Gente mucho más lista que yo (Citoyen, Kantor , José Rodriguez y Albert Esplugas) están discutiendo con un entusiasmo encomiable varias teorías económicas sobre el mercado laboral. Como de todo eso ya hablé hace una temporada (y la verdad, no he leído nada desde hace años y no me acuerdo de mucho), pasaré por el
debate de puntillas, aunque si me permiten dejaré un par de comentarios.

Lo que más me ha sorprendido de la discusión es lo mucho está complicando todo el mundo una idea relativamente simple: cuando alguien busca trabajo, uno tiene mucha prisa, y eso te coloca en una situación de desventaja.

Al hablar de monopsomio en el mercado laboral nos referimos a interacciones a corto-medio plazo, nunca a largo. Como José, utilizaré un ejemplo, pero lo haré muchísimo más crudo: un sólo tipo buscando trabajo. El tipo acabó el instituto, encontró un curro, trabajó unos añitos y resulta que la empresa se fue al carajo (es lo que tienen las recesiones; te comes el marrón aunque lo hagas todo bien), así que está ahí fuera, buscando empleo. Tiene pocos ahorros, recibos de luz, teléfono y demás, y paga alquiler. Nuestro currela se meterá en internet, buscará ofertas, y enviará su CV a 80 empresas cada semana.

Al principio puede discriminar, claro; tiene ahorros. Pero cuando estos se acaban, un trabajador buscando empleo acepta cualquier cosa, por mal que paguen, ya que si no tiene que volver con sus padres (horror). Un empresario que lo llame para una entrevista el primer mes se encontrará a un tipo un poco gallito que pedirá lo mismo que cobraba antes; el mismo empresario, unos meses después, tendrá un pelele balbuceante que aceptará cualquier cosa.

La idea de monopsomio no es que los mercados, en agregado, se equilibran siguiendo una solemne subasta matemática. El problema para el trabajador, y lo que da poder del mercado al empresario, es que acostumbra tener muchísima más prisa para cerrar un trato, no importa cual. Una negociación salarial no es realmente una subasta:  con muy pocas excepciones, no hay ofertas a la baja. Cuando un empresario escoge un nuevo empleado, lo que hace es seleccionar a un candidato y plantear un juego del ultimátum, con una oferta que tomas o dejas.

Lo más curioso de todo esto es que el poder de mercado del empresario cae en picado a la que el trabajador que busca es más «extraño» o «único». Si uno necesita un especialista en recaudar fondos privados para una ONG con usos no limitados (necesitamos a uno: ¿alguien conoce a uno en Connecticut?), en el mercado no hay mucho dónde escoger. Si nos corre prisa (en serio, necesitamos uno), cuando lo encontremos no estaremos en posición de darle un ultimátum, sino más bien andaremos lloriqueando para que se quede. Es posible que el aumento de la desigualdad en los últimos años venga en parte derivada de este hecho, un aumento del poder de mercado de los «trabajadores estrella».

Lo más curioso, por cierto, es que el poder de negociación de los empresarios probablemente ha aumentado en los últimos tiempos gracias a internet. El coste de enviar un CV es básicamente cero para un trabajador con ordenador y módem, así que la cantidad de ofertas enviadas (y como resultado, recibidas) es muchísimo mayor. Al selección personal, las urgencias de quien contrata son aún menores, ya que «convocar» a nuevos candidatos es muchísimo más fácil.

Para acabar, no creo, como dice Kantor, que los empresarios y trabajadores estén mirando de reojo a la competencia en todas las entrevistas de trabajo. Eso es atribuir una racionalidad muy, muy generosa a un jefe de obra que quiere un peón medio decente. Lo más probable es que el potencial peón sepa que realmente necesita el trabajo, y el jefe de obra le dé lo que le da a todos los peones, que al no le pagan para romperse la cabeza. El salario de mercado incluye, de forma implícita, el gigantesco coste oculto que tiene rechazar un trabajo para un obrero no cualificado – el peón sencillamente es un actor precio-aceptante. Medir esto de forma empírica es horriblemente difícil, ya que el mercado internaliza ya los precios; no es extraño que los estudios empíricos no den señales demasiado claras.

¿A largo plazo hay escasez de peones, enferemeras o lo que sea? A lo mejor sí. El problema es que el currela medio necesita el trabajo ahora mismo -toda interacción tendrá las mismas restricciones. De no ser que el de repente todo el mundo se convierta en un alfeñique incapaz y que ser fuerte y resistente sea un talento extraño y difícil de encontrar, el trabajo no cualificado siempre tendrá, en mayor o menor medida (menor con el desempleo bajo, claro), el mismo problema.

(Y sí, hace falta una reforma laboral, etcétera. Pero ese es otro tema)


18 comentarios

  1. Olvidas que el trabajador puede rescindir unilateralmente el contrato e irse a otro trabajo que paguen más después de ya estar ocupado en uno y tenga cubiertas sus necesidades. Lo de la prisa en todo caso sería aplicable al primer empleo si careces de ahorros, pero no a los siguientes a menos que vayas al paro (y aún así, con la cobertura actual, lo de la prisa es muy relativo). Por otro lado, los empresarios también tienen prisa para contratar a gente. ¿O qué daño crees que hacen las huelgas? Una elevadísima inversión fija que no puede moverse ni rentabilizarse.

  2. Kantor dice:

    «Cuando un empresario escoge un nuevo empleado, lo que hace es seleccionar a un candidato y plantear un juego del ultimátum, con una oferta que tomas o dejas»

    Te respondo lo que Rallo: la gente se cambia de empleo desde el empleo, no solo desde el paro. La gracia de mi post es que partiendo desde donde tu (la absoluta indefension de un trabajador aislado frente a un empresario) consigo explicar que haya salarios positivos. Y el motivo de que haya salarios positivos es que el trabajador se puede cambiar de curro desde la posicion de empleado, y elije de entre las ofertas posibles la mejor.

    Como tu, yo tambien tengo la impresion de que las entrevistas de trabajo son un juego de ultimatum, pero resulta que el trabajador puede elegir el mejor ultimatum que le haya llegado, lo que nos devuelve mas o menos a la subasta.

  3. Roger Senserrich dice:

    Rallo, se nota que no te han echado a la calle de un curro desde hace mucho, mucho tiempo :-).

    Cuando pierdes un trabajo, por muy generosa que sea la cobertura de desempleo, tu nivel de gasto está automáticamente por encima de tu nivel de ingresos – no contratas una hipoteca pensando en si la puedes pagar con un hipotético subsidio. Por añadido, la inmensa mayoría de los currelas tienen ahorros muy, muy limitados (la gente tiende a ser excepcionalmente mala calculando riesgos), así que estás bien jodido.

    Si eres la clase de trabajador que puede cambiar de trabajo buscando una mejor oferta, felicidades: estás en la región de mercado en que el empresario no es un monopsomio para tí. Cuando un país tiene un nivel de paro un poco alto (8-9%; no digamos un 18%), sin embargo, esa región es más pequeñita. Por cierto, esta es una de las razones por la que es racional aumentar los salarios por antigüedad – es una demostración que el empresario tiene menos poder sobre el empleado.

    Lo de la prisa del empresario es, a menudo, bastante relativa. Si alguien está contratando un trabajador adicional es para expandir negocio o substituir un trabajador en una posición necesaria – normalmente no tener a alguien se convierte en no pagar la hipoteca.

  4. Jordi Gomara dice:

    Pues el artículo es interesante, no es simplista ni reduccionista, contrariamente a lo que suele pasar a menudo en este tipo de reflexiones. Me imagino que está bastante bien, si no es que me has engañado en algo que se me ha pasado por alto. Si es así, algo debe haber sucedido de extraño, porque tu y yo a menudo diferimos bastante ideológicamente hablando. En fin. Saludos

  5. Mireia dice:

    Hombreeee, en el tema de las huelgas, no confundamos churras con merinas: una cosa es tener un trabajador de menos porque aún no has encontrado el candidato y otra es tener toda la empresa paralizada por una huelga…
    Evidentemente, la capacidad de negociar del empresario aumenta cuanto mayor es el tamaño de la empresa. Donde trabajo yo ahora no se pueden permitir perder un trabajador durante mucho tiempo, porque para cuatro gatos que son.. en cambio he estado en sitios en los que hemos pasado de 40 y pico personas en un departamento a poco más de 20, y la empresa sin pestañear. Lógicamente las condiciones laborales eran mucho, pero que mucho peores en esta última empresa porque con menor presión a la hora de sustituir empleados ( y menos empacho en despedir a los que les resultan más molestos) se pueden permitir darle al látigo con mayor libertad.
    Lo de que un trabajador tenga mayor poder de presión si busca empleo mientras ya está empleado… dependerá del sector y sobre todo de la cualificación del trabajador. Si se trata de un sector con una enorme demanda, podrá pedir el oro y el moro, y más si se trata de un sector ultracualificado en el que la experiencia es algo valioso. Pero por la experiencia que tengo en mi sector no es raro encontrar empresas que pidan un diplomado con un mínimo de 2 años de experiencia, varios conocimientos adicionales y ofreciendo no más de 15.000 euros al año. Lo que es yo, siendo submileurista aún me puedo dar con un canto en los dientes, pero por otro lado al haber llegado prácticamente a mi techo salarial no tengo más remedio que apechugar con lo que tengo aún en el caso de que tenga ganas de cambiar. Y eso lo saben tanto empresarios como trabajadores, lo que hace que unos se sientan en posición de forzar los salarios a la baja mientras los otros se lo piensan un pelo antes de pedir un aumento de salario (al menos
    hasta que llega el tan deseado contrato indefinido).

  6. Jordi Gomara dice:

    Después de leer los comentarios ahora entiendo por qué coincidimos. La experiencvia y la praxis es la mejor escuela. Roger sabe lo que es pasar por el aro, Miereia también. Otros, o deben tener buenas herencias, o siempre han dispuesto de luegares de trabajo muy elegantes y altamente cualificados o papá les mantiene el yate en el puerto olímpico o tal vez en Miami Beach. Cuando uno sufre la crueldad del sistema en sus carnes, sabe bien de lo que está hablando. Saludos

  7. Kantor dice:

    A ver, la cuestión no es si te dan lo que CREES que te mereces. En particular, yo que me merezco 100.000 euros anuales y derecho de pernada en un feudo de Dinmarca, así que estoy muy por debajo de lo que «me merezco» (anda, refuta eso).

    La cuestión es que las tasas medias de superviviencia de las empresas son de unos cinco años, y las empresas tienen pérdidas, quiebran, y el tio que las dirige en general tampoco vive tranquilo. Es verdad que si un empresario tiene 1000 trabajadores y gana 100 euros con cada uno al mes, el tipo se embolsa 100.000 mensuales, y claro le da para un Jaguar. Pero eso tambien quiere decir que si te paga 800 euros al mes, si repartiesemos lo que el gana te llevarias… 900 euros.

    Mireia, colega, siendo realistas ¿cuanto ganan contigo? ¿cuanto te llevas tu? Hombre, no te vendria mal llevarte tambien lo que gana tu empresa contigo, pero ¿has tenido cuiriosidad de calcular el beneficio neto por trabajador en tu empresa? Antes de lloriquear, digo.

    Y si resulta que simplemente es que vivimos en un país pobre, poco productivo y ahogado con impuestos, regulaciones y corruptelas? Y si nos preguntamos, antes de protestar contra la empresa, cuanto cuestan 3.000.000 de funcionarios? Cuanto te quita el Gobierno de la nómina? Vale, COBRAIS poco pero ¿cuanto le COSTAIS a la empresa?

    http://spanish.martinvarsavsky.net/general/el-mileurista-es-un-dosmileurista-expoliado-por-el-gobierno.html

    ¿Sabeis quien tiene una pila de poder de mercado, incluso podría decirse que es un monopolio? El Estado. Por eso es taaan caro.

  8. Roger Senserrich dice:

    Kantor, el problema es que experiencia de estar parado e ir de culo es idéntica en Estados Unidos que en España, donde el estado es como mínimo más esmirriado. Y aquí si que no tienes poder de negociación ninguno, con un salario mínimo de risa y un subsidio de paro que llevaría el español medio a la apoplejia.

    La cuestión es que ser un trabajador poco cualificado es algo terrorífico en cualquier sitio, en cualquier empresa. Eres prescindible. Escoria. Y te pagan a menudo menos de lo que «vales» (sea lo que sea), porque vives muerto de miedo.

    Por cierto, ¿de dónde sacas la esperanza de vida de las empresas? Tenía entendido que era aún más corta, pero que de media las que mueren rápido apenas emplean a gente. ¿Tienes datos?

  9. Mireia dice:

    Yo no lloriqueo por cobrar poco en mi empresa actual porque da la casualidad que sí sé lo que gana: puedo ver la facturación total junto con los costes a través del sistema. Y sé que no puedo pedir mucho más, es lo que tienen las pequeñas empresas. Por eso digo que cuanto menor es una empresa menor poder de negociación tiene el empresario, porque en el otro ejemplo que puse – una empresa con 200 o 300 trabajadores – los beneficios anuales se contaban por BILLONES – y aún así, no sólo mi remuneración (por hacer básicamente el mismo trabajo que ahora) sino las condiciones laborales (46 horas semanales de media, broncas que te llevaban al borde de las lágrimas, puñaladas varias, nulo plan de seguridad, te timaban con las vacaciones y ni se te ocurra montar un comité de empresa) eran mucho peores.
    Básicamente, la tesis de Roger es cierta: un empresario parte de una situación de ventaja con respecto al trabajador, ventaja que se acrecienta cuanto menor es la presión que siente el empresari a la hora de contratar un nuevo trabajador. Coñes, es ley de la oferta y la demanda en estado puro.

  10. Kantor dice:

    «Y sé que no puedo pedir mucho más, es lo que tienen las pequeñas empresas»

    Lo que nos lleva al interesante punto de que el empleador marginal tampoco parece tener poder de mercado, y que TU recibes basicamente tu productividad marginal.

    «En el otro ejemplo que puse – una empresa con 200 o 300 trabajadores – los beneficios anuales se contaban por BILLONES – y aún así, no sólo mi remuneración (por hacer básicamente el mismo trabajo que ahora) sino las condiciones laborales (46 horas semanales de media, broncas que te llevaban al borde de las lágrimas, puñaladas varias, nulo plan de seguridad, te timaban con las vacaciones y ni se te ocurra montar un comité de empresa) eran mucho peores.»

    ¿Billones de que?¿De liras turcas? Una empresa con 300 trabajadores y billones [incluso millardos!!] de euros de beneficios es una empresa que debería estar en mi cartera. Incluso cualquiera de sus competidoras…

    «ásicamente, la tesis de Roger es cierta: un empresario parte de una situación de ventaja con respecto al trabajador»

    Tu empresario actual no está en tanta ventaja respecto de ti ¿no?. La empresa excepcional en la que currabas antes (y cuya contabilidad apuesto a que conoces menos que esta en la que estas ahora) parece que si estaba en ventaja. Pero resulta que tu haces un trabajo semejante, y ahora cobras tu productividad marginal. No me extraña que antes cobrases mas o menos lo mismo: tu productividad marginal en la empresa marginal del sector!!

  11. Básicamente:

    a) Obviamente quien tiene grandes pasivos (en sentido amplio, no sólo deudas comprometidas) está apurado en el mercado. No es algo específico de los trabajadores, sino de tener que realizar pagos y no contar con efectivo. Las empresas muy endeudadas están en peor situación ahora mismo que las que carece de deuda; las primeras tienen que vender o liquidarse aun cuando las perspectivas a corto plazo sean malas, las segundas pueden parar las máquinas y esperar a que la situación mejore. Lo lógico es comparar a una empresa sin deuda con un trabajador sin deudas, y no a un trabajador apuradísimo y una empresa muy solvente. Ahí obviamente existen diferencias de poder de negociación, pero como en todas partes. Creo que no os habéis dado cuenta de que en el mercado cada producto tiene dos precios: bid y asked. Y el precio final se aproxima más a uno u a otro en función de quien tenga más prisa por cerrar la transacción.
    b) Y esto nos lleva al siguiente punto: el problema de muchos trabajadores es que efectivamente se comprometen a gastar todo el salario que perciben. Es lo que Robert Kiyosaki llama carrera de la rata y es básicamente adonde nos conduce un Estado de Bienestar (frente a la sociedad de propietarios: http://www.juandemariana.org/estudio/982/sociedad/propietarios/). Obviamente, quien se hipoteca en una casa, se endeuda para comprarse un coche y lleva un ritmo de vida relativamente elevado tiene un PROBLEMA. Pero no porque sea un trabajador, sino porque ha estado viviendo por encima de sus posibilidades bajo la absurda hipótesis de que nunca se quedaría desempleado (hipótesis reforzada, por cierto, por los seguros públicos de desempleo). Y esto no tiene nada que ver con que los salarios no dan para ahorrar porque son de miseria. La inmensa mayoría de la gente, incluso los submileuristas, tienen un buen margen para ahorrar: desde ponerse a compartir piso (el menda lo hace) a recortar todos los gastos que no sean
    comida, luz y teléfono. Si esta situación no le gusta a alguien, más que quejarse de lo bajos que son los salarios debería pensar, en la línea de lo que apunta Kantor, sobre cuánto está consumiendo de la sociedad sin aportar lo suficiente a ella (productividad marginal).
    c) El empresario no sólo contrata para crear departamentos. Algunos decís que conocéis el mercado laboral, pero no se nota demasiado. Precisamente porque unos trabajadores se pueden ir a otros empleos que les paguen sueldos más elevados, los empresarios que los pierden tienen un puesto vacante que paraliza la producción.
    d) Y, en definitiva, lo que decía al principio: no sólo se busca trabajo desde el paro, sino desde otro trabajo. Las causas por las que existe un elevado paro tal vez habría que buscarlas en el elevado coste de la contratación en relación con la productividad marginal. ¿No decía Krugman algo así sobre España?

  12. Y otra cosa de la que parece que no nos damos cuenta. Si una empresa tiene 40 trabajadores y luego los reduce a la mitad «sin pestañear» es que los 20 trabajadores a los que se despide estaban cobrando MUY por encima de su productividad marginal. O dicho de otra forma, todos los trabajadores que la empresa contraba a partir de 20 no le aportaban básicamente nada (con esos supuestos de partida, claros).

  13. Mireia dice:

    O también puede ser que los 20 que quedan terminen sobresaturados, que la cola de llamadas se sitúe en las decenas y que te veas obligado a despachar un cliente en tiempo récord si no quieres que te explote la vejiga.
    Vale, me colé con lo de los billones, fue hace varios años y aún contábamos en pesetas. Pero aún así es una facturación nada desdeñable.
    La inmensa mayoría de la gente, incluso los submileuristas, tienen un buen margen para ahorrar: desde ponerse a compartir piso (el menda lo hace) a recortar todos los gastos que no sean comida, luz y teléfono.
    Porque todo el mundo sabe que los curritos no tenemos derecho a aspirar a los bienes de la sociedad de consumo y podemos darnos un canto en los dientes si tenemos 2 platos calientes al día y no dormimos bajo un puente, claro. Ahora, dile eso a los productores que venden todos esos bienes «superfluos», que a partir de ahora la plebe se va a limitar a gastar en lo estrictamente imprescindible, y que se olviden de vender ipods. Peazo economía nos iba a quedar, macho.
    Lo de compartir piso está muy bien para los jóvenes, pero ¿en serio pretendes que uno funde una familia en un piso compartido con 2 o 3 desconocidos, las más de las veces disponiendo sólo de una habitación? O sea, que tu solución pasa por movernos a una sociedad prácticamente de subsistencia con una natalidad por los suelos, ¿realmente crees que eso es económicamente viable?
    Es muy fácil decir según que cosas desde una posición de comodidad económica, pero en mi situación – y ojo, que mi sueldo es submileurista, pero en mi unidad familiar nos situamos perfectamente en la clase media – resulta un poco de cachondeo que encima que me deje la piel deslomándome a trabajar me digan que no puedo aspirar a ciertas comodidades.
    Y no, mi productividad no es marginal. Sé que no puedo pedir más porque sé que mi salario está en el techo del sector, no porque mi empresa no se pueda permitir pagarme más. Pero también soy consciente que un empresario ha de tener unos incentivos para seguir produciendo, y uno de ellos es que sus costes estén lo más debajo posible de los ingresos. (También sé que a mi jefe no le puedes hablar de dinero sin tener a mano un desfibrilador, por lo que pueda pasar, pero es lo que tiene estar en una empresa de la vieja escuela). En mi caso tengo la suerte de que cuento con toda la información posible y que tengo margen para negociar (bendito contrato indefinido), pero ¿y mi compañero, que lleva 3 meses y ni aún está estudiando? ¿Y mi compañera, que se acaba de meter en una hipoteca? Los dos tienen una productividad similar a la mía, pero cobran mucho menos porque el empresario siempre tiene el incentivo de ofrecer lo menos posible. En general la capacidad de negociación del trabajador es más similar a la de ellos
    que a la mía, porque disponen de menos información o se encuentran en una situación más apurada. Tampoco hay que despreciar la presión que ejerce la oferta de aquellos que están sin empleo: de acuerdo que yo estoy en una situación más cómoda para encontrar un trabajo acorde con mis necesidades, pero para ello tendré que competir con otros candidatos en paro que se agarrarán a lo que sea. Si una empresa oferta un puesto de trabajo al que optamos yo y un desempleado al que se le termina el subsidio, ya puedo ser el trabajador modelo, que como no pase por el aro y acepte unas condiciones inferiores no voy a tener más remedio que continuar en mi actual puesto de trabajo. Que es básicamente por lo que digo que he llegado al techo salarial en mi sector, vaya.

  14. Robocop fibrado dice:

    «Porque todo el mundo sabe que los curritos no tenemos derecho a aspirar a los bienes de la sociedad de consumo y podemos darnos un canto en los dientes si tenemos 2 platos calientes al día y no dormimos bajo un puente, claro. Ahora, dile eso a los productores que venden todos esos bienes “superfluos”, que a partir de ahora la plebe se va a limitar a gastar en lo estrictamente imprescindible, y que se olviden de vender ipods. Peazo economía nos iba a quedar, macho.
    Lo de compartir piso está muy bien para los jóvenes, pero ¿en serio pretendes que uno funde una familia en un piso compartido con 2 o 3 desconocidos, las más de las veces disponiendo sólo de una habitación? O sea, que tu solución pasa por movernos a una sociedad prácticamente de subsistencia con una natalidad por los suelos, ¿realmente crees que eso es económicamente viable?»

    Vamos a ver, si la gente no acumula capital (ahorra) el productor no puede vender IPod. Esto es de cajón. O se ahorra o se consume. Está muy claro que Rallo no se va pasar toda la vida compartiendo piso, precisamente comparte piso ahora para que en el futuro pueda vivir más holgadamente. Esto se llama ahorro y es lo que nadie hace. Cuanto más ahorro, menos sociedad de subsistencia y menos pajas mentales. El ahorro hace propietarios. Eso si es económicamente viable y no vivir por encima de nuestras posibilidades.

    «Es muy fácil decir según que cosas desde una posición de comodidad económica, pero en mi situación – y ojo, que mi sueldo es submileurista, pero en mi unidad familiar nos situamos perfectamente en la clase media – resulta un poco de cachondeo que encima que me deje la piel deslomándome a trabajar me digan que no puedo aspirar a ciertas comodidades.»

    Tú que sabes la posición de cada uno. ¿Qué pasa que todos los que opinamos diferente vivimos en palacetes? Nadie dice que no puedas aspirar a comodidades, pero si consumes tu capital no esperes tener comodidades en el futuro. Una empresa que dilapida su capital se va a la quiebra. Una persona que dilapida su capital vive miserias. Y volvemos a lo de antes, o consumes o ahorras, las dos cosas a la vez y por arte de magia con comodidades múltiples, son los mundos de Jauja.

    Y si tu productividad siempre se valora marginalmente. El empresario valora lo que aporta tu incorporación en la empresa en términos siempre marginales.

    Luego el tema de la temporalidad, se lo tendrían que ver los sindicatos y las regulaciones del mercado de trabajo. Precisamente la temporalidad elimina parte de los costes que el mercado de trabajo tiene y por eso es tan elevada en nuestro país. Existirían contratos de más larga duración si los costes de despido fueran menos elevados. Ninguna empresa que se mueva con el ciclo desea tener toda su plantilla fija, ya que los costes luego son tan elevados para reajustar la producción que posiblemente le haga quebrar o pasarlo muy mal. Cuanto mayores son las trabas y los costes, menos se contrata y menos incentivos hay para la iniciativa empresarial.

  15. a) Los curritos, como los empresarios o los capitalistas, tienen derecho a aspirar a los bienes de la sociedad de consumo en función a lo que aporten a ella. Si su productividad marginal descontada (es decir, el valor de su trabajo presente para los consumidores) es inferior a sus gastos significa que están retirando más del mercado que de lo que están aportando. Y o bien tendrán que aportarlo en el futuro (cuando se hayan endeudado y vayan amortizándola) o bien tendrán que dejar de consumir tanto, sea ese «tanto» muy poco o mucho. Y por los mismos motivos, los productores no tienen ningún derecho a que se les compre una mercancía por parte de quienes no han aportado mercancía de suficiente valor al mercado. Eso sólo significa que producimos bienes que no se demandan (y que dejamos de producir los que sí se demandan) y que alguien vive a costa de los demás. Vamos, que la «economía» no se estimula demandando cualquier cosa con independencia de la producción. No se puede consumir
    lo que no se produce y no se debe producir lo que no se va a consumir (y por tanto no debemos obligar a que otros produzcan lo que nosotros vamos a consumir, sino que debemos ofrecerles algo que ellos quieran consumir: se llama división del trabajo).
    b) Algunos formaremos una familia cuando consideremos que tenemos holgura financiera suficiente para hacerlo. Ahora mismo sería un lujo inasumible. O al menos sería un lujo que supondría tener que malvivir durante muchos años. No critico a la gente que quiera formar una familia cuando antes y sin planificar financieramente su futuro, pero desde luego quienes nos sacrificamos moderando nuestro consumo (y moderando es moderando, ¿alguien ha pensado en que se puede ser más que mileurista y vivir como submileurista para tener un futuro mejor?) y ahorrando para el futuro no deberíamos tener ninguna obligación de pagarle a los que no quieren hacer y consumir en el presente más de lo que producen.
    c) Lo que no es económicamente viable es que nadie planifique sus finanzas personales y pretenda vivir a costa de los demás. Es decir, que la gente comience a tener hijos sin saber de dónde saldrá el dinero para proporcionarles una vida que consideren «digna» y que no se preocupe por que en el futuro puedan haber contingencias que sequen sus fuentes de renta (que generalmente son sólo una –el salario– por una total despreocupación por amasar un mínimo capital con el que obtener fuentes alternativas). Eso se llama promover el consumismo masivo y la destrucción de capital; justo lo contrario a lo que nos permitió pasar por sendas revoluciones industriales y conseguir el nivel de vida actual.
    d) Lo valioso no es que te dejes la piel en el trabajo. El esfuerzo por el esfuerzo no crea valor; lo que crea valor es el esfuerzo adecuadamente dirigido a satisfacer las necesidades de los consumidores. Todos creemos que deberíamos cobrar más porque nuestro trabajo es muy valioso; pero en un sistema económico donde la gente se divide las tareas lo que importa no es lo que opine YO, sino lo que opinan los DEMÁS.
    e) Todas las empresas se pueden permitir pagar más a sus trabajadores. Eso es evidente y no creo que nadie lo niegue. La cuestión es a costa de qué se pueden permitir pagar más. ¿No te das cuenta de que no cualquier beneficio sirve en un sector económico? Las empresas no compiten por beneficios absolutos, sino por tasas de rentabilidad (beneficio/capital). Si tu reduces artificialmente el beneficio en un sector, las empresas comenzarán a desinvertir en ése (con lo cual se quedarán sin trabajo los suficientes trabajadores hasta que vuelvan a percibir su productividad marginal) y a marcharse a otros con una tasa de rentabilidad mayor. Y si reduces todas las tasas de rentabilidad lo único que tendrás es una destrucción generalizada de capital, es decir, una reducción de tu productividad marginal a largo plazo.
    f) Repásate el comentario anterior sobre cuál es la posición de los agentes económicos con grandes pasivos cuando pienses en tu compañera con una hipoteca. Eso no es algo propio de trabajadores, sino de cualqueir agente económico y, por tanto, no tiene demasiado sentido –salvo demagógico– traerlo en sede de economía laboral. Sobre tu compañero con un contrato de tres meses; pues precisamente él tiene un horizonte de tres meses para buscar un puesto de trabajo mejor, más acorde a su productividad marginal (no está precisamente donde sostiene Egócrata). La capacidad de negociación, como digo, depende de las obligaciones que tenga un agente, no del agente en sí. Si tus compañeros han asumido deudas (o asumido gastos, en general) que no deberían haber asumido con su volumen de ahorros, no juzgues que eso es algo propio del trabajador. Será algo propio de ciertos trabajadores despreocupados por sus finanzas, del mismo modo que los empresarios despreocupados por sus finanzas quiebran y tienen que liquidar sus
    activos a precios de risa: ¿qué poder de negociación tienen ahí frente a los acreedores?
    g) Por último, recordad lo que decía Kantor. Si una empresa paga a todos sus trabajadores salarios sistemáticamente inferiores a su productividad marginal, las tasas de rentabilidad de esa empresa serán muy superiores a las de sus competidores y experimentará entradas de inversión (propias o de sus competidores) lo suficientemente importantes como para reducir la productividad MARGINAL de los trabajadores en el sector o bien para pujar los salarios al alza.

  16. Lole dice:

    «Si una empresa paga a todos sus trabajadores salarios sistemáticamente inferiores a su productividad marginal, las tasas de rentabilidad de esa empresa serán muy superiores a las de sus competidores y experimentará entradas de inversión»

    A menos que se pula esos beneficios en sandeces. Los empresarios son también humanos, como los trabajadores, y también tienden a gastar por encima de su productividad marginal.
    Creo que eso es lo habitual en Sudamérica, países árabes exportadores de crudo y en general medio Tercer Mundo.

  17. Robocop fibrado dice:

    «A menos que se pula esos beneficios en sandeces. Los empresarios son también humanos, como los trabajadores, y también tienden a gastar por encima de su productividad marginal.»

    Lole, entonces sus tasas de rentabilidad descenderán haciendo que las de la competencia sean superiores…

    Lo que es habitual en el tercer mundo es la expropiación y el poco cumplimiento de la ley o inexistencia de esta. El día a día de África y las revoluciones de república bananera.

  18. No, aun cuando se pula los beneficios en sandeces su tasa de ganancias será superior y atraerá capital. Y, de hecho, en ese caso podrá atraer capital de dos formas: no sólo en la competencia, reproduciendo su modelo de negocio pero ahorrándose las sandeces, sino a través de una OPA, esto es, comprar la empresa para eliminar las sandeces. Es lo que suele suceder con las empresas mal gestionadas; que los accionistas protestan de una u otra forma.

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