Excelente artículo hoy en El País sobre los costes reales de despedir un trabajador indefinido. Los empresarios prefieren pagar los 45 días de un despido improcedente a comerse la marabunta judicial que supone intentar justificar que realmente necesitas echar a alguien.

Tres comentarios. Primero, me parece que esto deja relativamente claro que el sistema de control judicial del despido es básicamente kafkiano. Cuando una empresa prefiere pagar más del doble para evitar perder varios meses en los tribunales es que algo no funciona. Segundo, los costes de despido en España son realmente altos; incluso cuando la empresa quiere ahorrarse dinero, eso le cuesta mucho dinero. Tercero, y más grave, un empresario puede escoger entre costes ridículos o impredecibles, y parecen estar escogiendo lo primero. Me parece casi imprescindible racionalizar el sistema y dejar de intentar arreglar las cosas a base de añadir nuevos tipos de contrato; sólo estamos creando trabajo para abogados.

Lo que realmente me parece incomprensible, sin embargo, es que el gobierno ande intentando arreglar este problema creando aún más reglas y mecanismos legales. El mercado laboral es tan rígido, complicado y confuso que los empresarios prefieren pagar indemnizaciones gigantes antes que volverse loco con tanta regla. A estas alturas, mejor crear un contrato simplificado y fácil de entender idéntico para todo el mundo y con costes automáticos (y sin «neoliberalismos«) que imponer aún más regulación.


2 comentarios

  1. josempelaez dice:

    Roger, ¿estás de acuerdo con el redactor de El País en que, para los contratos de fomento del empleo, basta con depositar en el juzgado una indemnización de 33 días, y a correr?

  2. Roger Senserrich dice:

    Por lo que dicen por FEDEA – Nada Es Gratis (y lo poco que sé) eso no es así.

    http://www.fedeablogs.net/economia/?p=2930

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