Ahora

El TC como institución contramayoritaria

21 Jun, 2012 - - @jorgesmiguel

Lo comenté ayer en Twitter y no me resisto a mencionarlo aquí. Al margen de mi opinión sobre la sentencia de Sortu -suponiendo que la tenga-, un hecho llama la atención: el Tribunal Constitucional cuenta ahora mismo con una mayoría «progresista», lo que la convierte en una institución contramayoritaria. Y, siendo malicioso, me da la sensación de que muchos de los que se quejaban de ellas en general o a cuenta del CGPJ no verán problema alguno ahora (y viceversa). Más sobre el asunto aquí y aquí.


5 comentarios

  1. Las instituciones contramayoritarias molan. Pero no cuando esa cualidad se debe más una disfunción de la institución, que a su correcto funcionamiento: la sentencia quizás no habría sido la que fue si los partidos no estuvieran bloqueando la sustitución de uno de los jueces conservadores… que lleva dos años muerto.

    • M. Alonso Sierra dice:

      Marcos, aunque tu comentario hace una crítica puramente formal de la situación del Tribunal, debo confesar que me resulta difícil leerlo sin entrever una crítica material al fondo de la decisión concreta sobre el tema de Sortu.

      Disculpame si no es así, pero me gustaría puntualizar alguna cuestión:

      (i) Los medios definen a los magistrados como «progresistas» o «conservadores» en función de quién los propone o de a qué organización judicial pertenezcan. Sobra decir que muchas veces esto es poco apresurado. Manuel Aragón, propuesto por el PSOE, está entre los disidentes en la decisión de Sortu, Bildu y el Estatut de Catalunya.

      (ii) El hecho de que presumamos que un magistrado propuesto por el PP habría votado en contra de anular la sentencia del Supremo es buena prueba de la forma irresponsable en que este concreto partido ha venido ejerciendo su potestad de proponer algunos magistrados en la última década. Sin que el PSOE haya sido ejemplar, creo que ha demostrado mucha mayor flexibilidad y neutralidad al proponer a sus candidatos. La propia designación de Dívar como presidente del CGPJ hace unos años es el mejor ejemplo.

      (iii) Cabe dudar de quién es la culpa de que el asiento de García-Calvo esté vacío. Cuando murió, la mayoría política en el Congreso de los Diputados (la institución que le había designado) era socialista.

      (iv) Aunque García-Calvo no hubiese fallecido y siguiese en el Tribunal, la decisión había sido la misma: Pascual Sala, presidente del TC, tiene voto de calidad.

      (v) Curiosamente, si el PSOE no hubiese designado como Presidente del TS a Dívar, sino a algún acólito, la Sentencia del TS ilegalizando a Sortu quizá habría tenido un resultado diferente. Sortu fue ilegalizado por 9 a 7; si el presidente hubiese sido un «progresista», podría haber sido 8 a 8, por lo habría que haber sumado un nuevo juez, al no tener voto de calidad el presidente de la Sala del 61. Es decir, si el PSOE hubiese escogido a un juez más de su cuerda, quizá no habríamos tenido caso ante el Constitucional, para empezar.

      Todo lo anterior muestra que centrarse en la concreta falta de renovación de un magistrado es una forma un tanto interesada de poner en duda la legitimidad de la sentencia.

      En cualquier caso, parece conveniente revisar el sistema de designación de los jueces del TC, pero eso es un tema distinto.

      Un saludo.

  2. francisco dice:

    Yo creía que alguien había dicho que la idea es que el TC funcione así, por eso va «desacoplado» del parlamento, con ciclos diferentes y que no encajan con la legislatura.

    De todos modos, el PP ha mantenido el TC sin renovar 8 años para sostener su mayoría en el TC contra el mandato de renovación, solo que se haya muerto alguno lo ha cambiado.

    Tendría coña oir el argumento ahora del PP, bueno, no tendría, la tiene, yo he visto alguno haciendolo ya.

    No va por el autor, que no si carga a derecha, izquierda o le levita el tema… 😀

  3. casty dice:

    Yo creo que es un momento ideal para proponer que los miembros del TC sean elegidos por sorteo y no a dedo por los partidos de turno.

    Es una solución para el PP que afirma que algunas sentencias son fruto del partidismo y al PSOE le permitiría disipar las dudas.

    Todos ganan ¿no? O:)

  4. Hejo dice:

    @M. Alonso: Excelente comentario.
    Juzgamos las sentencias en función de si nos gustan o nos gustan, sin leerlas y sin entrar en ningún momento ni en sus fundamentos jurídicos ni en si sus consecuencias están más o menos alineadas con los principios de «justicia». Y nos autoexplicamos las sentencias en función de complejos equilibrios de poder, amiguismos y cortoplacismos varios que refuerzan nuestros propios prejuicios y opiniones previas.

    Parecemos niños. Si no me gusta la última sentencia, pues habría que cambiar algo en el tribunal. O suprimirlo ( E. Aguirre). Y si me gusta, entonces se demuestra que el tribunal funciona maravillosamente bien.

    El actual sistema de designación de jueces del Constitucional lleva años cortocircuitado. Y esto no favorece en nada a su correcto funcionamiento. Pero nada, cada vez que sale el tema lo único que cada partido calcula es cuántos jueces le tocarían.

    Más diseño institucional, por favor. Y no sólo en el Constitucional.

Comments are closed.