El plan de reducción de déficit que Obama presentó ayer es extenso, centrista, moderado y está bien diseñado. Eso significa también que no llegará a ninguna parte. Como todo lo que hace Obama últimamente, la propuesta incluye subidas de impuestos para las rentas altas, devolviendo el nivel de tributación general a lo visto en la era Clinton, y eliminando todas esas deducciones que hacen felices a la gente con dinero.

¿La respuesta de los republicanos? Estas medidas son «lucha de clases». En un país donde las desigualdades llevan una década larga aumentando sin parar, los ricos pagan menos impuestos que nunca y donde el resultado final de todas estas políticas fue la mayor crisis financiera en ochenta años, no está mal el cinismo.  Lo más cómico, sin embargo, es escuchar al partido republicano utilizar retórica marxista para describir un plan tremendamente moderado, donde la mitad de la reducción de déficit viene de subidas de impuestos y la otra mitad de recortes de gasto. Los conservadores americanos son el único partido que conozco que utilizan vocabulario salido directamente de lo más profundo del materialismo dialéctivo para en sus análisis de políticas públicas. Para detestar tanto el socialismo, parecen haber leído Das Kapital con atención.

Lo más cargante, por descontado, es que si la política fuera lucha de clases, los ricos en Estados Unidos están ganando por goleada, así que supongo que por eso le llaman de esta manera. Es deprimente.

Lo peor de todo esto, por descontado, es el hecho que la propuesta de Obama, por muy razonable que sea, no llegará a ningún sitio. Los republicanos llevan meses oponiéndose a absolutamente todo lo que la administración propone, incluso bajadas de impuestos (se quejan que «los pobres no pagan nada». No, no es coña). Subir los impuestos a los ricos, a estas alturas, es como pedir la luna. Los conservadores dirán que no, no, y no, la Cámara de Representantes ni se molestará en votar la propuesta, y lo único que veremos será una inacabable retahila de discursos del presidente criticando el obstruccionismo militante del GOP.

¿Servirá para algo ? La verdad, creo que no. Es mejor que la alternativa (el Presidente diciendo que sí a toda tontería republicana que le planteen), pero si la economía no mejora, no creo que le sirva de gran cosa cara a la reelección. Las medidas son populares (todas las encuestas dicen que «subir impuestos a los ricos» es algo que la gente apoya, incluso en EEUU), pero el electorado vota según como va la economía, no según retórica. Me gusta ver que Obama al menos está dejando claro que si no puede hacer nada es porque los republicanos no le dejan, pero eso no te da elecciones.Tristemente.