Una nota al margen, más sobre el medio en el que escribo que otra cosa. Leyendo artículos de opinión por El País hoy (uno, que aún tiene fe de encontrar algo que valga la pena algún día; este hoy no esta mal), me daba cuenta que a pesar que gente como Joaquín Estefanía, Carlos Taibo o Josep Fontana llevan escribiendo en prensa desde tiempo inmemorial, sé mucho menos sobre ellos que de prácticamente cualquier bloguero que siga con cierta asiduidad.
Conozco pocos blogueros españoles en persona; esto de vivir en Estados Unidos hace que pueda esconder lo feo y cascarrabias que soy detrás de una pantalla. Sin embargo, sé mucho más sobre ellos (y de muchos blogueros americanos) que de cualquier otro periodista; desde sus extrañas obsesiones frikoides (¡Ferhegon!) o su más o menos extraño sentido del humor (sin comentarios), pasando por sus tribulaciones por buscar vivienda o su status como estrella del rock internacional. Ya sé que el estado civil de un columnista dice bien poco sobre su nivel intelectual, pero la verdad, no me molesta saberlo.
Las bitácoras son adictivas en gran medida por la conexión con el tipo que está aporreando el teclado y diciendo bobadas. Una de las cosas que me revienta de toda esta obsesión con el dospuntocerismo es que es básicamente una manera modelna de decir algo muy sencillo: internet es una herramienta de comunicación personalizada. Es una herramienta; si se utiliza bien, es una manera magnífica de crear relaciones y «humanizar» la comunicación a base de enriquecerla. Esto tiene implicaciones en lo que respecta a campañas y política, pero de eso hablaremos luego.
A todo esto, y ya que estamos: ¡Rallo, habla más sobre tí mismo! Empezamos a pensar que eres un robot, o peor, un economista de verdad. Dioses, expresa tus sentimientos (sí, es broma).
Ya lo creo que es broma. ¿Qué sentimientos?
Imagínate que Hermann Tertsch hubiera dejado mucho de sí mismo cuando era jefe de opinión de El País ¿Con qué cara defendería ahora la Telemadrid de Esperanza Aguirre como lo está haciendo?
Amiguete, ellos viven de esto. Yo creo que sobre cada tema, noticia, reflexión o meme es posible encontrar doce posts mejores que la mejor columna de periódico. Eso sí, suelen mantener un nivel aceptable.