Política

Por qué legalizar la prostitución es mala idea

30 Jul, 2012 - - @kanciller

Cuando se habla de la prostitución y sobre qué tipo de políticas se debería emprender al respecto dista de haber un consenso. A izquierda y derecha hay partidarios tanto de la prohibición como de la regulación. Incluso dentro del propio feminismo no hay acuerdo sobre qué tipo de política es deseable. En un principio las salidas regulatorias sobre el tema pueden ser cuatro. La primera es la prohibición tanto del ejercicio como del consumo, algo que ocurre en algunos estados de EEUU. La segunda es la regularización del ejercicio, como pasa en Países Bajos, parte de Alemania, Nevada (EEUU) o Victoria (Australia). La tercera es la vía particular que se aplica en los países nórdicos – especialmente a nivel municipal – la cual pasa por la penalización de los clientes pero no de las prostitutas (la que algunos han llamado la vía abolicionista). Finalmente, una cuarta opción, justo que es la que ha prevalecido en España, es no hacer nada y dejar esta actividad en una especie de vacío legal. Como imaginaréis, este último escenario no es precisamente el preferible así que merece la pena descomponer los argumentos y echar un vistazo a la evidencia empírica para preguntarse: ¿Es buena idea impulsar la legalización de la prostitución en España?

El argumento de la legalización de la prostitución es bastante sugerente y tiene respaldos entre muchos liberales e izquierdistas: Logras hacer transparente una actividad opaca, das garantías sanitarias y de protección a las prostitutas y, de paso, recaudas impuestos y cotizaciones. Dado que es inevitable que exista una demanda masculina de sexo (ya sea por razones biológicas o culturales), el ejercicio de la segunda profesión más antigua del mundo – alguien debió trabajar primero para pagar – es inevitable. Al fin y al cabo, si no se regula lo que se hace es desplazar la prestación del servicio a espacios con menor visibilidad social y con menos garantías sanitarias y sociales. En suma: la demanda de servicios sexuales es inelástica, así que más vale regular la oferta. Sin embargo, los peros a este argumento comienzan cuando se mira la evidencia empírica y se compara entre países con diferentes leyes de prostitución. Reproduzco literalmente unos párrafos del artículo de Victor Lapuente titulado “El liberal, la progre y la prostituta”:

(…) Pocos años después de la puesta en marcha, en 1999, de una política de penalización al cliente en Suecia, se calcula que el número de prostitutas se había reducido entre un 30% y un 50%, y el de clientes entre un 75% y un 80%.

Por lo tanto la primera evidencia es que la demanda sí que depende del tipo de regulación, por lo que es posible hacer políticas que incidan sobre los demandantes de prostitución. Esto por supuesto, también tiene implicaciones sobre la oferta (sigue):

La caída de la demanda en países prohibicionistas como Suecia ahoga a la oferta, (…) Así, mientras los traficantes de esclavas sexuales logran introducir anualmente entre 400 y 600 víctimas en Suecia para saciar los apetitos sexuales de aquellos ciudadanos que son capaces de arriesgarse a una pena por comprar sexo, en las vecinas Finlandia o Dinamarca, con la mitad de la población, pero con leyes más permisivas hacia la prostitución, las mafias podrían estar infiltrando hasta 15.000 víctimas al año.

Estos datos ligan con un segundo elemento al que los partidarios de la regulación suele prestar poca atención: el origen de la propia oferta. Casi el 87% de las prostitutas están ligadas a la trata de personas, es decir, a mafias que introducen mujeres provenientes de países de Europa del Este o el Tercer Mundo. De nuevo, la regulación juega un rol crucial en los flujos del tráfico de prostitución tal como muestran estos economistas. En aquellos países en los que existe una regulación más restrictiva las mafias introducen menos prostitutas. Por el contrario, estas mafias operan en mayor medida en aquellos países en los que la actividad está legalizada. La idea es que en los países más permisivos se genera es una divergencia entre dos mercados de prostitución – legal e ilegal – que corren paralelos y se expanden. Un ejemplo claro es que desde que se legalizó la prostitución en los Países Bajos el tráfico de prostitutas ilegales ha crecido un 10%. Además esta regulación tiene la perversión de que, dadas las conexiones de las mafias de la prostitución con el mundo de la droga y la delincuencia, la legalización de esta actividad puede funcionar como una tapadera idónea para el blanqueo de capitales.

Un tercer argumento que se maneja es que la prostitución no supone sino un tipo de trabajo más y que la regulación se debería limitarse a dar carta de naturaleza a esta actividad de libre intercambio. Sin embargo, tal como Gemma Lienas apuntó en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados en 2006, esto dista de ser verdad:

Algunos datos: Entre un 63 % y un 80 % de las prostitutas han sido víctimas de violaciones. Las prostitutas corren un riesgo 40 veces mayor de ser asesinadas que el resto de la población femenina. Más del 68% de prostitutas sufren estrés postraumático. ¿Se puede considerar un trabajo una actividad que comporta tanto riesgo para la integridad de las mujeres?

Este tema no es baladí porque en este tipo de “servicios sexuales” hay una parte vulnerable, potencialmente a merced de otra más fuerte. El intercambio se realiza en la intimidad y es complicado garantizar que no vaya a haber abuso. No en vano, a las prostitutas en Países Bajos se les da cursillos de artes marciales precisamente por el riesgo al que exponen su propia integridad física. Reto a cualquier lector a que encuentre algún tipo de ocupación al margen de la esclavitud que disponga de semejantes estadísticas de maltrato e indefensión.

Finalmente decir que hay prostitutas a favor de la legalización, en particular asociaciones, la cuales en muchos casos reconocidas como interlocutores sociales. En todo caso creo que se pueden poner bastantes peros a la representatividad que tienen del conjunto del colectivo. El argumento moral de la libre disposición del cuerpo por parte de la mujer podría tener sentido en un mundo ideal en el que 8 de cada 10 prostitutas no estuvieran directa o indirectamente bajo el control de mafias nacionales e internacionales. Como no es el caso, dudo mucho que ellas puedan hablar en nombre de esa mayoría de mujeres que han salido engañadas de sus países para ejercer la prostitución, del mismo modo que nada tiene que ver con la prostitución “de lujo”, que se sitúa lejos del alcance de las mafias. Me parecería poco juicioso pensar que porque existan voces minoritarias (y quizá genuinamente libres en el ejercicio) a favor de la legalización se pudiera extrapolar la demanda al conjunto del colectivo.

En mi opinión los argumentos a favor de la legalización de la prostitución son muy difíciles de sostener con evidencia empírica en la mano. Primero, porque es falso que la demanda de prostitución sea inelástica y no se pueda incidir sobre ella. Segundo, porque la legalización no sólo no aflora el mercado negro de la prostitución sino que lo expande y engorda a las mafias que se nutren de él. Tercero, porque la prostitución se parece más a una forma de esclavitud que a un trabajo remunerado ordinario a tenor de sus secuelas. Y por último, porque las organizaciones de prostitutas que defienden la legalización no se parecen en nada a la inmensa mayoría de damnificadas por la explotación sexual.

Desde mi punto de vista, y con lo que nos señalan también otros estudios, las políticas más efectivas sobre la prostitución son las que se plantean en los países abolicionistas del norte de Europa: sanción a los proxenetas y usuarios, dando una vía de salida y reinserción a la prostituta, la victima genuina. La prostitución supone en casi todos los casos una cosificación de la mujer y es una actividad que se mueve en la periferia social, entre la marginalidad y la delincuencia. Cualquier política pública que quiera abordar este tema debe tener presente que la principal prioridad es la defensa de la mujer, de ahí que crea que la mejor manera de hacerlo sea penalizando la explotación sexual y no dándole carta de naturaleza.


65 comentarios

  1. PaulJBis dice:

    Una pregunta: ¿de dónde salen las cifras que se citan en este artículo, tanto por parte tuya como de Victor Lapuente? Lo digo porque en temas sensibles como éste, o el de la pedofilia en Internet, es habitual encontrar estudios que dan cifras terroríficas que luego no se sostienen. Por ejemplo:

    http://www.malaprensa.com/2009/10/prostitucion-forzada-en-el-reino-unido.html

    http://www.malaprensa.com/2010/07/estudios-serios-sobre-prostitucion-en.html

    Esperando a acusaciones de machista en 3, 2, 1…

    • Carlos Jerez dice:

      Muchas gracias por los enlaces. Siempre merece la pena leer malaprensa.com.

    • Nuralagus dice:

      Si analizamos un poco tus números se ve enseguida que están mal y que son una barbaridad que cualquiera puede ver enseguida:

      Dices que en Finlandia se están infiltrando cada año 15.000 víctimas para ejercer la prostitución

      Finlandia tiene unos 5.000.000 de habitantes -> 2.500.000 hombres

      Si la mitad o son muy jóvenes o muy viejos nos quedan -> 1.250.000 hombres

      Si digamos que un 10% son clientes habituales nos quedan -> 125.000 hombres

      Si dividimos los hombres entre las 15.000 víctimas anuales nos quedan 125.000 /( 15.000 -> unos 8 hombres por víctima

      ¿Tu crees que CADA AÑO se importa UNA victima para cada 8 hombres?

      Vamos, que se morirían de hambre las prostitutas y los proxenetas

      Finlandia sería el país del mundo donde sería más barata la prostitución

      Las cifras dan risa o lástima, no sé cual de las dos…

    • Nuralagus dice:

      Perdón, creo que me he pasado con mi comentario final 🙁

      Borradlo si es posible

      Lo siento

    • Francisco dice:

      Hay que tener en cuenta que las redes de proxenetas suelen rotar mucho a las mujeres explotadas para mantener su control.

      Esto quiere decir que Finlandia, Dinamarca, Noruega posiblemente «comparten» esos 15.000.

      Lo que no quiere decir que sean pocos, pero explica la aparente elevada cantidad por rotación.

  2. Laura dice:

    Me parece muy bien opinar sobre la regularización o no de la prostitución basándose en papers y teorías políticas; pero no cometas el mismo error que los que nos gobiernan.

    Si quieres opinar sobre la prostitución, primero intenta conocerla de primera mano. Lee libros, entérate de lo que es, cómo funciona, etc. Te sorprenderías mucho y no me extrañaría que acabaras cambiando de opinión.

    • Francisco dice:

      «Si quieres opinar sobre la prostitución, primero intenta conocerla de primera mano. Lee libros»

      Creo que el modo de conocer algo de primera mano no está en un libro.

      A mi el argumento de que si no podemos evitar que se explote a un porcentaje muy elevado debe prohibirse buscando reducir al mínimo la gente explotada me parece razonable.

      Habría que ver hasta que punto funciona, creo que dependerá mucho del país, es decir, en España puede que prohibir la prostitución sea tan complicado como en EEUU en su día prohibir el alcohol.

      Yo personalmente, para el caso de España si no la prohibimos al menos que paguen impuestos. Mucha más no puede haber, en sus mejores días la Casa de Campo de Madrid era increible en cantidad, la cantidad de locales en las autovías españolas es acojonante.

    • Marta dice:

      o hazte putero

  3. Carlos Jerez dice:

    Gracias Pablo por tu aportación. Veo que tu mayor argumento es que la mayoría de las prostitutas son explotadas, lo que probablemente sea cierto, y comparto contigo el enorme problema que es y la insuficiente importancia que le damos. Por lo tanto entiendo que para ti el mayor problema es la explotación y no la prostitución voluntaria.

    Das varios porcentajes sobre incidencias negativas en las prostitutas, me gustaría saber si se refieren al general de las prostitutas, y dado que la mayoría serían forzadas no me parecería extrañaría, o si sucede algo parecido con las prostitutas «libres».

    En cuanto los datos, también me gustaría conocer las fuentes. En un principio había pensado que podría ser el mismo paper que enlazas, pero no lo parece ser salvo que hayas confundido conceptos. Dices que el 87% de las prostitutas están ligadas a las tratas de personas, mientras que el paper dice que el 87% de la trata de personas está ligada a la prostitución. Son dos conceptos totalmente distintos. ¿Es de ahí donde habías sacado el porcentaje? Si no es así traeme las fuentes por favor, ya te digo que mi intuición (quizás influenciada por los medios o artículos como el tuyo) también me dice que el porcentaje de prostitutas forzadas es alto, pero no tengo ni idea cuanto y nunca he encontrado una fuente reseñable.

    En mi opinión el mayor problema de la prostitución es el gran porcentaje de mujeres que lo ejercen sin voluntad propia. Esos casos deberían ser tratados como violaciones y mucho más perseguidos que hasta el momento, aunque parece ser, que por el origen de estas mujeres, la acción policial se encuentra con muchas barreras. ¿Algunos las conocéis y sabéis que posibles soluciones se han dado para mitigarlas?.

    Una duda que me queda al respecto, es que papel juega las restricciones a la libertad de movimientos de las personas, es decir las fronteras y las barreras a la inmigración, que dejan a muchas personas en manos de las mafias. En el mismo paper que enlazas, leer el ejemplo de la trata de mujeres venidas del este, es decorazonador.

    En cuanto a la prostitución voluntaria, no tengo ningún problema, no entro en si es moralmente buena o no, o puede ser una buena opción «laboral», sino simplemente no encuentro razones suficientes para que el estado intervenga prohibiéndola.

    Saludos.

    PD: como curiosidad estoy en Francia y cuando iba a clase de francés no explicaron la situación de la prostitución aquí, y como siendo ilegal tener ningún tipo de burdel como los muchos que podemos encontrar en España, la prositución callejera es enorme en muchos barrios. Lo que me pregunto es que diferentes resultados da perseguir específicamente la prostitución en locales o la callejera como se hace en Barcelona.

  4. Mas opciones dice:

    Hay otra opcion, aunque en realidad sea una suma de dos, holandesa+sueca, como la que proponian en Marginal Revolution: Legalizar la prostitucion en centros registrados pero ilegalizar y multar fuertemente el consumo en la calle o cualquier sitio que no sea un centro registrado. Consigues las ventajas del modelo sueco (por supuesto, obvia decir que tambien se persiguen las mafias) y aun conservas el derecho a la eleccion de las mujeres u hombres que se quieran prostituir en un marco regulado, como en Alemania o Holanda.

    Lo que no entiendo es porque nadie menciona esta opcion, porque tampoco es que sea algo nuevo, y teoricamente es la mejor. Me da que es un tema mas moral que economico.

      • Carlos Jerez dice:

        Parece una buena alternativa, mi duda, como parece ser la de Pablo, es si se puede implementar con efectividad. Es decir, ¿realmente podemos confiar que la gran mayoría de las prostitutas en esos burdeles con licencia ejercerán por voluntad propia o en cambio surgirán multitud de maneras para esquivar la ley?. Por lo menos tengo cierta desconfianza, sobretodo en el caso de prostitutas fuera de la UE, donde puedes encontrar que en el país de origen la mafia pueda presionarla y hacerle pagar su «deuda» a través de sus familiares y quedar lejos de la justicia española. Esto podría llevar a afirmar a la explotada que su trabajo es voluntario y con papeles en regla, una organización criminal seguramente pueda conseguirlos, seguir siendo explotada sin que nuestra justicia pueda demostrarlo.

        En cualquier caso, en estos menesteres hace falta la opinión de quienes realmente han tenido que lidiar con estos casos, por ejemplo desde nuestra justicia. Si conocéis alguna entrevista o trabajo, enlazad por favor.

        • Mas opciones dice:

          Como pone en el extracto: «There are implementation issues, but none that couldn’t be addressed. Point (i) requires effective background checks for the licensing procedures. It also requires monitoring of regulated brothels to ensure that only licensed prostitutes are employed there. Point (ii) requires undercover law enforcement (“fake illegal prostitutes”) to deter illegal purchases. And it requires severe penalties for illegal purchases»

          • Carlos Jerez dice:

            Leí esos puntos, pero como decía habría que ver si su implementación realmente consigue los frutos que persigue, es una cuestión técnica que puede ser muy difícil de conseguir. No soy experto, por eso en otro comentario me gustaría saber la opinión de quienes han perseguido activamente la prostitución forzada, la cual me da la impresión que se acerca a la violación.

    • Nacho dice:

      Totalmente de acuerdo, y siempre me he preguntado por qué nadie propone este sistema.

  5. Remo dice:

    Sería posible el acceso a todos los estudios que citas, más allá de las referencias a los porcentajes en artículos de El País o la comparecencia en el Congreso?

    Por cierto, la comparecencia en el Congreso «se apoya» sobre datos publicados en prensa.

    • Pablo Simón dice:

      Ahora te paso la referencia del Congreso para que puedas ver todas las comparecencias. Aquí adjunto un artículo académico sobre el tema con más evidencia: http://action.web.ca/home/catw/attach/Ten%20Reasons%20for%20Not%20Legalizing%20Prostitution.pdf

      • Remo dice:

        Ojo al paper. Datos de violencia, tomados de una muestra de 145 encuestas (¿eso es significativo?) datos de tráfico de seres humanos. todo estimacionas y absolutamente nada de fuentes de detenciones, incautaciones de redes o acción policial.

        Es decir, adonde quiero llegar, no veo en serio estadísticas fisbles comparadas que sujeten los datos que exponen; principalmente, el desplazamiento de la demanda (¿acaso Suecia tiene datos sobre el turismo sexual que expulsa fuera?) o incluso, la explosión de la prostitución en Australia (se contabilizan muchas más actividades como servicios sexuales)

        Por último, todo el argumento expuesto en el post cae en cuanto entra en juego la prostitución dentro del mismo sexo, ya sea mujer-mujer u hombre-hombre

  6. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Por qué legalizar la prostitución es mala idea politikon.es/2012/07/30/por-que-legalizar-la-prostitucion…  por Ayolea hace 9 […]

  7. Carlos dice:

    Respecto a los datos sobre la salud q mencionas, parece q son de aquí, donde la prostitución ocurre en el mercado negro, y esos riesgos están especialmente ligados a las particularidades del tráfico de humanos/mercado negro. Una legalización de la prostitución no tiene por qué suponer convertir las dinámicas actuales en algo legal. Inferir/especular a partir de éstas nos limita a forzar conclusiones sobre lo nuevo basado *únicamente* en lo viejo. Lo rechazo, porque la legalización de la prostitución implica una reestructuración de las dinámicas laborales del trabajo informal o forzado para convertirlas en dinámicas laborales negociadas.

    A lo que voy es que la regularización podría implicar, también, más poder de negociación y la eliminación del ‘chulo’ (no sé bien como decís ‘pimp’ en castellano, sorry). Y se ha demostrado varias veces que la participación sindical reduce los riesgos de salud, especialmente en trabajos de alto riesgo (véase http://www.icariaeditorial.com/libros.php?id=1141 ).

    • Carlos dice:

      Ah, y una cosa más, que creo que no ha quedado claro en mi comentario aunque buscaba insinuarlo. Creo que, como bien señalas, al estar fuertemente ligado al tema del tráfico humano, no basta una respuesta al tipo de explotación que señalas que solo actúa sobre una de las dos causas. Además de una regularización, es necesario actuar sobre el tráfico de humanos y reformar la política de inmigración para realmente incidir sobre las dinámicas perversas asociadas al trabajo sexual.

  8. Pablo Simón dice:

    Dejo también las comparecencias en la comisión del Congreso de los Diputados, por si a alguien le interesa: http://www.congreso.es/public_oficiales/L8/CORT/BOCG/A/CG_A379.PDF

    • Mas opciones dice:

      Podrias echar un ojo al paper enlazado por Tyler Cowen sobre el modelo dual legalizacion en safe harbors + penalizacion del consumo y darnos tu parecer, Pablo?

      • Pablo Simón dice:

        Reconozco que es una aproximación muy interesante que desconocía por completo. ¿Hay casos en los que se haya aplicado con éxito?

        • Mas opciones dice:

          Parece que no, en Alemania hay centros regulados pero no se persigue a los consumidores ilegales. Lo cual es un poco raro, porque achacandoles que sus actos provocan el trafico de mujeres y esclavitud sexual, yo creo que la opinion publica estaria a favor de meterles unos buenos ‘puros’, si no por puteros, si por ‘explotadores’. Como dice el estudio: «surveys suggest that the most effective one is public registries (shaming), which in this case is less of a moral statement about prostitution than about trafficking because buyers outside of the “safe harbor” would be aware that they very likely purchase sex from trafficking victims.»

    • Athini Glaucopis dice:

      Es muy curioso ver el enorme listado de personas que fueron llamadas a declarar ante la comisión del congreso en calidad de «expertas»: en su abrumadora mayoría personas vinculadas muy directamente con el «abolicionismo». Yo recuerdo el caso de cierto recién licenciado en periodismo que tenía un blog en «periodistadigital» y había escrito una entrada llena de tópicos criticando la inclusión de anuncios de prostitución en los periódicos (la prohibición de este tipo de anuncios, por cierto, le venía muy bien a la prensa digital, para segarle la hierba bajo los pies a la prensa impresa). Con semejante mérito, ya fue considerado un «experto» en el tema, y llamado a declarar a la comisión del congreso. Tiempo después lo contrataron de asociado en una universidad, ¿adivinan ustedes en cuál? Efectivamente, en la Carlos III.

  9. Epicureo dice:

    La mayor pega que pondría al artículo es que se abusa del término «evidencia empírica», y no me refiero a que «evidence» en inglés no es «evidencia» en español, sino «prueba» o «indicio», o sea, lo contrario de evidencia. Esa batalla ya la doy por perdida.

    Algo que se presenta con términos como «se calcula que» o «se estima que hasta…» no es evidencia empírica, es adivinanza o suposición. Sólo si se indican los estudios de campo hechos y su significación estadística podríamos hablar de algo empírico.

    Es sólo una objeción metodológica, porque es difícil dudar de que la gran mayoría de las prostitutas sufren, si no esclavitud, sí grandes abusos, y viven y trabajan en condiciones peligrosas y repugnantes.

    Es probable que la mejor manera de ayudar a todas estas víctimas sea romper el mercado penalizando a los clientes (que se jodan, y nunca mejor dicho).

    Sería una pena, también, porque significaría que un Estado moderno es prácticamente impotente contra las mafias.

    Y no me gustaría que esta idea se generalizase a otros casos de fracaso policial contra el crimen organizado. Sigo pensando que las drogas hay que legalizarlas de alguna forma controlada (al fin y al cabo el que sufre es el usuario, no hay una tercera persona implicada).

  10. Soy chapero autónomo y puedo confirmar que hay mucho mercado de sexo masculino y en general poco problemático. Quizá sea una evidencia de que el problema no es la prostitución en sí sino la explotación, secuestro y extorsión, delitos todos ellos que han de ser perseguidos y castigados de por sí.

  11. Héctor M. dice:

    Un ejemplo claro es que desde que se legalizó la prostitución en los Países Bajos el tráfico de prostitutas ilegales ha crecido un 10%.

    ¿Qué lectura se puede hacer de un dato en bruto así expuesto si no lo comparas con un escenario alternativo en donde NO se hubiese legalizado la prostitución y entonces a ver cuánto hubiera crecido en tal casuística la prostitución? ¿Por qué asumir que la unica variable relevante para tal incremento es la legalización y no un aumento del PIB, de la población adulta, etc.? Mientras no me muestres el modelo predictivo de la oferta de la prostitución, tal dato podrá ser empírico pero no científicamente relevante (cuestiones ambas, ojo, que son diferentes, quiero decir, empírico no implica de suyo científico)

    Y eso por no hablar de que yo no consideraría argumento lapidario contra una subida de la presión fiscal el hecho de que se incrementase con ella un 10% la evasión fiscal: lo que se trata es de evaluar en sí cuán legítimo es el servicio y cuál es el balance total entre costes y beneficios de su implementación y no solo observar sus -¿coyunturales?- externalidades negativas, por ejemplo, ¿qué hay del nivel de violaciones en general y su relación estadística (inversamente proporcional) con la disponibilidad de servicios de prostitución?

    Sobre tus dos otros argumentos, Pablo, pues bien, no me parece que el hecho de que se pueda afectar a la oferta y/o demanda de la prostitución (como, por lo demás, pasa con cualquier bien o servicio si el Estado se lo propone) deba ser relevante para el debate a no ser que se parta ya desde el principio de la consideración del ejercicio prostitución como algo necesitado de abolir.

    Por último, sectores como la construcción o la minería, en sus comienzos y a falta de una eficiente política de prevención de riesgos laborales, también tenían un alto índice de accidentalidad y no por ello se barajó siquiera su ilegalización, todo lo contrario, se rediseñó su marco regulativo: otra vez: no veo por qué la prostitución deba ser tratada de forma diferente.

  12. Bisobardo dice:

    Dejado de lado la parte moral, que no digo que no sea importante, el artículo se basa en que como no podemos controlar lo malo que trae consigo la prostitución (trata de blancas, violencia, drogas..) prohibimos toda la actividad incluso aquella que no es forzada.
    Me parece un argumento muy peligroso y restrictivo, porque podrías acabar prohibiendo muchas actividades por similares razones, llevado al extremo no es lo mismo que prohibir los coches porque sabemos que a más coches más accidentes?

  13. Antonio dice:

    Aquí comentaría algunas cosas

    La primera es que hay algunos datos que me gustaría entender mejor como se ha llegado a ellos. Por ej, lo del 90% de mujeres «traficadas» es bastante dudoso (http://www.malaprensa.com/2010/07/bibiana-aido-y-las-estimaciones-dudosas.html), las fuentes activistas, que tienen una visión de partida creo que siempre merece la pena revisarlas doblemente

    También me gustaría saber de qué definición de «tráfico» se está partiendo, yo entiendo que es engaño, secuestro y amenazas ¿es así en las cifras que compartes? Lo de «estar ligado» suena un tanto impreciso (al igual lo de «puede servir para el blanqueo», que parece no sostenerse en investigación alguna).

    Luego, mi impresión en general es que cuando favorece la prohibición jugamos a datos y cuando no, pues no. Por ejemplo, «hay algunas prostitutas a favor de la legalización»… hombre, más que «algunas», a priori lo razonable es que casi todas, la carga de prueba está en el lado contrario; argumentos escolásticos como la «cosificación»…

    el problema, en mi opinión, es que es un tema que no se puede decidir sólo en base a datos de unas cuantas investigaciones y las correlaciones encontradas en un par de experiencias de legalización. Si vamos así, también podemos hacer el mismo ejercicio con el aborto: clandestinidad, trauma para quien lo practica, riesgos en la operación, etc… al final los temas relacionados con la libertad individual, sobre todo los tan difícilmente desligables de la visión moral de la sexualidad,necesitan de muchos más elementos de juicio

    Tras leerte me quedo con las mismas dudas sobre la prostitución (que no veo nada claro que hay que hacer con ella), sobre todo porque el argumento más importante (que la legalización no tenga x beneficios que algunos esperaban de ella no es una razón de peso en mi opinión) que no es sino «8 de cada 10 prostitutas no estuvieran directa o indirectamente bajo el control de mafias nacionales e internacionales» no parece demostrado ni tampoco que una voluntad política y policial no consiguiera cambiarlo. Y servidor, ante la duda, preferiría que hubiese libertad para que cada uno haga lo que quiera.

    PS: una sugerencia, para WP hay un plugin de suscripción por correo a los comentarios, ayuda a seguir las conversaciones

    • Mas opciones dice:

      Pablo ya ha comentado que no conocia el modelo dual legalizacion en centros regulados + penalizacion del consumo fuera de ellos, asi que no hace falta comentar mucho mas; cuando tenga tiempo para leer bien el paper probablemente publique una aclaracion. Tened paciencia, para estas cosas en Politikon se ponen mucho las pilas y no les duelen prendas en reconocer lapsus ocasionales.

  14. Francisco dice:

    Pablo, tu argumento tiene un pero.

    En los inicios del siglo XX en las fábricas se explotaba a los empleados. La solución no fue cerrar las fábricas sino regular adecuadamente.

    Estas suponiendo que hay una actividad imposible de regular con eficacia.

  15. JORGE dice:

    cuando la administracion promueve la eliminacion de la prostitucion callejera es porque los administradores tienen capital invertido en prostibulos, cuando se presigue a los prostibulos es en prostitucion callejera donde invirtieron. con todo va igual.

    que cada cual haga lo que le de la gana y donde le de la gana con su propio cuerpo e intimidad y a quien pretenda condicionarle, para eso esta la guillotina, la horca o incluso el garrote.

    veriais que pronto desaparecian los chulos y las mafias y lojicamente, subiria el precio del «servicio» que por lo que tengo entendido se mueve en valores ridiculos para tan sacrificada actividad (15, 20 o 30 euros)

    P.D.

    muy bonitos esos numeros, con sus % tan monos ellos… solo que a mi entender faltan otros numeros perfectamente vinculados, como por ejemplo el % de agresiones sexuales fuera de la prostitucion, el de delitos menores y otros en principio no relacionados con esta y aun asi intimamente ligados a ella.

  16. Manuel dice:

    Me has hecho reflexionar sobre lo que parece la teoría y en lo que más tarde se convierte la práctica, una vez legalizada esta profesión.

    Si se quiere legalizar la prostitución, se debe perseguir a las mafias, la explotación y acabar con la situación de todas esas mujeres en régimen de esclavitud. Ese sí que sería el paso verdaderamente importante. Que se realice en clubes de alterne que estén bien regulados y controlados, como actualmente hay alguno en nuestro país, para que las prostitutas estén defendidas.

    Es decir, que no sólo debemos pensar en legalizar con el afán recaudatorio, sino también como una manera de dar salida a un problema a través de la inversión. No sé si me explico.

  17. Víctor Darriba dice:

    No tengo ni idea de lo que se debería hacer con la prostitución desde el punto de vista legal. Para mi, los problemas fundamentales son la falta de información fiable, y el hecho de que muchas veces no te puedes fiar de lo que dice el gobierno al respecto. Un ejemplo al respecto:

    http://www.guardian.co.uk/uk/2009/oct/20/government-trafficking-enquiry-fails

  18. zhurrer dice:

    Me he leído el artículo y los comentarios y me ha sorprendido muchísimo que nadie haya hablado de las externalidades que genera la prohibición de la prostitución. En aquellos países donde la prostitución se prohíbe, se ha registrado un aumento exponencial de las agresiones sexuales. Creo que es una variable a tener muy en cuenta.

    • Epicureo dice:

      Eso requiere cita, zhurrer. Números y fuentes.

      Y sobre todo el cálculo que justifica que el crecimiento es «exponencial» ¿Cuál es el exponente? ¿Y el coeficiente de correlación?

      • Max dice:

        El comentarista que enlaza un paper sobre una solucion hibrida de ilegalizacion del consumo en la calle pero con legalizacion de la prostitucion en centros registrados y controlados, con seguridad, servicios sanitarios, etc, parece que da numeros y fuentes, y sin embargo diria que nadie se lo haya leido aun, porque a mi tambien me parece que junta lo mejor de todas las propuestas.

    • Epicureo dice:

      Y ten en cuenta que las prostitutas son a menudo víctimas de violaciones. Hay que incluirlas en el total de agresiones sexuales.

  19. Eva dice:

    Genial artículo, habrá que hacer difusión 🙂

    Muy interesante la perspectiva que ofreces acerca de las secuelas que conlleva para una mujer ejercer la prostitución… y eso sin tener en cuenta los riesgos «clássicos» (ETS’s, embarazos no deseadors, avortos…)

    La prostitución no es más que la cara más cruda y vil del patriarcado mercantilista… si nos quejamos de la especulación en los alimenos básicos que generan habruna en los países del tercer mundo, si reclamamos viviendas dignas, si luchamos por una educación y una sanidad públicas y de calidad es por que queremos que todas estas cosas no estén mercantilizadas y… si no queremos una alimentación, una vivienda, una salud, una educación mercantilizada como podemos defender la mercantilización del cuerpo de la mujer y encima ser tan cínicos como para equipararlo a cualquier forma de trabajo?

  20. Eva dice:

    Como te comentaba en twitter, sí, efectivamente es un tema muy controvertido y donde además se hace mucha demagogia.

    Al hablar de propuestas prohibicionistas/abolicionistas enseguida -sobretodo, lamentablemente, des de la izquierda- se suele alegar que esto es ser moralista.

    Como si tener moral fuera algo malo! Es más, soy de la opinion que defender el abolicionismo de la prositución aún que sea solo des de posturas éticas ya es importante por que al fin y al cabo se está dando valor a algo tan importante como la sexualidad.

    O es que a caso no tiene la sexualidad un valor añadido y por lo tanto el uso que hagamos de ella implica cuestiones morales?

    La falta de moral, de ética, de valores no es «progre» de hecho es lo más neoliberal que te puedes echar en cara por que implica hacer de algo íntimo (y consecuentemente sujetivo) algo objectivo, material, con un precio… en resumen: mercantilizado.

    • PaulJBis dice:

      Me ha encantado esa confusión entre «moralista» y «tener moral» que has hecho nada más empezar. Muy hábil, sí señor… 😀

      Tener moral no es malo. Lo malo es pretender imponer tu moral a los demás.

      La sexualidad es algo muy personal… y precisamente por eso, cada persona lo vive de una forma distinta a otra. Hay mucha gente que disfruta de prácticas sexuales que a tí y a mí nos parecerían extrañas y incluso repugnantes. Si una mujer siente (libremente, por supuesto) que no tiene problemas en practicar el sexo por dinero, ¿quién eres tú para descalificar su opción? ¿Y si disfrutara con el sexo en grupo? ¿O con desconocidos? ¿También sería una víctima del patriarcado?

      En cuanto a la objetivación/mercantilización del cuerpo, es algo que sucede en muchos otros ámbitos, por ejemplo, con la donación de óvulos o los vientres de alquiler, pero no veo yo tanto furor prohibicionista en esos casos.

      (Por cierto, antes de que alguien lo diga: sí, en este hilo la mayoría de los comentarios son de hombres, pero eso es un problema habitual en Politikon, no sólo de este post. En cuanto a las mujeres que han escrito, de momento he visto 1 a favor y 1 en contra, aunque por supuesto no es representativo).

    • Athini Glaucopis dice:

      «soy de la opinion que defender el abolicionismo de la prositución aún que sea solo des de posturas éticas ya es importante por que al fin y al cabo se está dando valor a algo tan importante como la sexualidad.»

      Vienes a coincidir con Platón, que también pensaba que había que prohibir que se cobrara por educar: la enseñanza sólo debería hacerse por amor puro y desinteresado, y así es como realmente se le daba valor a algo tan importante como la educación.

      Yo, cuando daba clases en un instituto, sentía realmente que estaba prostituyendo mi alma cada vez que tengo que ponerme a explicarle cosas a un montón de adolescentes que estaban allí obligados por ley a tener que escucharme cuatro horas a la semana, que no sentían el más mínimo interés por la materia, que no tenían el más mínimo respeto hacia mi persona, y a los que, en muchos casos, acababa odiando. Pero no tenía más remedio que seguir allí, por razones estrictamente económicas.

      Abolición del sistema educativo ya. A partir de ahora que la educación se haga tal y como la naturaleza y la moral nos enseñan: sólo por amor.

      • Aloe dice:

        Al menos, abolición de los profesores que odian su tarea y solamente están ahí porque no saben ganar dinero de otra forma.

        Lo que me extraña, con su postura, es que no se planteara dedicarse, como alternativa, a la prostitución. Si es lo mismo… ¿cual era el problema? Habría ganado más dinero y tenido más tiempo libre.

        • Athini Glaucopis dice:

          «Al menos, abolición de los profesores que odian su tarea y solamente están ahí porque no saben ganar dinero de otra forma.»
          = «Al menos abolición de las prostitutas que odian su tarea y solamente están ahí porque no saben ganar dinero de otra forma»

          «Lo que me extraña, con su postura, es que no se planteara dedicarse, como alternativa, a la prostitución. Si es lo mismo… ¿cual era el problema? Habría ganado más dinero y tenido más tiempo libre.»

          Del mismo modo que para ser profesora de física o neurocirujana se exige una determinada cualificación, para dedicarse a la prostitución es preciso también tener ciertas cualificaciones físicas y psíquicas.

          Para ser profesora, como para ser prostituta, no sólo hay que querer, también hay que poder.

  21. Nel·la dice:

    Siguiendo un poco el hilo de la discusión, entiendo que hay dos debates respecto a este punto.

    En un primer término, que entiendo, es el que defiende el artículo, es como abordar la prostitución desvinculándola del problema existente, es decir, la trata de blancas.
    De los datos que da el artículo, los referentes al Instituto de la Mujer, son sesgados, ya que el instituto de la mujer solo recoge datos de la prostitución ligada a la miseria y la trata de blancas, ya que es el tipo de prostitución que este organismo compete, ya que defiende los derechos de las mujeres. No hay datos, ya que ellas mismas no los hacen públicos, de todas aquellas mujeres que se dedican a la prostitución llamada «de lujo», y que lo hacen como autónomos.
    Dicho esto, yo me quedo con el modelo sueco, es decir, aquel que penaliza la trata de blancas y sus usuarios, pero que proporciona derechos y deberes a las trabajadoras. Entiendo que la pohibición solo comportaría un aumento de las mafias, del mismo modo que una posible regulación no relaja el problema existente.

    Un segundo debate, que entiendo secundario en el artículo, es el del derecho al propio cuerpo y a su uso. Este debate, al ser moral es mucho más difícil de abordar, pero no entenderé nunca porqué se penaliza el ejercicio de la prostitución y sin embargo se ensalza o parece comprensible ofrecer un vientre de alquiler. La mercantilización del cuerpo es la misma, si se hace en las mismas condiciones de derechos y deberes. Por tanto, estaria bien hacer un ejércicio de reflexión sobre este tema, qué signigfica el derecho al propio cuerpo, y sobretodo, qué límites tiene.

  22. unlector dice:

    Un par de apuntes.
    El primero, sin citarse expresamente tanto el post como los comentarios se han centrado exclusivamente en la prostitución femenina, como si la masculina no existiera o pudiera existir, que obviamente existe, por lo que cabe preguntarse si los planteamientos de indefensión o de machismo serían predicables también a este respecto.
    El segundo, ¿legislar?, ¿lo qué?, ¿mi libertad para mantener relaciones sexuales con quién quiera, cuándo quiera, dónde quiera y cómo quiera?
    Lo que se debe perseguir es la explotación, la coacción, la amenaza, no la realización de un determinado acto que puede tener múltiples motivaciones lícitas basadas en la libertad individual de cada persona.
    ¿Quiere decirse que el acuerdo voluntario y libre de dos personas de mantener relaciones sexuales sean del tipo que sean significaría estar cometiendo un delito?, ¡vaya tela!, y luego dicen de la retrógrada y fascista santa iglesia católica apostólica romana, el sexto mandamiento de la ley de dios va a ser una bicoca, ironía off.
    No dispongo de ningún dato objetivo que me permita poner en duda el descenso de la prostitución que según el post sigue a la prohibición, pero conociendo la naturaleza humana no estoy tan convencido de tal descenso, ¿no se habrá transformado o se canalizará a través de otras formas?
    Desde luego dado los vientos que soplan en la actualidad, prohibir es lo mejor, se prohíbe todo, por supuesto por el “bien común”, “el interés general” o cualquier concepto vacuo pero rimbombante y rellenable a gusto y voluntad del “gran hermano” de turno, para terminar prohibiendo hasta pensar, así se elimina cualquier voz crítica, no está mal como una operación más de ingeniería social a las que estamos asistiendo últimamente, desde el punto de vista de la libertad individual es simple y llanamente TERRORIFICO.

  23. Basilio dice:

    Sorprendido me hallo de que nadie haya siquiera mencionado que, en cierto aspecto, tenemos el mismo modelo que Suecia. La falta de una regularización estatal hace que el tema sea afrontado también a nivel municipal, y en Sevilla al menos la política empleada es la de sanción de la demanda de servicios sexuales. Aquí dejo el texto íntegro de la ordenanza municipal (aprobada en 2009 creo): http://www.sevilla.org/ayuntamiento/areas/area-de-familia-asuntos-sociales-y-zonas-de-especial-actuacion/a-mujer/plan-integral-contra-la-prostitucion/ordenanza-para-luchar-contra-la-prostitucion-y-la-trata-con-fines-de-explotacion-sexual-en-la-ciudad-de-sevilla Artículo clave para lo que estamos hablando, el 14.

    También se acompañó la implementación de esta política contra la discriminación sexual con campañas publicitarias para concienciar acerca de las condiciones en las que se encontraban las mujeres en estos negocios, aproximadamente de un mes de duración. No tengo datos sobre el impacto que tuvieron estas actuaciones ni nada parecido a una evaluación.

    P.d.: ¿En Barcelona no existe una ordenanza municipal parecida en este tema?

  24. un bostoniano dice:

    Y todas esas mujeres que ahora entran al país para ser explotadas en los prostíbulos, ¿no seguirían entrando al país para ser explotadas en los bares o los talleres?

  25. Franz Rosell dice:

    Por suerte o por desgracia, se de casi primera mano que las prostitutas «legales» de por ejemplo Amsterdam, están 100% ligadas a una red de explotación de mujeres que trabaja en varios países del Este, Norte de África y Europa Occidental. Tienen rutas establecidas, y si el país que les toca trabajar es legal, pues pura coincidencia. Cuando salen de Ucrania, el caso que mas conozco, tienen una ruta que empieza en ese mismo país, pasando por Turquía, Ciudades de Italia, Holanda… y así. Es un negocio demasiado rentable como para fiarse de una regulación oficial, habría corrupción igualmente. Aunque fuera legalizado, una mujer de Letonia, Ucrania, o de donde fuese no tendría la capacidad de alcanzar países occidentales por sus medios y empezar a prostituirse. Igualmente tendría que acceder a las mafias, por lo que una «simple» legalización no creo que sea suficiente, habría que añadir algo de conciencia social, porque mucha gente que se lanzaría a apoyar una legalización no creo que haga nada por las mujeres que hay en un club delante de su casa.

  26. Alex Izquierdo dice:

    ¿Alguno de los opinantes aquí son puteros o prostitutas? En caso contrario creo que opinais de lo que no os incumbe. Os recomiendo vivamente la lectura de «Pagando por hacerlo», de Chester Brown. Sí, es un cómic.

    • Francisco dice:

      Alex

      Nadie se ha ido de putas, los puteros no existen. Eso ocurre a otros.

      España es un país con un volumen de puticlubs impresionante, pero nadie los usa, ni sus colegas los usan, son cosas que hacen otros, gente que nadie conoce.

    • Carlos Jerez dice:

      Alex me parece un argumento muy pobre el que das para que una persona cualquiera opine sobre el tema. Uno no es ni criminal ni víctima, ni toro ni torero, ni pobre ni rico y tiene todo el derecho y a veces el deber moral, de opinar sobre esos asuntos y luchar porque unas políticas u otras se lleven a cabo. Básicamente, estamos hablando de políticas que no solo nos pueden afectar a nosotros, sino que a muchas personas les afectan dramáticamente y olvidarse de ellas nos hace cómplices de los crímenes que sufren.

      Además, en España todos somos unos hijos de puta, así que la prostitución nos pilla de cerca.

      Espero que a la próxima participes en el debate con más argumentos, por favor, y si son desde tu experiencia propia, mejor. Por cierto, había oído hablar del cómic, a lo mejor en meneame, pero el tema no me atrae lo suficiente, ¿esta interesante?.

    • Epicureo dice:

      Es un comic interesante, pero lo que narra es un caso anecdótico y particular. No puedes decir que por leerlo ya «sabes» todo del tema.

  27. […] Desde mi punto de vista, y con lo que nos señalan también otros estudios, las políticas más efectivas sobre la prostitución son las que se plantean en los países abolicionistas del norte de Europa: sanción a los proxenetas y usuarios, dando una vía de salida y reinserción a la prostituta, la victima genuina. La prostitución supone en casi todos los casos una cosificación de la mujer y es una actividad que se mueve en la periferia social, entre la marginalidad y la delincuencia. Cualquier política pública que quiera abordar este tema debe tener presente que la principal prioridad es la defensa de la mujer, de ahí que crea que la mejor manera de hacerlo sea penalizando la explotación sexual y no dándole carta de naturaleza. gapi.plusone.go(); Difúndelo: Tweet […]

  28. Aloe dice:

    ¿Qué quiere decir «legalizar la prostitución»?
    Salvo que esto sea un régimen autoritario sin derechos, lo que no está prohibido está permitido, y no al revés..
    Por lo tanto, la prosttución en sí como actividad, no es delito y no está prohibida.
    Si lo que se discute es su «regularización» como actividad laboral y mercantil, eso es otra cosa diferente.
    Y si la finalidad de esa regularización es principalmente reducir o acabar con el tráfico de personas, la explotación, esclavismo e indefensión, pues lo primero es preguntarse si donde esa regularización se ha producido ese tráfico y explotación han disminuido. La evidencia dice que no, que más bien han aumentado. Pues ese argumento no vale.

    ¿Que otros argumentos hay?
    La falta de regularización especifica como actividad económica mercantil no impide en absouto esa prostución «ideal» que algunos creen que se produce en cuanto se «legaliza» (encuadra y regulariza, en realidad). Al contrario. Como no hay ley que prohíba que dos personas se pongan de acuerdo para intercambiar sexo por dinero, eso puede suceder ahora igualmente, si es que es lo habitual. Incluso quien se dedique a ello habitual y no esporádicamente puede darse de alta como autónomo en alguna actividad geneŕica de servicios personales, sin problema.

    Por tanto, la falta de legalización (que no es tal) no es el problema. El problema es la impunidad de proxenetas y traficantes, y la falta de sensibilidad, cuando no desprecio, ninguneo o abuso, de las autoridades a la que en teoría las personas traficadas podrían recurrir.

    La propuesta de que «legalización» incluya la prostitución por cuenta ajena, en régimen laboral, me parece tan aberrante que no sé por donde empezar a explicar por qué (si no está claro por sí mismo). Implica la negación de plano de la supuesta libertad de las dos partes que acuerdan tener sexo, pues una de ellas no puede decir que no. Implica que los contratos laborales pueden incluir prestaciones sexuales, lo que convertitría los delitos de acoso sexual en el trabajo en «parte de las obligaciones del puesto de trabajo». Y así sucesivamente.
    Lo mismo cabe decir de las propuestas de que la «regularización» implique burdeles registrados, u oficiales, o poco menos, y la prostitución sea ilegal fuera de ellos. ¿En qué libertad personal sostendrías eso? ¿En qué beneficiaría a ninguna prostituta? Creo que es marcar como ciudadanos de segunda a ciertas personas, y entragarlas copn las bendiciones del estado en manos de explotadores o proxenetas, porque dudo mucho que los tales burdeles fueran gestionados por cooperativas de prostitutas libres o algo asi.

    Una propuesta realista y no contradictoria con los principios que se supone que el Estado de derecho, democrático, igualitario, liberal y que prtege nuestros derechos, sin acepción de personas, debería incluir:
    1. Que cada uno haga de su capa un sayo, mientras sea libremente. Pero libremente de verdad. No por cuenta de otro, ni por orden de otro.

    2. LIbremente significa que la policia y las autoridades defenderán a cualquiera en riesgo o en curso de ser vendido, explotado, violado, coaccionado. Deberia dar lo mismo si lleva en la frente la etiqueta «prostituta»: tampoco se la puede violar, vender, coaccionar, como a persona despreciable de segunda clase, como ahora sucede. Esa es la principal fuente del mal social que significa la prostitucion por contraste con otras actividades tampoco reguladas. Que clientes y autoridades, por igual, desprecian a quienes la hacen. Y eso no se va a arreglar con «regularizaciones» sobre el papel ni con «casas de tolerancia». Esa es la razon por la que no hay tráfico ilegal de personas para dar clases de matemáticas particulares ni sostener un blog con publicidad, que también son actividades nada reguladas, por ejemplo.
    Esa es también la razón por la que las prostitutas que se dedican a ello verdaderamente por su cuenta y verdaderamente mientras quieren y con quien quieren son las primeras que no tienen interés alguno en figurar en ningún registro ni burdel «oficial» como titulares de esa actividad. Registros y burdeles oficiels son solo medios de control sobre una actividad sospechosa, y de lavar la cara y dar carta de naturaleza a las mafias y los proxenetas.

    3. Libremente significa que el cliente no pueda llamarse andana si tiene motivos para pensar o saber que contrata a una menor, incapaz, extranjera sin papeles o de otra manera quien no acuerda libremente: por lo tanto, el cliente debería ser considerado delincuente en tanto se den esas condiciones de menor, extranjera ilegal o similar (lo mismo que no puede decir «a mi qué» si llama a un fontanero y este viene con un ayudante de diez años o atado con una cadena).
    Si eso limita la demanda… pues es una demanda que no debería existir, punto. Quienes defienden la posición del cliente poco pueden defender eso.

    • Mireia dice:

      Bravo, y bravo, y bravo. Sobretodo por el punto 3. También empuramos a los que compran falsificaciones u objetos robados, no veo por qué en este caso no deberíamos hacer lo mismo.

    • Javier Yohn dice:

      Creo que confundes la libertad con la falta de regulación, y no tiene nada que ver.

      1. Libremente es permitir que la que quiera trabajar por cuenta ajena, lo haga, siempre que se respeten unas normas que garanticen que no haya explotación ni vejación. Igual que yo trabajo por cuenta ajena para mi empresa y no me considero menos libre. Y quien quiera trabajar como autónoma (o autónomo, que parece que no hay hombres que viven de esto) si es lo que le apetece (que es la misma opción que tengo yo). Al final todo pasa por una regulación que garantice unas condiciones de trabajo dignas y una vigilancia para evitar la explotación. La fórmula mixta que alguien propone por ahí arriba, vamos.Si a alguien no le gustan sus condiciones laborales, no firma el contrato o deja su trabajo y trabaja por cuenta propia. Hoy en día no creo que haya muchas prostitutas que puedan tomar esa decisión.
      2. Lo de ciudadanas de segunda es cierto, pero no creo que se arregle nada no regulando para que sigan «escondidas». Es como si a los gays se les pidiera que vivieran juntos pero que no se casaran para no exponerlos a los prejuicios. Demos visibilidad a esa actividad, que se vea como algo normal, hagamos campañas de sensibilización y protejamos a quienes la ejercen. Costará años y quizás algo de sudor y lágrimas, pero a la larga creo que es mejor que ocultarla.
      3. Completamente de acuerdo con ese tercer punto.

      • Aloe dice:

        Tú trabajas por cuenta ajena para tu empresa, y las leyes prohíben que tus obligaciones laborales incluyan prestaciones sexuales a tus jefes o a los clientes de tu empresa, como impiden que incluyan la de dejarte dar una paliza semanal por los clientes descontentos o por divertir a los directivos: y fíjate que eso no implica que el boxeo y las artes marciales no sean algo legal ni apreciable, ni que el sexo sea algo malo. Pero son cosas que, por su naturaleza, no pueden ser objeto de prestaciones laborales. Tampoco lo son dejarse sacar sangre o donar órganos o ser vientre de alquiler, inlcluso si esas son actividades permitidas en algunas circuanstancias.
        Sexo por obligación laboral significa que no se está acordando libremente con la otra parte en cada ocasión. Y si eso puede ser aceptable o indispensable para dar servicio técnico de arreglar lavadoras, o para transportar viajeros en autobus, o para vender zapatos, no implica que lo sea para todo.
        Yo no pienso esforzarme en ver al prostitución como una actividad laboral «normal»: lo siento, pero no la considero tal, y no creo que lo haga nunca. Lo que sí considero es que la persona que cambia sexo por dinero merece el mismo respeto que el resto de las personas, y la protección de la ley y la policía igual que el resto de las personas.
        Si lo hace por presiones (o coacción descarada) merece que la sociedad la proteja de ellas. Si lo hace sin presión directa pero por necesidad económica, tiene mi respeto (y mi compasión, ya que me parece una actividad peligrosa para la salud mental y física que pocas veces lleva a ningún buen sitio) y creo que una sociedad menos injusta y con menos pobreza reduce la posibilidad de verse metida en ello. Si lo hace teniendo otras alternativas y estrictamente porque quiere, respeto su decisión aunque me parece incomprensible, (no espero que todo el mundo vea el mundo como yo) pero seguramente, siendo una actividad libre, escogerá qué, con quien, cuando, donde y en qué circunstancias acepta y en cuales no.
        Mi opinión y mi actitud no van a cambiar porque haya un epígrafe del Censo de Actividades Económicas que se llamase «prostitución». Y creo que las de nadie.

  29. Athini Glaucopis dice:

    Me sorprende mucho que en un estudio donde se pretende fundamentar una opinión en datos no aparezca ni una sola cita a Laura Agustín, la antropóloga que ha dedicado su vida a la cuantificación de estas cuestiones. Me permito recomendarle al autor que se pase por la página electrónica de esta autora (allí puede descargarse varios de sus trabajos):

    http://www.lauraagustin.com/

    ([email protected])

    • Aloe dice:

      …ha dedicado su vida…
      Leyendo a partir del enlace yo diría que más bien la ha desperdiciado.
      Quizá sus trabajos académicos tengan más valor.

  30. juan dice:

    Una mujer o hombre que disponiendo de sus assets (cuerpo y habilidades) decide monetizarlo mediante encuentros sexuales no es algo diferente a lo de los deportistas, actores o modelos.
    El prohibir esa actividad porque pueda ser ejercidad bajo coacción justificaría también ilegalizar la banca de inversión porque está ligada a practicas en paraísos fiscales, y muchas veces blanqueo de dinero.

    Entonces actuemos con el mismo rasero ante hechos paralelos. ¿persecución o laissez faire?

  31. No me creo los datos del artículo. La vía abolicionista está apoyada por los movimientos feministas, los mismos que hace 30 años aplaudían el destape como gesto contestatario. Hoy, estos colectivos piensan que el desnudo femenino hace un flaco favor a las mujeres (es decir, a sus reivindicaciones). De ahí se extiende este pensamiento totalitario con el que pretenden ahogar la demanda. Ahogan la demanda porque, sin ella, no habría putas. Este pensamiento feminista radical esconde el germen de su filosofía: los hombres son los malos. El hombre, por tanto, sigue siendo machista; las empresas, dirigidas casi todas por hombres, pagan menos a las mujeres; los hombres «cosifican» a la mujer al prostituirlas… Las mujeres, incluidas las prostitutas, siguen siendo, por tanto víctimas. Y estos colectivos, en su radicalidad, se arrogan el derecho de decidir por los demás, que es lo mismo que decirles en qué no deben trabajar. Es decir, niegan la libertad. Y lo niegan con datos que no pueden probar. Pero vale todo, incluso datos falsos porque el fin, como todo fin colectivo, es superior al individual según sus mentes colectivistas.

    Por tanto, estos movimientos tienen una agenda política clara que consiste en lograr que se aprueben una serie de leyes que ellos mismos promueven. Sería muy difícil que pasara una ley a la sueca si los estudios mostraran que solo un 4 o 5% de las prostitutas lo hacen contra su voluntad. Por eso no me creo los datos: son parte interesada.

    Estos estudios suelen obviar que uno de los principales motivos por los que una mujer decide prostituirse es porque gana mucho más dinero que en cualquier otro trabajo. Y no hace falta irse a la prostitución de lujo para ello.

    Este artículo defiende, no sé si con conocimiento o no, las posturas feministas más radicales, que tienen su prototipo televisivo en La Sexta, que no hace mucho emitió este documental salpicado de tópicos habituales (http://bit.ly/NVoVfN). Si pinchan, verán que los vídeos están incluidos en un artículo que critica el documental. Merece la pena leer lo que escribe el autor solo para ver cómo funciona la policía. Me cuesta trabajo creer semejante comportamiento de la policía. Ni siquiera de unos pocos. Es atroz. Y, sin embargo, posible.

    Un enfoque totalmente diferente y probablemente más ajustado a la realidad es el reportaje de Callejeros (http://bit.ly/NVpXbU).

    También he encontrado una entrevista muy interesante (http://bit.ly/PxJiDc) a José Luis Rigopedre quien, en su tesis, «echa por tierra varios estereotipos sociales de victimización de la prostitución».

    Nadie dice que la prostitución sea fácil ni el dinero que se gana en ella también. Hay un libro desgarrador sobre ello, en primera persona, «Las ocultas», de Marta Elisa de León. Aquí os dejo una reseña (http://bit.ly/NVqL0l) de JotDown.

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