Es una de esas mentiras que de tanto repetirlas la gente se ha tragado, pero es falsa: la afirmación que Tony Blair y los conservadores británicos hacen política de derechas. Escolar enlaza un horrible artículo de Juan Carlos Escudier en El Confidencial que repite esta absurda afirmación, de nuevo.
Sí, los índices de desigualdad del Reino Unido son de los más altos del continente. Sí, la pobreza infantil es alta. Sí, la sanidad no es la mejor del mundo. La cuestión es, uno debe mirar cómo ha evolucionado esto desde 1997, cuando Blair llega al gobierno para saber si los Laboristas han hecho política de izquierdas o no. Y aquí, las cifras son claras. Primero, las desigualdades han parado de crecer. Sigue siendo un país muy desigual, pero en contra de lo que sucede en Alemania o Francia, al menos no aumentan, y si acaso
disminuyen lentamente. El gasto sanitario lo han duplicado, ahí es nada. Han nacionalizado parte de los ferrocarriles, que eran una auténtica catástrofe. Ha introducido algo tan neoliberal como un salario mínimo, algo que ni existía en el Reino Unido. Ha descentralizado el gobierno, acercando el estado a los ciudadanos. Y ha sido, de lejos, el más fiel acólito en políticas macroeconómicas de Keynes, no de Friedman o Hayek.
Los impuestos han subido, se gasta mucho más en servicios públicos, se potencia la igualdad de oportunidades, y se le critica por ser de derechas. Pues mira, no. Es un político de centro izquierda clásico, que conoce muy bien los límites de lo que el estado es capaz de hacer, y que no teme al mercado, como al socialismo semigaullista francés. De hecho, es casi un socialdemócrata de libro, que sabe que la retórica de la lucha de clases pasó a la historia hace tiempo. No es de derechas, ni
mucho menos; y quien diga lo que lo es no se ha parado a mirar los números con calma y sólo repite tópicos.
Creo que tienes razón, aunque la verdad es que las medidas que estaba intentando tomar en los últimos meses con la excusa del terrorismo son demasiado autoritarias desde mi punto de vista.
A pesar de esto yo creo que ha gobernado bien, ha enderezado la economía, ha decidido luchar contra la pobreza infantil, y aunque esté dando pasos liberales por ejemplo en cuanto a sanidad (pretende que el 15% de las intervenciones quirúrjicas se realicen en la sanidad privada, y va a cambiar la forma de financiar los hospitales, haciéndolo en función de los servicios que presten para hacerlos más competitivos) me parece que son decisiones acertadas.
Un saludo!
Económicamente socialdemócrata-liberal. En temas sociales de izquierdas. En temas de seguridad y derechos civiles, algo menos.
Querido amigo, me he visto obligado a intervenir en este comentario para que la gente no vaya pensando por ahí lo que tu dices.
Es cierto que la política de inmigración llevada por Blair tiene ciertos puntos y matices izquierdistas, es cierto que algunos miembros de su partido tiene desviaciones un poco rojas, tales como el mismo Ken «el rojo» Livingstone.
Pero si de algo se es de economía, y creed los que leeis este mensaje… En primer lugar destacar que en inglterra nunca se handecantado por la izquierda po9rque siempre ha sido un país muy avanzado e innovador, tanto en la I Rev. Industrial, como en la II cómo más adelante.
En segundo lugra, destacar que aquellos que saben de política dicen que simplemente en Inglaterra no existe la izquierda, sinó que los laboralistas son derecha moderada y los conservadores son derecha radical.
Por último, sólo hace falta ver los últimos datos de la economía y no es muy diferente a la de la adm. Bush; y
aquí un claro y objetivo dato de derecha, según nada más y nada menos que el prestigiosos economista Jeremy Rifkin, cito textualmente: «Actualmente el ciudadano británico mediogasta entre el 120% y el 130% de sus ingresos anuales, utilizando los mismo intrumentos crediticios tan apreciado spor los americanos». En lenguaje común sería decir que GB impulsa su economía a base de créditos y préstamos, iguales que nuestros primos del otros lado del charco.
Por eso, el título de tu intento de artículo es una ENORME EQUIVOCACIÓN.
Reflexiona, hasta otra.
Curiosamente, si sé de política. Es más, soy politólogo de carrera. Si el gasto público es de derechas, apaga y vámonos.