos si. Merkel lo sabe, otro tema es que le importe.

      Igual que Rajoy sabe que debemos hacer reformas, y tampoco parece importarle.

      Nos gobierna gente que no quiere gobernar. Porque gobernar es hacer cosas y no pasar el tiempo de elección en eleccion.

  5. Leolo65 dice:

    Vaya Roger, tu presupones que Alemania sigue siendo un pais donde las cosas se hacen bien serio y yo tengo la sensación (criterio intuitivo) que lo está dejando de ser a marchas forzadas.

    Me explicaré:

    Intoxicación masiva por brotes de soja (controles sanitarios???), connivencia de los servicios secretos con la ultraderecha, avalancha en la love parade de duisburgo (organización y seguridad ????), incremento de la desigualdad en la distribución de la riqueza, prestamo de capital a bancos españoles (control de riesgos???).

    En fin creo que Alemania se está meridionalizando (perdón por la palabra) y que en el pais de los ciegos el tuerto es el rey.

    Saludos

    Y

    • Frost dice:

      Yo vivo en Alemania, y tengo exactamente la misma sensación. Me he encontrado con bancos alemanes que no tienen ni idea de lo que lo que les pido, improvisan por el camino, te avisan días después y eso cuando te responden. Y mejor que no hablemos de las landkasse porque me tienen hasta los mismísimos.
      Por no hablar de la cantidad de alemanes que viven actualmente del timo a gran escala. Lo más desesperante es cuando lo denuncias a la Policía y pasan del tema completamente. Casi dan ganas de pasarse al bando enemigo y hacerse estafador.
      Y la administración pública tampoco es que sea una maravilla.
      En fin, yo pensaba que esto era un «país serio» y resulta que en todos los hornos cuecen habas.

  6. Capitalismo y globalización. dice:

    Alemania es un país con cinco millones de trabajadores pobres. Bien, bien, lo que se dice bien…

  7. AnimusNecandi dice:

    Me sumo a lo que dicen Frost y Leolo65. Nos han vendido una imagen de eficiencia y rigurosidad que no es tal: basta con echarle un vistazo al servicio de trenes de la zona más industrializada de Alemania para ver de lo que hablo; llegan de manera casi aleatoria.

    Por supuesto, esto es bastante irrelevante, pero deja claro que Alemania no es Suiza. Y España no es Uganda.

  8. […] despido), no un clamor por el cambio.  Aunque la política económica del gobierno es francamente estúpida, sigo sin ver nada parecido a una agenda reformista remotamente coherente en ningún sitio. Los […]

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