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Las tribulaciones del futuro presidente

26 Oct, 2008 - - @egocrata

Con las elecciones probablemente ya decididas (Obama +5), me parece que es hora de empezar a explorar qué situación se va a encontrar el hipotético presidente (Obama) cuando tome posesión del cargo en enero. Es hora de dar un pequeño repaso a la situación, y ver qué limitaciones y problemas tendrá la nueva administración (Obama) cuando empiece a hacer política seria.

Es necesario tener en mente el relativamente largo periodo de tiempo entre las elecciones y la inaguración del nuevo presidente. En parte por tradición (los plazos constitucionales están pensados para el s.XVIII, al fin y al cabo) en parte por motivos prácticos (un cambio de administración en una superpotencia no es fácil) alguien (Obama) será presidente electo casi tres meses. Esto no es un problema demasiado grave en el Congreso (no se espera un cambio de mayoría) pero con la que está cayendo el tener el ejecutivo en un limbo político no parece una gran idea.

¿Qué sucederá durante estos meses? En un principio, siendo como es Estados Unidos un sitio (relativamente) civilizado el presidente saliente hará relativamente poco. La tradición es firmar unos cuantos indultos (casi siempre con cierto escándalo), hacer maletas y pasearse sin rumbo mientras medio país le ignora.

Si todo va bien, la cumbre financiera en Washington tendrá a Bush como presidente en nombre, mientras que su substituto (Obama) y su equipo económico son los que llevan la voz cantante en todas las reuniones, ejerciendo de facto de presidente. Si es necesario aprobar legislación (y los demócratas están trabajando en ello) el Congreso le dará una alternativa sencilla a Bush; puede firmar lo que le presenten ahora, o ver como Obama lo firma diez minutos después de haber jurado el cargo. Políticamente Estados Unidos seguirá funcionando estos meses, aunque sea bajo reglas distintas.

El futoro presidente tendrá que operar bajo dos restricciones, la situación económica y la situación política. La segunda será, por una vez, relativamente favorable si gana Obama: todas las encuestas dan una victoria entre clara y decisiva, y un Congreso que será más demócrata de lo que ya es ahora. La mayoría legislativa es importante, pero no necesariamente a prueba de bombas; los miembros más conservadores del partido demócrata están a la derecha de Obama y no votarán automáticamente todo lo que el presidente proponga.

Eso es especialmente cierto en el Senado (la Cámara de Representantes es bastante más dictatorial en su organización interna, y los líderes del partido pueden «forzar» más votos), especialmente si algunos recién llegados vienen del sur. Los demócratas tienen a tiro ganar representación en sitios como Kentucky (¡!), así que aún si llegan a los 60 escaños que (en teoría) necesitan para ser inmunes a filibusterismo cualquier voto seguirá necesitando trabajo. La experiencia de Joe Biden en ese aspecto será util a buen seguro.

Si McCain gana… bueno, como están las cosas en las encuestas, el país será ingobernable. Pero es básicamente imposible que sucede, así que lo dejo de lado.

En la economía es donde el futuro presidente tendrá que ir con cuidado. Por fortuna parece que las tendencias neo-hooveritas que buscan controlar el (gigantesco y creciente) déficit público americano no tendrán demasiado peso en esta administración; la economía recibirá el estímulo fiscal que necesita, ahora que la crisis financiera parece estar (más o menos) bajo control. El problema, obviamente, es que si bien meterse en déficit fiscal es básicamente necesario, eso no implica que ese déficit pueda volverse infinito; Obama deberá priorizar.

Lo curioso, siendo como es un demócrata, es que muchas de las prioridades de un potencial presidente Obama están centradas en ahorrar a medio plazo, o incluso ser «gratis» desde el primer momento. Su plan contra el cambio climático (subastar permisos de contaminación) es básicamente un impuesto sobre emisiones, y la idea es utilizar esos ingresos fiscales para compensar a los perdedores de la inevitable subida de precios. Si se hace bien (y no es demasiado difícil, al menos en teoría) el dinero puede utilizarse como un buen plan de estímulo fiscal, dando más dinero a quien más rápido vaya a gastarlo (estados, municipios, rentas bajas).

Su plan de sanidad saldrá relativamente caro de salida, pero por poco que funcione ahorrará dinero a base de hacer daño a las aseguradoras del ramo. Y su plan de rebaja fiscal es esencialmente neutral; sube los impuestos a quien tiene más dinero, baja impuestos a la gente que es más propensa a gastar dinero.

Las dos grandes fuentes de déficit a largo plazo en el gobierno federal ahora mismo también recibirán atención. La guerra de Irak es muy cara, y es probable que salga de los presupuestos en un par de años; el gasto militar bajará un poco, pero no demasiado. El gran problema es la sanidad pública, y más concretamente el excepcionalmente mal diseñado Medicare, el seguro que cubre a los jubilados. Reformarlo es relativamente sencillo en el sentido que es fácil identificar y arreglar la fuente del gasto, y relativamente complicado ya que los perdedores (aseguradoras, médicos, farmacéuticas) harán un ruido espantoso. Si Obama es listo (y parece serlo) entrará a saco con la reforma sanitaria tan pronto como pueda, arreglando en lo posible Medicare y el sistema en general cuando aún tiene el beneficio de la duda.

El déficit, por tanto, es un problema relativamente menor; si no se arregla hará daño, pero a medio plazo puede arreglarse con cierta calma. El problema realmente urgente será la recesión galopante que el país estará «disfrutando» en los próximos meses, y que necesitará una intervención activa del gobierno federal para evitar que sea larga y para evitar que su coste social sea horriblemente alto. Pero de eso hablaremos otro día, ya que hará falta explicar un poco el extraño sistema fiscal americano; esperad más de eso mañana.

Lo más relevante de esta lista de temas, sin embargo, es precisamente su longitud. El sistema legislativo americano es cualquier cosa menos ágil; una democracia parlamentaria puede pasar leyes a toda velocidad, mientras que un sistema presidencial puede ver como el debate se encalla en detalles y procedimientos en cientos de puntos de bloqueo. El hipotético presidente Obama tendrá una legión de problemas que arreglar, un legislativo en principio amigable, y «ancho de banda» limitado para pasar la agenda en el Congreso. Será, como poco, interesante, y no creo que pueda ganar todas las guerras. Veremos.


8 comentarios

  1. Rubén dice:

    La verdad es que me ha dado no sé qué ver el desparpajo con el que hablas de Obama como futuro presidente. Yo hasta que no vea a la Fox dando por vencedor a Obama toco madera con las dos manos.

    Esperare el post sobre el sistema fiscal americano (que podría ser una buena introducción para esos capitulos que me faltan de «economia del sector publico» de Stiglitz xD)

    Por otra parte, respecto a Obama, ultimamente lo he comparado con otros presidentes de EEUU y creo que puede tener algun punto en comun con Carter. Pese a lo excepcional e imprevisto del candidato, con que otro presidente de EEUU establecerías una similitud??

  2. Por partes:

    1. Entiendo que te tomes mi triunfalismo con cierta calma. Haces bien. Tengo la mala suerte que me creo las encuestas, qué le voy a hacer. Es ciencia. ¡Lo juro!. :-).

    2. No esperes nada del nivel de Stiglitz… es una cosa muy, muy complicada.

    3. No acabo de ver a Obama comparable con nadie. Jimmy Carter era un candidato inesperado, pero era un demócrata de un pueblacho del sur. Obama es el primer candidato presidencial en décadas que es un urbanita (y norteño) orgulloso. El paralelismo con Kennedy está muy gastado, pero me parece que es el más cercano. Sin embargo, Kennedy era un aristócrata, mientras que Obama es el hijo de una madre soltera que fue criado por sus abuelos. La verdad, es un candidato único.

  3. Rubén dice:

    Tal vez lo que tenga en común con Carter es un ideario bastante liberal-progresista y el ser una reacción a la desmesura republicana, que por cierto, ya en la Administración del 74 tenía personajillos como Cheney y Rumsfeld, te suenan? Para que luego digan que la historia es cíclica, a veces es increible cuanto!!

  4. jasev dice:

    Obama, sabiéndose ganador, ya ha tomado medidas para resolver el problema de su falta de experiencia de gobierno…

    http://www.theonion.com/content/video/obama_undertakes_presidential?utm_source=embedded_video

  5. citoyen dice:

    El libro de hacienda de Stiglitz es bastante básico pero bueno.

  6. […] de los pro-Obama sumado a los resultados de prácticamente todas las encuestas, en las que Obama es claramente favorito para presidir la Casa Blanca, los que creo que minan las oportunidades del candidato […]

  7. […] cierto detalle sobre la agenda de Obama, y mencionaba, con cierta sorpresa, el hecho que era muy ambiciosa. Cuando uno lee el presupuesto -o versiones abreviadas de este; tres billones y pico de dólares […]

  8. […] cierto detalle sobre la agenda de Obama, y mencionaba, con cierta sorpresa, el hecho que era muy ambiciosa. Cuando uno lee el presupuesto -o versiones abreviadas de este; tres billones y pico de dólares […]

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