La propuesta de reforma laboral del gobierno es un documento chapucero. Es un texto relativamente largo con una laaaaarga lista de la compra de medidas detalladas de muy poco calado (las bonificaciones, empresas de contrato temporal e incentivos fiscales variados tienen un efecto marginal en el empleo – y no cambian nada relevante) y una pequeña sección tremendamente vaga que identifica el problema principal (dualidad del mercado laboral) y da con una buena solución, el contrato a la austríaca.

El resultado es que sindicatos y patronal han ignorado la parte brillante pero ambigua, y se han centrado en la parte irrelevante pero absurdamente detallada – y más en concreto, en el dichoso contrato de fomento del empleo, que lleva en los libros trece años y no ha servido para nada.

Dos notas rápidas: primero, el modelo actual está roto. Por muchas chucherías fiscales que se le añadan, la cosa no va a funcionar en absoluto, así que dejadlo morir en paz. Lo mejor que se puede hacer es dar retoques cosméticos en los márgenes, penalizar la contratación temporal un poco, e introducir un nuevo contrato «a la austríaca» que haga el sistema actual irrelevante. El resto es marear la perdiz y dar excusas para que los sindicatos se quejen de su fetiche sobre el coste del despido y los empresarios sobre sus cotizaciones sociales.

Segundo, la patronal no quiere negociar. No está aquí para apoyar nada. Díaz Ferrán representa a los empresarios que se han hecho ricos utilizando el actual modelo productivo, ese que queremos cambiar. Si reformamos el mercado laboral, invertir en ladrillo y chiringuito de playa dejará de ser el negocio estrella en España, y los capitostes de la patronal actual dejarán de ser los potentados que «crean empleo» en el país. La reforma laboral quiere jubilar el viejo modelo y sus empresarios. Es hora de empezar a ignorarlos.

Y escuchar a Toxo y hacerle la pelota, joder, que le gusta el modelo austríaco ese. Si no hay consenso… repito: mejor una reforma buena que una chapuza consensuada. No que me hagan caso.


5 comentarios

  1. Rodaimos dice:

    Yo lo llamo el síndrome de «las taytantas medidas». Si no hay una lista de X medidas, parece que no se haga ninguna reforma.

  2. Carlos Jerez dice:

    No se porque siempre te metes únicamente con la patronal a la hora de hablar de inmovilismo. Que yo sepa, salvo esa excepción de Toxo, que habría que ver como quieren implantar, porque ya han dicho que no puede ser tal cual como en Austria, los sindicatos se han mostrado inmovilistas, sin interés por un contrato único o por rebajar los costes de despido, que recuerdo, salen de nuestros sueldos.

  3. otro estúpido dice:

    Dos apuntes:

    1. Un vicio político muy español es confundir los pañitos calientes del tipo subvenciona-donde-hay-problemas (bien directamente, bien mediante pequeños estímulos fiscales) en vez de ir al fondo de la cuestión. ¿Que el paro juvenil es disparatadamente alto? Pues creamos un nuevo tipo de contrato para jóvenes que bla-bla-bla y lo anunciamos con mucha fanfarria y más bla-bla-bla. Mal los políticos, huelga decirlo, pero mal también el español de a pie, al que nunca se le oye criticar en este sentido.

    2. Me parece muy recomendable el artículo del 14 de abril de la columna de opinión de José García Domínguez en LibertadDigital.com: «La imposible reforma laboral» (http://www.libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/la-imposible-reforma-laboral-54312/). Pesimista y que apunta uno de los porqués de lo difícil que será llevar a cabo una reforma laboral: con Zapatero, Rajoy o san Pito Pato. El personal no la quiere.

  4. otro estúpido dice:

    Dos apuntes:

    1. Un vicio político muy español es confundir los pañitos calientes del tipo subvenciona-donde-hay-problemas (bien directamente, bien mediante pequeños estímulos fiscales) en vez de ir al fondo de la cuestión. ¿Que el paro juvenil es disparatadamente alto? Pues creamos un nuevo tipo de contrato para jóvenes que bla-bla-bla y lo anunciamos con mucha fanfarria y más bla-bla-bla. Mal los políticos, huelga decirlo, pero mal también el español de a pie, al que nunca se le oye criticar en este sentido.

    2. Me parece muy recomendable el artículo del 14 de abril de la columna de opinión de José García Domínguez en LibertadDigital.com: “La imposible reforma laboral” (http://www.libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/la-imposible-reforma-laboral-54312/). Pesimista y que apunta uno de los porqués de lo difícil que será llevar a cabo una reforma laboral: con Zapatero, Rajoy o san Pito Pato. El personal no la quiere.

  5. Ian Curtis dice:

    No te preocupes, ahí están los medios de masas para explicar la necesidad de las reformas, y las propuestas de ídem.

    Oído en la Cadena SER hoy, en los informativos de cada hora (no es literal):
    El Gobierno quiere abaratar el despido, y quiere acabar con lo que llama (voz sarcástica de la locutora) dualidad del mercado laboral [debe de pensar la tipa que es un invento de un malvado neoliberal], es decir, recortar derechos laborales a los que los tienen.
    Parecía esRadio, pero al revés, claro.

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