Un breve apunte: se está comentando y difundiendo cada vez más a modo de meme en las redes sociales la posible conexión entre los incendios en Valencia y el hecho de que en la Ley de Acompañamiento a Presupuestos de la Generalitat de este año se aprobó la siguiente modificación de la Ley Forestal:

Con carácter singular, y en los supuestos de proyectos de obras e infraestructuras de especial relevancia declarados de interés general de la Comunitat Valenciana, el Consell podrá excepcionar la prohibición de cambio de uso forestal, dentro del plazo general de los 30 años, mediante acuerdo justificado.

En ningún caso, la aplicación de la expresada excepción podrá implicar un aumento del aprovechamiento lucrativo para particulares contrario a la finalidad perseguida con la citada prohibición.

La intuición, especialmente si tenemos un sesgo ideológico contra el actual Gobierno, nos montará la siguiente historia: posibilidad de especulación con el suelo (aunque sea pública, por ejemplo, como se está hablando, la ampliación del vertedero planificada para una de las zonas del incendio) más falta de medios en la lucha contra incendios hacen de esta catástrofe algo inevitable, y cabe culpar al Gobierno.

El problema de esta historia es que no se sostiene. Para empezar, es un argumento falaz, del tipo post hoc ergo propter hoc. Pero es que además cabe insistir en que las causas de ambos focos de incendio parecen claras y no sospechosas (dos negligencias), más allá de que la falta de medios haya podido agravar o no su magnitud. Por último, los costes electorales potenciales de una situación como la actual son incalculables, cuando tienes incluso a alcaldes de tu propio partido cabreados. Esto no le va a salir gratis al Govern, igual que ninguna catástrofe le sale nunca gratis a ningún Gobierno. Los votos por un hipotético «pelotazo por el interés general» quedaría totalmente absorbido por la magnitud de la catástrofe. Ahora bien, eso no quita para que la existencia de esta modificación de la Ley Forestal sea un coladero en incendios de (mucha) menor importancia. Personalmente, considero que fue un gran error aprobarla y que los ciudadanos deberían luchar por echar atrás este cambio.