El 17 de marzo del 2008, hace poco menos de un año, Bear Sterns caía en acto de servicio. Bueno, más bien se suicidaba espectacularmente enviando medio sistema financiero a hacer gárgaras. No sé si será porque he escrito un montón sobre todas estas cosas desde entonces, pero parece que todo esto sucedio hace doscientos años, no apenas doce meses; han pasado tantas cosas que es difícil mirar atrás y realmente recordar qué sucedió realmente.
El NYT tiene un artículo curioso, un «remember when» de cinco empleados recordando cómo fueron esos días. Algunos son buenos, otros son un cualquier-tiempo-pasado-fue-mejor un tanto patético (en serio, gente; era un banco de inversión que se quemó a lo bonzo), pero vale la pena repasarlos. Lo que me da miedo releer, sin embargo, es lo que escribí yo por aquí esos días; no sé hasta que punto era consciente de la magnitud de la tragedia, cosa que algunos si intuían.
En fin, enlaces aquí, aquí, y aquí, ya en julio. Al hablar de Estados Unidos no andaba demasiado desencaminado (aunque no esperaba que fuera tan mal), pero al hablar de España… cielos santo. El sesgo, supongo, viene que al fin y al cabo soy partidista, y prejuzgué, como todo el mundo hace de vez en cuando.
Ya me diréis.
Por cierto, dos cosas rápidas. Primero, si Marc Vidal vuelve a estar en lo cierto -y la verdad, creo que esta vez tiene razón-, esto en España va a doler. ¿Recordáis cuando decía eso que la deflación es algo espantoso? Bueno, preparaos.
La otra, totalmente distinta: ¿alguien sabe si esta tecnología maravillosa de la que habla Tom Friedman en el NYT (¡fusión nuclear con rayos laser!) tiene algo de futuro? La fusión nuclear es el Santo Grial de la generación de energía; si podemos tenerla en digamos 10 años, estamos salvados de un montón de cosas horribles, empezando por los peores efectos del cambio climático. Cosa que me lleva a pensar que tenemos a Friedman otra vez delirando, pero vamos.
El sistema de fusión con láser es bastante viejo. Los americanos (y por lo que sé sólo ellos) llevan como veinte años con este sistema (yo recuerdo leer sobre ello en Muy Interesante como a principios de los 90). Estamos en lo mismo que con los otros sistemas de fusión: necesitan todavía un gran trabajo teórico y, sobre todo, de ingeniería. Es más probable que a este hombre le hayan dado un paseo por las instalaciones para conseguir financiación porque el sistema sigue sin dar el resultado deseado, y los responsables del laboratorio teman un recorte presupuestario, que que hayan conseguido un auténtico avance. Por supuesto, preferiría equivocarme.
Puede funcionar, aunque no es seguro. Como dijo un gran científico, «si supiera lo que estoy haciendo no sería investigación».
En cualquier caso conviene no pasarse en los ditirambos: para empezar, la fusión no es del todo limpia, aunque si lo es en comparación con la fisión. Hay muchas formas de fusión pero la mayoría, y especialmente las formas más fáciles de conseguir, producirán neutrones y algunos rayos gamma aparte de calor difuso (debido a que emplearán deuterio y/o tritio, isótopos del hidrógenos con uno o dos neutrones, y tal vez Helio-3). Hay que olvidarse del generador de fusión en el sótano.
Después y si funciona, tanto si se usa confinamiento inercial como rayos láser o una técnica mixta, la explotación comercial requerirá una enorme inversión de dinero, tecnología y todo tipo de recursos escasos incluyendo los humanos, aunque puede que en las circunstancias actuales eso sea exactamente lo que nos conviene.