Economía & ingeniería institucional & Internacional

China, India, Brasil y crecimiento futuro (II)

4 Jun, 2010 - - @egocrata

Ayer hablábamos sobre cómo el milagro chino es, hasta cierto punto, una cuestión de simple crecimiento extensivo. China consigue crecer muy rápidamente a base de convertir trabajadores muy poco productivos (campesinos) en trabajadores con una productividad entre decente y buena (industria). Si necesitan fabricar cachivaches de muy alta tecnología, lo hacen en gran medida importando tecnología, dando tremendas facilidades a la inversión de empresas extranjeras.

Siendo como es un país gigantesco con muchos recursos infrautilizados, esta estrategia funciona bien. El problema, sin embargo, es qué sucederá cuando China sin quede sin la solución fácil de reconvertir más mano de obra. Aquí las cosas no son tan fáciles, y las instituciones chinas pueden realmente convertirse en un problema.

Estos días China tiene una burbuja inmobiliaria seria. El problema no es tan serio como en otros sitios en gran medida porque la tasa de ahorro del país es desaforada y la gente se endeuda muy poco al combrar viviendas, pero está sucediendo. Parte del problema es que el sistema fiscal tiene una omisión muy simple: no existe un impuesto de propiedad. China era hasta hace diez minutos un país comunista, así que el marco legal tiene esta clase de omisiones. El sistema bancario público, la burocracia, el proceso de toma de decisiones, todos estos detalles son hasta cierto punto fósiles; según parece, abrir un negocio sigue siendo increíblemente complicado para todo aquel que no sea un inversor foráneo.

Los problemas institucionales no se quedan aquí – de hecho, la cosa es un poco más complicada. Las dictaduras tienen tradicionalmente una curiosa obsesión con dirigir la economía con entusiasmo, sin prestar demasiado atención a protestas y lloriqueos de sus ciudadanos. Cuando tu estrategia de desarrollo consiste en recolocar millones de campesinos, construir infraestructuras gigantes, cavar montones de minas, construir montones de ferrocarriles (¡yupi!) y llenar el país centrales eléctricas, la capacidad de llevar gente a rastras a las minas es algo estupendo, y realmente muy útil.

La cosa se complica, sin embargo, cuando para crecer más rápido no te basta con tirar dinero a patadas, sino que además tienes que invertir bien y ser cada vez más eficiente sin copiar a nadie. China, en este caso, corre el peligro de caer en la maldición de la política industrial: un montón de funcionarios deciden de forma centralizada qué vamos a producir, y acaban por apostar en la idea equivocada. Tener una economía dirigista con un gobierno que toma grandes decisiones muy rápido pasa de ser una ventaja a un inconveniente – en vez de tener un montón empresarios probando cosas hasta que algo funciona, tenemos eficiencia dictada por comité.

Incluso si el gobierno chino privatiza los bancos y empresas públicas que dominan gran parte de su economía, las dictaduras en general siguen teniendo problemas.  El incentivo para interferir es muy fuerte; la seguridad jurídica muy limitada, y la necesidad de evitar tomar decisiones impopulares es muy fuerte, ya que la legitimidad del régimen depende del crecimiento, no de las leyes. Cuando tu país ha llegado a la «frontera tecnológica», las tasas de crecimiento disminuyen de forma inevitable. Un crecimiento económico menor abre la puerta a esas enfermedades que sufren todas las economías avanzadas, como desempleo, recesiones y la necesidad de recaudar impuestos de vez en cuando. La popularidad del régimen puede resentirse.

¿Recordáis cuando decía que India y Brasil puede que tengan mejores perspectivas a largo plazo que China? La palabra mágica en este caso es «democracia». Por muy imperfecta que sean, las instituciones indias y brasileñas no tienen esta clase de problemas. El gobierno de Brasilia no puede decidir que invertirá miles de millones de dólares en construir una fábrica gigante de aceleradores de párticulas y tener a gente cavando a los diez minutos, ya que primero no controla directamente demasiados recursos y segundo porque realmente no puede ir por la vida obligando a gente a seguir órdenes. Esto puede que sea un inconveniente cuando quieres hacer grandes proyectos a corto plazo, por descontado, pero también hace cambiar de una industria extensiva a una intensiva algo mucho más sencillo.

Brasil, por ejemplo, es sorprendentemente buena produciendo aviones. Lo divertido es que hasta hace poco años, Embraer, su principal fabricante, realmente no crecía demasiado; era una empresa pública y no estaba demasiado bien gestionada. Una buena privatización más tarde, los tipos son competetitivos, están creciendo, y lo están haciendo a base de vender mejores aviones y producirlos mejor. China tiene sus empresas aeronáuticas, pero aún con la inversión estatal entusiasta han sido incapaces de exportar demasiado. El sector tecnológico indio es una historia parecida – grandes inversiones desde el exterior, emprendedores locales aprovechan la oportunidad, y el sector crece por si sólo a base de especializarse y producir mejor.

El crecimiento en estos casos es menos elegante y bastante más caótico, pero es más sostenible a largo plazo. Cuando una idea funciona, el estado no está por ahí insistiendo en mover las cosas de sitio o repartir la inversión en base a criterios políticos. Tenemos empresarios que encuentran un sector con potencial y lo explotan, aprovechando la ventaja comparativa que tiene el país. En la India es hablar inglés y tener un montón de gente, en Brasil recursos naturales a patadas, población joven y ansiosa, acceso a capital y un sistema político razonablemente efectivo.

¿Quiere decir esto que China fracasará mientras que la India y Brasil llegarán lejos? No, por supuesto. Es perfectamente posible que China supere la transición de extensivo a intensivo y de autoritarismo a un régimen más abierto. Lo que me parece que no podemos olvidar, sin embargo, es que los otros dos BRIC relevantes (repito: ignorad a Rusia) tienen unas instituciones mucho mejor adaptadas para hacer esta clase de cambio, y que vienen de un punto de partida parecido. Brasil va camino de convertirse en la Alemania de America Latina (Argentina debería ser Francia, pero siguen sin ser capaces de parir una buena constitución), y la India y tiene potencial para aburrir.

Una última nota: no olvidemos a Estados Unidos. A pesar de los pesares, sigue siendo la economía más flexible y eficiente del mundo, tienen recursos naturales a patadas, espacio para aburrir y siguen creciendo en población. Son 305 millones, y esperan llegar a 440 en en el 2050. Los americanos tienen sus problemas, pero tienen bastante más futuro que Europa, si no espabilamos.


9 comentarios

  1. citoyen dice:

    Que opinion tienes de la «tesis de la modernizacion». En el video que te pase, Acemoglu decia que estaba muy desacreditada en la literatura, pero tu siempre hablas bien de ella.

  2. Roger Senserrich dice:

    Si mal no recuerdo, la tesis de la modernización viene de la idea de Linz que cuando un país pasa un determinado umbral de riqueza, se convierte en democracia, ¿no?.

    Es una correlación que sale en los datos, pero no, no me la creo. Es un poco más compleja. De hecho, creo que la cosa va al revés – un país no puede ser rico «del todo» sin algo parecido a algunas instituciones claves del estado de derecho, y un estado eficaz. Seguridad jurídidica, buen sistema fiscal, buena regulación, buen control del mercado de capitales, etcétera. Todo eso se ve más a menudo en democracias que en dictaduras, pero puedes tener régimenes autoritarios que hacen buenas imitaciones de vez en cuando.

    ¿Te refieres a esto, no?

  3. citoyen dice:

    Si, a eso.

  4. David dice:

    El tema es apasionante, Roger. Sin embargo creo que se hace un poco difícil para una mentalidad occidental. Países tan inmensos y densamente poblados, con tradiciones tan arraigadas y particulares, emergiendo a la vez… no se, da que pensar. ¿En serio vamos a obviar TANTAS diferencias con el anglosajón medio para el que se diseñó la teoría microeconómica? (y micro es macro).

    En cualquier caso, y haciendo más ciencia ficción sociológica que análisis económico, creo que China subirá más. Determinadas planificaciones centrales (como la planteada por Nugent y Sánchez albornoz en su ensayo sobre la Mesta) pueden ser eficientes hoy en día, con la velocidad a la que se pueden cruzar y recopilar datos. Si así fuera… su modelo de pseudocomunismo para los nacionales y liberalismo para los extranjeros tendría un recorrido inmenso; e incluso en el peor de los casos puede que nunca necesitarán hacer la transición democrática. Y menudo mundo nos espera como así sea, por otro lado…

  5. yyl dice:

    Aunque supongo que la mayor parte del crecimiento chino es probablemente extensivo, creo que Scott Sumner citaba hace poco un post de Ryan Avent donde decía que la TFP en China crecía a cifras récord. ¿Es un efecto composición estadístico o es que hay «algo más» que movilización de factores?

  6. […] como un reloj: hablar de los potenciales problemas a los que se enfrenta China cuando deje de poder crecer a base de enviar más campesinos a […]

  7. […] fácilmente, algo harán con él. Recordad que estamos hablando de una dictadura que vive de ofrecer paz, orden y crecimientos anuales del 8%; la máquina no puede parar. El gobierno chino reaccionó a la crisis abriendo el grifo un poco, […]

  8. […] no estoy demasiado seguro que el sistema político chino esté por la labor de comerse el marrón, o sea demasiado efectivo haciéndolo. Si a esto le sumamos la descomunal burbuja inmobiliaria que se gastan y el enorme […]

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