Hoy es el discurso del Estado Unión en Estados Unidos, el único día del año que el Presidente habla ante las dos cámaras del Congreso. Dentro de la pompa y ceremonia de la política americana, el de hoy es el evento más importante del año – un ritual elaborado, sobrio y lleno de patriotismo retransmitido integramente en directo por las cuatro cadenas de televisión nacionales. Con toda la fragmentación de los medios de comunicación americanos, hoy es probablemente el único día del año en el que un presidente se dirige a todo el país sin intermediarios – una oportunidad tremenda.
Aunque los periodistas se emocionan mucho sobre los crucial que este discurso para el presidente todos los años (hace dos, por la crisis bancaria, el año pasado, sanidad, hoy, bipartidismo), lo cierto es que a efectos prácticos no hace gran cosa. Con contadas excepciones, las encuestas no se mueven un pelo después del evento, probablemente porque los único que se comen la hora y media de rollo son tipos raros adictos a la política o gente que ya tiene una opinión formada sobre el presidente.
Como todo, esto no quiere decir que el discurso sea completamente irrelevante. Lo comento cada año en la previa, pero tener 90 minutos de cobertura mediática exclusiva permite marcar la agenda política de los próximos meses algo serio. El Presidente establece los términos del debate, sobre qué se habla y cómo se habla. En un sistema político tan confuso y con tantos puntos de veto, poder decidir (o influir decisivamente) sobre qué va primero en la agenda mediática del curso es una ventaja. Por supuesto, esto de «marcar la agenda» es un poco intangible – si el Congreso no quiere aprobar legislación, el presidente no tiene nada que hacer. Aun así, Obama va a hacer lo posible para llevar el debate a su terreno.
¿De qué hablará hoy? Por lo que dicen por la prensa (que han recibido adelantos), mejorar la competitividad de Estados Unidos invirtiendo en el futuro y reduciendo el déficit de forma responsable. Sí suena genérico, es que lo es; no tiene pinta de ser demasiado ambicioso. Veremos como lo enfoca. Mi sensación es que la idea es dar una visión optimista, proponiendo un proyecto de futuro (lleno de vaguedades), y preparándose para criticar a los republicanos todo el año por querer destrozar inversiones de futuro. Dicho en otras palabras: algo parecido al discurso del año pasado.
Cómo seguir el discurso: dos consejos. Para verlo en directo, la Casa Blanca tiene lo que llaman una retransmisión mejorada aquí, donde acompañarán el video con datos, gráficos y enlaces a otros materiales. Muy recomendable. Para seguir mis comentarios en (semi)directo, estaré por Twitter a partir de ahora. Después del rollo presidencial volvemos con más.