Lo de Katrina y la administración Bush acabará por convertirse en un símbolo de incompetencia. Tras pasarse seis meses con excusas, diciendo que nadie se esperaba el desastre, que fue una sorpresa para todos, y que la culpa en todo caso no la tenían ellos, ahora resulta que la mayoría de sus aserciones no eran ciertas.

Cierto, la culpa del desastre no fue sólo del gobierno federal. El problema es que un día antes que el huracán llegara a Nueva Orleans, se les previno, informó y avisó que los diques de contención probablemente cederían, y que todos conocían exactamente en que se iba a convertir aquello. Y oye, todos decían en la reunión que estaban preparados. Está en video.

Resulta que ha salido a la luz un video del 28 de agosto, en que representantes de varias administraciones y el presidente hablan sobre lo muy preocupados
que están todos del inminente desastre, pero muestran confianza ante las medidas tomadas para paliarlo. La grabación, para más cachondeo, no es ni siquiera un video secreto o nada por el estilo, si no que fue difundida por FEMA (la agencia de emergencias federal) el día de la reunión a los medios como parte de las comunicaciones institucionales. Con todo el mundo ocupado con evacuaciones y la previsión del tiempo, ninguna televisión le presto atención, siendo archivado por todo el mundo… hasta que alguien de la AP lo ha encontrado y sacado a paseo.

El resultado es otro escándalo más para la Casa Blanca, que no gana para disgustos. Su nivel de popularidad es un patético 34% en las últimas encuestas, cifras que han llevado muchos republicanos en el Congreso a empezar a llevar la contraria al Presidente pensando en las legislativas de
noviembre. La imagen de incompetencia, confusión y errores constantes en todos los frentes de esta administración empieza a ser generalizada. El fracaso es evidente.