La administración Obama anda con la mosca tras la oreja con esto del estímulo fiscal. Los americanos se han lanzando con un gran entusiasmo -en teoría- a esto de darle a la bomba de la política fiscal, con una plan de gasto aparentemente enorme para acelerar la economía.

El problema para los americanos estos días es que han echado un vistazo a las cifras de gasto por países, y se han dado cuenta que se han quedado solos. En el mundo hay básicamente tres países que han apretado el acelerador público con fuerza, Estados Unidos, China y España (!!!), con el resto de países europeos haciéndose de rogar sin aplicar grandes leyes ni nada por el estilo.

¿Estan los americanos en lo cierto? La verdad, no del todo. Si miramos el tamaño de los planes de estímulo, sólo los tres países ya mencionados han inyectado más de un 4% del PIB en sus planes de gasto. Sin embargo, los países europeos de hecho necesitan menos estímulo fiscal forzoso, incluso en una crisis de  este tamaño.El motivo es muy simple: el estado del bienestar.

El gasto social es básicamente un estabilizador automático gigante, un mecanismo de política fiscal entusiasta parecido -es un decir- a la independencia de los bancos centrales. Del mismo modo que los políticos no pueden tocar los tipos de interés para acelerar la economía cuando les conviene, los políticos tampoco pueden ponerse en plan troglodita y cortar el gasto público cuando es más necesario -en una recesión- sin exponerse a ser acribillados por el electorado.

El estado del bienestar en Estados Unidos es mucho más anémico; eso hace que estos mecanismos anticíclicos apenas tengan efectos. Por añadido, muchos de los sistemas de protección social dependen de las preferencias políticas de los estados, no del gobierno federal – y recordad, los estados no pueden endeudarse. Esto se traduce que en muchos sitios cosas como el seguro de desempleo o la cobertura médica para gente con pocos recursos sea anémica, y en algunas regiones especialmente conservadoras, activamente hostiles hacia el ciudadano necesitado. Del estilo de tener que rellenar un formulario de 27 páginas y ser entrevistado por un funcionario desagradable para pedir ayuda para comer hostil, vamos.

El tamaño del estímulo fiscal de Obama es, por tanto, un poco engañoso; una cantidad ingente del gasto esta dirigida a empujar a los estados a no cortar programas sociales, y una cantidad no trivial se dedicará a hacer que los programas federales sean menos tacaños y más racionales. Por si fuera poco, el plan incluye algunos recortes fiscales excepcionalmente absurdos (¿ayudas para comprar casas?), que tienen un efecto básicamente nulo, y eso sin entrar a esos componentes del déficit dedicados a rescatar a un sistema financiero espantoso.

Eso no significa que los países europeos estén haciendo lo suficiente, por supuesto; hay algunos países (cof -Francia- cof) que ya tardan en gastar un poco, y parar de echar la culpa de todo a los alemanes. Un poco de coordinación en los rescates bancarios es necesaria, y es cada vez más obvio que alguien (esto es, el BCE o la UE de forma coordinada) tendra que rescatar a Europa del Este de la catastrofe en las que estan metidos.

Y no, no creo que haga falta rescatar a España, pero no sería la primera vez que me equivoco. Para asegurar que eso no suceda, el gobierno no haría mal en hacer su trabajo.

Un recordatorio: un estímulo fiscal es una política económica defensiva, no estructural. El gasto público evita que la economía se estrelle de forma rotunda, pero no crea necesariamente un nuevo modelo de crecimiento. Si hace falta reconvertir una economía que ha dependido demasiado (no únicamente; en España había otras industrias creciendo) en la construcción, no sería mala idea aprobar las reformas que habían echo el resto de sectores inversiones poco atractivas. El dinero se iba al ladrillo en parte porque era ridículamente rentable (tipos de interés negativos, política fiscal que incentiva comprar viviendas al tuntún), en parte porque otras posibles inversiones no eran demasiado sencillas.

Supongamos que un inversor puede poner dinero en una inmobiliaria (¡burbuja! ¡dinero fácil!) o apostar por la patente de dos ingenieros sobre un sistema fabuloso para fabricar células de combustible. En España la primera opción es recibida con una fiscalidad estupenda, un sistema bancario eficiente y tipos de interés ridículos; la segunda se enfrenta a un procedimiento para crear empresas bizantino, un mercado laboral extremadamente inflexible que hace muy difícil atraer talento sin correr riesgos altos ofreciendo contratos indefinidos demasiado caros, un sistema legal en general poco amigo de hacer las cosas fáciles y rápidas, y un sistema fiscal anticuado. Si a pesar de todos esos obstáculos el inversor aún quiere invertir en España, buena suerte buscando apoyo y colaboración en las universidades.

En fin, lo que dice Citoyen: el gobierno ya tarda no sólo en ponerse a hacer esto cuanto antes, sino hacerlo a bombo y platillo, para que se vea que están haciendo algo. Felipe González se comió crisis económicas peores y fue capaz de aprobar una reconversión industrial realmente brutal y siguió ganando elecciones. Esto del fin de ciclo de Zapatero es una estupidez; es cosa de políticos pusilánimes, débiles y cobardes, no de un gobierno que cree que puede arreglar problemas.


8 comentarios

  1. citoyen dice:

    Aparte del hecho de que el gobierno tiene un enorme problema de credibilidad (y de comunicación). Joder, no es tan complicado: montar un conjunto de reformas y decir que uno va a aplicarlas porque es estrictamente necesario y descalificar a cualquier perdedor neto que se cabree como antipatriota. No es algo demasiado complicado, leñe, los cajones están llenos de buenos informes que te explican como hacerlo.

  2. Vellana dice:

    Situian, ¿y con qué partido de izquierdas -ERC, IU, BNG- o derechas -PP, PNV, CiU- las pactas?

  3. Lüzbel dice:

    «Situian, ¿y con qué partido de izquierdas -ERC, IU, BNG- o derechas -PP, PNV, CiU- las pactas?»

    Buena pregunta.

  4. Tvrtko dice:

    La verdad es que, leyendo al artículo sobre los problemas de Zapatero, con la alusión a un cambio de gobierno cual mantra vivificador, uno tiene la impresión de que no hay suficientes ideas o voluntad de formularlas. Y como se sabe, en ausencia de aquellas, se cambia a las personas (o se crea un nuevo subcomité).

  5. citoyen dice:

    Beyana

    Yo estaría a favor de pactarlo con el PP y los sindicatos y la patronal. NO tengo muy claro como de idealista es esa preferencia; en su defecto CiU parecen bastante sensatos.

  6. Alatriste dice:

    Partamos de un hecho básico que de algún modo ha pasado inadvertido: en lo que cuenta, que son las elecciones, el PSOE ha salido de momento más que bien librado.

    Las últimas han sido en Galicia y el País Vasco hace solo dos semanas. El resultado neto ha sido que el PSOE ha _ganado_ unos 15.000-20.000 votos «en plena crisis» (ha ganado dos votos en Euskadi por cada uno perdido en Galicia) mientras que el PP ha perdido algunos, pocos pero los ha perdido (en Euskadi les ha bajado Dios a ver; 60.000 votos menos es un desastre, un poquito peor y no habría perdido solo dos escaños sino cinco, uno menos por provincia)

    Vale que el PP venda los resultados como un triunfo, pero si son extrapolables al conjunto de España lo del «fin de ciclo» es un chiste muy malo. Cierto que ese es un «si» de considerable calado, pero no hay mas que ver la diferencia entre las encuestas británicas, con los conservadores quince o veinte puntos por encima, y las españolas para ver la diferencia entre un gobierno que parece agotado y otro que no…

    En cuanto a la posición del gobierno en el Congreso, no es bueno dejarse llevar por la imaginación y montarse películas de mociones de censura exitosas y cosas así. La izquierda sigue teniendo 177 votos (PSOE 169, ERC 3, IU 2, BNG 2, NB 1) contra un máximo de 173 del resto, que incluye 2 de Coalición Canaria y 1 de UPyD que para según que cosas no son votos inaccesibles para Zapatero.

    Y aún peor, el PP sigue sin hablarse con el PV y CiU. Que si se hablaran, el gobierno vasco partiría de un acuerdo PP-PNV, 43 escaños de 75.

    Parece evidente que la política de comunicación de Zapatero, a pesar de no ser demasiado buena, de momento está bastando. Pero podría hacer cosas peores que ponerse las pilas en ese tema, por ejemplo, movilizando a Felipe González, que sigue poniendo más oratoria en una frase que todo el Congreso de la IX Legislatura en un año.

  7. Alatriste dice:

    Interesante artículo el de Cotizalia… pero creo que la reducción de la actividad legislativa se debe a la crisis económica, y no a la debilidad del gobierno (que era más débil en 2004-2008)

    Le voy a hacer una apuesta: apuesto a que a la hora de la verdad ERC, BNG y el resto de la izquierda apoyarán al PSOE y a que el PNV y el PP seguirán sin hablarse, que si se hablaran el gobierno vasco partiría del hecho de que PP+PNV reunen 43 escaños de 75.

    Basicamente, a los partidos menores no les interesan nuevas elecciones, de las que no ganarían nada. O vencería el PSOE o, peor para ellos, el PP. Y de remate, en unas elecciones anticipadas el voto tendería a concentrarse en PP y PSOE

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