Internacional

Republicanos 2016: unas primarias sin favoritos (I)

15 Abr, 2014 - - @egocrata

Aprovechando que es Semana Santa y no está leyendo nadie, permitidme un artículo sobre futurología un poco inútil: hablemos de las primarias republicanas del 2016, a dos años vista.

Digo inútil porque primero, dos años en política americana es una eternidad casi infinita, así que casi cualquier predicción con este horizonte temporal es poco fiable, y segundo, porque me equivoco a menudo, y es poco probable que acierte otra vez*. Aún así, vale la pena repasar la lista de candidatos futuribles, y analizar por encima qué podemos esperar de ellos.

Antes de empezar, vale la pena recordar que las primarias ya han empezado. No hablo de votaciones y campañas con publicidad, sino la antesala al proceso, más sutil y casi igual de importante: las «primarias invisibles» que comentaba no hace demasiado. Los candidatos ya están buscando apoyos, construyendo infraestructura y flirteando con potenciales donantes. La criba sobre quién será viable el 2015/2016 ha empezado ya ahora, aunque no sea del todo explícita. Repasemos quién está en este circuito estos días, dándole una probabilidad completamente arbitraria sobre la probabilidad que llegue a algún sitio cercano al Despacho Oval.

Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey:

Hasta hace unos meses, el gobernador de Nueva Jersey era el candidato de facto del GOP a la presidencia. Era de lejos el favorito del establishment del partido, adorado por los medios y periodistas (estar al lado de Nueva York, capital mediática del país, ayuda) y medio apreciado entre las bases. El sector conservador desconfiaba profundamente de Christie, al que veían como un cripto-moderado, pero (como de costumbre) estaban demasiado divididos para frenarle.

Todo parecía estar listo para unas primarias estilo Romney, con un candidato viable y una panda de frikis… hasta que estalló el escándalo del puente. Es un escándalo estúpido, pero no importa. Para los políticos que viven cerca de Nueva York, esta clase de cosas bastan para defenestrarles (véase Spitzer, Weiner, etcétera). Con investigaciones criminales de por medio, un tipo con pinta de Tony Soprano no puede ganar elecciones.

Por supuesto, es posible que Christie sobreviva, pero me extrañaría muchísimo. Es un candidato con demasiados problemas para atraer el apoyo unánime del establishment (por definición, gente no demasiado valiente) y genera demasiado escepticismo en el tea party como para sobrevivir unas primarias. Le doy un 15%, siendo generoso.

Jeb Bush, hermanísimo y ex-gobernador de Florida:

De forma un tanto inexplicable, un sector no precisamente pequeño de las élites del partido republicano quieren renovar al GOP nominando a un hijo y hermano de ex-presidentes como candidato el 2016. La lógica, si la hay, es que Jeb es carismático, tiene experiencia de gobierno, es conocido y habla castellano de forma fluida, además de asegurar Florida, un estado crucial en una presidenciales. El problema es que Jeb realmente no es demasiado carismático, fue gobernador hace más de una década, es conocido por ser el hermano de un tipo bastante inútil y siendo como es moderado en inmigración, es cordialmente detestado por las bases del partido.

La verdad, no creo que se presente; el tipo no es tan idiota. Si lo hiciera y se metiera en primarias, sería un «favorito» relativo – digamos un 10%, con suerte.

Paul Ryan, representante por Wisconsin:

Es el «siguiente en la lista» de candidatos del GOP; tras ser candidato a vicepresidente, está en la línea de sucesión natural en las primarias del partido. Es relativamente joven, bastante carismático, relativamente inteligente y apreciado por los medios. En su contra, dos problemas graves: primero, tiene un historial político lleno de medidas concretas muy ideológicas y netamente conservadoras. Ryan saltó a la fama por ser el encargado de redactar propuestas presupuestarias que hicieran feliz al tea party. Como consecuencia, el tipo ha ofrecido eliminar Medicare y cargarse medio estado de bienestar un montón de veces por escrito, en detalle y sin reparos. Esto puede hacerte ganar unas primarias del GOP, pero en unas generales es un blanco patéticamente fácil. Ya lo fue con Romney.

El segundo problema creo que es más grave: el tipo realmente no parece tener ganas de presentarse. De todos los candidatos en las quinielas, Ryan es de lejos el menos preocupado en venderse estos días. Quizás está siendo muy discreto, pero no sería demasiado normal. Es un lástima, porque el tipo cae bien a las bases y demostró el 2012 ser capaz de contentar al establishment. Como candidato a las generales sería vulnerable, pero en primarias sería difícil de batir. En vista de su ambigüedad y pocas ganas, lo dejaré en un 15%

Scott Walker, gobernador de Wisconsin:

Para muchos, Scott Walker es «el tapado» en estas primarias, y no es difícil ver por qué: es gobernador de un estado habitualmente moderado, ha sido capaz de tirar adelante una agenda conservadora (y furibundamente antisindical), ha sobrevivido una elección revocatoria y parece ir camino de la reelección. Las bases del partido lo respetan, por buenos motivos, y a las élites del GOP no les acaba de parecer mal. Walker es un tipo de derechas, es indudable, y se ha opuesto a Obamacare con el fervor necesario, pero también parece capaz de gobernar y ganar elecciones.

Hay un pequeño problema: primero, Scott Walker es una persona aburrida. Es un político que llega al poder no por su carisma, sino porque tiene la suerte de presentarse el 2010, un año catastróficamente malo para los demócratas. El tipo es un político decente, pero eso no es suficiente en unas presidenciales. Segundo, Walker tiene un par de escándalos de corrupción «en activo» en Wisconsin que aunque no han hecho demasiado ruido a nivel nacional (estar lejos de Nueva York tiene sus ventajas) y ser bastante aburridos, pueden ser un problema para su candidatura.  Si tuviera que apostar, Walker estaría un peldaño por debajo de Ryan – un 10%, más o menos.

Rand Paul, senador por Kentucky:

Empezamos con la lista de candidatos que no están, de momento, recibiendo ningún apoyo por parte del establishment del partido. Rand Paul es el sucesor de Ron Paul como adalid de la rama libertaria-aislacionista del GOP, pero es mucho mejor candidato que su padre. Es joven, y no suena como un cuñao cazalloso desvariando en debates, es más disciplinado, así que no se pierde demasiado, y habla bastante mejor en público. Como Ron, el sector objetivista-juvenil del GOP le adora, y tiene una bien merecida reputación de seguir sus principios y no plegarse a los designios del partido.

En su contra, sin embargo, Rand tiene un problema similar a su padre: está bastante chiflado. Rand lo disimula un poco mejor, pero tiene algunas burradas épicas en su historial, como oponerse a la ley de derechos civiles o tener una extraña tendencia a tener neoconfederados en su equipo de asesores. Los Paul tienen ideas políticas ocasionalmente decentes (empezando por política exterior) pero están muy, muy idos en bastantes asuntos; tanto él como su padre se han rodeado durante toda su carrera de tipos muy, muy nostálgicos del bando perdedor de la Guerra Civil. El establishment del partido lo detesta, y las bases, fuera del sector libertario del tea party (en aumento, pero minoritario) recelan de él profundamente.

Como candidato llegará más lejos que su padre, pero eso no es decir gran cosa. Le doy un 5%, aunque quizás merezca algo más.

….

En el próximo episodio, hablaremos del resto de candidatos: Ted Cruz, Marco Rubio, Mike Huckabee, Bobby Jindal, Rick Perry, John Kasich y Nikki Haley. Hay muchas primarias que contar. El GOP es un sitio complicado ahora mismo…

*: acierto poco, pero en el 2008 tenía a Obama y McCain en mi quiniela, y en el 2012 a Romney. No que las del 2012 fueran complicadas.

 


11 comentarios

  1. Alatriste dice:

    En las presidenciales y primarias estadounidenses suelo aplicar un test básico para escoger mi preferido, y es «Si yo tuviera que darle el maletín nuclear a uno de estos candidatos para cuatro años enteros ¿Cuál escogería?»

    Y entre los candidatos citados en este artículo la verdad es que no hay color, al menos en mi opinión. Se lo daría mil veces a Scott Walker, que para ciertas cosas ser – y parecer – previsible y aburrido es un plus. En cambio, tal vez sea injusto decir esto pero me temo que antes que dárselo a tipos con la cara de pirado de Rand Paul o Chris Cristie lo tiraba al mar…

  2. mictter dice:

    Cada cuatro años juro y rejuro no perder más el tiempo leyendo sobre el circo Presidenciales USA, largo y cansado cual eterno retorno.
    Pero aquí viene el camarada Roger a tentarnos una temporada más: «eh payo, no lo vas a dejar ahora, ¿verdad?»

    Trataré de ser fuerte, aunque mal empezamos 😉

  3. Lole dice:

    Sobre Paul Ryan te has saltado un detalle (desgraciadamente) relevante: está buenorro. Algo inusual en ese gremio.

    • Sergio dice:

      Pues no creo que sea relevante, pero sí. Está buenorro 😉

      • Lole dice:

        No subestimaría ni negaría el factor estético-sexual como condicionador del voto. No es el criterio principal (afortunadamente), pero está ahí.

  4. Francisco dice:

    ¡Comienza lo bueno!

  5. David dice:

    Sr. Senserrich,

    Leyendo estos dos artículos me he acordado de usted, a propósito de aquella entrada suya sobre «minorías que no saben que lo son»:

    Gay Marriage: a case study in conformism (http://www.spiked-online.com/newsite/article/13518#.U07V34VlDE_)

    The rise of the same sex marriage dissidents (http://thefederalist.com/2014/04/08/the-rise-of-the-same-sex-marriage-dissidents)

    También recomiendo la lectura de estos artículos a todos los demás, colaboradores o lectores.

  6. […] de este artículo, para los despistados. De […]

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