El Departamento del Tesoro va a presentar hoy lunes el plan de rescate financiero para bancos y otras gentes de mal vivir, y parece que no incluirá de momento la palabra que empieza por «N». El hecho que el plan no entre a saco y nacionalice los bancos que no pueden sobrevivir solitos hace que empiece a leerlo con reparos; aún siendo consciente de los horribles peligros de comprar bancos, siempre me había parecido la mejor opción.

¿Qué tenemos en este plan? La verdad, es un monstruo bastante complicado, y aún no acabo de tener una opinión completamente formada sobre el proyecto que se filtró el viernes. La idea es comprar activos tóxicos (esas hipotecas basura escondidas en CDOs que nadie quiere), pero no hacerlo directamente; el gobierno americano intentaría crear un mercado de estos engendros para que entrara el sector privado.

El problema es cómo hacerlo. las entidades que tienen esos instrumentos malignos en sus hojas contables dicen que valen un precio determinado (alto, evidentemente) y que si lo venden por debajo entrarán en quiebra. Los inversores no se fían de los precios y contenidos de esos misteriosos cubos de basura, así que no se atreven a acercarse. La solución de Geithner es hacer de puente; primero, crear un mecanismo de precios para que compradores y vendedores se pongan de acuerdo -una subasta-, y segundo garantizar / apoyar / subvencionar a los compradores, al menos en parte, compartiendo riesgos y beneficios.

Esto tiene varios problemas graves; Paul Krugman los cubre con cierto detalle. Primero, los banqueros que han causado el problema no pierden su trabajo, algo que debería suceder por el bien de todos. Segundo, y más grave, si los bancos realmente están en quiebra técnica (algo bastante probable) el rescate sólo funcionaría si el mercado está pagando por esos activos basura mucho más de lo que valen, un precio que sólo aparecería si el tesoro está garantizando / regalando cantidades ingentes de dinero a banqueros y compradores por igual. Otra de esas situaciones en que el estado te cubre, si aciertas, ganas tú, si la pifias, pierde el estado; riesgo moral galopante.

Es un plan complicado; he dejado un montón detalles importantes en la cuneta. Es rematadamente difícil de explicar a los votantes, algo que en el contexto de populismo feroz en Estados Unidos puede ser peligroso; hay demasiados políticos y periodistas listillos intentando ponerse la medalla de gran enemigo de los bancos. Por si fuera poco, la credibilidad de la administración no es eterna; si el plan se estrella (algo que Krugman dice que sucederá) Obama lo tendrá complicado para pedir más dinero al Congreso.

Aún viendo los peligros y problemas implícitos de este plan, sin embargo, no estoy del todo seguro que Krugman acierta al decir que es una repetición del plan Paulson. Para empezar, intenta crear un mecanismo de precios. Sí, es vía subvención, pero implícitamente casi cualquier precio en cualquier mercado «aparece» en parte porque el estado está garantizando (vía sistema judicial, ley y orden, garantía de depositos bancarios, etcétera) el mecanismo de precios.

El problema de riesgo moral está sobre la mesa, pero puede que estemos dándole un peso excesivo. Todo depende de cómo se diseñe el mecanismo que define los precios: si la subasta de activos se hace bien -algo muy complicado, pero teóricamente posible- es posible que la basura financiera tenga el precio adecuado, y no provoque pérdidas excesivas a los bancos o a los compradores (y gobierno federal). Lucien Bebchuck es uno de los economistas que cree que con un diseño adecuado el plan puede funcionar, creando un mercado donde ahora mismo no existe y clarificando la situación de muchos bancos. Brad Delong también cree que el plan puede funcionar, si las cosas se hacen bien.

La mayor claridad será de gran ayuda, especialmente si tenemos en cuenta qué este plan no es un arreglo aislado. El gobierno americano, si recordáis, está haciendo otras dos cosas al mismo tiempo; por un lado, creando regulaciones nuevas para el sistema financiero, y por otro, evaluando con su stress test si los bancos pueden sobrevivir solitos. La regulación parece que será bastante extensa, y en algunos puntos, draconiana; la parte más importante es que incluirá un mecanismo para intervenir (nacionalizar) entidades gigantes. Sigo pensando que el diagnóstico de los bancos acabará por decir que algunos bancos tienen que ser nacionalizados (soy así de ingenuo); tener un mercado semi-funcional ayudará al Tesoro a decidir qué entidades merecen ser ejecutadas.

¿Funcionará? la verdad, no lo sé. En vista del desastre populista de las primas de AIG, entiendo más que nunca lo peligroso que sería nacionalizar. Imaginad todos esos mandriles indignados que van poniendo un impuesto de un 90% a según qué salario tratando de dirigir un banco al estilo soviético. Nada bonito.  Seguiré leyendo y mirando sobre el tema, pero aunque no veo el plan como una solución «fácil» o «ideal», veo el mecanismo que puede hacerlo funcionar. Veremos.

Actualización: para los frikis que leen estas cosas, el plan está resumido aquí; una versión más extensa aquí. Aviso para navegantes: «legacy assets» es neolengua para decir «activos tóxicos» o «basura financiera».


Un comentario

  1. La verdad es que Obama me esta decepcionando relativamente como esta encarando este problema, en cuanto que se esta dejando influenciar demasiado por Geithner y Summers. Eso de que haya mencionado en la rueda de prensa que son los Estados Unidos y no Suecia y que hay que poner más o menos al mando a los de Wall Street porque son los que «saben»del tema me parece de un «insiderismo» peligroso. Geithner todavía esta empapado a fondo de la mentalidad pre-recesión y del espíritu Clinton.

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