Economía & Internacional & Política

El problema del exceso de experiencia

26 Ene, 2009 - - @egocrata

La administración Obama tiene dos problemas urgentes sobre la mesa: arreglar el sistema financiero y mantener la economía real con vida. Sin sistema bancario, la economía real no puede funcionar en absoluto, y si la economía real no está más o menos con vida, los bancos no pueden sobrevivir; romper este ciclo es un problema técnico complicadísimo, que necesita soluciones complicadas.

En condiciones normales a uno le gustaría tener un equipo con experiencia para tratar de sobrevivir un temporal de este calibre, y lo cierto es que el equipo de Obama la tiene. El problema, sin embargo, es que en un caso como este puede que la experiencia sea un obstáculo tanto como una ayuda, ya que en mucho aspectos la crisis actual no tiene nada que ver a crisis pasadas. Para empezar, vivimos en el mundo de ZIRP, ese sitio aterrador en el que la política monetaria ha dejado de existir. Segundo, e igualmente importante, todas las señales apuntan que el sistema financiero actual no tiene nada que ver con lo que decían los libros contables o cualquier teoría económica racional; entenderlo no es sólo cuestión de experiencia.

Lo he comentado antes, pero vale la pena insistir en ello: para salir de esta va a ser necesario utilizar métodos y políticas extrañas, cosas impensables, conjuros y hechizos de grimorios económicos demasiado terribles como para ser mencionados en voz alta. Cuando voces más sabias y más sensatas que un servidor mencionan y debaten la palabra que empieza por «N» en público (Krugman en This Week este domingo, sin ir más lejos, o un artículo en primera página en el New York Times el otro día), hablan de reestructuración radical del sistema financiero y hablan de la necesidad de un plan de estímulo fiscal absolutamente gigantesco no ahora, sino en septiembre, me parece que es hora de moverse rápido y sin remilgos.

Estos días la administración Obama está dando señales que entienden el problema, pero no acaban de darme la sensación de ser capaces de salir de recetas más o menos conservadoras. Hablan de reformar la regulación de los mercados financieros de forma extensiva (algo que debía haberse hecho en otoño del 2007, cuando incluso un servidor veía claro que algo iba mal) y de gastarse casi un billón de dólares estimulando la economía, pero siguen dando señales de cautela un tanto preocupantes.

Insisten, sin ir más lejos, en escuchar a los republicanos un poco demasiado; está bien hacer caso a la oposición, pero no parece demasiado sensato hacer la pelota a alguien que acaba de perder por goleada e insiste a defender las ideas (¡menos estado! ¡bajar impuestos! ¡voodoo fiscal!) que han creado el problema para empezar. No parecen estar demasiado por la labor de decir cláramente que son tiempos extraños; todo se arreglará apretándose el cinturón, como dijo Obama en la investidura, pero sin decir con claridad que esta crisis no es una crisis normal.

Claro, puede que todo esto sea un ejercicio de cautela, guardando las cartas más radicales para evitar que los mercados tengan un ataque de nervios. Puede que estén pensando seriamente en nacionalizar. La verdad, no estoy seguro que alguien como Larry Summers apoye una idea así, pero nunca se sabe. Veremos.


2 comentarios

  1. Nacho dice:

    Que penosa es la conciencia que siempre se acaba metiendo de por medio. Ya sé, y no puedo esperar, que las alimañas que son los banqueros, algunos (o muchos) CEOs, y en genral todo el establishment político sepajn el significado de esa palabra. Pero yo (y espero que mis conciudadanos), sí lo sé.

    ¿Desde que autoridad moral se puede hablar de la palabra ‘N’? Nacionalizar la deuda y el desbarajuste que la elite ha creado, socialismo para ricos que lo llaman. Ah sí, ya recuerdo: «Too big to fail», esa era la frase. A mí todo esto me huele a trampa. Pero que sé yo, a parte de que los mayores responsables del problema se van a salir de rositas y disfrutar de sus dineros en paraísos fiscales, o directamente manejando el sistema monetario desde sus pedastales. Son los dueños del mundo. Suena demasiado marxista y reaccionario supongo, esta pasado de moda hablar de los parásitos del sistema.

    En cualquier caso, ya me rio yo de la ‘N’, y espero con ganas, aunque sea por puro revanchismo moral, que el poatrón-dolar se vaya al carajo y acabe reventando el sistema entero. Eso es lo que no quieren entender algunos, que este sistema es una farsa «de pe a pa», y no hay ‘regularización que lo salve’. No existe el crecimiento infinito exponencial, las sospechas debieron empezar cuando un 2-4% de crecimiento anual es mantenido durante décadas.

    Señores, es mejor dejar caer el sistema, y que Dios nos ampare, pero antes od espués hay que apretarse el cinturón. Todo lo demás será poner parches…

    1. Negación,
    2. Enojo,
    3. Negociación,
    4. Depresión
    5. Aceptación

    Ya sólo les quedan dos fases, RIP capitalism

  2. No sé que habrá dicho Krugman, pero nacionalizar o por lo menos «meter las narices» en los consejos de administración de los bancos a los cuales se les puede estar salvando de la ruina es de sentido común.

    Se aplican políticas basadas en subvenciones pq se espera que los incentivos conocidos funcionen. Pq se espera que se tomen las decisiones racionales que un economista puede preveer. Pero si no se toman y la información sobre lo que pasa es mínima pues nacionalizar total o parcialmente supone entre otras cosas mayor información para los que toman las decisiones políticas y los que deciden qué hacer con la pasta. Aunq en el caso español no debía ser tanto problema, que para eso las cajas, que es buena parte del sector bancario, son lo que son, de todo menos privadas, y por tanto la información acerca de qué pasa dentro del sistema financiero debería fluir fácilmente.

    Y siempre se puede volver a privatizar en el futuro…

    Además electoralmente es muy vistoso, aunq me imagino que no en los EEUU.

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