Una de las consecuencias de la pacificación de las costumbres, y muy particularmente del cambio en la percepción de la guerra operado desde la Ilustración y, sobre todo, desde las lecturas modernistas de la PGM, es la idea de la paz como aspiración suprema. Esta idea oculta que la paz absoluta a toda costa no es es el objetivo real de casi nadie, sino que lo que existen son óptimos de violencia. Óptimos que en el caso de nuestras sociedades europeas resultan ser muy bajos, pero que no necesariamente lo son así en ese mundo ancho, ajeno y hobbesiano de ahí fuera.
Visto así, y entendiendo además los incentivos reales de cada parte, quizá sorprenda menos la perpetuación del conflicto árabe-israelí. La pregunta no es tanto por qué no se logra de una vez la paz, sino por qué habría de lograrse cuando, en términos relativos, a ninguno de los dos contendientes le va tan mal como para animarse a hacer los sacrificios imprescindibles a cambio. Un comentario en Facebook de Josep Marc Fierro y este artículo de Spengler rescatado por Pascual González me han recordado una entrevista reciente con Edward Luttwak (cortesía a su vez de Manel). Dice Luttwak:
Israel’s success as a state has been made possible by Arab threats of different kinds. Arab violence or threats of violence are part of the Israeli soup. There are certain levels of violence that are so high that they’re damaging, and there are also levels that are so low they are damaging. There is an optimum level of the Arab threat. I would say for about nine days of the 1973 war, the level of violence was much too high. Even when Israelis were successful, the level of violence was destroying the tissue of the state. Most of the time, the violence is positive.
Evidentemente, la muy real amenaza árabe forma parte del «cocido israelí» desde el principio; y, salvo en momentos puntuales como la guerra del Yom Kippur citada por Luttwak o los peores momentos de la Segunda Intifada, entre 2000 y 2002, se trata de una historia de éxito sin paliativos. En cuanto a los palestinos, y como señala Spengler, bajo los discursos oficiales de «situación intolerable», no se encuentran objetivamente en peores condiciones que muchos de sus vecinos árabes: de hecho, puntúan mejor que la mayoría de ellos en categorías como esperanza de vida o mortalidad infantil. (En Cisjordania también hay menos paro que en España, aunque quizás esa comparación no haga justicia a los cisjordanos). No hay motivos para pensar que el reconocimiento como Estado fuera a mejorar su condición más
allá de lo que ha mejorado la de egipcios, jordanos o yemeníes, especialmente en ausencia de petróleo y si se corta o atenúa el grifo de las ayudas a los «refugiados».
En este contexto, el farol de Abbas en la ONU quizás se entienda mejor en clave interna. Por todo el norte de África, los islamistas parecen haber escarmentado en cabeza ajena, concretamente en la de Hamas, y son conscientes de que tomar el poder en estas circunstancias, sin soluciones a la crisis económica y con retóricas democratizadoras en el ambiente, probablemente sólo acelere su caída. O, dicho en otra palabras, en Oriente Próximo, como en la Comunidad de Madrid, «de la oposición no te echan». Con los patrocinadores de Hamas, Irán y, sobre todo, Siria en horas muy bajas, Fatah puede haberse decidido a tomar la iniciativa de nuevo planteando un discurso de máximos en la ONU que probablemente fracasará debido al veto estadounidense, pero servirá para volver a situarla como la voz autorizada de la causa palestina. En todo caso, ¿quiere esto decir que la paz está más cerca o más lejos? Volvamos a Luttwak:
I don’t anticipate violence this fall. War leads to peace. Peace leads to war. So, now logically we should have war. And the Iranians, of course, would love to pay for one. But the moment there is an intifada, the Palestinian regime collapses and gangsters take over. So, the moment the violence escalates they stop fighting and they start talking peace. The moment the talking appears to be approaching an actual peace, they start an intifada.
[…] Palestina: ¿Quién quiere la paz? politikon.es/neoconomicon/2011/09/25/quien-quiere-la-paz/ por Sigerico_Redivivo hace nada […]
Judea y Samaria, hombre…
Interesante punto de vista.
Creo que simplificas muchísimo. La economía palestina podría estar mucho mejor con paz, aunque me compares con otros países del entorno, te voy a decir simplemente porque Palestina debería ser una economía más fuerte, la misma que la debilita ahora, Israel. Tienen una relación ahora negativa, pero con relaciones económicas muy fuertes. Una paz entre ambos países llevaría los palestinos a un nivel de vida mucho mejor. Además, en cuanto al bienestar general, vivir en su situación no me lo imagino de lo más agradable.
Por cierto, existen grandes diferencias entre los países árabes que mencionas.
Por último, «Peace leads to war. So, now logically we should have war.» sino te importa explicame eso porque a primeras me ha dado la risa. Lugares que se pasan siglos guerrilleando, Europa, pueden dejar de hacerlo por mucho tiempo y sin expectativas de repetirlo. ¿Por que no podrían conseguir la paz Palestina e Israel y beneficiarse de ello?.
Hombre, claro que simplifico. Todo modelo explicativo es una simplificación; si no, no es un modelo, es la realidad.
No se trata de si idealmente la economía palestina podría estar mejor con paz, sino de qué hay que hacer para llegar a esa paz, qué concesiones son imprescindibles por ambas partes y cuáles estás dispuestos a hacer unos y otros. Da igual la situación ideal de llegada, lo importante es el camino y cómo se recorre, y por qué. Y ahora mismo, por mucho que nos machaquen día y noche con que es el conflicto más importante de la historia de la Humanidad, etc, etc, resulta que ni siquiera ellos mismos parecen creérselo. Por poner la cosa un poco en perspectiva, de todas las muertes en conflicto en el mundo desde 1950, las del árabe-israelí representan en torno a un 0,06%. Incluso si contamos sólo los 11 millones de muertos musulmanes en conflicto desde ese año, resulta que aquí toca sólo un 0,3%. Ha habido unos cincuenta conflictos más sangrientos en el mundo en ese período.
Que Israel debilita la economía palestina, excluidas las destrucciones ocasionales y los cortes de comunicación, es falso. Es decir, la debilita cuando le corta el acceso. De hecho, el trabajo en Israel es la única fuente fiable y creíble de ingresos, porque el cuento aquel del «turismo y la industria ligera» no se lo cree ni el funcionario de la ONU que tuvo la ocurrencia.
Pues eso, tú mismo. En Europa ha costado siglos de guerra endémica, y finalmente convertirse en un protectorado americano de facto, llegar a un sistema internacional de suma positiva; y a ver lo que dura. Las naciones de Oriente Próximo tienen 60 años, y en algunos aspectos están menos formadas institucionalmente que las europeas a finales de la Edad Media. Si me estás comparando la guerra de los Treinta Años, las guerras napoléonicas o las dos guerras mundiales con lo que se ha visto hasta ahora por allí, es a mí al que le entra la risa.
Jorge, de tu contestación salvo el último párrafo estoy totalmente de acuerdo pero no contradice lo que yo he dicho.
Que importa como se haga la paz, por supuesto, que no es el conflicto del siglo, pues claro y que Israel es positiva para la economía palestina, hasta lo señalo yo. Lo que resalto es que sería mucho mejor sin guerra.
Al final me señalas como un descrédito de que se puede pasar de la guerra a la paz duradera que en Europa nos hemos matado por siglos (por eso era mi ejemplo) y que solo ahora porque somos un «protectorado americano de facto» (no te diga que haya influencias, pero dejame dudarlo, muestrame la evidencia y sobretodo que instituciones para ti convierten una zona protectorado de otra) tenemos ahora paz y según tu a saber hasta cuando, en serio, si ves indicios de que Alemania y Francia tienen posibilidades serias de pegarse, cuentamelos porque yo no lo veo.
Por cierto, no equiparo en ningún momento los conflictos actuales en Oriente Medio con los europeos, no dejan de ser guerras o situaciones de inamistad absoluta que, pero precisamente ser más suaves y las sociedades más modernas de lo que eran las europeas (no hablo de Afganistan) creo que es más fácil llegar a la paz. Sencillamente con un acuerdo de paz decente, que deje vivir libremente a ambas partes, el comercio y el tiempo harán el resto.
A propósito (más o menos).
http://www.jotdown.es/2011/09/tsevan-rabtan-inteligencia-militar/