El fin de semana de primarias republicanas nos dejan cinco noticias relevantes:

1. Bachmann gana la straw poll

Era lo esperado, y la verdad, no es demasiado relevante. La straw poll es un buen predictor de qué republicano ganará los caucus en Iowa en enero, pero es un predictor horrible sobre quién será el nominado. Iowa es una estado peculiar en este sentido; las primarias demócratas son relativamente decentes al menos escogiendo los candidatos más viables, pero no así en el GOP. El motivo es que el partido conservador aquí tiene un 50% de votantes evangélicos (más o menos), una proporción mucho más elevada que en el resto del país donde no llegan al 20%. Esto quiere decir que el ganador aquí es, casi inevitablemente, alguien del flanco derecho del partido, pero no el nominado final.

2. La straw poll se cobra una víctima

Tim Pawlenty tenía un plan para llegar a la nominación. Sabe que es un candidato aburrido, así que necesitaba ganar en algún sitio pronto para tener alguna opción. El hombre era gobernador de Minnesota, el estado vecino de Iowa, así que en un principio si sacaba un buen resultado aquí, aun siendo porque es del vecindario, esto crearía suficiente publicidad para llegar lejos.

Pequeño problema: Bachmann. La congresista es nacida en Iowa, y es mucho más conservadora que él. En la straw poll, Pawlenty ha quedado lastimosamente tercero, dejando claro que en enero no tiene demasiadas opciones. En vista que no va a llegar a ningún sitio (y que Rick Perry bloquea  su otra opción – más luego), ha sido sensato y lo ha dejado. Bien por él. Su campaña, la verdad, no le llevaba a ningún sitio.

3. Entra Rick Perry:

Y es automáticamente el otro gran favorito. Es como Michele Bachmann pero con experiencia ejecutiva; es muy conservador, pero no parece estar loco de atar. Tiene además la enorme ventaja de no ser Mitt Romney: no es mormón, no cambia de opinión cada diez minutos, no tiene antecedentes de moderación o cordura  y no parece haber sido diseñado en un laboratorio. Pawlenty, en su momento, aspiraba a ser el candidato «no soy Romney», pero Perry le ha expulsado de esa zona. Al contrario que el de Minnesota, el gobernador de Texas no es un tipo mortalmente aburrido.

4. Tres caminos hacia la nominación:

Ahora es cuando entramos en psicofonías y ciencia ficción: qué tiene que suceder para que uno de los tres favoritos gane la nominación. O, dicho en otras palabras, qué narrativas, qué estrategias tiene cada candidato en mente.

1. a. Bachman: ganar en Iowa (muy probable), y hacerlo con una campaña seria, disciplinada y coherente. De ahí seguir a New Hampshire (el segundo estado en votar) y sacar un resultado digno, sin que haga falta ganar, para mantener la reputación de favorita. Después, ganar en Carolina del Sur, mucho más conservador, para ponerse en cabeza e intentar crear una bola de nieve desde ese punto.
2. b. Romney: ignorar Iowa (imposible ganarlo) evitando hacer el ridículo. Ganar en New Hampshire (estado vecino a Massachusetts, donde fue gobernador) de forma clara, y después sacar un resultado lo suficiente bueno en Carolina del Sur como para demostrar que puede sacar votos en la vieja Confederación. De ahí, aprovechar su superior capacidad financiera para machacar al resto del grupo en el resto de estados.
3. c. Perry: ignorar Iowa (que irá a Bachmann), pero quedar mejor que Romney. Ignorar New Hampshire, ya que un tejano en Nueva Inglaterra no tiene mucho que hacer, y ganar en Carolina del Sur de forma tan abrumadora como sea posible. De ahí, aprovechar que Romney es un maldito yankee (no del todo correcto – es de Michigan) para abrumarle en el sur y ganar con una coalición republicana clásica.

Por si no os habéis dado cuenta, las tres estrategias tienen mucho de cruzar los dedos y confiar que el candidato no salga mal en la foto. Las tres primeras votaciones servirán, casi seguro, para forzar la salida del abundante pelotón de matados sin opciones (excepto Ron Paul. El tipo nunca lo deja) y ver quién tiene una ventaja marginal cara al resto del calendario. Creo que esto acabará con una batalla entre Romney y Perry. Sabremos si es larga y épica como las primarias del 2008 dependiendo de lo que haga Romney en Carolina del Sur.

5. Obama es vulnerable:

Las elecciones están lejísimos, ciertamente, pero Obama no es invencible. Sabemos que no es invencible, de hecho, desde el 2008 mismo; las crisis financieras tienen recuperaciones muy, muy, muy lentas y los políticos americanos y europeos parecen estar haciendo lo imposible por prolongar la agonía. Los números de Obama no son desastrosos, pero no son ni de lejos estelares; Si la economía no mejora rápido (y es posible que no vaya a hacerlo) las elecciones serán complicadas.

En ese caso, el candidato que presenten los republicanos tiene su importancia. Si la cosa esta justa, Mitt Romney es mucho mejor candidato que Rick Perry o Bachmann. Es más moderado, mejor orador y no está loco de atar. Bachmann probablemente perdería unas generales incluso contra Zapatero debido al pequeño detalle que está como un cencerro. Rick Perry sería en un principio peor candidato que Romney, ya que es bastante más conservador y además estaría compitiendo con el fantasma de George W. Bush, un tipo que es ampliamente recordado como «ese imbécil de Texas».

Es por eso que creo que el GOP acabará por nominar a Mitt Romney, mal que les pese. Por mucho que medio partido sea simpatizante del tea party, la otra mitad no lo es, y son muy conscientes que diciendo burradas no llegarán a ningún sitio. Si Romney sale nominado, la votación en el 2012 no será demasiado horrible. Aunque Mitt es un cínico sin principios, al menos es un tipo inteligente que hizo un trabajo excelente en Massachusetts cuando era gobernador.

Si es Perry o Bachmann… que Dios nos pille confesados.

Nota al margen: no, Ron Paul no puede ganar la nominación ni ahora ni en mil años. Cada vez que escribo sobre esto alguien sale preguntando sobre él.  El hombre es completamente inviable como candidato; odia el gasto en defensa, quiere volver al patrón oro, abolir la reserva federal, abril las puertas a la inmigración y apoya las uniones civiles para homosexuales. En el GOP actual el tipo es el líder del 5-10% de cultistas libertarios incansables que se pasan la vida dando la brasa y están en todos los saraos, pero no ganará nunca, y menos en las generales.

De nada.