Hablamos mucho sobre los tea parties. Por aquí los saco a pasear a menudo, siempre apareciendo en las sombras, en segundo plano, persiguiendo al partido republicano con su nefanda influencia. Son las bases del partido, el sector más radical, la gente que de repente han descubierto que Estados Unidos tiene deuda pública y un presidente que se preocupa por que la gente tenga cáncer.
Lo cierto es que siempre he tenido un poco la sensación que este punto de vista tiene algo de caricatura. Aunque las últimas encuestas señalan que el peso en la opinión pública del tea party parece estar retrocediendo bastante, con los americanos bastante menos cabreados con su gobierno que hace unos meses (y sí, creo que este el único país del mundo donde esta clase de preguntas aparecen en las encuestas), este no es un movimiento trivial. Hay un montón de grupos, grupitos y organizaciones por todo el país, y hay varias grandes alianzas nacionales de estos grupos que no se llevan demasiado bien entre sí. Hay mucha actividad en el movimiento conservador estos días, y creo que no la entendemos demasiado bien.
Para ver si alguien me podía aclarar un poco las cosas, hace unos días me puse en contacto con Andrew Ian Dodge, un activista conservador que lleva años metido en estas cosas, y que lleva en el tea party básicamente desde el principio, como uno de los fundadores de los Tea Party Patriots. Dodge, escritor, bloguero y crítico de rock (!), ha decidido presentarse a las primarias republicanas en Maine, intentando echar a Olympia Snowe, una senadora republicana moderada que cometió el error (es un decir) de votar a favor del estímulo fiscal y la reforma de la sanidad de Obama. Lo segundo una sola vez, y sólo para sacar la ley de comité en un voto no demasiado relevante, pero es igual.
Pero eso es un poco secundario. Tenía curiosidad por aprender más sobre el tema, así que hace un par de días me abrigue bien, cogí el coche, y me acerqué a North Brunswick, Maine, en un pequeño paseo en coche. La idea no era tanto una entrevista (no soy periodista, y me aburren profundamente) sin una charla para que alguien que ve las cosas desde dentro me sacara de dudas. Después, si no acababa pensando que era un socialista petulante estúpido, me acercaría una reunión del tea party local donde Dodge iba a presentar su candidatura.
Vaya si hablamos. Si no fuera porque participa en política muy activamente y se presenta a elecciones (cof, cof), Andrew es el bloguero arquetípico: habla mucho, habla rápido, tiene opiniones sobre absolutamente cualquier cosa que sucede en este planeta y una curiosidad insaciable. La mayoría de mis preguntas, sin embargo, y el foco de la conversación, fue el estado, vida y milagros del movimiento conservador americano, y el encaje de los tea party en esta estructura.
Para Dodge, los tea party son esencialmente un movimiento descentralizado – ciudadanos preocupados por la deuda, el creciente papel del gobierno federal, la pérdida de peso de los estados, la corrupción del sistema político. La agenda es vagamente conservadora, pero no se basa sólo en ello; las ideas libertarias tienen tanto o más peso. Bajo su punto de vista, los tea party se preocupan sobre todo de temas económicos (deuda) y políticos (tamaño del estado), pero no forman parte de la derecha religiosa «clásica» – al contrario, han resistido su influencia. Echando un vistazo a estudios de opinión, no estoy del todo seguro que esta distinción se tan clara; aun así, es cierto que desde los tea party no se escuchan demasiadas voces hablando de matrimonio homosexual o aborto.
Dentro de la descentralización del movimiento, Dodge recalcó que no hay «un» tea party, sino varios. Sarah Palin o Christine O´Donnell no son más portavoces del movimiento que Paul Ryan o Andrew Ian Dodge; hay muchas corrientes, muchos movimientos, y no pocos listillos pretendiendo ser parte de todo el sarao a ver si les cae algo. En la larga lista de organizaciones que dicen ser asociaciones nacionales del tea party, sin ir más lejos, hay algunas que son más espontáneas y descentralizadas, y otras que reciben más dinero de grandes donantes y que estan manejadas por profesionales. Aunque no lo comentó explícitamente, hay cierto rencor hacia los no pocos «conservadores profesionales» que están revoloteando alrededor del movimiento. Andrew citó explícitamente a O´Donnell, de hecho, como candidata obviamente idiota que recibió ayuda externa de los operativos republicanos de siempre (en este caso, Tea Party Express) a ver si picaban algo.
Cuando hablábamos del futuro del movimiento, Dodge no era muy amigo de grandes predicciones. Dice que los tea party están para quedarse, pero que a buen seguro no van a ser lo que gran parte de la intelligentsia republicana se espera. Aunque hay un cierto tono de reparto de carnets (¿por qué todos los movimientos sociales son iguales en este aspecto?), me comentaba que muchos políticos republicanos que han corrido a ponerse a la cabeza del desfile se van a llevar una sorpresa cuando les monten unas primarias también a ellos – o habiendo ganado el 2010, las bases se los saquen de encima el 2012 si no hacen su trabajo. Los activistas del movimiento puede que se cebaran con los demócratas en este ciclo electoral, pero Dodge insistió que su problema con Washington no se reduce a un partido – los republicanos son igual de culpables.
Pero era ya hora de ir a la reunión del tea party local. Eso, para el siguiente artículo.
[…] del artículo de […]
[…] First one is over @ Politikon and its in Spanish. And BigGator5 did one via email for Redstate. […]
[…] Andrew Ian Dodge talks to PolitikonBy electdodge – March 15, 2011Posted in: News Politikon is a political blog from Spain and did a 3 part series about the Tea Party in general with Andrew Ian Dodge. Talking to tea partiers (I) …. […]
Pues la serie es excelente: nadie en la prensa española ha sido capaz de hacer algo así. Y este es el motivo de mi reflexión. No te proclamas periodista porque no lo eres, pero un periodista que se hubiera molestado hubiera hecho una crónica o reportaje en términos similares a los tuyos. ¿Quiero con eso decir que eres tan periodista como los que lo son, una especie de talento añadido? No, realmente quiero decir que ellos son tan poco periodistas como tu ungidos de la gracia de una cabecera.
Es decir, a lo que me refiero es a la obviedad de la desintermediación de los medios y de cómo las miles de contribuciones (unas buenas, otras pésimas, otras corta y pega) de muchas personas dan más valor que un medio convencional ya la mayoría de las veces. Es más, lo que se descubre con una lectura de los periodistas más o menos atenta, es que hay artículos buenos, pésimos y corta y pega con el mismo curioso ritmo que el de los bloggers. En fin, me desvío algo del tema, pero creo que forma parte del tema: en tu relato es esencial la imagen desfigurada que dan los medios del «movimiento». Por cierto, me plantearía por tu texto si lo que son es más una red distribuida (múltiples nodos iguales) que descentralizada (unos nodos dependientes de otros): las consecuencias de control y jerarquía son muy distintas.
[…] qué nos cuenta. También voy a hablar con varias figuras del tea party local, incluyendo a nuestro viejo conocido Andrew Ian Dodge, escuchar un montón de discursos y ver si dan comida gratis en los […]