ante todo orden

Derecho a la autoinmolación entusiasta

26 Jun, 2009 - - @egocrata

Por Archipiélago Duda reflexionan sobre el terrible afán totalitario de la malvada Dirección General de Tráfico y su pertinaz insistencia en hacer cumplir la ley.  La estadística le contesta: En 2001, España tenía 136 muertos por millón de habitantes, y en 2008 pasó a 68.

Entiendo el afan de los anarcoliberales por la libertad individual a ultranza, pero la verdad, me parece que defender el derecho a que la gente muera de manera estúpida en accidentes perfectamente evitables no tiene demasiado sentido. En especial porque los accidentes de tráfico nos cuestan un ojo de la cara a todos: entre policía, sanidad, atascos, daños a las carreteras y mano de obra tirada a la basura, evitar muertes aplicando unas leyes muy baratas de vigilar es algo que debería ser del todo obvio.

¿Paternalista? No sé. A veces creo que vale la pena proteger a la gente de si misma – y si vamos a dejar que la gente haga lo que quiera, la verdad, meterse en qué piensan sobre la familia pero estar en contra de las multas de tráfico es un poco contradictoria.


21 comentarios

  1. Burke dice:

    «Por Archipiélago Duda reflexionan …»

    ¿Reflexionan? ¿?

    Todavía me estoy riendo con lo del cinturón de seguridad, podrían haber puesto una foto de Stalin recomendándolo o algo por el estilo y habría sido sublime.

  2. juan nadie dice:

    Hombre, los anarcoliberales si quieren que critiquen el tema del citurón de seguridad, pero el 34% de las victimas mortales de un accidente de tráfico lo son porque otro coche decidió matarlos, así que no creo que tengan argumentos de libertad para leyes como las que reducen el límite de velocidad y la tasa de alcoholemia y se imponen sanciones severas cuando se incumplen los mismos

  3. Alatriste dice:

    Podría estar de acuerdo con esa gente si el tema realmente fuera proteger al ciudadano de sí mismo (aunque cuando curar a ese ciudadano o mantenerlo hasta la muerte cuando queda parapléjico nos cuesta dinero a todos, la cosa se vuelve un tanto ambigua) pero el caso es que los ciudadanos tienen derecho a que les protejan del energúmeno subnormal que invade el sentido contrario a 200 por hora para adelantar en un cambio de rasante sin visibilidad, borracho como una cuba… diga lo que diga don José María Aznar López.

    Ya es malo que elementos así casi nunca o nunca acaben entre rejas; quejarse encima de que tengan que pagar las multas es de una catadura moral que se define sola.

  4. El problema de los ancap en eso como en todo es el quieronopuedismo. A mí en particular me importa un pito que Aznar o cualquier otro psicópata del volante se meta en un circuito privado a la velocidad que quiera para satisfacer sus carencias de estímulos cerebrales; por mí como si lo hacen borrachos y llevando el volante con los pies. ¿Que se mataron? Pues vale, al menos lo hicieron mientras se divertían y no le hicieron daño a nadie.

    Pero cuando estén en una carretera donde va el resto de la peña que lo que quiere es desplazarse de un sitio a otro y llegar entero, o jugamos todos con las mismas reglas o al que pillen en renuncio que pague.

    Naturalmente los ancap también tienen solución para todos los accidentes: el que se escoñe, se queda escoñado y que se lo pague él o su familia, y los demás podríamos pasar por delante sin tener que pararnos por la obligación de auxiliarlos, y el que además no tuviese seguro, pues que se desangre en medio de la vía y santas pascuas. Así, por medio del terror que nos causaría a todos conducir y quedar hechos una piltrafa, el sistema vial se autorregularía y sería más eficiente de lo que es ahora. Una idea cojonuda si no fuera por el detalle de que hay gente que está mal de la chola, le importa todo un pito o sencillamente son unos inconscientes.

    El problema de todo esto es que le dan a cualquiera el título de bachiller, y se nota.

  5. Demócrito dice:

    Santiago, el de bachiller y el de licenciado. Y el de cátedro de la Juan Carlos I, si a eso vamos.

    Yo tengo que reconocer que al principio no estaba de acuerdo con el asunto. Personalmente me jodía, claro, porque cuando entra en vigor la ley conduzco un pepino de 130 cv y 1000 cc que tiraba un montón, con la que los cruceros a 170 km/h eran cómodos y seguros. Ahora me doy cuenta de que mis quejas eran egoístas y emocionales, porque cifras cantan. Yo personalmente no veo tan peligrosa la velocidad, al menos en buenas carreteras, pero está claro que es una percepción subjetiva. Otros en cambio siguen en las mismas, apelando a la libertad individual mientras conducen, y escriben, borrachos.

  6. RATKO dice:

    Este discurso economicista que destilan algunas intervenciones son increibles, gente con empatia a menos cero, que habla de pagar no se sabe bien que gastos de otra gente como si esa gente fueran extraterrestres (ya sabeis fumadores, accidentados de tráfico, trabajadores accidentados , etc.),esosi, cuando el enfermo de cáncer es su padre, su novia o la tia Amalia del pueblo, ya no les parece tan mal el pago de las facturas sanitarias por el conjunto dela sociedad. Vamos tipos empáticos simpáticos a más no poder.

  7. Ian Curtis dice:

    Joder, 68 muertos x millón de habitantes? Ésos son muchos…
    Reduzcámoslo a cero ya: prohibamos conducir, afición facha totalmente prescindible.

  8. Demócrito dice:

    Señor Curtis, ¿su coche tiene frenos? Si quiere se los desconcecto por un precio módico, disfrutará de una conducción mucho más emocionante y se opondrá a las normas estatistas que obligan a tener un adecuado sistema de frenado en los automóviles. Porque todos sabemos que las regulaciones del estado empobrecen a los fabricantes, obligándolos a ofrecer un producto seguro, e impiden que los libertarianos se estampen por hacer sus sacrosantas ganas, llevándose a alguien por delante ya de paso.
    .
    Quizá si le sucediera a su madre o a su hijo, esas 68 personas, muchas víctimas de un irresponsable, le parecerían número suficiente.

  9. Avelino dice:

    Hay mucho liberal-iluminado incoherente y mucho con pocas ganas de intercambiar opiniones diferentes a la suya. No es nuevo, no.

  10. Burke dice:

    «Quizá si le sucediera a su madre o a su hijo, esas 68 personas, muchas víctimas de un irresponsable, le parecerían número suficiente.»

    Estoy seguro de que en tal caso (esperemos que no ocurra nunca) existiría la posibilidad de culpar al estado, no se me ocurre ahora mismo nada, pero tiene que haber algo.

  11. Ian Curtis dice:

    Sin duda que que un coche lleve frenos se lo debemos al Estado, con Estado mínimo los fabricantes no los pondrían ni de Blas…

    De verdad quereis pasar vosotros por los serios y nosotros por los frikis/locos?

    Ah, y en serio, coño, si la cosa se trata de bajar los accidentes, se prohiben los coches y la conducción, y la tasa bajaría a… cero! Superad eso.
    Se lo voy a proponer a Pere ahora mismo (aunque a él supongo que le jodería, recordad cuando le pillaron los de A3 a toda pastilla en su coche oficial… como las posibles multas no las va a pagar él… Y quién va a multar al jefazo de la DGT, además…).

  12. Ian Curtis dice:

    Por cierto, lo del argumento de si le tocara a tu familia… esa falacia dejadla para la discusión en la tasca…

  13. Demócrito dice:

    A mí me asombra como se pueden afirmar cosas que se desconocen, tan alegremente.

    Muchos de los avances que se han logrado en automoción se han debido a la imposición de regulaciones retrictivas en diversas áreas: seguridad, emisiones, etc… La calidad de tu sistema de frenos se debe en buena medida a que cada componente ha de pasar homologaciones, y el vehículo pruebas dinámicas finales. Que tu coche tenga ESP se debe a que Mercedes temía que el Clase A llegara a fallar en futuras pruebas de homologación, tras fracasar en la llamada «prueba del alce». Que los coches japoneses y europeos consuman poco, ofreciendo así una ventaja competitiva, se debe a los impuestos sobre carburantes y a leyes restrictivas respecto a emisiones. El Tata Nano en la India costará unos 1500 – 2000 €, en Europa unos 5000 – 6000 €, pues los requerimientos de las homologaciones, especialmente de seguridad, son muchísimo más exigentes. Esto no significa que los fabricantes, al competir, no ofrezcan mejores vehículos, esa es la pricipal causa de mejoramiento del producto, obviamente. Pero sí significa que una
    adecuada legislación puede orientar a los fabricantes a mejorar la seguridad en vez de hacer cada vez más enormes, inseguros e ineficientes todoterrenos.

    Señor Curtis, usted dice: «Ah, y en serio, coño, si la cosa se trata de bajar los accidentes, se prohiben los coches y la conducción, y la tasa bajaría a… cero! Superad eso.» Eso sí que es una falacia y mera demagogia de taberna. Nadie habla de reducir a cero, sino de reducir sensiblemente la tasa de accidentes, a través de medidas que no supongan una restricción intolerable de la fluidez circulatoria. La sensible reducción de mortalidad 2001 -2008 (44%) sólo ha supuesto un descenso de la velocidad media de poco más del 4% en el mismo período, según la DGT. Esto es lógico, pues no es sólo sobre el control de velocidad donde se ha incidido, también en el control de alcoholemia, uso del cinturón y el casco, infraestructuras, etc…

    «Por cierto, lo del argumento de si le tocara a tu familia… esa falacia dejadla para la discusión en la tasca…» No sé si sabe que los accidentes automovilísticos son la principal causa de mortandad en las cohortes de población entre 18 – 35 años, y la 5ª causa del total de cohortes (Datos de 2001, «Mortalidad en españa durante la segunda mitad del S.XX», Rosa Gómez, FUNCAS, 2005). Eso ya de por sí es suficientemente alarmante, pero voy a hablarle en términos económicos, para que no me llame demagogo: cada víctima mortal supone un coste acumulado (producción, asistencia hospitalaria, indemnizaciones, etc…) de 349.687 € por víctima ( http://www.dgt.es/was6/portal/contenidos/documentos/seguridad_vial/estudios_informes/Costes_accidentes.pdf )

  14. Ian Curtis dice:

    Uhm, quién se ha metido con las homologaciones y demás? Decir que el sistema represivo actual es excesivo y estúpido no tiene nada que ver con la fabricación de un coche, creo…
    Teneis una empanada mental impresionante, yo no soy ancap ni cosas de ésas. Deja de perseguir al hombre de paja.
    Nadie ha hablado de cargarse al Estado en seguridad vial aquí. Pero vamos, que me reafirmo en lo de antes: presuponer que sin regulación estatal los fabricantes no montarían frenos en los coches… No es, cuando menos, excesivo (por no decir ridículo)?

    “Ah, y en serio, coño, si la cosa se trata de bajar los accidentes, se prohiben los coches y la conducción, y la tasa bajaría a… cero! Superad eso.” Eso sí que es una falacia y mera demagogia de taberna

    Sí. Falacia, e idea equivocada. Como la de que hay que reducir los accidentes a toda costa; llevado al extremo, es eso.

    En cuanto al argumento economicista, decir sólo que me produce repulsión.
    Para muchas cosas sí está la solidaridad estatal, pero para morirte no, que lo pagamos otros. Serás cabrón, querer morirte.
    Pero queremos tener sanidad pública y universal o no? Si la queremos tener, con todas consecuencias, no?

  15. Demócrito dice:

    Yo no he dicho que los fabricantes no pondrían un sistema de frenos:»se opondrá a las normas estatistas que obligan a tener un ADECUADO sistema de frenado en los automóviles». Mal estamos si tratas de imponer tu postura mediante la tergiversación de lo que escribo.

    Si no existiera una regulación, Ian, los fabricantes montarían un sistema de frenado, pero este podría tener una calidad muy baja y con el uso directamente fallar. El estado obliga al fabricante a que instale un sistema que tenga una calidad adecuada para preservar la seguridad vial. Lo mismo hace cuando regula el comportamiento al volante de los conductores, imponiendo límites a sus conductas ¿por qué las consideras medidas de diferente naturaleza? Ambas restringen el ámbito de libertad del individuo ¿Te parece que bien que yo no me pueda comprar un Tata Nano, a pesar de costar sólo 2000€? A mí sí, no quiero un vehículo peligroso circulando por ahí. ¿Te parece que hay que respetar un ceda el paso? Yo sí, desde luego, y es una medida tan represiva y limitante de mi libertad como la limitación de velocidad, no sobrepasar un índice dado de alcoholemia u obligarme a ponerme el cinturón. ¿Por qué las homologaciones obligatorias, no ir borracho como una cuba al conducir o respetar un semáforo son normas menos
    restrictivas o más razonables que ir a 120 km/h en autovía como máximo? Son normas cuyo objetivo es conciliar el máximo nivel de seguridad vial con la adecuada fluidez del tráfico (no «a toda costa» como tú aseguras). Resulta que cuando tales normas se han empezado a cumplir la siniestralidad ha descendido claramente, pero la velocidad media apenas ha bajado. No hace falta prohibir los coches, definitivamente, pero sí las conductas incívicas.

    Y que no te produzca repulsión el argumento economicista. Cuando se plantean políticas públicas es uno de los factores a tener en cuenta. No valen meramente las opiniones y las ideas sublimes de libertad.

  16. Ian Curtis dice:

    El estado obliga al fabricante a que instale un sistema que tenga una calidad adecuada para preservar la seguridad vial. Lo mismo hace cuando regula el comportamiento al volante de los conductores, imponiendo límites a sus conductas ¿por qué las consideras medidas de diferente naturaleza? Ambas restringen el ámbito de libertad del individuo.

    Sí, claro. Pero toda normal estatal es per se o totalmente prescindible o necesaria? La dicotomía es, pues, entre Estado 0% (anarquía) y Estado 100% (totalitarismo)?
    Evidentemente no, así que sí tiene sentido la regulación estatal en unos casos y en otros no. No veo por qué te puedes sorprender de ello.
    Está en la naturaleza de la medida en cuestión el hallar si es buena o no.

    Y medidas como los 120 km/h en autovía (antediluvianos, con la tecnología actual), los controles de alcoholemia (viva la presunción de culpabilidad) o la obligación de llevar puesto el cinturón (1- No obligan ya a ponerlos de fábrica? Nadie se lo va a dejar de poner a menos que no quiera 2- Los taxistas? Tienen bula?) tienen muchas más desventajas que ventajas (además de la evidente coartación de la libertad, claro).

  17. Lüzbel dice:

    «además de la evidente coartación de la libertad, claro»

    Oh, cielos, el estado me obliga a llevar cinturón en el coche!!!

    Revolución, amigos, esto no puede quedar impune! Derecho a abrirse el craneo hasta en el más pequeño accidente!

  18. Lüzbel dice:

    A la salida de la zona de bares de mi pueblo al principio no había controles de alcoholemia. Las castañas contra árboles cada fin de semana eran una tradición.

    Fue poner un control de alcoholemia a la salida y, milagrosamente, el ambulatorio del pueblo dejó de estar saturado el sábado y el domingo.

    Otra de las malvadísimas consecuencias del estatismo liberticida, estalinista y genocida. Era mucho mejor antes, donde va a parar.

  19. Demócrito dice:

    «… así que sí tiene sentido la regulación estatal en unos casos y en otros no. No veo por qué te puedes sorprender de ello.
    Está en la naturaleza de la medida en cuestión el hallar si es buena o no.»

    De acuerdo Ian, ya tenemos un punto de partida.

    » Y medidas como los 120 km/h en autovía (antediluvianos, con la tecnología actual)»

    Ten en cuanta que las regulaciones, en la mayoría de ocasiones, han de abarcar un espectro amplio de casos muy diversos. Es decir, en la conducción se dan múltiples condicionantes que hace que esos 120 km/h sean o no adecuados a la realidad. En las vías públicas encuentras un Honda Accord del 08, con un comportamiento dinámico irreprochable, al lado de un SEAT Panda del 89. La tecnología mejora, sí, pero en carretera circulan muchos vehículos que no son actuales. Por otra parte, aún más importante que la tecnología es el conductor y su estado. El regulador ha de tener en cuenta que en carretera no va a conducir sólo David de Gea, sino también personas francamente incompetentes, porque el carnet te da las capacidades básicas para circular, no para conducir. Pero quizá el factor más importante y menos controlable sea el estado del conductor, que puede estar cansado, distraído, somnoliento, enfermo, medicado, etc. Esto además se puede agravar con circunstancias ambientales como tráfico denso, climatología
    adversa, infraestructuras deterioradas, etc. A la hora de legislar, no se puede tener en cuenta cada una de estas situaciones para cada conductor, hace falta un mínimo común denominador. Los 120 km/h (132 reales, dado que el radar «perdona» un 10% de velocidad) son un límite aceptado en casi toda Europa (en EEUU son aún más restrictivos) que creo conjuga una movilidad suficiente con una razonable seguridad.

    «…los controles de alcoholemia (viva la presunción de culpabilidad)»

    No soy jurista, pero creo que no estás utilizando el principio de presunción de inocencia correctamente. El test de alcoholemia es un tipo de prueba pericial que no implica acusación alguna:
    «… el Alto Tribunal en Sentencia de 4 de octubre de 1983 ha declarado que el deber de someterse a un control de alcoholemia no puede considerarse contrario al derecho a no declarar contra si mismos y a no confesarse culpables, pues no se obliga al detectado a emitir una declaración que exteriorice un contenido admitiendo su culpabilidad, sino a tolerar que se le haga objeto de una modalidad especial de pericia, exigiéndole una colaboración no equiparable a la declaración comprendida en el ámbito de los derechos proclamados en los artículos 17.3 y 24.2 de la Constitución.» ( http://www.peritajemedicoforense.com/AURROMERO1.htm )

    No sólo ésto, sino que su resultado positivo únicamente da pie a un proceso que ha de respetar éste y todos los principios aceptados en nuestro ordenamiento. Según el Tribunal Constitucional:
    «…no basta comprobar el grado de impregnación alcohólica en el conductor, sino que, aun cuando resulte acreditada esa circunstancia mediante las pruebas biológicas practicadas con todas las garantías procesales que la ley exige, es también necesario comprobar su influencia en el conductor…». ( http://www.upfiscales.com/info/senten_relev/SRe06P71.htm )

    Como dice Lüzbel, los beneficios asociados a un adecuado control de alcoholemia en las vías públicas son enormes, pero es que además no es un sistema oneroso y no conculca los principios de nuestro ordenamiento. Todo son ventajas, excepto si te pillan, claro.

    «… la obligación de llevar puesto el cinturón (1- No obligan ya a ponerlos de fábrica? Nadie se lo va a dejar de poner a menos que no quiera…»

    Aquí puedo estar de acuerdo en que la imposición no busca tanto la seguridad de los otros conductores como la del interesado, pero la realidad es que existe un estado de bienestar que ha de soportar unos costes muy elevados, paliables con gestos muy simples, como ponerse el cinturón o el casco. Es decir, no podemos ser maximalistas, vivir en sociedad supone limitaciones a nuestra libertad en todos los ámbitos. La cuestión es cuán de importante e intensa es la limitación y qué ofrece a cambio. En este caso, creo que los beneficios superan ampliamente la pequeña injerencia.

  20. Ian Curtis dice:

    Uhm, ya he dicho puede ser lógica o no, necesaria o no, pero coartación de libertad es, o no? 2+2 siguen siendo 4, no? No vengamos con estupideces.

    Fue poner un control de alcoholemia a la salida y, milagrosamente, el ambulatorio del pueblo dejó de estar saturado el sábado y el domingo.
    Bueno, yo opino que cosas que la propia persona puede evitar fácilmente (piñarse por ir bebido) no se deben evitar con prohibiciones gubernamentales. Si va a ir tal que no debería conducir, y decide hacerlo (mejor dicho lo decide en el momento en el que empieza de cubatas), allá él. Y si de una forma u otra hay más o menos accidentes, poco relevante es.
    Son cosas que tú controlas, y decides actuar de una u otra forma. Y cuando por tu comportamiento sale perjudicado un tercero, tú pagas (civil o penalmente). El Derecho de toda la vida, vamos. El Derecho sui generis es el de la DGT.
    Cosas que no controlas son, por ejemplo, el firme de la carretera, o el trazado de las vías. Que suelen ser penosos, y de los cuales (casi) nadie protesta. O las autovías que se deciden hacer, que en el caso de C-LM es impresionante, con zonas donde no sé si ha llegado la civilización donde hay casi más autovías que en Madrid, y las zonas principales (léase La Sagra) donde las carreteras se debieron de arreglar en los 70. Cuestión de votos y publicidad y demás (sería muy largo exlicar en detalle), todo ello muy en consonancia con la búsqueda del interés general.

  21. Demócrito dice:

    No pierdo más el tiempo. Alguien que no sabe que el ordenamiento tiene una función preventiva además de sancionadora (entre otras) no merece más esfuerzo. Hasta nunca majete.

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