Todos sabemos que en España en agosto no se trabaja. Sí, algunos no están de vacaciones, y sí, el cartero reparte, la policía patrulla y los periódicos se publican, pero todo el mundo anda con ese sopor aburrido de verano, funcionando a medio gas. Estos días los becarios son los que están manejando el destino del país, ya se sabe. Una demostración real que eso de la experiencia está muy sobrevalorado.
Por descontado, hay becarios mejores, y becarios peores. Los que pasean por Madrid de ministerio en ministerio estos días son, me temo, un pelotón un poco ingenuo y ligeramente distraido.
El gobierno tiene una medida clara, sencilla, obvia y ridículamente fácil de explicar. A los parados que se les acaba la prestación, les da €420 al mes. Es una buena cantidad de dinero. No es mucho, pero es decente. Es una medida justa, compasiva y bien pensada; sólo economistas aterrados con el déficit público estarán en contra, los más realistas fruncirán un poco el ceño pero lo verán como un mal menor.
¿Alguien me puede explicar como de algo tan sencillito (no tienes trabajo – te dan dinero) el gobierno se las ha apañado para confundir a todos los presentes? Gracias a Dios que es verano y no hay nadie mirando, porque apañártelas para tener que corregir y sacar al ministro de la piscina para explicar algo aparentemente tan obvio es realmente de impresión.
La medida es demasiado complicada. Los programas sociales, como más complejos, más frustrantes son para el beneficiario y más complicados son de explicar. Si tienen miedo de quedarse sin fondos si «abren» las reglas demasiado, que den algo menos de dinero; no tiene ningún sentido dedicarse a torturar a quien necesita ayuda con más formularios y burradas legalistas que las estrictamente necesarias.
Y por descontado, esta clase de medidas no sé qué pintan en el «diálogo social», ese engendro disfuncional al que todo gobierno pretende trasladar la pesada carga de tomar decisiones difíciles. Por mucho que sea una ayuda necesaria, es un parche – las medidas necesarias son reformas estructurales, y el gobierno no haría mal en ponerse serio de una vez.
Nota al margen: ¿soy yo, o el término «elegible» es horroroso? No recuerdo haberlo visto escrito en medios (o documentos oficiales) españoles hasta ahora; si están intentando parir un neologismo a partir del la palabra inglesa, por favor, dejadlo. Suena muy mal.
Es el ejemplo típico de cómo una medida les va a salir más cara de lo que pensaron por plantearla como un engendro así.
La medida «mola» y es popular. Nadie esperaba esa ayuda, la gente no la tenía antes y los que la reciben, en principio deberían estar algo más contentos. Pero son tan burros que deciden otorgarla a quien pierda la prestación A PARTIR del 1 de Agosto. Es decir, que el señor que lleva 6 meses sin encontrar trabajo y 3 sin prestaciones, se jode, y en cambio quien a lo mejor de aquí a 2 semanas aún no las ha perdido sabe que tiene este último colchón.
Absurdo si miramos de ayudar al que PEOR está y que lleva más tiempo intentando encontrar empleo y sin prestaciones. Absurdo porqué con la misma cantidad se hubiera podido plantear una ayuda mejor definida:
Por ejemplo o reducir la cantidad de la ayuda (que ya es pequeña) o bien plantear ayudas del estilo de «aquellos que lleven más de 3 meses sin cobrar ninguna prestación». Ahora tendrán que mantener la cuantía y la tendrán que extender seguramente a aquellos que en el 2009 han perdido las prestaciones… gastarán más de lo que ellos querían gastar por no saber plantearlo bien.
«porqué con la misma cantidad se hubiera podido plantear una ayuda mejor definida»
O ajustarlo en función de la renta familiar; no es lo mismo una madre soltera que un mujer casada que dejar de trabajar. Me sumo a la indignación
Algún día me gustaría saber cómo es el sistema de control de calidad del Gobierno: quién revisa cada regulación producida, dónde está el panel de alarmas, quién, en suma, grita antes de que las estupidedes sucedan: «pero hombre, por Dios, cómo vamos a sacar esto…»
Beacause shit happens
«Elegible» es un concepto administrativo, para el ámbito de la justificación de gastos en incentivos (subvenciones) muy usado desde hace muchos, muchos años, proveniente del Derecho Comunitario (fondos europeos)
[…] a aquéllas personas que se han quedado sin trabajo y han agotado la prestación por desempleo no se comunica bien, hay dos posibilidades: una, pensar en la horrible política de comunicación del Gobierno […]
Es una medida injusta, porque quienes deben cobrar los 420 € no son quienes se quedan de pronto sin percibir el paro (que también, si hay dinero estatal para ello), sino quienes más tiempo lleven sin ingresos. Sobre todo porque debe asumirse que cuando el paro aumenta de forma exponencial no existe culpa alguna en quien no encuentra trabajo. Es que no lo hay… No es como cuando los más derechistas acusan a los parados de «no trabajar porque no quieren» o de «prefirir cobrar el paro». Porque ni el más ultra es capaz de defender que alguien prefiera «no cobrar el paro»…
Demasiado humo en este Gobierno…
Algún día me gustaría saber cómo es el sistema de control de calidad del Gobierno: quién revisa cada regulación producida, dónde está el panel de alarmas, quién, en suma, grita antes de que las estupidedes sucedan: “pero hombre, por Dios, cómo vamos a sacar esto…”
Uhm, ya sabes, en el Gobierno, a quien discrepa lo más mínimo, y dice cosas mínimamente serias, se le echa y ya está. Mira a Solbes.
Así que eso, que no hay nadie.
[…] a aquéllas personas que se han quedado sin trabajo y han agotado la prestación por desempleo no se comunica bien, hay dos posibilidades: una, pensar en la horrible política de comunicación del Gobierno […]
[…] a aquéllas personas que se han quedado sin trabajo y han agotado la prestación por desempleo no se comunica bien, hay dos posibilidades: una, pensar en la horrible política de comunicación del Gobierno […]