Internacional

Las otras elecciones republicanas: Speaker Paul Ryan

29 Oct, 2015 - - @egocrata

Una nota rápida sobre las otras elecciones dentro del partido republicano estos días, la inusualmente divertida elección de un nuevo Speaker de la cámara de representantes de la que hablamos hace unos días.

Tras un par de semanas de sainete, tenemos el candidato que todo el mundo parecía querer desde el principio: Paul Ryan, republicano de Wisconsin, y ex-candidato a la vicepresidencia junto a Mitt Romney. Aunque siempre me ha parecido un poco cantamañanas (aquí tenéis dos artículos del 2012 cuando Romney lo nominó), Ryan es un buen político, capaz de combinar ideas muy conservadoras (ejemplo) con cierta sensatez para llegar a acuerdos presupuestarios con los demócratas cuando es necesario. Es la clase de tipo que el establishment adora porque es guapo, habla bien y no dice barbaridades semi-racistas, pero que a la vez es respetado por los conservadores, o al menos aquellos conservadores que no están locos de atar.

Ryan llega al poder tras hacerse rogar durante un par de semanas. En vez de meterse en negociaciones inacabables con los ultras del freedom caucus y el tea party, su estrategia fue decir que sólo aceptaría el cargo si las tres facciones del partido en la cámara de representantes declaraban su apoyo en público, y él no tenía que ofrecer ninguna concesión. Por añadido, Ryan exigió un cambio de reglas que haría mucho más complicado destituir al speaker, reduciendo el poder de chantaje del ala derecha del partido.

Lo que ha acabado sucediendo es una historia clásica cuando hablamos del tea party: a cambio de una victoria táctica bloqueando la ascensión de Kevin McCarthy como speaker han conseguido que su substituto llegue con la promesa de limitar su poder de bloqueo. Su intransigencia les ha dejado sin amigos dentro del partido, y sin una coalición alternativa viable para frenar a Ryan o atraer a moderados. Siempre se quedan a medias.

Esto no quiere decir que la vida de Paul Ryan como Speaker vaya a ser sencilla. El equilibrio de poder en la cámara de representantes o dentro del mismo partido es hoy el mismo que antes de la salida de John Boehner, con una minoría creciente de radicales capaces de dejar en minoría a su líder si no es lo suficiente conservador. Cuando haya votaciones polémicas (y siempre las hay), Ryan va a enfrentarse al mismo circo de chiflados protestando porque no han eliminado el departamento de educación del presupuesto e iniciado un impeachment sobre Obama.

La diferencia, en este caso, es que John Boehner antes de irse decidió hacer un favor enorme a su sucesor. Estados Unidos iba a toparse con el techo de la deuda (otra vez) a principios de noviembre y con otra batalla presupuestaria para evitar un cierre del gobierno federal antes de Navidad. Boehner, en vista que el año que viene hay elecciones y lo último que quiere el partido es un cierre de gobierno entonces, aprovechó que se jubila para alcanzar un acuerdo presupuestario enorme con Obama, y dejar ambos temas completamente zanjados hasta marzo del 2017.

Para que os hagáis una idea del marrón que ha esquivado Ryan, 187 representates demócratas votaron a favor, y sólo 79 republicanos. Los 166 votos contrarios son casi todos del partido que tiene mayoría en la cámara, que Ryan va a tener el «privilegio» de dirigir. Obama, que no es la clase de político que deja una oportunidad escapar, aprovechó las prisas de Boehner para forzar un aumento de gasto público en varios apartados (unos 80.000 millones en dos años), para hacer aún mas felices a los conservadores.

De aquí a final de legislatura, al menos, Paul Ryan no  tiene ninguna votación  en el calendario que exija pelearse con los suyos o acabar sacando adelante acuerdos con votos demócratas. Eso si Obama no se dedica a poner temas en la agenda de un modo u otro para amenizar la campaña, claro.

No que Obama quiera hacer algo parecido. Que va.


Un comentario

  1. Alatriste dice:

    Roger, deberías dedicar un par de minutos a releer tus textos antes de subirlos. Ese «No que Obama haría nada parecido» chirría, y también descubrir que Ryan tiene raíces catalanas; hacia el final del artículo, donde dice que «Pau» Ryan no tiene ninguna votación en el calendario que… 🙂

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