Tienen (o tenemos) muchos nombres: «neoprogres», «social-liberales», «pijoprogres»… Pero ninguno define tan bien, creo, el espíritu de lo que se (nos) quiere llamar como este epíteto que me he encontrado en el blog de José Antonio Donaire (en un artículo la mar de recomendable, por cierto). Socialistas de Blackberry. Sí señor. Somos toda esa gente que no renegamos del capitalismo, ni nos negamos a la liberalización sin evaluar antes las causas de la misma, y leemos economía ortodoxa aunque solo sea para saber qué dicen.

Cada vez que alguien utiliza esta línea de argumentación me acuerdo de Josiah Bartlet quejándose de los demócratas que aparentaban estar orgullosos de no ser unos empollones, sino ser gente del pueblo. «Como si estar educado fuese un pecado», decía. Y yo no puedo evitar imaginar que la mayoría de personas que tiran de estos calificativos sin argumentar nada más desprecian de manera explícita o implícita la inmensa mayoría de los avances que las Ciencias Sociales han hecho en las últimas décadas. Que son los palos en la rueda de la izquierda, y no al revés. El otro día lo hablaba con Edgar Rovira: la izquierda, decía, aún no ha encontrado su nuevo discurso. Sí, decía yo, ese que le habla a los jóvenes de 25-35 años que leen El País y para los que comrar en Ikea es una tarde de ocio. Si la izquierda no abre su discurso para encontrar nuevas vías con las que articular políticas que vayan en pos del bienestar y la
igualdad de oportunidades, el centro le va a ganar por la mano.

No, no es una cuestión de posicionarse más acá o más allá en los ejes tradicionales, sino revisar estos ejes y los puntos en torno a los que giran. Si quieren se lo pongo con un ejemplo, para que entiendan que no me refiero a irme más al centro: Izquierda Unida no ha conseguido ni de lejos deconstruir y reconstruir su discurso. El PSOE (PSC incluido) tampoco. ERC, curiosamente, ni tan solo lo ha intentado porque pensaba que todo dependía de su posicionamiento en el eje independentista (mal). Iniciativa Per Catalunya, sin embargo, lo va haciendo muy poco a poco, y es por ello que su desgaste en las Autonómicas no ha sido tan grande. Porque sí, la gente que vota a ICV y lee Público también son socialistas de Blackberry. Será mejor que los fundamentalistas lo vayan asumiendo, o se echen al monte.


16 comentarios

  1. Andrés dice:

    Hombre, Jorge, si lo que quieres decir es que hay que asumir que la peña se ha hecho muy de derechas y reubicar allí a los antiguos partidos más o menos de izquierdas, asumiendo todos los postulados del liberalismo egoísta de los privilegiados, supongo que tienes razón.

    Y, de hecho, o se hace eso o no habrá manera de que quienes están en esos partidos «pillen cacho» en el futuro. Más en estos tiempos de democracia censitaria donde millones de trabajadores ni tiene derecho al voto. Con dos cojones. Decimonónicos. Pero con dos cojones.

    Por eso los social-liberales, o como se llame eso, abundan en los jovenzuelos de los aparatos.

    Ahora bien, yo no creo que pase nada por asumir la realidad. Estamos hablando de gentes de derechas. Quizás no nacionalcatólicas, pero sí de derechas.

    Porque, si no, ¿qué supone, en qué los diferencia, el ser de izquierdas? ¿Que apoyan el matrimonio homosexual? Menos bromas, por favor.

  2. Jorge San Miguel dice:

    «¿qué supone, en qué los diferencia, el ser de izquierdas?»

    Plantearse objetivos de izquierda, como primar la igualdad sobre otras cosas. Pero eso se puede intentar sin darse de cabezazos contra la realidad y contra todo el conocimiento acumulado por las ciencias sociales en dos siglos.

    Vamos, digo yo, que yo no tengo Blackberry.

  3. Jorge Galindo dice:

    Pues lo que dice Jorge San Miguel, más otras cosas: defensa de Estado de Bienestar (particularmente sanidad, educación y vivienda), medio ambiente (sí, sí: sigue siendo un tema de izquierdas), Estado fuerte y eficaz…

    No sé, es como cuando los marxistas-leninistas querían asesinar a los socialdemócratas y les tildaban de «amigos del Capital» y todas estas cosas. Una actitud muy útil.

  4. Andrés dice:

    Entonces, si los planteamientos de base don esos, quienes ahora gobiernan no son «socialistas de blackberry» sino «saqueadores de blackberry». Porque vamos , de lo que comentáis ni una.

    ¿Me podrías dar un ejemplo de alguno de esos socialistas de blackberry que sí sean de izquierdas y tal? Para hacerme una idea.

    Porque si estamos hablando de MAFO.

  5. Jorge San Miguel dice:

    Reforma laboral. A menos que pienses que tener un mercado de trabajo dual y un 10% de paro en los buenos momentos y >20% en los malos es igualitario.

    Reforma de las pensiones. Aunque quizá la bancarrota sea algo progresista.

  6. Andrés dice:

    Me va quedando claro. Como hay un mercado laboral dual lo que hay que hacer es modificarlo de modo que que haya sólo un modelo, único para todos (eso sí, para todos lis nuevos, los viejos, entre ellos los que hacen la reforma, siguen con lo anterior) sin derechos sociales. No, si hasta el modelo de la derecha alemana es más progresista que lo de estos socialistas de blackberry.

    Además de que, como demuestra lo que pretenden aprobar como reforma de las pensiones, parece que un requisito de los socialistas de blackberry es no saber sumar.

    Pero bueno, confirmado que MAFO es un socialista de los buenos, que sabe lo que hay que hacer, estar adaptado a la realidad y evitar la bancarrota ya duermo más tranquilo.

    Si me explican Ustedes, además, una sola de esas medidas que le parezca mal a la derecha y me aclaran el misterio de que izquierda y derecha piensen lo mismo en economía, mejor todavía. A lo mejor, claro, es que esa gente que se dice de centro y pensábamos que era de derechas, en realidad, ES DE IZQUIERDAS. Fíjate tú qué cosas

  7. Uso blackberry y no quiero renunciar a ella, pero no tengo muy claro que eso condicione mi visión política o mi ideología.

    Y sobre el tema de los horarios, cuesta entender que se limite la oferta con una demanda latente que generaría más lugares de trabajo y más consumo. No sé si eso es muy de izquierdas. Más o menos como los colegios comerciales o como los notarios.

  8. Jorge San Miguel dice:

    «y me aclaran el misterio de que izquierda y derecha piensen lo mismo en economía»

    Es lo que tiene darse de bruces con la realidad. Cuando es de noche, es de noche, y ser de izquierdas/derechas no tiene mucho que ver con decir que es de día. Todo esto suponiendo que fuera verdad que piensan exactamente lo mismo, que no lo es.

  9. Jorge Galindo dice:

    José Antonio,

    Sobre los horarios, pues sí. Toda la razón.

    Andrés,

    Jorge San Miguel solo ha dicho «reforma laboral», no «mercado único sin derechos». Eso lo ha dicho Ud. Luego Jorge también ha hablado de «la realidad». Yo, la verdad no estoy tan seguro de que no haya formas de hacer economía de izquierdas y de derechas. Pero sí me parece que, por ejemplo, Vicenç Navarro se dedica a negar sistemáticamente la realidad y se da de bruces con ella. ¿Quiere un ejemplo de política de «socialista de Blackberry» respecto al mercado laboral dual? Una reforma laboral de verdad, no la que hemos tenido, que implique un contrato único siempre indefinido con indemnización progresiva de unos 30 o 40 días por año trabajado en el que la empresa asuma con aportaciones periódicas mensuales e iguales a todos los trabajadores en un fondo común gestionado de manera pública que luego sirva para cubrir las indemnizaciones en el momento del despido. De paso, cuando vengan las vacas gordas, aprovechamos y subimos los impuestos poco a poco para hacer mejores políticas activas de empleo y mejorar la
    educación. A mi modo de ver, eso es proteger al trabajador (al ciudadano) y no al puesto de trabajo. Mantener el modelo actual es una estupidez que favorece a los indefinidos de más de 40 años y jode vivos a los jóvenes temporales, cualificados o no, de menos de 30. ¿Eso es de derechas? Pues deje de mencionar a MAFO (que me parece, francamente, un payaso político, por muy buen economista que pueda ser), porque ante usted tiene a un socialista de Blackberry.

  10. popota dice:

    En el concreto aspecto de los horarios comerciales me llaman la atención varios aspectos del artículo de Donaire. En primer lugar, que no aparecen números de ningún tipo. Los datos son sustituidos por lugares comunes que solo remarcan presuntos -algunos de los cuales comparto- aspectos positivos de la moto que trata de vender obviando los negativos. En segundo lugar, que no explique los motivos por los que Alemania -a la que por omisión se considera fuera del marco europeo-, que no apuesta por el consumo desaforado y que prohibe la apertura en Domingos, ofrece un modelo peor que la quebrada economía de Florida al respecto. En tercer y último lugar, la alusión surrealista al comercio electrónico, como si no hubiera muchos comercios que permiten hacer compras vía web como una manera más de facturar en lugar de la errónea y falaz separación entre mundo virtual y mundo real.
    En cuanto al debate sobre lo que debe hacer la izquierda, compro la explicación de los resultados de los ecoprogrepacietcistas catalanes. Como es lógico, no se han apuntado a copiar desatinadas propuestas inequívocamente derechistas -como, por ejemplo, la liberalización de los horarios comerciales-, sino que se han limitado a mantener un discurso tímidamente izquierdista haciendo ampliaciones -i.e. el ecologismo, el federalismo o lo que toque-.
    Por último: tan tergiversador es relacionar todo lo anterior con tener una blackberry como hacía el anónimo, como relacionar cualquier crítica a la retahila de desatinos del artículo de Donaire con estar en contra de las blackberrys, de leer teología, perdón, economía ortodoxa o ser del Real Betis Balompié.

    Apartado de consignas: ¡Liberalización de los comercios cuando haya plenos parlamentarios en Sábado y Domingo, en mi nombre, sí!
    Firmado: Popota, a Proud Friend of Andrés.

  11. Andrés dice:

    No voy a reiterar argumentos expuestos mucho mejor por popota que por mí mismo. Pero sí creo que si ahora va y resulta que el problema no es de ideas sino de «ciencia» y de «verdad» porque las ciencias sociales, incluyendo las económicas, demuestran que aquí en muchos temas no hay opiniones sino la correcta o incorrecta apreciación de si es de día o de noche, pues apaga y vámonos.

    Madre mía, la de risas que deben de estar echándose de Keynes a Popper, de Wittgenstein a Schumpeter con estas papanatadas

  12. Andrés dice:

    Y dejemos de discutir sobre si es mejor economista Navarro o MAFO. Simplemente, que decía Leibniz, calculemos. Como las matemáticas de Navarro, al menos, don reconciliables con la aritmética básica, un punto para Navarro. Cuando MAFO o el tipo de los horarios comerciales aporten algún numerito y alguna prueba de sus opiniones empezaremos a tomarlas algo más en serio de la mera opinión especulativa que son.

    Porque a mí, por ejemplo, no me parece que incrementar el consumo incremente necesariamente la riqueza. Asigna los recursos disponibles de una determinada manera, pero nada más. ¿Acaso lis economistas científicos no valoran el coste de oportunidad de llevar más recursos al consumo sin mayor valor añadido?

    No sé. Pero esa economía del conocimiento y de la sostenibilidad basada en abrir más tiendas feanquiciadas de trapitos no me acaba de convencer ni veo sentido que se subvencione y potencie con medidas públicas.

    Ya digo que, debe de ser porque soy de derechas, a mí que me pongan todo el marco jurídico en materia de empleo, jubilación y regulación del comercio y el ocio de los alemanes. Porque me quedo con la democracia cristiana de Strauss, por mencionar al más salvaje de la tropa, antes que con estos socialistas de blackberry.

  13. Andrés dice:

    O a los de la derecha francesa gaullista, je, je. Otros que para los izquierdistas estos de las ciencias sociales y de la blackberry deben de ir contra la realidad. O la derecha italiana de Berlusconi. ¡Incluso la Tatcher, la Tatcher, o Cameron, son unos atrasados y unos ignorantes!

    ¡Menos mal que la nueva izquierda, la de la Blackerry y las verdades científicas va a enseñar a esa gente cómo tratar a los trabajadores para no ir a la bancarrota!

  14. Andrés dice:

    Y conste que las cosas que dice Jorge sobre la reforma laboral a mí no me parecen demasiado aberrantes. Pero ni es lo que dice MAFO, ese gran economista, ni, por lo demás, he vivido nunca yo la ficción de considerarme muy de izquierdas o socialista (vamos, de centro, centro-izquierda, a lo más; cuestión distinta es que con esos planteamientos esté en estos momentos más a la izquierda que el 99’9% de los socialistas de Blackberry esos).

  15. Nchts, pensaba que os ibais a lanzar a mi cuello con mi propuesta de reforma laboral. Estoy perdiendo facultades como troll.

    Popota, sí, el artículo de Donaire podría ser más profundo y detallado, pero hombre, habida cuenta de que parte de la experiencia de una tesis sobre este mismo tema (que no, no he visto), no hace falta ir pidiéndole las fuentes. Que las hay. De hecho, y esto va también para Andrés, hay mates de sobra para justificar lo que dice Donaire, y muy reconciliadas con la aritmética (haced un par de búsquedas en Google Scholar para tener unos cuantos artículos). De todas formas, el análisis cualitativo también sirve, ¿no? Sin él, seríamos unos cultistas de lo cuantitativo como los neoclásicos. No nos pongamos sofistas ni abusemos del sarcasmo para hacer framing, que es divertido pero acaba por desvirtuar la conversación.

    Para aclarar puntos: hay un grado medio entre considerar que La Ciencia Social es eso, con mayúsculas, Una, Grande y Libre, y pensar que todo es relativo y discutible en plan Revolución Epistemológica. Navarro es darse de hostias con la realidad igual que lo es ser un friedmanita hoy en día. En medio, los grises. Trabajemos con ello.

    Al final, lo que pretendía decir con este artículo es que la izquierda (obviamente, dejo fuera la «extrema» filocomunista y demás lindezas) ha de cambiar su discurso y la forma de tratar los temas sin renunciar a sus objetivos fundamentales. Por eso ponía el ejemplo de ICV al que Popota hace referencia. No es una cuestión de comprar argumentos a los neoliberales: si así fuese, hubiera mencionado a Blair y a Giddens, paradigma del movimiento a la derecha de la izquierda, pero no lo he hecho porque su modelo de tercera vía me parece un desatino.

  16. popota dice:

    No tengo tiempo para lo de la reforma laboral. Eso sí, me atrevo a señalar que, contra lo que dices, el artículo de Donaire es aun más flojo desde el punto de vista cuantitativo al cualitativo.
    No me parece acertado usar la palabra análisis para referirse a un texto claramente sesgado por prejuicios ideológicos -vamos, que huye del gris como de la peste, por usar tu terminología- y que solo se centra en presuntos aspectos positivos de su desatinada protesta. Más allá de las inexactitudes y errores del artículo -como la que he señalado del caso alemán o la cosmovisión del comercio electrónico y el tradicional como dos mundos incompatibles- eso es lo que me parece más relevante del mismo. Eso, y que pongamos en el mismo plano un anónimo hablando de blackberrys y un señor que se pretende haciendo un trabajo serio y que equipara las críticas con el asuntillo blackberry con una falta de honestidad intelectual alarmante.
    Todo ello sin entrar en el debate de qué es lo que debe hacer la izquierda, en el que cada cual es muy libre de opinar lo que le plazca evitando, eso sí, el maniqueismo del blanco y el negro y, por supuesto, cualquier comparación surrealista entre la ley de la gravedad y la economía.

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