Empiezo a tener la sensación que me gusta llevar la contraria porque sí, pero no estoy tan seguro que el escándalo de las pagas extras sobre las que escribía todo irado hace unos días sea de hecho tan importante.

No nos engañemos, sigue siendo un tanto indignante que una compañía nacionalizada regue de millones a sus ejecutivos. El problema es que al hablar de la paga de los ejecutivos, etcétera, etcétera, la clase política americana está -como de costumbre- perdiendo el tiempo en algo que de hecho es secundario.

AIG tenía que ser rescatada. Punto. Lo explica Felix Salmon muy bien aquí; mi explicación era parecida, pero menos precisa. La empresa tuvo que ser rescatada de forma apresurada, confusa y chapucera por la administración Bush y la Reserva Federal en septiembre. Para quien no lo recuerde, eso sucedió durante la campaña electoral, con un presidente saliente universalmente odiado, en medio de un ataque de pánico absolutamente imprevisto por casi todo el mundo; Lehman acababa de morir horriblemente provocando horror y pavor universales. Cuando AIG procedió a implosionar entre grandes alaridos
y agonías, las autoridades entraron a saco, sin reparar demasiado en detalles. Cuando los bomberos apagan un incendio, no andan por la casa intentando no manchar la moqueta.

Hoy los medios y políticos andan todos corriendo en círculos entre grandes aspavientos diciendo que están indignados -¡indignados!- y que el pueblo americano exige respuestas. Sí, un grupo de tarugos incompetentes están recibiendo parte de sus incentivos de retención (¡no de rendimiento! AIG no ha pagado esos, al menos… no como en Bank of America) que tenían en sus contratos firmados a principios del año pasado. Lo indignante, sin embargo, no es que tengamos financieros cobrando millones; llevan haciéndolo desde hace tiempo. Lo indignante es que los hayamos tenido que nacionalizar. Los medios están actuando -como siempre- como si hablaran por todos, sin que lo que dicen tenga demasiado sentido.

Es el problema de siempre: cuando los políticos y periodistas encuentran un tema que pueden simplificar al nivel del chimpacé medio (el nivel mental que ellos creen tiene el electorado), se quedan todo contentos y obsesionados hablando de ello en plan monotema. Claro, hablar sobre qué son los CDS y por qué AIG está siendo gestionada de este modo (y explicar la historia del rescate) es complicado, algo que los periodistas no son capaces de traducir a alaridos.

Cuando uno mira los salarios y primas de cerca, lo sucedido es feo, pero no es tan terrible; tenemos una empresa de seguros que prometió una cosa antes de la crisis, y que cumple con ello después. El gobierno americano está gastándose cantidades gigantescas de dinero haciendo eso exactamente, garantizando los malditos CDS contra viento y marea. Es feo, pero no es tan grave, y de hecho legalmente es perfectamente posible que esos contratos sean difícilmente reversibles. Parece que ese temor -que el gobierno perdería cantidades ingentes de tiempo y dinero en juicios si hacía la prohibición sobre primas retroactiva- fue lo que les llevo a redactar la legislación de este modo.

Obama -actuando de nuevo como debe- no ha tenido demasiado reparos en admitirlo: sí, estos salarios quedan mal, y sí, la ley es así porque eso fue lo que el Departamento del Tesoro aconsejó. Estamos arreglando un problema que nosotros no hemos creado, y parece que no repasamos todos las piezas en este caso. De acuerdo, es mi culpa. Hora de acabar de limpiar el pollo que tenemos entre manos y asegurar que los nuevos planes no tienen esta clase de agujeros.

Es lo que tiene que hacer un político: decir soy el presidente, la responsabilidad es mía. Queremos estar seguros que no hacemos limpieza cargándonos más cosas de lo estricamente necesario, así que no vamos a perder el tiempo en detalles absurdos.

¿Eso bastará? No sé. Creo que ponernos a analizar esto en base a quién gana y quién pierde políticamente es un poco estúpido, especialmente cuando la «respuesta» a la administración es confusa. Primero, porque no hay elecciones en casi dos años. Segundo, porque si la economía se recupera a finales de año, nadie va a acordarse de esto, ya que de hecho es relativamente poco importante. Y tercero, porque creo que la actitud populista exagerada que tanto vemos en los medios es básicamente infantil (y oye, yo participé plenamente en ella), y que el hecho que el presidente sea el único que parece hablar como un adulto a largo plazo funcionará bien.

Y la verdad, AIG, dentro de lo que cabe, ha resultado una operación de limpieza relativamente eficaz (aunque Paulson y Bernanke acertaran por pura potra). El sistema bancario es donde la administración Obama está haciendo el chapuzas, y ahí si hay dónde criticar.


4 comentarios

  1. Demócrito dice:

    ¿Sabes si los suecos supieron evitar ese problema? ¿Y cómo?

  2. Javier dice:

    Si el punto del post es decir que demandar únicamente los bonos exagerados de AIG no va a llegar a ningún lado, de acuerdo. Pero de eso a dejarlos hacer su gracia de los CDS y cobrar por llevarse la economía al carajo es simplemente demasiado. Aún si se resuelve lo de la crisis a final de año, si Obama no les da una buena reprimenda tan sólo dejará un montón de incentivos perversos para que otra institución financiera salga de las cenizas y repita el acto otra vez. Tan sólo el hecho de que reciban protegidos por la ley sueldos multimillonarios cuando ellos y los economistas a su servicio repiten hasta el hartazgo que en tiempo de crisis se deben forzar los salarios a la baja es de una hipocresía – cinismo impresionante.

  3. Jimmy Page dice:

    Seguramente aprobechara la ocasion para sangrarlos con impuestos con grandes aplausos por parte de la opinion publica.

  4. Demócrito dice:

    Ummm, ahora han aprobado una resolución, que no ley, para clavar un 90% de impuestos a las primas otorgadas a empleados que superen los 250.000 dólares anuales de renta familiar. Eso sí, sólo en aquellas empresas que hayan recibido más de 5.000 millones de dólares en ayudas del estado. (http://www.elpais.com/articulo/portada/EE/UU/castiga/tasa/90/sobresueldos/empresas/subvencionadas/elpepipor/20090320elpepieco_3/Tes/)

    Lo siento, Egócrata, pero todo esto tiene todo el aroma a chapuza apresurada. Y ya veremos si es legal, porque tiene carácter retroactivo y no sé si eso colará.

    Creo que el ejecutivo de Obama no le está echando el valor necesario al asunto, aterrado con que lo tachen de socialista. Quizá tengan que asumir la necesidad de nacionalizar (¡ha dicho «nacionalizar»!) e incluso de legislar para regular adecuadamente las nacionalizaciones que se tengan que llevar a cabo. Ya sé que los planes aprobados parecen una forma de hacerlo llamándolo de otra manera, pero mi impresión es que esta política de «la puntita nada más» deja demasiados cabos sueltos.

    Como te preguntaba antes ¿Sabes cómo resolvieron los suecos estos problemillas?

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