Política

El irreflexivo votante catalán

13 Dic, 2012 - - @kanciller

“En Barcelona ahora resulta que nadie quiere gobernar -hace cinco años habría habido bofetadas para negociar un gobierno de coalición con el vencedor- y muchos electores seguramente cambiarían el signo de su voto si este domingo hubiese segunda vuelta. Queriendo elegir matices y contrapesos a partir del vaticinio casi constante de las encuestas, acabaron propiciando una derrota política y simbólica de largo, largo, alcance. Por alguna razón franceses e italianos tienen la segunda vuelta como válvula de seguridad en su sistema electoral. Se conocen a sí mismos. Primero dejan que salga la espuma y después de quince días de reflexión, afinan.”

 

El  GESOP, una de las casas de encuestas más transparentes de España, ha presentado un informe de resultados sobre evaluaciones postelectorales en Cataluña. Si uno desglosa sus datos principales se ve que un 52.4% de los electores están poco o nada satisfechos con el resultado de las elecciones. Pese a que solo el 22,5% de los votantes de ERC o el 40% de los de la CUP o ICV tienen tal sentimiento, sobre el 70% del resto de partidos están descontentos con lo que pasó en las elecciones del 25 de noviembre.  Es más, para alrededor del 60% de los encuestados la composición actual del Parlament les genera incertidumbre o preocupación. Parece, a tenor de esta evidencia, que Enric Juliana tiene razón en sus intuiciones. Demasiados contrapesos para una derrota de largo alcance (¿De Cataluña o de Convergencia i Unió?). No en vano, el 56% de los encuestados consideran que CiU ha sido la principal derrotada de estas elecciones, junto al 26% del PSC. Obvio, son los dos partidos que más han perdido. Respecto al ganador del 25N la respuesta es indiscutible, un 76% de los preguntados está de acuerdo en que ha sido ERC. Más diputados y, lo que es más importante, la sartén de la gobernabilidad por el mango.

La lectura de los resultados hablan de un escenario que, a todas luces, será más complicado que en la legislatura anterior. Un 44% piensa que los resultados electorales dificultan el ejercicio del derecho a decidir frente a un 35% que piensa que lo facilita. Un 60% piensa que con este Parlament se hace más difícil llegar a acuerdos para solucionar la crisis frente a un 22% que piensa que los hace más fácil. Esas son las percepciones que tienen los encuestados. Por supuesto, las versiones políticas y periodísticas, ávidas de interpretar “la voluntad real” de los votantes, siguen en liza. Lo hacen cuando explican las elecciones, sobre si es el soberanismo de CDC, la moderación de Unió o los recortes lo que hizo caer a CiU. Y también lo hacen cuando pontifican sobre qué hacer ahora, tanto los que quieren ver enterrado el soberanismo catalán como los que creen que hace falta un gobierno de unidad nacional para pilotar una nave a la deriva. Seguirá la pelea por marcar la agenda pública y publicada, tenga o no algo que ver con la realidad.

Mientras tanto los politólogos van desbrozando el camino para intentar saber que pasó, tanto en las encuestas como en los movimientos electorales. Ahora bien, tengo que darle una mala noticia a Enric Juliana. Un 92,8% de los catalanes votarían exactamente lo mismo una vez conocidos los resultados. Puede seguir aseverando en sus tribunas que los catalanes son unos inconscientes cuando votan, que sería buena idea tener una segunda vuelta (¿?) para las elecciones catalanas y, sin embargo, los votantes volverán a darle un gentil toque de atención. Claro, es arriesgado arrogarse el monopolio de la razón cuando estamos frente a las urnas, cajas negras por definición. Los catalanes han hablado y, como se apunta, en su inmensa mayoría no cambiarían su voto si se los volvieran a convocar.  Yo no los termino de ver como irreflexivos, echando espuma por la boca el 25 de noviembre y volviendo hoy a la serenidad del seny. Y solo terminar con un consejo sin acritud para este periodista; quizá sea mejor no precipitarse tanto con las interpretaciones del buen juicio del votante no vaya a ser que empecemos a pensar que, más que analizar la actualidad, lo que se quiere es vender una que no es tal.


10 comentarios

  1. Lluís dice:

    Añadir, además, que no sé de donde saca el señor Juliana lo de las dos vueltas en Italia, puesto que nunca las han tenido por mucho que hayan modificado varias veces el sistema electoral con el ánimo de resolver (no siempre) los problemas de gobernabilidad del país, con éxitos evidentes a la luz de su historia política.

  2. heathcliff dice:

    Yo no creo que el votante catalán sea irreflexivo.

    Lo que ocurre allí es que a la típica bisagra izquierda-derecha se le añade la puerta giratoria de los diversos grados de nacionalismo-soberanismo-españolismo.

    Y sí, una puerta giratoria con una bisagra es un puro despelote.

    🙂

  3. Isaac dice:

    Cómo Catalán, no puedo más que darte la razón.

    Además en mi entorno percibo lo siguiente: Las valoraciones de si éste resultado ha sido o no bueno están muy condicionadas a cómo se configure el nuevo gobierno y que trato hagan CiU y ERC (Que parece ser que alguno habrá), y todo anàlisis anterior a saber éste trato sería precipitado.

  4. JesusN dice:

    Vista la evolución de CiU a más largo plazo el resultado tampoco es tan preocupante, en la época del tripartito más o menos sacó los mismos escaños.

    A medio plazo creo que la secesión es una posibilidad que yo calificaría de probable, en función de la coyuntura económica.

    Se nos ha juntado la pérdida, o rotura de las patas de la soberanía del estado nación, con la globalización

    http://laproadelargo.blogspot.com.es/2012/12/cataluna-escocia-quebec-la.html

    y una constitución de 1978 que como acabáis de indicar en la página estaba llena de concesiones a los franquistas. Tanto a nivel práctico: una autonomía sin dinero. Como a nivel cultural: una memoria histórica divergente que no se ha intentado reconciliar.

    O bien hay una coyuntura muy favorable -¿terminará alguna vez la crisis?-, o bien se realizan las políticas adecuadas -¿alguien se lo cree?- o la secesión puede llegar, todos sabemos que lo único que lo impide es que nuestros socios quieren garantías comunes para el pago de la deuda privada.

    un saludo,

  5. pau dice:

    No había leído el artículo. La verdad es que todavía estoy partiéndome la caja.
    Por otro lado me pregunto si alguien sabe qué demonios es «derecho a decidir».
    A decidir el qué, me pregunto ¿A ser gobernados por una casta? ¿A que nos recorten lo que quieran y ellos siguiendo sin pagar impuestos? ¿A seguir robando en la sanidad pública? ¿A privatizar los hospitales?
    ¿Podré decidir sobre todo eso o solo a una posible independencia, a la medida de alguno y solo cuando él quiera?

  6. Hejo dice:

    Interesante post, pero no cargues tanto las tintas contra Juliana. Su artículo, fue escrito muy en caliente 3 días después de las elecciones. Recordar el ambiente previo: con las encuestas vaticinando más de 60escaños a CiU, sólo quedaba por ver qué sucedía antes, si el referendum o si poner a Mas y Pujol en la carcel por tener cuentas en Suiza. Tras la votación, ni lo uno ni lo otro.
    Es lógico que pasadas 3 semanas de la sorpresa, el panorama esté más claro y se vea que por ejemplo pocos electores cambiarían su voto, pese a saber que el actual Parlament es difícil de gobernar.

  7. fr_carrillo dice:

    Estoy por hacer publicidad descarada sobre una chorrada que escribí en mi fantástico vloj que nadie mira.

    Las encuestas dicen que » Un 44% piensa que los resultados electorales dificultan el ejercicio del derecho a decidir frente a un 35% que piensa que lo facilita» lo que demuestra que a primera vista los catalanes no saben que han respondido.

    Yo es que creo que el problema es que los catalanes no saben que les han preguntado, porque Mas convocó para ser independiente, cosoberano, federal, en la UE, fuera, y/o autonomista al tiempo.

    Porque no saben si se saldrán de España con todas las consecuencias o solo en ciertos casos que nadie se ha molestado en explicar (por las buenas/malas o solo si se quedan en la UE).

    El resultado de las elecciones es que los catalanes han votado que se quieren ir, que se quieren pero solo si, que no se quieren ir salvo que, que quieren negociar pero quedarse o que quieren quedarse o que solo quieren discutirlo.

    Por lo tanto, como ninguna de esas mil opciones está clara, nadie sabe que corcho van a proponerles y nadie sabe que leches proponer.

    Y por eso amiguitos los referendum no valen de un carajo, que es adonde van, porque nadie es capaz de cortar donde está la pregunta, que es si, que es no.

    Y disiento, ni seny, ni gaitas, esto a los catalanes les pasa porque su sociedad ha generado esos políticos. Ellos eligen a sus partidos y sus partidos generan esta locura.

    Otro día hablamos de Madrid, donde la mayoria aplastantemente vota PP y luego mayoritariamente se opone a sus políticas. Que también da para frenopatico. Esto es offtopic y solo para no ser acusado de mesetario.

  8. Donhurtado dice:

    «Y solo terminar con un consejo sin acritud para este periodista; quizá sea mejor no precipitarse tanto con las interpretaciones del buen juicio del votante no vaya a ser que empecemos a pensar que, más que analizar la actualidad, lo que se quiere es vender una que no es tal»

    Si lo ha leído, Enric todavía debe estar rascándose la zona de dolor tras ese (merecido) hostión.

    En lo de «vender juicios de valor», Grupo Godó es experto. Que para algo tienen una posición dominante allí. El caso de La Vanguardia desde el 11-S hasta Juliana diciendo «(Las elecciones catalanas) las ha ganado el statu quo español.» da para una tesis.

  9. koala dice:

    A mi lo que me gustaría que se preguntase en la encuesta sería algo así como «¿Cree que una parte significativa de los votantes cambiaría su voto ahora?», porque tiene números para que salga un aplastante «yo voté correctamente, pero los que no votaron como yo están equivocados».

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