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Primary Colors (XV): poniendo precio a políticos

14 Sep, 2011 - - @egocrata

Groucho Marx se acerca a una mujer, y le pregunta si se acostaría con él por un millón de dólares. La mujer, divertida, dice que si es por un millón sí, lo haría encantada. Groucho se rasca la oreja, mira a la mujer y le pregunta entonces si se acostaría con él por un dólar. Ella responde, toda ofendida, que no, diciendo quién se ha creído que es. Groucho, sin inmutarse, le contesta «bueno, ya hemos establecido que es una prostituta. Ahora sólo estamos negociando el precio».

La anécdota viene al caso por un breve intercambio durante el debate presidencial de ayer, en que Michele Bachmann acusó a Rick Perry de aprobar un plan de vacunación contra HPV para adolescentes después de haber recibido una donación de $5.000 de Merck, los creadores de la vacuna. El gobernador de Texas respondió, casi de inmediato, que le ofendía que alguien creyera que pudieran comprar a un gobernador por tan poco dinero. Sonó como un chiste divertido, aunque un tanto embarazoso… hasta que los medios se han puesto a buscar. ¿Qué relación tiene Perry con Merck?

Bueno, pues resulta que bastante cercana, y con mucho más que $5.000 de por medio. Manel Gozalbo me enviaba un estupendo artículo del Washington Post sobre el largo historial de donaciones de la farmacéutica a Perry. Resulta que el donativo no era de $5.000, sino $30.000, aunque eso es sólo parte del asunto.  Merck donó $380.000 dólares a la asociación de gobernadores republicanos en la época en que este estaba en su dirección. El principal representante de la farmacéutica en sus relaciones con el gobernador era Mike Toomey, su antiguo jefe de gabinete – que se dedica ahora a recaudar dinero para su campaña.

Es probable que el gobernador no sea barato de sobornar, pero parece dispuesto a hacer cosas bien poco conservadoras por el módico precio de $380.000 dólares. Desde el punto de vista de Merck, que vende cada dosis de vacuna a $360, es una inversión estupenda.

De acuerdo, es perfectamente posible que Perry no cambiara de opinión gracias a las donaciones. Lo he dicho antes y lo digo ahora; el programa de vacunación era una buena idea. Si tu antiguo jefe de gabinete te explica que es una  medida estupenda, es muy posible que viera la luz sobre el tema. Pero claro, tú ve a contarle esto al votante medio republicano, que cree que una vacuna para prevenir una enfermedad de transmisión sexual es como poner velitas en el altar de Karl Marx.

Si a esto le añadimos que Perry tiene una curiosa tradición de coincidencias entre donativos y decisiones políticas favorables, esta historia puede durar una buena temporada. Veremos.


Un comentario

  1. francisco dice:

    A mi eso de nadie se vende por tan poco me suena de algo y no se de que.

    Pero no dudo que Perry sea un tío honorable…

    En realidad, ¿importa sí la idea y el fin eran buenos? Sí es un soborno no es aceptable. Sí le tienen que pagar para que haga cosas es evidente.

    Ya se que en EEUU le llaman lobby y no soborno. Pero eso es una excusa.

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