Los maquinistas de Cercanías de Renfe en Barcelona están juguetones estos días, con una de esas huelgas encubiertas que tanto parecen gustar a este colectivo. Es curioso que estén protestando ahora en Cataluña, precisamente cuando la Generalitat ha pasado a ser titular de estos servicios, contratando a la operadora para que mueva trenes, pero no es del todo sorprendente.

Ahora mismo el gobierno catalán puede, en teoría, decidir que Renfe no está haciendo un buen trabajo y buscar otra operadora alternativa. Puede recurrir a una operadora privada (estoy seguro que la DB/ Arriva estaría encantada de hacer una oferta), o puede aprovechar su amplia experiencia con FGC (la mejor empresa pública de ferrocarriles en España) para dar el servicio.

Los maquinistas saben que Renfe tienen que hacer un buen trabajo en Cercanías Barcelona, ya que si no la empresa corre peligro de perder el contrato. También saben que el transporte a corta distancia es un servicio público así que está subvencionado, así que la operadora no tiene sus cuentas como prioridad. Aunque cambiar de operadora sería costoso para la Generalitat, sería un ridículo enorme para Renfe, así que están en una cierta posición de fortaleza.

Si la Generalitat quiere que esto acabe (y nos salga barato) debería empezar a dar señales creíbles que está pensando en buscar otro operador. Por si acaso.