Economía & Internacional & Política

Cuando las buenas políticas son impopulares

1 Oct, 2010 - - @egocrata

Hank Paulson cometió muchos errores. Dejar caer a Lehman fue un fallo tremendo, su estrategia legislativa con los rescates financieros fue torpe y se percató demasiado tarde que tenía una crisis sistémica entre manos. A pesar de todos esos problemas, sin embargo, el Secretario del Tesoro de Bush fue capaz de cambiar de opinión cuando debía, ser flexible y reaccionar con un programa de inyecciones de capital en el sistema financiero (siguiendo la idea de Gordon Brown y Barney Frank) que probablemente evitó una segunda gran depresión.

El Trouble Asset Relief Program (TARP) tuvo un parto difícil (recordad que requirió dos votaciones, con pánico general cuando se estrelló la primera), pero fue aprobado con votos de los dos partidos tras ser redactado a toda velocidad entre los equipos de Paulson, Frank y Chris Dodd. Dos años después, el sistema financiero ha sobrevivido y la economía no ha caído en el desastre que casi parecía inevitable. El gobierno americano acabó utilizando 470.000 de los 700.000 millones de dólares que tenía disponibles, y parece que una vez todo haya pasado, recuperará casi todo el dinero utilizado. Las últimas estimaciones ponen el coste por debajo de los 50.000 millones, y puede que el gobierno acabe ganando dinero según recupera los últimos préstamos.

El problema: TARP es, a estas alturas, un programa increíblemente impopular. A pesar de haber salvado el mundo por dos duros (casi literalmente – 50.000 millones es prácticamente calderilla en el presupuesto federal), el hecho que los banqueros responsables parece que se hayan ido de rositas tras el desastre ha sentado muy, muy mal al votante americano. Paulson no quiso poner restricciones duras en los ejecutivos de Wall Street, y convirtiendo el programa en algo tóxico.

Lo más triste, sin embargo, es el hecho que una mayoría substancial del electorado (y periodistas) están convencidos que el rescate bancario fue aprobado con Obama ya de presidente, no en los últimos meses de la administración Bush. Aún peor, no pocos políticos republicanos han perdido sus primarias porque votaron a favor de una de las mejores leyes aprobadas en el Congreso de Estados Unidos en la última década.

El populismo, a veces, tiene estas cosas.


3 comentarios

  1. citoyen dice:

    Pero todo esto no había sido un enorme shock de productividad negativo? Te veo muy out of fashion, roger

  2. Hejo dice:

    El rescate bancario se ejecutó aprisa y corriendo por que hubo que hacerlo aprisa y corriendo. Y básicamente se hizo lo correcto. Por ésto Obama lo ha mantenido y respetado.
    Una de las teorías acerca de Lehman Brothers era que se dejó caer sobretodo, como aviso a los banqueros de lo que les podría pasar si no se plegaban a las condiciones del gobierno.
    El hecho de que sus millonarios salarios y bonus al final se vieran poco afectados, por lo tanto obedece no sé si a un olvido o a un escaso interés del gobierno americano; pero sin el cadáver de Lehman sobre la mesa, más que de reparto de dinero quizás estaríamos hablando de regalo de dinero.
    Recordar que en España, Solbes admitió abiertamente que no podía garantizar que el dinero prestado por el estado (al 1%) fuera a créditos para los clientes…una forma suave de indicar que si iba a ser utilizado para comprar deuda pública (al 3.5%) el gobierno «no podría evitarlo».

  3. perico dice:

    Es curioso que mejorar la mierda se denomine buena política.

    Ese caballo de Troya llamado Obama, negro, guapo y estiloso, ha conseguido dejar anonadada a la gente que le votó y desamparada en un sistema que algunos todavía piensan que es democrático.

    Ahora están entre la mierda mejorada y el abismo, más o menos como aquí con ZP.

    Menos mal que el Barça todavía juega, que sino, Catalunya sería el tercero en la lista, ya que los echados a perder ya no cuentan.

    Y lo de acabar ganando del TARP no se lo cree H. Paulson.

    Un breve comentario en la lengua del Imperio:

    «The NYT Could Not Find Any Critics of the TARP» by Dean Baker:

    «This is striking, since most of the country falls into the critics category. Apparently, the NYT doesn’t know any TARP critics.

    If they did, and they talked to them for their article on the end of the TARP, the critics likely would have told the NYT that the TARP preserved Wall Street as we know it. Had the market been allowed to do its magic, Citigroup, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Bank of America, and many other fine institutions would have been bankrupt. This would have redistributed more than a trillion dollars of wealth from the shareowners, the creditors, and the top executives to the rest of the country.

    By providing them with loans at below market interest rates, the TARP and the much larger Fed and FDIC bailouts, allowed the banks to survive the crisis created by their own recklessness. This was like giving away food during a famine. The banks have repaid the food with interest now that the harvest has come in, but to pretend that we did not do them an enormous favor at enormous cost to taxpayers (we could have rescued others with these loans) is absurd.

    The claim that we averted a second Great Depression with the TARP is a great children’s story, but no one has any clue how the decision to not do the TARP would have necessitated a second Great Depression. The first Great Depression was the result of a decade of bad policy, not just an initial policy failure at its onset.»

    Todo se reducirá a jugar al ping-pong entre Rajoy y ZP, o entre Bush y Obama, of course, la realidad manda.

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