En el artículo anterior ya me he quedado a gusto despotricando contra el PP, pero el caso Camps merece algunas notas adicionales un poco más generales. Unos cuantos detalles a tener en cuenta:
1. La dimisión de Camps no es demasiado inusual:
El tópico dice que en España no dimite nadie, pero esto no es del todo cierto. Camps es el séptimo presidente autonómico que dimite en España debido a caso de corrupción, una cifra no precisamente insignificante. Que yo recuerde el único que acabo con condena firme fue José Marco (PSOE, Aragón), con algunos librándose por prescripción de delito. Dicho en otras palabras, Camps no es un superhombre ultra-responsable por dimitir, sino sólo uno más de una larga (y no precisamente ilustre) lista.
2. Se dimite poco, tarde y mal:
Esto no quiere decir que Camps no debería haber dimitido mucho antes. Un político no tiene que ser un criminal convicto y confeso para tener que bajarse del burro; no basta con ser honesto, hay que parecerlo. Es algo que me hice un hartón de repetir cuando el caso saltó a los medios, y que sigo creyendo relevante ahora.
Y sí, eso quiere decir que en la Junta de Andalucía deberían rodar cabezas a destajo con el asunto de los ERE, ciertamente, y que el PP debería estar haciendo limpieza a fondo con cualquiera que haya pasado cerca de Gürtel por si las moscas.
En esta lista, por cierto, no incluyo el caso Faisán. Incluso en el caso que todo lo que dicen los medios conservadores es cierto y mandos de la policia dieran un chivatazo a terroristas, estamos hablando de una decisión más o menos cuestionable de política antiterrorista, no un caso de corrupción. Incluso si todo era una conspiración Rubalcábica para mantener la tregua de ETA (y creo que ha motivos de sobras para creer que esta explicación es una tontería), el caso Faisán sería un ejemplo de Realpolitik quizás moralmente inaceptable buscando un bien mayor, no corrupción.
3. Necesitamos reformas serias:
Tanto la financiación de los partidos políticos como la financiación municipal son una máquina de generar incentivos perversos, y necesitamos reformas institucionales cuanto antes. Hace un par de años lanzaba por ahí una lista de posibles reformas, y creo que no han envejecido mal del todo. Algunas de las propuestas de Rubalcaba en este aspecto hace unos días no eran del todo malas; el PP suelta alguna vaguedades, pero no dice gran cosa.
El caso Camps no es más que un ejemplo especialmente insidioso de algunos problemas estructurales del sistema político español, al menos en lo que respecta a financiación de partidos. Si no queremos que se repita, debemos cambiar el sistema, siempre siendo consciente de sus limitaciones (más sobre este tema aquí, aquí, aquí, aquí y aquí).
4. Rajoy se libra de una buena:
Por mucho que el PP entero haya hecho el ridículo en este asunto, Mariano Rajoy se librará de tener que pasarse las elecciones sorteando preguntas sobre Camps. Aunque es probable que la cosa vaya a peor y la madeja de financiación ilegal acabe por enviar a alguien a la cárcel (con la defenestración de Camps, el PP no lo va a defender con el mismo entusiasmo), los medios ya no le van a prestar la misma atención. Los responsables políticos están «muertos», así que no hay nada más sobre que informar. Si no hay sorpresas extrañas que impliquen otro pez gordo (nada descartable, pero complicado), los medios van a pasar página.
Creo que hay que insistir en algunas cosas:
-1- Que los votantes que dieron la mayoría a Camps no eran unos panolis desinformados, sino que sabían lo que había y mayoritariamente no les importó. Eso deja a los votantes españoles a la altura que tú quieras, pero creo que hay que ser consciente de ello.
-2- Hacer dimitir a un polìtico por lo que parece o deja de parecer es una salvajada, máxime en un país donde las apariencias y lso rumores los marcan los mercachifles de turno d e los medios de comunicación, los protagonistas de Gran Hermano y las tertulias del bazo. Un buen ejemplo de lo que tú dices es Demetrio Madrid, único presidente sociialista de Castilla Y León, al que se obligó a dimitir porque no parecía hontado y resultó luego absuelto, proque todas las acusaciones eran patrañas.
Todo lo que sea condena efectiva sin pruebas, me parece deleznable. Y una dimisión es una condena efectiva.
-3- La diferenciación que haces entre la Realpolitik de un posible Faisán y la corrupción, me parece veleidosa. Digamos, por ser suaves, que parece preocuparte menos la sangre que el dinero. Si se trata de transigir con sangre, es realpolitik, y tiene un pase. Si se trata de transigir con dinero, es corrupción y no tiene perdón.
No lo veo claro, de veras.
Por lo demás, como siempre, de acuerdo, Sobre todo con lo de los incentivos perversos.
¿El casi Faisán no iba de gente del ministerio del Interior (policía, etc) saboteando (presuntamente, etc) una operación judicial?
voy a romper una lanza por los valencianos.
Los votantes del pp no eligen a camps sino que viene incluido en el ticket de su partido.
En mi opinion en valencia se voto mucho mas al partido (lo que dice mucho de la estrategia del pp en los ultimos años de valencianismo desaforado) que al candidato, camps nunca ha tenido carisma, lo tiene todo rita.
El expresident a picassent!!!
Roger, eres demasiado blando sobre el caso Faisán, algo tan asqueroso que cada vez que oigo la palabra me entran arcadas.
La pregunta que hay que hacer es que si eso es «colaboración con banda armada» ¿Cómo llamamos a lo que hicieron los emisarios de Aznar? Para entrevistarse con el «Movimiento Vasco de Liberación Nacional» hay que entrar en contacto con ellos repetidas veces, saber donde están, y no denunciarlo. Está bastante claro como le llamarían a eso los aulladores habituales si no fuera porque quien hizo eso estaba enviado por el PP. La exhibición de hipocresía y cinismo descarado que hacen a diario en este tema me pone enfermo…
Al hilo de los comentarios, algunas reflexiones sobre porqué algunos (presuntos) corruptos siguen ganando elecciones:
http://comoquerais.blogspot.com/2011/05/votar-eficacia-y-votar-corrupcion.html
Yo no se si es que estamos gilipollas y necesitamos una toga para distinguir comportamientos correctos e incorrectos, pero en otros paises se dimite sin falta de sentencia judicial si no eres capaz de explicar tus actos
Tenemos el ejemplo de congresistas que se muestran ligeritos de ropa por internes, nada delictivo, y pringan. Aqui dirían que no son ellos, que es un doble, que ellos no lo hicieron y que no lo podemos demostrar -conocida como defensa Bart Simpson -. O, más reciente, las dimisiones en Scotland Yard por no hacer todo lo que tenían que hacer y ,además, dejarse mimar grátis total, en un hotel de lujo. Que tampoco es delito, pero es que son unos mojigatos.
Aqui te aparece un jaguar en el garaje , ó te compran un viejo bemeuve a precio de amigo y luego te venden un moderno y exclusivo Infinity a precio de coste y na, son cosas que se hacen por amol , mucho amol y cariño.
Estamos gilipollas, pero gilipollas perdidos,
Estaría interesante ver si el que las dimisiones no sean tan inusuales se debe más a la calidad insititucional o a lo excesivo de los excesos. Un dataset, poramordedios…
El caso Faisan me parece alta traición. No sé si aún existe esa figura en el código penal, claro. Pero me parece que ayudar a escapar a unos extorsionadores que trabajan para una banda asesina no es mejor ni más disculpable que dejarse regalar unos trajes por el jefe de una banda de ladrones. Lo diga quien lo diga.
Para ser alta traicion tendría que favorecer a una potencia extranjera, y de momento, no es el caso.
Si en vez de ayudar a unos extorsionadores, dejamos pasar unos kilos de coca – que no vamos a atrapar en su totalidad aunque queramos – para ver de atrapar al nodriza que lleva unas cuantas toneladas ¿Estamos cometiendo un delito de colaboración con narcotraficantes? ¿Un delito contra la salud pública? Y si estamos de escuchas ¿Cuando detenemos?¿Impedimos cualquier delito ó esperamos a cobrarnos la pieza que queramos?
¿Que dicen los que dicen?
Si uno habla en serio, en lugar de ser un simple demagogo o un demagogo simple, es completamente imposible mantener contactos y mucho menos infiltrarse en una organización criminal, incluyendo las terroristas, sin estar como mínimo con un pie a cada lado de la ley.
Para empezar uno tiene que conocer el paradero de ciertas personas en búsqueda y captura y mantenerlo en secreto, Y luego, no es precisamente realista esperar que el liderazgo de esas organizaciones (da igual que hablemos de la Mafia o de ETA) confie en alguien que siempre ha ido de rositas y nunca se ha manchado las manos, ni siquiera ha trasladado material, movido dinero, o escondido a nadie, y que nunca ha apoyado nada en las discusiones internas. En otras palabras, que no haya colaborado con banda armada…
Un ejemplo de libro
http://es.wikipedia.org/wiki/Mikel_Lejarza