Si hay algo que he aprendido desde que Obama está haciendo política es que tengo que tener cuidado cuando me pongo a criticar su estrategia. Cada vez que el tipo ha tomado alguna decisión estratégica que me parecía cuestionable o erronea siempre me ha dejado con cara de tonto. A estas alturas debería estar escarmentado, pero no, sigo haciendo lo mismo; criticaba la estrategia utilizada para aprobar el plan de estímulo, y parece que de hecho había una lógica detrás de la retórica utilizada.

El otro día criticaba a Obama por ser demasiado tímido. El plan de estímulo es demasiado pequeño, y se centraba demasiado en construir un consenso a base de ofrece bajadas de impuestos. El viernes, sin embargo, me dí cuenta qué pretendían conseguir con esa timidez en la rueda de prensa de Obama. Veamos el video:

Aparte del hecho totalmente novedoso tras ocho años de Bush de tener un tipo que sabe hablar en público (¡y que menciona a Paul Krugman!), hay algo interesante en este video: la pregunta. El periodista no está preguntado si el plan de estímulo es socialismo, genera déficit o si es un despilfarro ineficiente; está preguntando si es demasido pequeño.

Lo comentaba Nate Silver, y creo que tiene razón: Obama está en El Precio Justo. La idea es plantear un debate en que los demócratas (y economistas serios) critican al presidente por querer gastar demasiado poco, «forzando» a Obama a ser la figura moderadora en un escalada de gasto. Los senadores republicanos no están luchando contra un plan despilfarrador, sino que se ven en la extraña posición de plantearse qué estara haciendo Obama bien para que lo critique John Kerry.

Volvemos a ese extraño monstruo que es el Senado. Obama básicamente necesita 60 votos para pasar leyes (sin ellos, los republicanos pueden bloquear legislación a base de filibusterismo), y tiene 58 demócratas que son votos fáciles de conseguir. Sólo necesita dos republicanos moderados «desertando» para tener libertad de acción. Lo que harán será a buen seguro concentrarse en colocar sus propuestas dos pasos por detrás de la opción preferida de los demócratas, dejar que estos protesten y quieran ir más allá, y jugar a ser el actor moderado para atraer esos dos votos. Si son malvados (y creedme, lo son) harán la pelota (y criticarán si no cambian su voto) a los senadores republicanos que vienen de estados en los que Obama ganó facilmente (Pennsylvania, por ejemplo).

Puede funcionar así toda la legislatura, siempre que Obama sea relativamente popular.

Para los más obsesos con los detalles económicos puros, Christina Romer y Jared Bernstein, dos economistas académicos que formarán parte del nuevo equipo económico de Obama han publicado un artículo largo con un análisis del plan de estímulo, si este fuera de 775.000 millones. Paul Krugman ya ha contestado diciendo que el estímulo es demasiado pequeño, por descontado, pero esa parece ser la idea. Como dice Ezra Klein, el informe analiza este plan, pero no dice que este será el plan; parece que Obama confía que el Congreso le eche una mano.


Un comentario

  1. […] Lo más curioso, sin embargo, ha sido el lenguaje de estos días. Para empezar, los republicanos han recibido muchísima más cobertura mediática de lo que me esperaba. Los medios han estado escuchando muchísimo a un grupo de gente que no tiene demasiado que decir sobre esta legislación, en gran parte porque el presidente les estaba prestando mucha atención. En condiciones normales esto sería un error (¿para qué dar prensa a tus rivales?), pero estos días creo que Obama está de nuevo haciendo algo que no me esperaba, y que resultaba ser lo correcto. […]

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