Economía & Internacional

Niveles innombrables de cinismo e incompetencia

16 Mar, 2009 - - @egocrata

AIG, esos genios de las finanzas que ha estrellado los mercados financieros de medio mundo, va a dar entre 100 y 420 millones de dólares en bonus y pagas extra a todos esos genios que tienen en la empresa. La aseguradora, controlada en un 80% por el gobierno de los Estados Unidos y alegres receptores de 170.000 millones de dólares en un rescate público (esto es, una 60 líneas de AVE Madrid Barcelona, más o menos), dice que no importa lo que chillemos, van a dar los premios igual. Son contratos firmados antes que se fueran a la mierda, y los contratos deben respetarse.

Con dos cojones.

Frank Reich lo dice mejor que yo; es impresentable que una empresa que estaría muerta y enterrada (y sin un sólo empleado viendo un duro de pagas extras) si el gobierno hubiera dejado que se hundiera (llevándose la economía mundial por delante) anda esparciendo dinero y felicitando a los imbéciles que enviaron el negocio a la mierda de este modo. Es impresentable.

La verdad, me importa un comino eso de respetar contratos y todos esos detalles legales tontos: el gobierno americano debe dejarse de historias y cerrar la puerta a esto. Como sea. Es sencillamente absurdo que el contribuyente salve el culo a una empresa enloquecida, y encima tengamos que darles las gracias de este modo. Que sea confiscatorio, si quieren; me importa un comino; ley especial que pone unos impuestos del 100% a los gilipollas que estaban en empresas rescatadas.

Y sí, estoy cabreado. Es probable que la propuesta sea absurda. En fin.


13 comentarios

  1. Alatriste dice:

    La verdad es que si esos bonos figuran en los contratos de los directivos pero el pago _NO_ es opcional no eran tales bonos, sino una forma descarada de pagar enormes sueldos sin llamarlos así. Como mínimo el fisco estadounidense debería dedicarse a esas personas sin prisas, con amorosa atención y firme ahínco.

    Seguro que encuentra por donde meterles mano a estos personajes que empiezan a recordar de una forma aterradora a la aristocracia francesa de 1788. Su cerril defensa de unos privilegios desorbitados y palpablemente inmerecidos, su ceguera, el evidente desprecio que muestran hacia la plebe que paga sus paracaídas de oro, la forma en la que se aferran a la letra de la ley, que no a su espíritu… Sí, hay razones de sobra para estar muy cabreado.

  2. Demócrito dice:

    Señores, ha llegado el momento de crear una policía fiscal cuya sola mención cause terror. Los mejores profesionales, bien pagados y dotados con medios tecnológicos punteros. Soltarlos por ahí, portátil en mano, a destruir a cuantos sinvergüenzas, sean políticos o empresariales, encuentren. En el sistema capitalista, si queremos que funcione, el individuo ha de responder de sus actos. Si una vez alcanzada una posición dada todas las bellaquerías están perdonadas, no existen incentivos para hacer las cosas bien.

  3. Golias dice:

    Siempre que leo cosas de estas, el apellido Romanov me viene a la mente. Sé que es una salvajada, pero me produce esta reacción.

    Lo de una Policía Fiscal me encanta; el problema es que en poco tiempo tendríamos los inevitables casos de corrupción. Aún así, creo que sería un adelanto.

    [ATENCIÓN: IDA DE OLLA]Si lo pones en alemán queda terrorífico – Steuerpolizei, en una traducción a lo bestia. Ya me lo imagino: «Tres chalets, un yate, dos BMW y un Audi, y todo con la declaración negativa desde 2004, ¿verdad? Ahórreme el papeleo [y le pasa una pistola]».

    Creo que tengo el día malvado.

  4. ¡Qué esperaba de una AGENCIA PÚBLICA!

  5. Alatriste dice:

    ¿Cómo que «¡Qué esperaba de una AGENCIA PÚBLICA!»?

    AIG es una empresa privada, privada fue su gestión y privados de sentido común quienes la llevaron a la quiebra. Lo único público en este asunto es el dinero empleado para rescatar a la empresa y que de ningún modo debería emplearse en continuar el sistema (100% privado) de chanchullos, apropiación descarada del dinero de los accionistas, opacidad y pura incompetencia que llevó a la empresa al desastre.

  6. Gulliver dice:

    ¿Por qué no sacarles las entrañas en una plaza pública y quemarlas junto con sus gónadas?

    Al fin y al cabo la indignación de Obama parece un modo de aplacar a las masas, más que algo racional o legal.

    En otros tiempos o en otros países sí que saben dar escarmientos públicos.

  7. Estimado Alatriste,

    Pardiez, valiente espachín. Guarde su espada antes de verse mal trecho en esta lid.

    AIG fue nacionalizada el 17 de septiembre del 2008, el 80% del capital pertenece al estado norteamericano. Y si no me cree, visite al oraculo del siglo XXI: http://es.wikipedia.org/wiki/American_International_Group

  8. Demócrito dice:

    Alberto, tu argumentación es tendenciosa y malintencionada. AIG pertenece a la administración de EEUU ahora, tras tener que salvarla en septiembre de año pasado de la más desastrosa de las quiebras. El problema con el que se encuentran actualmente es que tienen que respetar las cláusulas de unos contratos que la administración ha heredado, cláusulas obscenas a la vista de la penosa gestión ANTERIOR a septiembre del 2008. Si de verdad os consideráis liberales tendríais que aceptar que los gestores han de responsabilizarse de sus decisiones y políticas, para bien o para mal. Los contratos blindados y los paracaídas dorados sólo sirven para desvincular incentivos y conducta, impidiendo así lograr calidad en la gestión.

    Y no, no hace falta sacar entrañas ni hacer cosas raras con las gónadas de nadie, Gulliver. ¡Qué gustos más raros tiene usted! Basta simplemente con eliminar privilegios y perseguir con los mejores medios a los delincuentes, sean éstos quienes sean y estén donde estén.

  9. Rocamadour dice:

    Alberto, si quiere pasar por aquí con pretensiones de epatar al personal y alborotando el que suele ser pacífico y sesudo gallinero le ruego que se abstenga. Y más cuando nos deja perlas del calibre de «espachín» (posible errata) y «mal trecho». ¿Qué cosa es esa del «mal trecho»? ¿Un trozo de autopista que quedó impracticable porque la pagó el Estado represor y liberticida con nuestros impuestos?

    De todas formas noto en sus últimas líneas un cierto aroma, cómo diría yo, un cierto estilo arcadiespadiano. Y ese señor escribe bastante bien, aunque a veces el fondo de sus textos deje que desear. De modo que persevere, joven, persevere.

    Camarada Roger: a sus pies. ¡Hasta la victoria siempre! ¡Patria o muerte! ¡Venceremos! Si el mundo lo gobernáramos auténticos proletarios revolucionarios como los que disfrutamos de su blog… ¡otro gallo cantaría!

  10. Vayamos por orden.

    Democrito: Como liberal que soy, comparto contigo la afirmación que expones: «aceptar que los gestores han de responsabilizarse de sus decisiones y políticas, para bien o para mal». Y eso supone NO RESCATAR NI AYUDAR

  11. Rocamadour,

    ¿Quién es usted para cohartar mi libertad de expresión? Claro que pedirle respeto a mi libertad de opinión a usted, es como pedir peras a un olmo. No hay nada más que ver la capacidad para el diálogo y el respeto por el otro que usted muestra al escribir sin reparos: «¡Patria o muerte!».

    En ningún momento en mis escritos hay un mensaje ofensivo o insultante a ninguna de las personas que escriben o han escrito en este blog. Si mis comentarios van con la intención de epatar, ello no significa alborotar ni crear tensiones.

    Sin embargo, creo que tanto el Sr. Alatriste, como persona a la que me dirijo; como el dueño del blog, el Sr. Roger, son suficientemente capaces por si mismos para defenserse el primero, y asegurar el respeto y las buenas maneras el segundo; sin necesidad de abogados de causas pobres como usted.

    De hecho, se da un fenómeno curioso con su comentario: es el único de todos los escritos que habla de crear armonía, precisamente es el que crea tensión y alborta el gallinero; y para más inri no aporta nada sustancial al tema de discusión.

    Le agradezco sus clases de gramática y buen uso del idioma castellano. Y le recuerdo que si el mundo estuviera gobernado por auténticos proletarios como usted, no habría gulags suficientes donde asesinar a todos los amantes de la libertad. Claro que eso a ustedes que más les da verdad: ¡Patria o muerte! Si lo dejan bien claro.

    PD: Disculpas a todos los lectores y al Sr Roger por las molestias que esta respuesta al Sr. Rocamadour pueda haberles ocasionado. Sin embargo, creía conveniente responder y no he encontrado otra vía más directa.

  12. […] porque sí, pero no estoy tan seguro que el escándalo de las pagas extras sobre las que escribía todo irado hace unos días sea de hecho tan […]

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