No recuerdo dónde lo he leído hoy (Twitter es tal ensalada de cachondeo con lo del Nóbel hoy que a saber quién lo colgó), pero dándole el beneficio de la duda al jurado, hay un precedente en estas cosas: Desmond Tutu. El arzobispo surafricano ganó el Nóbel antes que acabara el apartheid en su país, es decir, cuando aún no había «conseguido nada». Se dijo en su tiempo que el premio dio a Tutu una cierta inmunidad, ya que las autoridades no se atrevían a enchironarle.

Salvando las distancias, puede que jurado haya dado el premio a Obama pensando esto – la medallita de marras legitima sus repetidas declaraciones diciendo que viene en son de paz y que Estados Unidos ya no es un país dirigido por un imbécil, manejado por un vicepresidente paranoico con una política exterior cavernícola. Es decir, el tipo es de fiar. Lo dicen los suecos.

Ya he dicho, el beneficio de la duda. A pesar de sonar más lógico, me sigue dando la risa floja.


6 comentarios

  1. Laia dice:

    Un presidente de Estados Unidos que no destroza el mundo merece el Nobel 😉

  2. jasev dice:

    Considerando que se lo dieron a Kissinger, yo casi lo veo como un avance positivo.

  3. Darlo, lo dan los noruegos

  4. Ian Curtis dice:

    La comparación no resiste el más mínimo análisis. Tutu había luchado mucho en Soweto y en otros sitios de Sudáfrica durante años contra el apartheid.
    Obama… ha enseñado derecho constitucional*, que está muy bien.

    *como ZP!

  5. Roger Senserrich dice:

    Ya te digo, GIGANTE beneficio de la duda. Al menos es una racionalidad. Pobre, pero racionalidad.

    Creo que es sobretodo un «gracias por no ser Bush-land, Estados Unidos»…

  6. La dama de las camelias dice:

    Pues con todo respeto, yo no me lo tomaria a cachondeo despues de los esfuerzos que esta haciendo en politica internacional. Vale que aun no hay ningun logro concreto y que puede haber sido precipitado concederle un galardón, pero los cambios están en camino y darán fruto a su debido tiempo. ¿Por qué no darle un voto de confianza?

    Cuestión diferente es pensar como será capaz de conciliar y equilibrar sus declaraciones sobre el derecho de EEUU a intervenir unilateralmente en defensa de sus intereses con el «no mas derramamiento de sangre inocente» El gigante ha de mantener su poder en un mundo donde dificilmente se puede obtener la paz si no es con pisadas de guerra.

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