Cuando las encuestas empiezan a mostrar que los dos candidatos presidenciales están cada vez más cerca, John McCain ayer se metió uno de esos goles en propia puerta de los que hacen historia.

La campaña del candidato republicano se ha pasado todo el mes de agosto acusando a Obama de ser un famosillo arrogante y elitista, sin contacto con el mundo real; una especie de intelectualoide carismático vacio que está en esto por que es resultón. Ya se sabe, anuncios con Britney y Paris Hilton, etcétera. Eso significa que por oposición, McCain es necesariamente un tipo cercano, un hombre del pueblo humilde, sencillo, en contacto con la realidad y que está en esto por ser un tipo práctico, valiente, sólido y serio, aunque sea sólo por oposición.

El problema llegó ayer. Politico, un periódico / página web que (curiosamente) habla de política, le preguntó a McCain en una entrevista cuántas casas él y su mujer tienen. Una preguntita sencilla, a la que McCain respodío que «no lo sé«, «diré a mi equipo que os diga algo» y «quizás tres o cuatro», entre una bonita serie de balbuceos y confusión. El tipo que se ha pasado media campaña llamando a su oponente elitista resulta que ha perdido la cuenta en el número de pisos y casa que tiene su familia. Casas que acostumbran a valer de uno a cuatro millones de dólares. Sencillamente maravilloso.

La campaña de Obama, ni corta ni perezosa, ya está hoy en el aire con esto:

Un buen anuncio, que sin embargo distorsiona gravemente la persona de McCain; tiene ocho casas, no siete.

La campaña de McCain ha entrado en modo surrealista de modo casi inmediato. Esta mañana iban recordando que Obama tiene una casa que vale más de un millón de dólares, comprada a un tipo de Chicago (Mark Rezko) que está esperando condena por fraude (uno parece que tiene que vigilar a quién compra su casa ahora); ese Obama que se preocupa por el precio de la arrúgula, que ganó cuatro millones el año pasado (su libro ha vendido muy bien) y que que dice que la gente está amargada.

Los medios han pasado de todo, así que esta tarde McCain tenía un portavoz diciendo que eso no tiene importancia, ya que el tipo fue prisionero de guerra. Algo que parece que McCain utiliza cada vez que alguien le critica; empieza a recordar a Giuliani nombrando el 11 de septiembre todo el día. Todo esto llega después que McCain haya dicho un par de veces en los últimos días que la economía americana está muy fuerte, y que diciera el sábado que uno es «rico» si gana más de cinco millones de dólares al año. Dos historias menores que de repente están reforzadas mágicamente por el tipo metiendo la pata ayer. Es una pifia descomunal.

Aún así, el tipo tiene suerte, o una suerte relativa. Mañana o pasado, Obama anunciará quién es su vicepresidente; la conversación no se centrará del todo en esto de momento. El problema, claro está, es que esta es la clase de pifia política que será machacada una y otra vez en la convención la semana que viene.
¿Es este debate sobre número de casas una estupidez? Sí y no. Es una estupidez en el sentido que no tiene nada que ver con los problemas concretos de la gente que vivimos en el planeta tierra; no es un debate sobre ideas, si no sobre algo totalmente periférico. No es una tontería, sin embargo, en el sentido en que «caza» a un candidato en el pecado del que acusaba a su oponente; sencillamente, hace que McCain quede como un hipócrita, o un viejecito que no se acuerda dónde vive. No sé qué es peor.

Parece obvio, sin embargo, que la campaña de Obama se ha dejado de historias y se ha metido sin ninguna manía a lanzar campañas negativas con un entusiasmo digno del más aguerrido republicano medio. Ya habían dado pistas, pero ahora es la hora de las tortas. Y yo que esperaba una campaña diferente.


4 comentarios

  1. Cada cual pone el listón donde quiere, pero tiene que tener mucho cuidado en no caer en lo que él mismo ha elegido para acusar. Eso mismo me recuerda a la cruzada familiar de Edwards para terminar reconociendo su adulterio.

    Algo escribí de esto y te lo dejo por si te apetece echarlo un vistazo:

    http://geografosubjetivo.wordpress.com/2008/08/12/liston-moral-y-atenerse-a-las-consecuencias/

  2. Jorge Ramos dice:

    Hmmmm…Parece que al final las campañas negativas seguirán surtiendo efecto. Me parece lamentable que Obama entre en el juego, pero es que sinceramente McCain recorta posiciones en las encuestas.

    Me parece a mí que los americanos dicen desear una campaña limipa, pero que en realidad les gustan las tortas mas que nada en el mundo.

  3. […] las siete (o doce) casas de McCain, y como el tipo no recordaba cuántas tenía? Ese glorioso golazo en propia puerta ocurrió hace un par de décadas en términos políticos, antes de las convenciones. El jolgorio de […]

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