Hemeroteca Lorem Ipsum - Materias Grises & Internacional & Política

Política migratoria, o por qué los EUA son distintos

13 Abr, 2010 - - @egocrata

Cuando alguien en Europa habla de reformar leyes de inmigración, la mayoría de analistas señalan automáticamente que la izquierda se está metiendo en un berenjenal profundo. Por una variedad de motivos (históricos, culturales, demográficos) la derecha tiene una cierta ventaja de partida al hablar de estas cosas, con muy contadas excepciones (*).

En Estados Unidos, sin embargo, la cosa es distinta. Estos días Harry Reid, el líder de la mayoría demócrata del Senado, anda prometiendo que su partido va a intentar pasar una reforma migratoria antes de final de año, y lo hace por el motivo más obvio del mundo: sabe que el debate favorecen tanto a él como su partido.

Dicho en pocas palabras, los demócratas necesitan el voto latino. Los hispanos son (¡somos!) el grupo que más está creciendo en el país. Son un bloque importante ya ahora, y lo serán cada vez más. Bush consiguió ser casi competitivo en este grupo en el 2004, pero tras ser incapaz de aprobar una reforma migratoria el 2005 (reforma que, por cierto, era bastante sensata**) debido a la furibunda oposición del partido republicano, los conservadores «perdieron» ese bloque casi por completo. Obama sacó un 67% del voto latino el 2008; los demócrata creen, con razón, que volver a lanzar el tema acabará por «cerrar» ese grupo casi para siempre.

Sí, quizás pierden algunos votos de obreros blancos por el camino. La cuestión es, la clase de persona que decide su voto según política migratoria en este grupo probablemente no iba a votar por Obama de todos modos – al fin y al cabo, el tipo sacó un resultado espantoso en ese grupo el 2008 y ganó por goleada igualmente, así que no será ninguna tragedia. El distrito de Harry Reid (Nevada) tiene un 20% de votantes latinos, así que no es de extrañar que ande loco por movilizar ese bloque.

La pregunta, claro esta, es si los republicanos serán tan tontos como para picar. La verdad, no sólo harán eso: de hecho, es muy probable que se líen a tortas entre ellos en el proceso. Las bases del partido son muy, muy montañesas, y ya se cargaron una reforma hace unos años. La mediocracia conservadora, con Rush a la cabeza, es «casi» abiertamente racista (hablando en código, por supuesto), y tendrán un soberano ataque de nervios cuando mencionen legalizar a ilegales.

Los republicanos en el Congreso, sin embargo, son perfectamente conscientes que portarse como cretinos en este tema equivale a un suicidio demográfico. El voto latino es cada vez más importante; a medio plazo, la pura fuerza de los números hará que Estados Unidos sea un país menos «blanco» y más urbano, destrozando cualquier expectativa electoral de los republicanos con ello. Un ataque frontal y alocado contra una reforma migratoria como el que pedirán las bases equivale a perder los hispanos, quizás para siempre. El partido deberá escoger entre la sartén y el fuego: pactar una reforma, provocar la ira de las bases y hacer que estos no vayan a votar en noviembre (y perder parte del voto latino igualmente, debido al circo mediático correspondiente) o negarse a pactar, bloquear la ley y perder a la mayoría crucial en las próximas décadas para siempre.

Es deliciosamente cruel. Entre esto y la reforma del sistema financiero, los demócratas parecen estar con ganas de soltar tortazos esta primavera. Si encima resulta que es verdad que la economía está recuperándose en serio (no soy optimista, pero no es descabellado), aún llegará noviembre y nos llevaremos una sorpresa. Paciencia.

(*): Creo que una posible excepción es, curiosamente, España. El PP no tiene la culpa (y sus políticas migratorias no han sido demasiado diferentes a las del PSOE), pero la sombra del españolismo (más) rancio de la derecha de tiempos pasados creo que hace que los votantes no vean el tema como algo que los conservadores hacen mejor. Intuición, repito. No he encontrado encuestas.

(**): no hablo de detalles concretos porque la verdad, en este caso no son demasiado importantes. Los principios básicos de la reforma Bush eran sensatos, y la verdad, cuando se redacta una ley migratoria no-troglodita te saldrá siempre algo parecido. Tengo la sensación que la inmigración es un problema fácil de legislar pero (relativamente) difícil de gestionar, no lo contrario.


3 comentarios

  1. […] -otro artículo pendiente) y otra que puede dividir a los republicanos de forma irreparable (inmigración). Si encima la economía empieza a recuperarse (algo que está sucediendo), el tipo va a parecer un […]

  2. […] reforma del sistema financiero e inmigración. El segundo es especialmente cruel, ya que divide a los republicanos y no restará demasiado votos a los demócratas que no hubieran perdido […]

Comments are closed.