Política

Sí que hay demasiados políticos en España

17 Jul, 2012 - - @jorgegalindo

El bulo (porque es un bulo) que reza que en España tenemos 445.568 políticos ha superado todas las barreras de lo imaginable para instalarse en el subconsciente colectivo. El argumento que se desarrolla tras citar esta cifra suele ir tal que así: recortemos en políticos y no en gasto público. Ahí está el auténtico y justo ahorro, parecen decir.

Lo que pasa es que no es cierto. Y no lo es porque, por una parte, es imposible en todo punto que tengamos más de 80.000 «políticos» según mis cálculos personales y otras aproximaciones, sumando concejales (la inmensa mayoría: 68.000), diputados de todo nivel, ministros, altos cargos, e incluso al Rey. Pero lo más relevante es que, como dijo Pablo Simón en la tertulia del domingo pasado, lo que cuesta dinero no son los políticos, sino las políticas. Si uno mira las partidas de gasto de cualquier presupuesto, la parte del león son los salarios, sí… pero de los trabajadores públicos, que al final no son sino el principal factor de producción de los bienes provistos por el Estado: sanidad, educación, defensa, administración, escojan el que sea.

Este tipo de ideas del estilo «nos sobran políticos, deshagámonos de ellos» tiende a echarme para atrás porque, como alguien (no recuerdo quién) decía en Twitter haciendo uso de la hipérbole, como sigamos diciendo que nos tenemos que deshacer de los políticos al final solo quedará uno, y no lo habremos elegido. Más allá de exageraciones, la idea de fondo es que la democracia representativa es un sistema de agregación de preferencias en el que una de las cosas que buscamos es un ‘número óptimo de representantes’ (y con un determinado sistema de elección) que sea lo suficientemente grande como para resultar representativo, pero no demasiado como para desembocar en imposibilidad de acuerdos. No parece que en España tengamos, en ninguna de las instituciones directamente elegidas, un problema de ‘número óptimo de representantes’.

Ahora bien, por otro lado tenemos todos aquellos puestos que no son de elección directa, sino de designación. Por  descontado, un político electo ha de poder decidir su personal de confianza… hasta cierto punto. Y este punto es entre bastante y muy limitado, y viene definido por un trade off entre la capacidad de cambiar políticas una vez hay cambio de Gobierno y la necesidad de mantener una senda coherente en la aplicación de las mismas día a día a pesar de los cambios electorales independientemente de posibles redes clientelares que puedan establecerse. Porque una de las cosas que más molan de tener un funcionariado con seguridad laboral, carrera establecida, bien seleccionado y pagado es que es un dispositivo anticorrupción bien potente. En definitiva, que llevo estos días recordando mucho este artículo de Víctor Lapuente (profesor en Ciencia Política experto en corrupción, Universidad de Göteborg) en el que se preguntaba por qué había tanta corrupción en España. La respuesta:

Las administraciones más proclives a la corrupción son aquéllas con un mayor número de empleados públicos que deben su cargo a un nombramiento político. Y aquí, el contraste entre España y los países europeos con niveles bajos de corrupción es significativo. En una ciudad europea de 100.000 a 500.000 habitantes puede haber, incluyendo al alcalde, dos o tres personas cuyo sueldo depende de que el partido X gane las elecciones. En España, el partido que controla un gobierno local puede nombrar multitud de altos cargos y asesores, y, a la vez, tejer una red de agencias y fundaciones con plena discreción en política de personal. En total, en una ciudad media española puede haber cientos de personas cuyos salarios dependen de que el partido X gane las elecciones.

Esto genera diversos incentivos perversos para la corrupción. Los empleados públicos con un horizonte laboral limitado por la incertidumbre de las próximas elecciones son más propensos a aceptar o a solicitar sobornos a cambio de tratos de favor que los empleados públicos con un contrato estable. En segundo lugar, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría del mundo occidental, donde los políticos locales están forzados a tomar decisiones junto a funcionarios que estarían dispuestos a denunciar cualquier sospecha de trato de favor, en España toda la cadena de decisión de una política pública está en manos de personas que comparten un objetivo común: ganar las elecciones. Esto hace que se toleren con más facilidad los comportamientos ilícitos, y que, al haber mucho más en juego en las elecciones, las tentaciones para otorgar tratos de favor a cambio de financiación ilegal para el partido sean también más elevadas.

Así de sencillo. Necesitamos el mismo número de personas, solo hemos de cambiar el proceso de selección para reservar a la votación directa a aquellas que realmente toman las decisiones clave, en las que queremos que se centre el control ciudadano y la agregación de preferencias. Puesto que estas personas estaban elegidas ‘a dedo’, no se reduce el ámbito de la democracia, y se amplía el de la profesionalización.

Por tanto, sí, hay demasiados políticos en España. Pero no hay que acabar con ellos: hay que hacerlos profesionales y responsables.

 


49 comentarios

  1. Batistuta dice:

    A grandes rasgos, estoy de acuerdo con esta opinión. Sólo tengo dos correcciones que hacer, pedante que soy:

    – En el segundo párrafo, cuando hablas de los «vienes provistos por el estado», imagino que te refieres a «bienes».

    – Estoy encantado de que mentéis a un profesor que da clase en mi universidad, y con quien he tenido el honor de compartir alguna que otra charla. Pero en castellano ‘Göteborg’ se traduce como ‘Gotemburgo’

    Saludos!

    • Ignacio dice:

      Salvo casos tan establecidos y habituales como «Londres» o «Atenas», las traducciones de topónimos son un anacronismo, en el mejor de los casos, o directamente una paletada. Hablar de Gotemburgo tiene el mismo sentido que hablar de Mastrique (Maastricht), Bolduque (‘s-Hertogenbosch), Aquisgrán (Aachen) o Leópolis (Lviv).

      • Manuel H dice:

        ¿Aquisgrán no está establecido? Pues menos mal. Y Aix-la-Chapelle para los franceses seguro que tampoco.

        ¿Dónde se decide el grado de establecimiento?

        • Rebeca Ruiz dice:

          Bueno, pues como el amigo Galindo me ha invocado y soy muy obediente, aquí vengo yo a opinar por aquí en calidad de correctora ortotipográfica.

          Primero me gustaría advertir que no tengo a mi disposición los libros que suelo consultar para esta clase de dudas: tengo todos mis Martínez de Sousa (que son los que más me gustan) bien protegidos a salvo de los pintores que tengo estos días fastidiando por casa, así que voy a explicar el criterio que yo uso en estos casos de dudas en los que tengo que decidirme rápidamente.
          1º. En el caso de que el nombre esté en un alfabeto distinto, como el cirílico, seguramente hay distintas transliteraciones. En ese caso utilizo el sistema de transliteración que use para esa lengua y texto en concreto y no voy cambiando de criterio para dos por tres. Si tengo que elegir un sistema en ese momento, lo apunto para acordarme después.
          2º. Una vez resuelto el problema de la transliteración (en caso de que exista) paso a buscar si hay traducción para la ciudad en español. En algunos casos, como el de Aquisgrán, Gotemburgo, Londres o París la traducción es muy antigua y existen muchos textos en castellano que utilizan la traducción en vez de la grafía original. En estos casos, opto por la traducción, siempre que me dirija a lectores mayoritariamente españoles y el texto no sea científico o académico.
          Si el texto es científico o académico, habría que consultar la práctica habitual en estos ámbitos, para lo cual tengo un libro fantástico de la editorial Trea que no puedo consultar ahora.
          3º. Si la ciudad no tiene traducción al español o la traducción es tan reciente que no es familiar para el público al que me dirijo, NO pondré la traducción y la consignaré tal y como se escribe en su lengua original.
          4º. Si estoy muy segura de que la mayoría de mis lectores son políglotas o están acostumbrados a grafías extranjeras, pongo el nombre de la ciudad con su grafía original.

          • Repasando: existe traducción, pero lo habitual en mi ámbito es mantener topónimo hasta donde sé (con Göteborg), y estoy razonablemente seguro no solo de que mis lectores son políglotas o están acostumbrados a grafías extranjeras, sino de que para la mayoría de ellos el topónimo «Gotemburgo» sonará menos familiar que Göteborg. Así que lo mantengo.

            Muchas gracias, Rebeca 🙂

  2. Jaime dice:

    Siento el nazismo ortográfico, pero se te ha escapado un «vienes públicos» que duele solo de mirarlo. :S

  3. Mahavishnu dice:

    Con perdón : «bienes provistos por el estado»
    Gracias por el post

  4. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Sí que hay demasiados políticos en España politikon.es/2012/07/17/si-que-hay-demasiados-politicos-e…  por Interinos hace 5 […]

  5. Undry dice:

    Eso que describes proviene de Roma y se llama red clientelista. Se ve claramente en el pueblo de mi suegra. cuando llegan las elecciones el alcalde pide subvenciones al Principado de Asturias y contrata a gente temporalmente (6 meses, un año) eligiendo a uno de cada casa, con lo que se asegura los votos de todos ellos (es un concejo con unos 2.000 habitantes)

    Claro que como es un incapaz, luego no sabe que hacer con ellos y les pone a hacer cosas tan útiles como barrer carreteras, al estilo Corea del Norte. Como los vecinos no conocen otra cosa (lleva de alcalde casi desde los tiempos de Franco) les parece hasta normal.

  6. Optigan dice:

    ¿Seguro que necesitamos el mismo número de personas? Me parece obvio que este sistema de «selección» de personal, además de favorecer la contratación de individuos proclives a satisfacer los intereses del político, espolea la «generosidad» del gobernante, que, ya que tiene cierta manga ancha para elegir a sus subordinados de confianza, tenderá a contratar gente de más: si tu sobrino está en paro, por qué dejarlo en la calle pasando frío; seguro que se puede aumentar una partida presupuestaria, reducir otra, y encontrarle así un sitio en tu gabinete.

    • Si hay que mantener o no el número de gerentes y altos cargos, tendrá que verse después de la profesionalización, y no antes. Paso a paso. Pero sí, habrá que verlo.

  7. Pau dice:

    Muy de acuerdo con el artículo… y muy bien buscado el titular para conseguir portada en menéame. Porque lo que de verdad sobran son enchufados, y hay que decirlo así de claro, que hay quien no pasa de leer el titular.

  8. aldelgadog dice:

    El título del post ha sido un genuino «SEXO. Y ahora que tenemos tu atención…», ¿no?
    Aparte, el problema es de nominalismo puesto que de lo que tratas es de cargos de confianza, que yo no llamo políticos, puesto que esto lo dejo para los representantes.

  9. Arinago dice:

    ¿Estais hablando de lo que creo que en EEUU se llama el modelo «City Council», no?

  10. Carmen Sánchez dice:

    En primer lugar, mi enhorabuena por plantear este tema con ese rigor intelectual. Estoy de acuerdo que en España nuestro problema no es tanto de número de políticos como de forma de seleccionar a quienes van a desempeñar los puestos clave en las Administraciones Públicas. La presión social debería priorizar que se busque realmente a los mejores para esos puestos clave. Ahí está la clave, y no sería tan difícil (http://www.otraspoliticas.com/politica/%c2%bfgobierno-de-los-mejores-o-solo-de-los-afines).

    Otra cuestión es que, más allá de cómo se seleccione a los gestores públicos, está el tema fundamental de qué partidos queremos. Vale que en una democracia necesitamos a los partidos, pero no tienen por qué funcionar del modo que funcionan los que tenemos aquí en España. Es necesario otra cultura de partidos, otra forma de relacionarse con los ciudadanos; acabar con el concepto del afiliado y con la fidelidad ideológica. ¿Por qué un ciudadano no puede asistir a las reuniones de varios partidos? Habría que acabar con este enfoque de los partidos demasiado cercano a las prácticas sectarias ( http://www.otraspoliticas.com/politica/los-partidos-y-el-pecado-de-la-fidelidad)

  11. Joshua dice:

    Está bien esto de descubrir la pólvora cada cierto tiempo. Precisamente los funcionarios se crearon para evitar que cada vez que había elecciones se cesara a la totalidad del staff de la Administración para «colocar» a los nuevos (el famoso «cesante» de la literatura costumbrista del XIX).
    Ahora, mediante empresas públicas, consejeros y cargos varios, hemos conseguido puentear aquel cambio institucional para conseguir lo que tan acertadamente describe Victor Lapuente: que las elecciones no se perciben desde dentro como una elección entre políticas sino como un auténtico casting para trabajar o no cuatro años más.
    Y es que la cabra es lo que tiene, que siempre tira al monte. Es relamente irritante la tendencia que tenemos a ponerle el palito del XXI justo entre las dos «X» y encima creernos que estamos innovando. Podría decir eso de que el pueblo que no tiene memoria está condenado a repetirla, pero es que ya no creo que sea un asunto de memoria, es que tenemos un sistema operativo colectivo que se resetea cada semana. Y así no hay manera de avanzar. No vamos a encontrar a Nemo ni por casualidad.

  12. joe strummer dice:

    Muy buen post Jorge, zorionak !!!

    En esta cuestión me gustaría hacer una referencia al famoso Pricipio de Pareto, según el que se establecen dos grupos de proporciones 80-20…aplicado a este caso, se podría decir que el 80% de los políticos son quienes generan el 20% del valor añadido aportado por la política, o bien dicho alrevés el 20% hacen el 80% del trabajo…luego evidentemente hay un inflación de políticos….el GRAN RIESGO esta en aplicar sucesivamente este principio….hasta quedarnos en la situaciób de que SOLO TENDRÍAMOS un POLíTICO, cosa que estoy seguro que a muchos les gustaría, entre ellos a quienes alimentan estas demagogias baratas y populistas. Salud !

  13. Manuel dice:

    Creo que lo primero que hace falta para poder opinar es saber el número verdadero, pero por tirarnos a la piscina opino que sobran y muchos , empezando por todos los municipales.

    Por otro lado los sueldos de todos ellos son muy altos y tienen muchas ventajas y mucho truco, por lo que atraen a sinvergüenzas, si fueran más discretos atraerían a gente como los funcionarios que suelen ser gente honesta e inteligente que busca estabilidad.

    Por tanto , menos y con sueldos más bajos ES MEJOR. Si después alguien me quiere convencer de que haciendo tal transformación o tal otra faltan, perfecto pero eso será otro debate para OTRA DECADA…

  14. joe strummer dice:

    Manuel…creo que estás equivocadísimo.

    La mayor parte de la gente metida a «política» proviene de la Función Pública…¿quién puede dejar su puesto de trabajo durante 4 años y volver al puesto en el que estaba si no es un funcionario?….teoricamente todo el mundo (escedencia forzosa) pero la realidad es que si te conceden la escedencia te arriesgas a que cuando vuelvas o bien el área en el que estabas no exista (sobras) o bien du desadecuación técnica es patente (sobras) o bien el puesto está ocupado por alguien que cobra menos que tu, es más jóven que tú y a la empresa le sale mejor despedirte (sobras).

    Sobre los sueldos «muy altos» de los que hablas, eso no es cierto y lo digo con rotundidad, yo en la privada cobro mucho más (soy director financiero de un grupo industrial bastante grande) que los salarios públicos de políticos creo que con muchas más responsabilidad social que la que yo tengo. Y se de buena tinta que hay funcionarios de alto nivel (esos tan honrados e inteligentes de los que hablas) que ganan más que sus jefes políticos (entre antiguedad y esas cosas).

    • Manuel dice:

      Te doy la razón en lo de que muchos vienen de la función pública, pero cambian el puesto porque pueden choricear y tienen muchas ventajas, yo hablo de equiparar el nivel …

  15. Plas, plas, plas, plas. Cualquier funcionario honrado te puede contar cientos de historias sobre los famosos consejeros puestos a dedo por cualquier partido que gane unas elecciones. Eso es lo que hay que cambiar.

  16. Miguel dice:

    Yo creo que hay muchos, ese es el mensaje que se quiere transmitir con la campaña, la cifra exacta es discutible, pero está claro es que en este país los políticos se han pasado de corruptelas.

    Yo voto por los políticos de vocación que cobren poco y consecuentemente se dediquen unos pocos años al tema. Estos políticos lo harían por compromiso social cual voluntario que dedique un año en un campo de Africa. Está claro que darles mucho sueldo no nos ha librado de las corrupciones, cuanto mas dinero tiene uno, mas quiere tener, tampoco ha atraido a los mejores, eso lo ve hasta un ignorante.

    • Si no voy mal, hay correlación entre países que pagan más a sus políticos y bajos niveles de corrupción, siempre que se mantenga lo expuesto en el artículo de Lapuente. La idea de que alguien que cobre menos va a ser menos corrupto o solo se va a mover por altruismo es esencialmente falaz.

      • Manuel dice:

        No creo en el tema del altruismo, pero si que pagando menos y quitando privilegios se atraerán menos corruptos, eso sí, hay que cambiar muchas más cosas para que no haya corrupción y lo primero es quitar los ayuntamientos, pasar el 90% de funciones a funcionarios y repensar muy bien el tema del suelo, que sea gestionado por normas estrictas que deben ser muy dinámicas, pero ese dinamismo debe decidirse lo más lejos posible del sitio donde esté ese suelo.

        • Pau dice:

          Abajo la política, ¿No es eso Manuel?

          Lo que hay que leer…

        • Joshua dice:

          Manuel, en serio, tienes que repasar esa teoría tuya del número fijo de corruptos. Modo cínico ON.
          Según tus cuentas, existe un número de corruptos en la sociedad (imagina una población de N corruptos que se reconocen porque llevan la letra «C» de corrupto escrita en la frente). Dado ese número, que llamaremos «población natural corrupta», si aumentamos los salarios en la Administración-Política (todo junto) hay una mayor proporción de esos corruptos que, como los osos a la miel, acaban en algún sitio de la misma.
          Si las cosas fueran así, bastaría con detener a todos los que llevasen tatuada la C y se acabaría el problema (eso sí, habría un drama porque esos corruptos tienen padres, madres, hijos y amigos que protestarían y montarían un gran sainete). Además, todos los corruptos que van a la Administración-Política (todo junto) no están haciendo de las suyas en el sector privado, que queda libre de corruptos, luego también puede pensarse que si atraemos a esos corruptos y los metemos a menear papeles en en sitio donde no pueden hacer muchas cosas, libramos a las empresas privadas de ese veneno.
          De todas formas, la mejor solución que se me ocurre (aunque creo que no es novedosa) es coger a todos esos corruptos y mandarlos a un campo de trabajos forzados en un sitio inhóspito y bastante frío). Pero creo que estoy yendo demasiado lejos. Modo cínico OFF.

          • Manuel dice:

            No he he postulado ninguna teoría de número fijo de corruptos, digo que hay puestos hechos a medida de corruptos

          • Joshua dice:

            Me respondo a mi mismo porque no puedo hacerlo a la última entrada de Manuel. Dices «No he he postulado ninguna teoría de número fijo de corruptos, digo que hay puestos hechos a medida de corruptos».
            Pues peor me lo pones, porque entonces hay el doble de corruptos: el que crea la «vacante» y el que la ocupa.
            Siempre he pensado que las analogías al nazismo son el fin de una discusión porque las usa mucha gente a la que no le quedan argumentos. Pero ahora no puedo reprimirme. Una buena parte de los argumentos del tipo: «tenemos mucha gente corrupta a la que hay que echar de los puestos que ocupan» pueden encontrarse entreverados en libros como Mein Kampf. Lo que importa son los diseños institucionales y los incentivos. El resto está ensayedo, sin éxito, a lo largo de toooodo el siglo XX.

  17. […] que hay demasiados políticos en España | Politikon http://politikon.es/2012/07/17/si-que-hay-demasiados-politicos-en-espana/ cc/ @duquedemandas Nuestro punto de […]

  18. sexpolitic dice:

    Creo que en España tenemos un problema con los políticos y sus políticas y otro con la organización política del territorio. A estas alturas son pocos los que creen en los políticos y en la política. La impresión generalizada es que todo este montaje no está pensado para servir al ciudadano ni a la democracia (el medio) sino a los partidos y a la casta política en general (el fin); lo que ha dado lugar a un régimen de partidocracia que ha supuesto un secuestro de la democracia, con la consiguiente pérdida de representación real y participación en la toma de decisiones de la sociedad civil, y una utilización patrimonialista del estado y sus instituciones por parte de los políticos y sus partidos.
    Si esto puede suponer una pérdida de prestigio de los políticos y de los partidos, ellos son en primer lugar los que han contribuido a esta situación, y si llegasen, dado el caso, a desaparecer tampoco supondría una hecatombe mundial y ni siquiera nacional, Los grandes saurios fueron sustituidos por otras especies como la de los mamíferos y aquí no ha pasado nada.Por otro lado, el tan manido lema de «o socialismo o barbarie» que podríamos asimilar al de «o democracia de partidos o dictadura» pues parece que no. Las alternativas afortunadamente no se agotan con los partidos políticos; es más yo diría que estos son una lacra que lastran en la actualidad a la democracia real.
    Con respecto a la cuestión de la organización territorial y política del estado, o comunidades autonómicas, pues igualmente parece que su función histórica, si alguna vez la tuvo, ya caducó y sería conveniente que no sólo nos quedáramos en las palabras y pasáramos a una reforma de la constitución que previa consulta a la ciudadanía diera lugar a una nueva organización territorial, centralista o no, pero que respondiera a las nuevas circunstancias del momento histórico con una mayor racionalización y eficiencia organizativa, de solidaridad y congruencia del tejido social, y que en lo político respondiera a los requerimientos de democracia participativa real pues sin esta cualquier intento reformista estaría de nuevo abocado al fracaso más estrepitoso.

  19. Frost dice:

    Permitidme que comparta mi experiencia. En la Administración pública en la que trabajo, tenemos aproximadamente un político por cada diez empleados. No digo funcionarios, porque estos realmente representan no más del 50% de los trabajadores que allí estamos. La imagen de la administración liberal y sus cesantes no está tan lejos como creéis. Me consta que en otras administraciones es muchísimo peor.
    Si hiciéramos un cálculo del número de políticos en base a estas proporciones, nos daría que tenemos algo más de 200.000 políticos, aunque creo que mi administración está por encima de la media del Estado.

    Sobre lo que dice Aitor Calero García, estoy plenamente de acuerdo. Especialmente se ha notado en los últimos meses: se han puesto de moda los coordinadores, políticos designados a dedo que aparte de cobrar un dineral, controlan el trabajo de los jefes de servicio, de forma que ni siquiera los funcionarios se escapan al control político. Si alguien discrepa con el político de turno… bueno, hay historias (que normalmente no creería, si no vinieran de fuentes directas) sobre un edificio administrativo de la comunidad que está siendo llenado con funcionarios trasladados allí. Esos funcionarios no tienen absolutamente ningún trabajo ni función. Simplemente los dejan agonizar hasta que se jubilen. Por supuesto que cobran su sueldo a fin de mes. Pero ya no estarán dando la lata acerca de si algo es legal o no.

    Esto es un grave problema, auténticamente terrorífico. Actualmente, para poner un ladrillo en mi administración, debe llevar la firma de cinco políticos, que pasan controles sucesivos, y que impiden cualquier forma de acabar con sus corruptelas.

    Hay que acabar con esta plaga y pronto. Yo no digo que haya demasiados políticos, sino que hay demasiados malos políticos. Y eso está hundiendo nuestro país a velocidades ultrasónicas.

    • Manuel dice:

      Está claro yo creo que a lo que nos estamos refiriendo cuando dcimos q sobran políticos es que hay un montón de decisiones que no hace falta ser político para tomar y que es contraproducente que así sea. Por ejemplo que un político decida que empresa se pone para quitar la basura de un pueblo no creo que sea nada ideológico. (Aunque seguro que saldrá algún enterado a contestarme que ese es un ámbito donde se puede innovar mucho. Así que habrá que poner 8192 concejales, si alguien quiere innovar que se haga un proyecto piloto de I+D). Con unas cuantas empresas nacionales compitiendo sería necesario, como Mercadona,Día,Carrefour etc…

      • Pau dice:

        Menuda burrada…

      • joe strummer dice:

        Manuel, ningún político decide sobre a quién se le adjudica el servício de basuras o quién ejecuta las obras de la depuradora, hombre…la Ley de Contratos del Estado establece que esas cosas las decide una Mesa de Contratación trás analizar las ofertas hechas por las empresas que optan a ser adjudicatarias de esa obra o servício…emite un informe en el que valora las ofertas y en consecuencia establece cual es la mejor valorada…

        • Manuel dice:

          Yo digo que eso se lleve al nivel del Estado, por si acaso esa ley no se cumpliera en algún ayuntamiento Q NO CREO

        • Frost dice:

          …Hasta que el político se cansa de la Mesa de Contratación y decide adjudicar a dedo (por procedimiento negociado sin publicidad) todo contrato inferior a 250.000 €… y trocear los contratos mayores en varios contratos de 250.000 € para poder así adjudicarlos a dedo.
          Tenemos ese problema a diario: los políticos pasan de los informes de los empleados públicos. Les da igual que informemos aconsejando utilizar el procedimiento abierto. De acuerdo con ellos, el negociado sin publicidad «es más ágil y ahorra costes», cosa que sabemos de sobra que es mentira. Pero si quieren adjudicar a dedo lo hacen, nosotros podríamos patalear, pero poniendo nuestro puesto en peligro. Así que bajamos las orejas, y hacemos lo que diga el señorito.

  20. Diego Arroyo dice:

    Pues en España hay casos que funcionan as. Sin ir mas lejos, el ayuntamiento de Sant Cugat del Valles (Barcelona) funciona con el modelo de City Manager. Existe una gerente que esta a la misma altura de la Alcaldesa, y que se encarga de todo lo que tiene que ver con recursos. Los politicos discuten las politicas, y equipos profesionales las implantan. Esta Gerente es matematica, MBA en ESADE y master en gestion publica (alguien capacitado).
     
    Y luego cada regidoria funciona igual. Cada consejero tiene una mano derecha que si elige, pero el resto del personal son funcionarios o empleados publicos. Los altos cargos de cada regidoria suelen haber trabajado en el sector privado antes, muchos en consultoria.
     
    El modelo funciona. Mas que nada que es el ayuntamiento de Espana con mas premios internacionales por su gestion y transparencia. Es modelo a seguir en el ambito municipal. Si a alguien le interesa, hice un trabajo para la universidad sobre el tema, detallando el funcionamiento y estructura del ayuntamiento.
     
    Y como curiosidad, quien implanto este modelo fue el actual conseller de la Generalitat Recorder. No perdamos la fe.
     
    PD: perdonar por las faltas/acentos, escribo desde USA.
     

  21. Jose Luis dice:

    Los 445.568 puestos no son sólo cargos electos, sino incluyendo también cargos a dedo por dichos cargos electos. Sí que cuadra (aunque algunas partidas son discutibles).
    http://www.diarioelaguijon.com/noticia/1497/LOS-AGUIJONAZOS/Un-estudio-desvela-que-Espana-es-el-pais-con-mas-politicos-por-habitante-de-Europa.html

    • Frost dice:

      Esos 40.000 políticos contratados como cargos de confianza son una cifra muy redonda, ¿no? Entiendo que pueda ser una aproximación porque la cifra real dudo que esté publicada en ningún sitio, pero da que sospechar.

  22. […] las últimas semanas han surgido diversas historias como el de los 450.000 políticos que hay en España o el del milagro de Hollande que demuestran que algunos se tragan todo lo que leen sin más. En el […]

  23. Dario dice:

    En definitiva sí sobran políticos, estos políticos, pues son los que dictaminan las (pésimas) políticas y son los que contratan a los (excesivos) empleados públicos existentes!!!

  24. […] hay 445.568 políticos en España como se lee en muchos sitios de Internet, posiblemente no superen los 80.000. Como bien comentan en “Politikón”, lo que cuesta dinero no son los políticos, son las […]

  25. […] hay 445.568 políticos en España como se lee en muchos sitios de Internet, posiblemente no superen los 80.000. Como bien comentan en “Politikón”, lo que cuesta dinero no son los políticos, son las […]

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