Sí, las revoluciones son difíciles. Y en la de Egipto, parece que ha llegado el momento del contraataque. Si hemos de hacer caso a las informaciones que llegan desde varias fuentes (como Al Jazeera o el NYT), parece que, tras el hábil manejo de tiempos y la cabezonería de Mubarak, Egipto puede pasar de vivir una situación tipo Túnez (revueltas, presión interna y externa, cambio rápido) a una situación tipo Irán en 2009, salvando las obvias distancias: agentes contrarrevolucionarios activados en cierta medida desde instancias estatales y una gran mayoría silenciosa e indecisa, que, como bien dice Jordi Pérez Colomé, simplemente busca estabilidad y tranquilidad.
La sangre ha comenzado a correr por las calles, pero claro, el Ejército no es el responsable. Por tanto, no puede haber protesta y/o condena internacional tajante. Si la cosa sigue así, la bola de nieve de expectativas puede volver hacia atrás, y habría unos días o semanas de revueltas seguidos de un periodo de calma tensa con una represión medida (EE.UU. mira atentamente y amenaza con cortar el grifo, aquí si hay una diferencia con Irán) y una transición poco profunda de Mubarak a alguien de su relativa confianza, que de todas formas ya se estaba preparando.
Día de dudas.
estáis verdaderamente rayados con que se repita la historia de Irán. En el 79 no había ni teléfonos móviles. Basta ya de meter miedo. Bastante tiene la gente que está haciendo la revolución con estos maderos de paisano y excarcelados pagados por el régimen. A esos es a los que hay que tener miedo. a esos.
Leandro, Irán 2009, no Irán 1979. No me refiero a triunfo islamista, sino a que la revolución fracase. Lo digo claramente: «a una situación tipo Irán en 2009». Agradecería encarecidamente que se leyese Ud. las entradas enteras antes de comentar.
Las acciones de los grupos pro-Mubarak parecen el resultado de una coordinación desde arriba con el fin de justificar una intervención del Ejército/policía para disolver las manifestaciones. Ese escenario sería perfecto para poder reprimir las protestas sin un castigo de la comunidad internacional, y le permitiría reforzar su posición de autoridad. Es decir, lo más probable es que la interpretación sobre el comunicado del Ejército de hace unos días haya sido demasiado optimista: fue probablemente un documento de consumo interno para resolver tensiones entre disidentes dentro de las Fuerzas Armadas. Estos mismos disidentes ahora mismo tampoco tendrían una posibilidad real de oponerse pacíficamente.
En mi opinión, la «mayoría silenciosa» solo jugará un papel para justificar las acciones del ejército y Mubarak.
En ese sentido, D-Squared tiene un post excelente:
http://d-squareddigest.blogspot.com/2011/02/arseholes-considered-as-strategic.html
«Agradecería encarecidamente que se leyese Ud. las entradas enteras antes de comentar.»
Pues no pides nada tú…
Jorge, no es tanto. Mira, Gonzalo por ejemplo lo ha hecho y le ha salido un comentario la mar de apañao.
Roger, no conocía ese blog. Muy bueno. Me suscribo ipso facto.
[…] le queda hacer al dictador que ha perdido la calle? el modelo, en este caso, es Irán. Las multitudes no las puedes combatir directamente, pero si puedes […]