El País informa hoy que el gobierno tiene un paquete de quince leyes con reformas estructurales profundas preparadas para ser enviadas al parlamento de forma escalonada. Algo estupendo; llevo tiempo llorando y pataleando diciendo que no estaría mal que Zapatero intentara hacer algo, aunque sea estúpido.

Al redactor del periódico (y quizás el responsable de prensa de Moncloa, a saber), sin embargo, no parece interesarle demasiado el hecho que quince leyes con reformas estructurales pueden cambiar la sociedad española de arriba a abajo, y ser un punto de inflexión en la economía, si están bien hechas. No le importa demasiado si son buenas leyes, o ni siquiera saber de qué se trata. En todo caso, no nos dice nada de ello.

Lo de las tácticas y acrobacias legislativas es algo estupendo, pero son básicamente algo secundario. Lo importante son las políticas, no los políticos, y más en un sistema legislativo como el español en que el gobierno tiene una enorme capacidad de maniobra. Lo importantes es si la ley es buena o mala, no elocubraciones tácticas previas.

Nota para periodistas: si quiero drama, voy al teatro. Cuando se trata de política, ¿pueden hablar de leyes, programas y reformas? A fin de cuentas, es lo que nos afectará a todos.


Un comentario

  1. Avelino dice:

    Pues sí, es la historia de siempre en los medios de comunicación ejpañoles, y ¿quién sabe?, tal vez en los extranjeros también. A mí el polítiqueo de bajo nivel me importa un pimiento, en todo caso lo sigo más por la coña o por el morbo que por verdadero interés.

    La pregunta es si los lectores/oyentes de los medios quieren ese poliqueo-basura o quieren una información acerca del contenido y las consecuencias de esas medidas.

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