Las cosas no acaban aquí estos días, por cierto.

Supongo que recordaréis el relativamente chapucero plan de reforma de la sanidad de Obama. El plan tiene un problema relativamente grave, que es el hecho que no es universal, y un problema secundario bastante serio, que se deriva que a medio plazo enviaría la mayoría de aseguradoras a la bancarrota. Eso no es malo desde el punto de vista económico (si hay un sector empresarial que merece morir, son los seguros médicos americanos) pero es un problema desde el punto de vista político; las aseguradoras resistirían con uñas y dientes una reforma parecida.

Era un plan curioso que no tenía demasiado sentido; no daba cobertura universal y era políticamente difícil de aprobar. La verdad, no lo entendía.

Esta semana, sin embargo, se han aclarado las cosas. El plan Obama es horrorosamente peligroso para las aseguradoras privadas; el tipo, sin embargo, ha ganado las elecciones de calle y quiere reformar la sanidad. Las aseguradoras aceptarán un plan menos dañino, probablemente… y así hay que entender la aparación de Max Baucus, senador demócrata por Montana, en el debate sanitario.

Baucus es uno de los demócratas más conservadores en el Senado. Desde hace años es conocido por ser un tipo raro,  un entusiasta amigo (excelente artículo, por cierto; leedlo) de las aseguradoras privadas, y alguien más preocupado por sobrevivir que en pasar leyes. De golpe el hombre aparece y propone un plan sanitario muy ambicioso, universalista, con un papel para las aseguradoras privadas y cobertura obligatoria.

Y aquí está la clave. Las aseguradoras se arriesgaban entre tener que luchar contra un plan que las iba a arruinar en un entorno tremendamente hostil; con la economía en recesión, nadie mira a las aseguradoras con buenos ojos. Si tienen que escoger entre el riesgo de luchar una batalla que puede matarlas y que probablemente no pueden ganar, y abrazar un plan que las debilita pero les deja vivir, es más que probable que escojan lo segundo. El miedo de un plan les hace ir corriendo a cubrirse tras lo que es, esencialmente, el (más ambicioso) plan de Hillary Clinton en las primarias, que es más o menos lo que propone Baucus.

Como comenta Robert Walddman, no sé si es genio táctico o pura potra, pero parece que la reforma sanitaria en Estados Unidos tienen una puerta abierta.


2 comentarios

  1. Mireia dice:

    Small employers are subsidized to offer health insurance. Large and midsize employers have to offer health insurance or pay a percentage of payroll (undefined as of yet) into a public pool that subsidizes coverage for the uninsured.

    Ottia, acabo de empezar y ya me está gustando. Vamos, serían más felices con un sistema totalmente público, pero para qué pedirle peras al olmo…

  2. Mireia dice:

    Por cierto, aún le tengo que dar un par de vueltas y documentarme más, pero el otro día comentaba con Trinitro que igual hacía un post sobre la posibilidad de que en mercados cautivos como el sanitario, la intervención estatal hace más por la libertad de mercado que el tradicional «laissez-faire».
    Ahora a ver si recuerdo dónde dejé mi manual de Economía 😛

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