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Nuestros queridos amigos del PP Valenciano / Madrileño / Balear / Nacional (táchese lo que no proceda) nos recordaban estos días que todas las democracias se enfrentan a un problema sin solución aparente: como financiar los partidos políticos.

En los artículos anteriores hablaba un poco sobre los peligros, problemas, terrores e inconvenientes de los sistemas más extendidos por el mundo (a saber financiación privada, pública y corrupción descarada – y sí, la financiación pública tiene problemas enormes), aparte de algunas ideas más o menos creativas sobre cómo limitar el problema. Entonces mencionaba (porras, ¿hace tres años de ello?) una propuesta de Bruce Ackerman para hacer esto, hacer que las donaciones a partidos sean anónimas. Hoy repaso otra, quizás un poco más factible políticamente (léase: no la veremos nunca) e igualmente creativa.

La idea básica es votar con dólares euros, casi literalmente. Cada año, todos los votantes del país recibirían un cheque – digamos, 10 euros. El dinero recibido, sin embargo, no puede ser utilizado para cualquier cosa; es un instrumento de pago limitado. Los votantes sólo pueden utilizarlo para donar dinero de forma anónima a un partido político de su elección. Y aparte de estos vales y estas donaciones, no hay nada más – este es todo el dinero que hay en política. Los partidos tienen que ganarse el pan a base de hacer la pelota a los votantes, uno a uno, y atraer su dinero.

¿Qué sucede con el dinero que no es donado a ningún partido? Hay varias opciones. Podemos dejar que los votantes lo den a ONGs de carácter político, como el FLGJ, la Asociación en Defensa del Ferrocarril o el Colectivo por la Defensa y Nutrición de los Blogueros Vociferantes. Podemos hacer que el dinero no entregado se reparta a final de año a partes iguales entre todos los partidos. Podemos hacer que el dinero se desvanezca en el aire. Cualquier cosa. Por descontado, el fraude sería perseguido con una saña tremebunda, algo no demasiado complicado ya que sabemos exactamente cuánto dinero hay en el sistema.

La idea básica es hacer que la financiación sea pública, pero que los partidos no dependan del estado, y privada / individual, pero que los partidos no dependan de conseguir favores a votantes con demasiados intereses. Es una idea elegante, relativamente práctica y que debería haber explicado muchísimo antes. Y la verdad, creo que es incluso políticamente viable, si algún gobernante tiene ganas de parecer todo sofisticado.

Y sí, debería haberla contado hace tres años. En fin. ¿Opiniones?


17 comentarios

  1. Kantor dice:

    Que se puede añadir una casilla al impreso del IRPF donde se incluya a que partidos va el dinero, como con la Iglesia.

    En todo caso espero que tengas claro que inmediatamente aparecerá una red de organizaciones políticas (distintas de partidos) que harán política con dinero privado. Cada vez que regulas un sistema inmediatamente aparece una versión de lo mismo «fuera de balance».

  2. Alatriste dice:

    Bienvenido al club «Siempre ha pasado más tiempo del que pensaba», Roger 😀

    Y la propuesta es preciosa. Hasta parece viable en la práctica y podría extenderse a otros temas, como la financiación de los sindicatos, que me parece que presenta más o menos los mismos problemas.

  3. Lole dice:

    Perdona, pero no lo entiendo.
    Creía, y corrígeme porque seguro que me estoy equivocando, que los partidos reciben una cantidad de dinero por cada escaño que ganan y por cada voto recibido (sin entrar en grandes detalles). Por tanto, al votar estamos financiando.
    No veo gran diferencia con lo que sugieres, Roger.

  4. Kantor dice:

    Yo si. Que puedo atizar a Rajoy una buena hostia sin dejar de votarle. Que puedo dar pasta al Partido Pirata y a Libertas.

    Por supuesto, debería haber pagos por representacion institucional y lo que dice Roger.

  5. Demócrito dice:

    Digo yo que una más manera sencilla y equivalente sería la financiación por parte de estado en función de los resultados electorales, como hasta ahora, pero estando tal fianciación estrictamente limitada. Es decir, se determina un monto total, se reparte y los partidos no podrían superarlo mediante donaciones u otro tipo de fuentes, excepto las cuotas de sus afiliados.

    Yo es que le tengo querencia a las leyes simples y al garrote y tentetieso.

    P.D: ¿Y lo glorioso que sería ver a tantos aparatchiks tratando de buscarse la vida en el incómodo mundo real? Eso sí que no tiene precio.

  6. Demócrito dice:

    Uups, no había leído a Lole y a Kantor, pobremas del refresco. De todas formas, me parece más elegante y controlable el presupuesto cerrado.

  7. Pedro Herrero dice:

    Como bien explicaste en Financiando Partidos (II) existe ya un tipo de financiación irregular, considerada incluso «normal».

    ¿De qué manera se evitaría sumar ésta a la anterior?

    Creo que Kantor tiene razón, acabarían ofreciéndose servicios pagados o acciones de lobby por «Amigos por una política X» , y habría que regularlos también…

    Creo que lo mejor sería aceptar de manera transparente y sin complejos la financiación real. Aceptar que las empresas pueden financiar a determinados candidatos, pero que el votante (y el resto de grupos) tienen derecho a saberlo para poder «descontar» ese efecto. Si no existe pacto entre partidos, un buen político debería ser capaz de aprovecharse de esta situación.

  8. Roger Senserrich dice:

    Pedro, ese es el sistema americano, y funciona de puta pena. Los votantes básicamente no prestan la suficiente atención – y es muy complicado separar «donación» de «soborno», incluso en condiciones ideales. Aparte que un donante con dinero «comprará» ambos partidos y listo – y es un sistema que favorece horriblemente a la gente con dinero.

    El resto: sí, el sistema español da dinero según los votos recibidos, pero este es un sistema un poco burdo. Los políticos no tienen demasiados incentivos para ir a los votantes fuera de las campañas electorales, y el hecho que el dinero es bastante invisible los hace bastante autistas. Sería mucho más efectivo que la gente diera el dinero directamente – el hecho que estás pagando tú personalmente haría que los votantes prestaran más atención. Y por descontado, la corrupción sería más dañina para un partido: «¡nosotros les damos dinero, no los ricos!».

    Por cierto, prohibiría las cuotas de afiliados. Igualdad radical: del mismo voto que tenemos un ciudadano, un voto, tendremos un ciudadano, un cheque. Si quieres donar algo, lo haces donando tu tiempo.

    10 euros, por cierto, es una burrada de dinero para España, ¿no? 260 millones de euros anuales en política es una cifra extravagante. ¿Alguien recuerda cuánto reciben los partidos ahora? Sé que no es una cantidad suficiente.

  9. Pedro Herrero dice:

    No dudo que funcione de puta pena, pero es que el sistema español, además de funcionar de pena, favorece la corrupción.

    Como la mayor parte de la financiación es irregular nadie puede ejercer un control externo. Resumiendo, ya que estoy cometiendo irregularidades para mi partido, porque no para mi. El ejemplo es el caso Gürtel, no existen controles efectivos ni internos ni externos en las tesorerías de los partidos y unos a otros no se atacan porque están en la misma situación. Sólo los propios compañeros de partido, por guerras internas, son capaces de destapar este tipo de tramas.

    Lo de las aportaciones individuales me parece un buen intento, pero debería ser complementario, iría contra el funcionamiento de la política que algunas agrupaciones no intentasen reflejar sus intereses. Así que mejor que negarlos y decretar que no existan, regularlos y hacerlos trasparentes. Más no creo que se pueda ir. Mismo argumento que con la prostitución (y casi los mismos actores) 🙂

    PD: Un ex secretario general de Juventudes Socialistas de España ocupa un puesto en el Consejo de Administración de Telefónica. Maneras de evitar el control hay cientos, por ejemplo con puestos en Consejos. Mejor la transparencia, aunque sea más desagradable de tragar.

  10. citoyen dice:

    Sí, yo iba a decir lo mismo que Kantor y Pedro. A mí no me financia nadie expresamente, pero conforme vaya aprendiendo cosas y sea cada vez más inteligente, más gente leerá mi blog y tendré cada vez más poder de influencia sobre la opinión pública. Ahora supón que telefónica me ficha para ser, digamos, consejero independiente honorario primero. Es obvio que telefónica estará influyendo, a través de mi blog, en toda la política en general.

  11. Roger Senserrich dice:

    Si, pero eso es para un medio de comunicación, no un político. Para los políticos eso se puede arreglar mediante un régimen de incompatibilidades absolutamente desalmado para gente relevante – decisores reales no hay demasiados, y no es que vayan a tener problema encontrando curro. Faltan buenos profesores de Ciencia Política en todas partes, vamos.

    De todos modos, recuerda que Telefónica estaría fichando a políticos a posteriori – el partido «en el poder» no pueden presionarlo. Por mucho que siga siendo influencia, es menor que en las otras alternativas.

  12. citoyen dice:

    «Faltan buenos profesores de Ciencia Política en todas partes, vamos. »

    ¿Has visto el último libro de Juan Carlos Monedero?

  13. zarevitz dice:

    egocrata: es Bruce Ackerman, no Spencer Ackerman. 😀

  14. Mario dice:

    Estoy con Egócrata. No hay duda de que los grandes contribuyentes van a encontrar otras formas de influir en la vida política, pero podemos hacerlas menos perceptibles para los políticos, reduciendo así sus incentivos para ser malvados.

  15. surco dice:

    He leido tus 5 artículos, todos ellos muy interesantes.

    La conclusión; estoy contigo, es que es muy joddo articular un sistema garantista.

    Por partes: Creo que la financiación privada es coplicada y todos sabemos a que lleva. De hecho y de alguna manera el sistema actual europeo es un avance sobre la antigua Roma donde la financiación era privada, y por tanto la política se convrtía en un juego de elites reservado al ordo senatorial. Con variantes ( evidentemente) pero al final en EEUU pasa algo parecido. Los políticos se convierten en un saco de favores a deber hacia los que han facilitad su elección.

    Estarás conmigo en que el anonimato con cantidades libres es inviable. Da igual como lo enmascares. Hay milformas de burlarlo.

    nos queda el hecho de regular la cosa pública.

    La cuestión fundamental es justo la que expones. Si el que gasta es el que limita el gasto y además no gasta de los suyo, el exceso está garantizado. Si además cuentas con medios de comunicación mas o menos afines para apaciguar a la opinión pública, el resultado suele ser una política de gasto a la carta. Cuando empieza a ser políticamente incorrecto subir aún más, empiezan «las buenas ideas».

    En lo último que propones, estoy un poco con Lole. Aunque en tu propuesta el ciudadano puede visualizar una relación mas directa entre financiación y voto, al final el sistema que tenemos de financiación por votos y escaños es similar.

    Yo me iría a algo mas directo. Estoy de acuerdo en que tampoco es el maná, pero puede ser un avance. Se subela financiación pública hasta niveles mas acordes al SXXI, de tal forma que el ciudadano pueda ver con claridad cuanto le cuesta el circo. Se cierra la privada, o se limita a lo simbólico. Endurecimiento legal a lo corrupto y responsabilidad penal o económica ( no solo política e individual) acorde al pufo del partido responsable. Dirás que es injusto que por una actuación individual pueda pagar un partido, pero en empresa pasa lo mismo. si yo soy el financiero y no pago el IVA, soy responsable, pero mi empresa tb.

    Nos queda pendiente el tema de como hacer que ese límite no pueda cambiarse a capricho de la clase política y que a la vez n suponga un corsé dentro de 15 años. Desde luego es lo mas complcado de articular. Aquí habría que crear un contrapoder ajeno a la clase política…¿Quizá un órgano vitalicio que gestionara estas y otras custiones y que rindiese cuentas públicas anuales?….no se, por propner una idea..

  16. surco dice:

    Doy por hecho que ese organismo tb terminará mafioseando, pero cuanto mas repartamos esa potestad, sin llegar a bloquear, mejor.

    En lo que no estoy de acuerdo es en que el bipartidismo fomenta el cotrol del sistema. En teoría puede ( es mas facil controlar a dos que a 30), pero en la práctica ambos partidos acumulan tal poder, que son ellos los que terminan controlando el resto de variables ( prensa, medios, ideas, propuestas y posibilidades de financiación). Ojo, tb veo los problemas que se pueden ocasionar hacia el otro lado.

  17. […] para la podredumbre y para eso debemos empezar por legislar sin dejar huecos a la creatividad. Pero ¿Cómo podemos conseguir frenar este tipo de corruptelas?. La única manera que se me ocurre es suprimir las donaciones privadas o reducirlas a lo simbólico, […]

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